Diferencia entre revisiones de «Conjunto vivienda social en Carabanchel,Madrid / Thom Mayne / Mariajosedominguez.g»

De Casiopea
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Superficie total: 21999(m²)
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Revisión del 12:16 11 abr 2010

Morphosis en Carabanchel

arquitectos: Thom Mayne y Begoña Díaz-Urgorri

Dirección: Calle de los Morales 25, Madrid,España

Año de finalización: 2006

Numero viviendas : 156

Superficie por vivienda : entre 50 y 85 (m²)

Superficie total: 21999(m²)

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Partida

El modelo desarrollado en la Vivienda Pública de Madrid, situado en el PAU de Carabanchel, proporciona una alternativa de respuesta a los bloques de viviendas convencionales. En vez de una rígida estructura de la torre esencialmente propiedad de nadie, sugiere una estructura rítmica que encaja con los patrones de un barrio. Con diferentes niveles de organización social, comunicación y organización, el programa es simple, respetuosos de las costumbres tradicionales de vivienda, y lo suficientemente flexible como para ser actualizado y modificado según sea necesario o deseado.

El Partido de base, es una forma de baja altura en cuanto a la sección, dispuestos en serie de espacios para evocar un pueblo. Galerías y espacios verdes para la masificación en el país a escala pagar servicios orientados a la comunidad (obtendrán su agua caliente y su calefacción de la energía solar que se acumule en las placas que coronan las torres del conjunto), con patios privados y públicos que interactúan a través de puntos de vista compartidos.

Proposición y Forma

Se idea una tipología de la porosidad para adaptarse, como alternativa a los bloques, este proyecto explora un modelo que integra el paisaje y topologías pueblo. Al injertar propiedades comunes en viviendas unifamiliares en este proyecto de vivienda de bajos ingresos se logra un complejo multi-familiares que viven con comodidades tales como galerías, espacios verdes, y en el país a escala concentrando que no se encuentran normalmente en la vivienda pública en España.

Una capa de paisaje superpuesto sobre una fachada compuesta por una serie de espacios abiertos y pinchazos idiosincrásico se combinan para romper el carácter institucional del proyecto de vivienda pública. Los espacios libres se producen en tres escalas diferentes: pequeños patios, en el interior de unidades residenciales individuales, patios públicos de tamaño medio que marcan la estructura residencial de bajo, y el grande, comunales, jardines espacio, el paseo. La red de jardines se pliega verticalmente, como una alfombra; crecimiento de la planta cubre el pueblo llano y sube por los edificios más altos de crear un refugio del entorno urbano. El paseo, a la sombra de árboles y una pérgola cubierta de vegetación, ocupa el lugar de un vestíbulo interior convencional.

Descripción

Sólo la carretera separa las zonas verdes que crecen junto a la promoción. Eso fue lo que inspiró a los arquitectos para proyectar un complejo «tradicional» plenamente integrado con la naturaleza.

El proyecto, basado en una combinación de vivienda de baja edificación con pisos en altura, se concibe como una mutación del paisaje, con las tipologías de pueblo: patios y veredas cubiertos por vegetación en enrejados que rodean los pisos de dos plantas. El complejo cuenta con 15.000 metros cuadrados de zona urbanizada. Las unidades de baja densidad se encuentran recogidas en el centro del «pueblo», flanqueadas por un edificio pequeño en altura en un lado y una torre de catorce plantas, por otro, que servirá de acceso al complejo.

El conjunto residencial, de 156 viviendas sociales, recoge dos tipologías de vivienda, mezclando pisos en altura con otros de baja edificación, estos de entre 50 y 85 metros, (93.418 y 144.047 euros). Las de baja edificación cuentan con dos alturas, además de una amplia terraza, y disponen entre tres y cuatro dormitorios. Los pisos que pertenecen al bloque alto, por su parte, tienen entre dos y tres habitaciones.

Un garaje subterráneo también permitirá a los habitantes acceder a todas las zonas del «pueblo» liberando así al conjunto residencial del tráfico rodado y potenciando un auténtico ambiente rural. Las calles interiores, peatonales y estrechas, contribuyen a crear el tejido social del pueblo. El proyecto también ha buscado maximizar el número de viviendas con acceso directo al exterior, concretamente a los patios públicos y privados. La importancia que se otorga a las zonas verdes culmina en un gran patio central público o paseo. En total, la urbanización proporciona 3.000 metros cuadrados de paisaje abierto completamente lleno de vegetación. El enrejado cubierto de plantas y arbustos sobre la zona del pueblo, que irán trepando hasta el bloque de viviendas en altura, realzará el ambiente y lo cobijará del caluroso verano madrileño.

En las viviendas de baja edificación predominarán las glicinas, jazmines y parras. En los patios privados que se levantarán en las azoteas y bajos de algunas viviendas, se plantará bambú. En los patios comunes grandes se apostará por álamos, cuyas gigantescas copas garantizan una buena sombra y frescor durante el verano. Por último, el perímetro exterior del conjunto residencial se rodeará de plantas aromáticas como romero y labanda, que tienen un fácil mantenimiento, además de grava de distintos colores.