Condominio Borges, Buenos Aires/Pablo Maturana
Condominio Borges
ficha técnica
ubicación: calle Jorge Luis Borges #2018, Palermo, Buenos Aires, Argentina.
arquitectos: estudio Hauser - Ziblat y estudio RSK Urban Performers.
finalización proyecto: Enero de 2006.
superficie del terreno: 315m2.
superficie construida: 800m2.
programa de espacios arquitectónicos: 2 monoambientes de 30 m2; 2 viviendas de 2 ambientes de 48 m2; 1 vivienda de 3 dormitorios de 90 m2; 3 viviendas de 2 dormitorios de 70 m2; 1 local comercial de 30 m2 y Áreas comunes de 311 m2.
descripción del conjunto
El Condominio Borges, emplazado en un sitio de 7,6m x 41m cuyo frente mira hacia la transitada y ruidosa calle Borges, hace suponer desde un principio la conveniencia de dividir las viviendas en dos bloques, considerando la profundidad del terreno y los indicadores urbanísticos del barrio de Palermo.
El grupo de arquitéctos busca separar los blocks al máximo posible para dar protagonismo a los espacios de expansión comunes. Sobre esta base se organizaros las viviendas alrededor de tres sectores de uso compartido:
- Un patio central, un espacio verde de 12 m de largo, el cual es el protagonista permanente del proyecto, acompañando, con sus árboles, el recorrido de los usuarios dentro del conjunto.
- Las circulaciones, las cuales se dispusieron volcadas sobre la medianera oeste para lograr una apertura hacia el noreste e integrar el jardín lindero con el propio, apuntando a obtener distintas situaciones de luz, sombra, profundidad y escala.
- La terraza, sobre el bloque trasero, está alejada de la calle y por su ubicación en la manzana recibe sol en forma permanente. Es el sector del edificio donde se dispuso el programa de uso común: la pileta, un quincho con parrilla, y lavadero.
El edificio cuenta con ocho unidades de vivienda y un local comercial. El poco ancho del terreno fue determinante en la decisión de desarrollar una sola vivienda que lo ocupe por completo; el bloque delantero tiene una vivienda por nivel. En cada una, el estar se retira del frente para dejar lugar a un balcón terraza y se abre hacia el patio central por medio de sus cocinas y dormitorios.
El problema planteado en términos de seguridad, ruido y oscurecimiento combinado con la intención de dar al edificio una escala barrial y carácter doméstico, llevó a decidir la incorporación de postigones de madera, que además de resolver las variables mencionadas, definen la estética del edificio y le brindan versatilidad a la fachada según la posición en que se encuentren. En el bloque trasero hay una vivienda única en planta baja que se expande con un patio delantero de acceso y un jardín al fondo.
El 1er y 2do piso tienen dos unidades cada uno. Hacia el pulmón del edificio se ubicaron dos estudios monoambientes apaisados, y en consecuencia divisibles; que incorporan el patio central como expansión visual. Hacia el fondo, hay dos unidades de un dormitorio cuya cercanía con la medianera trasera se ve matizada por el verde ascendente de la unidad de planta baja.
El proyecto busca aprovechar el espacio de manera de conformar un conjunto que además de resolver las necesidades básicas del habitar, aporte calidad de vida por medio del uso del vacío, la búsqueda del sol y una forma de vida comunitaria.
