Cristóbal Toro Rossi: Amereida XI

De Casiopea
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TítuloEnsayo: La gratuidad en el alcance de la belleza de la obra
AsignaturaTaller de Amereida
Del CursoTaller de Amereida 2014, Taller de Amereida XI
CarrerasArquitectura
Alumno(s)Cristóbal Toro Rossi


La gratuidad en el alcance de la belleza de la obra

“¿Cuántas veces el gratuito juego poético podrá sobreponerse al ánimo de una travesía “sin objeto”? Creemos que tal “sin objeto” desvela realmente el continente, su inalcanzable Norte, el que todos llevamos dentro, continente y Norte. Amereida: Bitácora de la Travesía – Nota #23”

La gratuidad

Amereida nos plantea que el verdadero arte surge cuando el artista se ve movido por la gratuidad, es decir por la búsqueda de un “no objetivo”. De ello surge lo imprevisible, lo incalculable que conlleva a lo imprevisto del obrar sobre la marcha, en cuyo tiempo efímero se plasma mediante la palabra dicha o escrita la plenitud del momento artístico.

Esta misma gratuidad conformada en el tiempo de un porvenir desconocido es la que le otorga la condición de regalo a la obra de Travesía: en un encuentro con lo desconocido de la inmensidad continental, surge desde la observación del avistar asombrado con lo ajeno - lo otro pero a la vez propio y desconocido de la condición americana - la forma la cual se va desvelando y con-formando desde la labor variable y propia a cada componente del cuerpo taller en cada instante que construye el tiempo de la faena, del chantier. La obra de Travesía se regala en la misma condición de gratuidad que en la extensión continental en la cual halla lugar; se regala en una gratuidad de lo desconocido y aún por desvelar, tan solo a aquellos que en una libertad pura de la búsqueda sin fin hallan mayor placer en el camino hacia la belleza de la obra más que en la belleza misma.


“La hermosura cuenta menos que la ruta hacia ella”


La belleza en el camino a lo desconocido

Hablando de la condición poética y artística de nuestro oficio, cabe mencionar el lugar de la belleza en la conformación de la obra: la obra se concibe para que en su apreciación se alcance una armonía en la que desde el acto de la observación y el habitar, el habitante se halle en un éxtasis compuesto por sentimientos encontrados y diversos. Sin embargo la belleza como objetivo final en la obra no corresponde al quehacer ni a la inquietud constante del oficio del artista, sino que forma parte del momento regalado al otro: la obra finalizada en su armonía no es ajena por ser parte de algo acabado, sin alguna dimensión aún por desvelar. El momento del artista es aquel de la inquietud de lo inacabado, el trabajo inconcluso de la materia aún por tomar forma, por ser modificada y re-creada en lo desconocido del resultado final, del quehacer de la mano, de la mente y sobretodo del deseo de la expresión poética que nos insta a un modo de ser que desea partir siempre por algo desconocido y nuevo. Lo desconocido como un motor que mantiene encendida la condición poética, efusiva y sentimental del artista inconforme con su realidad añorando desvelar lo venidero sin objetivo, una búsqueda sin fin plena en el oficio.


"La belleza", El Profeta – Gibran Khalil Gibran

Y un poeta dijo: Háblanos de la belleza.

[…]

Y el profeta respondió: La belleza no es una necesidad, sino un éxtasis. No es una sedienta boca, ni una vacía mano extendida. Sino más bien un corazón ardiente y un alma encantada. No es la imagen que veis, ni la canción que oís. Sino más bien una imagen que veis cerrando los ojos y una canción. Que oís tapándoos los oídos.

[…]

La belleza es la eternidad que se contempla a sí misma en un espejo.


De la entrega constante y momentanea

Como lo menciona una de las múltiples definiciones del término artista entregadas por la Real Academia Española: el artista es toda “Persona que hace algo con suma perfección.” De esta definición podemos efectuar dos conclusiones que servirán para entender la continuación de este ensayo: primero somos aquellos que hacemos algo - esto de forma constante y en tiempo presente, es decir viviendo el momento en una despreocupación del futuro que permite la plenitud de gozo de lo obrado sobre la marcha– y segundo lo hacemos con suma perfección – es decir en una entrega plena desde el oficio.

El mismo sentimiento de éxtasis y plenitud en lo desconocido experimentado por el artista es aquel vivido por una pareja de enamorados, los cuales hallan mayor regocijo entregándose a la amargura y pasión de una búsqueda constante de lo adverso y gratuito, que en el hecho de conformarse con un sentimiento objetivo ya conocido del todo sin mayores posibilidades o emociones. He ahí la real belleza: la entrega hacia una admiración de lo desconocido.


Gratuidad en el oficio

El artista libanés Gibran Khalil Gibran desde su oficio de escritor, logra plasmar en su obra “El Profeta” una gratuidad cuyo mensaje no halla su mayor riqueza y plenitud en los diversos puntos finales tratados, sino en una vida plena mediante el camino que conlleva a ellos. El artista regala su mensaje no por el fin que cumplirá con el lector, sino por el mero placer de obrar expresando una visión propia de la vida, y he ahí la plenitud de la gratuidad en el oficio: una entrega desinteresada de lo concluido que halla su sentido y belleza máxima en el momento de la elaboración, entendiendo el momento como un instante preciso que sumados en componen la obra en su totalidad.


La belleza y el gozo en la apreciación de lo desconocido: El amor

"El Amor", El Profeta – Gibran Khalil Gibran

[…]

Cuando el amor os llame seguidlo. Y cuando su camino sea duro y difícil, Y cuando sus alas os envuelvan, entregaos.

[…]

على الرغم من صوته قد تتحطم أحلامك كما يضع الرياح الشمالية النفايات الحدائق الخاصة بك. حتى لوالحب التيجان لكم ذلك فعليه أن يصلب لك. أيضا يجعلك تنمو، كنت تقليم. حتى وهو يصعد إلى طولك والمداعبات فروعكم الأكثر حساسية أن جعبة في الشمس، هكذا قال انه سوف ينزل إلى جذوركم ويهز سيطرتهم على الأرض.

[…]

Toutes ces choses, l'amour l'accomplira sur vous afin que vous puissiez connaître les secrets de votre cœur, et par cette connaissance devenir une parcelle du cœur de la Vie. Mais si, dans votre appréhension, vous ne cherchez que la paix de l'amour et le plaisir de l'amour. Alors il vaut mieux couvrir votre nudité et quitter le champ où l'amour vous moissonne, Pour le monde sans saisons où vous rirez, mais point de tous vos rires, et vous pleurerez, mais point de toutes vos larmes. L'amour ne donne que de lui-même, et ne prend que de lui-même. L'amour ne possède pas, ni ne veut être possédé. Car l'amour suffit à l'amour.


Si bien la adversidad contraria, y la adversidad y la fortuna son fruto del mismo corazón más se aprende de los errores que de los aciertos. El amor es el motor de toda búsqueda, de toda entrega, nos conlleva a aventurarnos en lo insensato y desconocido, pero a la vez la idea de encontrar su plenitud en un ideal implacable es lo que mantiene la fortaleza y el romanticismo de nuestra vocación en el oficio. Es aquel gesto que da origen a la gratuidad de una vida regalada al otro, es un modo de comprender la vida entregándose en un mar desconocido tal como lo hizo Colón al zarpar rumbo a lo nuestro, es nuestra condición propia de todo americano. Lo regalado, lo gratuito.

Citas y Bibliografía

1. Amereida: Bitácora de la Travesía – Nota #23”

2. El Profeta, Gibran Khalil Gibran - El amor, la belleza

3. Apuntes propios

4. Notas de Jaime Reyes, Carlos Covarrubias y Manuel Sanfuentes.

5. Definiciones RAE