Christopher Castro EAD 4210-01. Tarea 1

De Casiopea
La versión para imprimir ya no se admite y puede contener errores de representación. Actualiza los marcadores del navegador y utiliza en su lugar la función de impresión predeterminada del navegador.



TítuloSer libre para ser absolutamente Moderno
AsignaturaSeminario de América
Del CursoSeminario de América 2020 2S
CarrerasArquitectura, Diseño, Magíster
01
Alumno(s)Christopher Castro

Ser libre para ser absolutamente Moderno

Podría ser que para ser absolutamente modernos, necesariamente hay que ser absolutamente libres. En nuestro obrar el ser moderno es distinguirse del que hacer contemporáneo, traer lo nuevo, re construir lo existente de forma que resplandezca aquello que aún no se hace visible, esto es un signo, el aparecer de lo original.

Sobre la modernidad del signo

Al pensar en una obra original, se plantea que parte importante y recurrente es el dessignificar aquello que se tiene por costumbre, esta postura se contrapone a nuestra labor como diseñadores, es decir nuestro obrar es dar signos, crear nuevos signos, abstraídos probablemente de la significación que la sociedad le ha dado según la cultura a la cual pertenecemos. Este nuevo signo se constituye como moderno cuando es atemporal, pues se le tuerce su forma de hacer aparecer una imagen preconcebida, da lugar a entender o cuestionarse lo nuevo.

En 1984, en una clase llamada “Perplejidades” Godofredo Iommi (1984), se refiere a la aplicación radical de la no significación en todo el quehacer. Explica que el valor significativo de las cosas -no solo sobre su pertenencia expresiva una rama estilística- ya no era el mismo de siempre, porque efectivamente, la significación ya no tiene la cota privilegiada, “lo no significativo, lo no figurativo de la existencia es que toda la existencia es una construcción” (Iommi G, 1984), es decir, tiene su propio aparecer tanto en la obra como en el ser. [1]

Señala que “el eje fundamental con el cual vivíamos y vivimos se llama la representación” (Iommi G, 1984) pues es un modo ya interno de la existencia, asociamos incluso de manera inconsciente una cosa con otra, es una construcción en la medida que va configurando su complejidad con el tiempo y externalidades propias en cada persona, su vivir, y aunque “Jurarse en el propio intelecto de que uno no es representativo no sirve de nada. Porque apenas se terminó de jurar aún el más grande de los lógicos no representativos vive representativamente" (Iommi G, 1984). El ser representativo es una búsqueda de hacer aparecer algo que se tiene como referencia, es impresionista, todo lo contrario es abolir el significado, para construir su propia existencia.

También enfatiza, “entonces hay que hacer cosas extraordinarias, cosas inauditas; no, porque eso es exactamente la significación con signo contrario; acción reacción”, se vive representativamente y la no representación es la pura especulación de su tarea. “Para nosotros, es el centro mismo de la existencia y de la vida. Y la cruz que llevamos es que no sabemos vivir sin esto. Pero que no nos interesa —este es el punto— que no nos interesa solamente ser capaces de hacer una obra no representativa"(Iommi G, 1984).

Entonces ¿Cómo no vivir o obrar figurativamente?, habrá que cuestionar en cada momento la pertinencia de la significación en el obrar, "sólo bajo esa luz y desde ese punto radical que es la propia existencia, se podía pensar en lo que podía ser una estructura,...toda otra manera de pensar la construcción es figurativa."(Iommi G, 1984) Refiriéndose a estructura como una postura autosustentante. Esta nueva forma de obrar permite re-crear el mundo, re pensar la vida, el trabajo y el estudio desde una nueva perspectiva crea-tiva, en el sentido de la modernidad del signo, un nuevo ‘Ha Lugar’.

Torcer el significado.

Es una -extraña metamorfosis- desde el significado instituido al desconocido, con la ruptura de lo lineal, en la escuela la poesía hecha por todos tuerce el significado, la falen busca destituir la base de lo constituido por norma, lo absurdo, abre un nuevo significado para el obrar, es un comienzo de la disyunción deliberada del significado instituido por la cultura y el nuevo que abre un mundo dialéctico (Iommi G, 2016).[2]

Obrar desde lo no figurativo constituye parte del ser absolutamente moderno, trascender en su no tiempo, ¿liberarlo de esta acción es la santidad?

Se podría decir que la santidad de la obra es esta atemporalidad del ser, es el acto del estar haciendo constantemente lo original. Ya no será solo la significación, “haremos mejor empleando aquí la palabra sentido (Sinn). Tales objetos, en efecto, si no tienen utilidad en el significado estricto de este término, tienen un sentido. Este sentido lo cumplirán no procurando un efecto situado fuera de ellos mismos, contribuyendo a la producción o a la modificación de algo extraño a ellos, sino por el único hecho de ser lo que son. Vacíos de utilidad están, y en rigor de términos, llenos de sentido” (Guardini, 2000). [3]

El signo no es homogéneo

El no privilegio del significado permite aproximar otras dimensiones en los cabos incompletos, explorarse entre llenos y vacios, el sentido y la nada que le permiten re inventarse, “El signo así se intercala para otorgarle a la obra transparencia. Transparencia para que se manifieste en ella el acontecer. Transparencia para que el rodaje quede inscrito en su verdadera magnitud” (Amereida II,1986).

Según el "Amereida II" el "Signo es una concepción y una ejecución que es diferente a una obra. En ésta, todo cuanto le pertenece, homogéneamente comparece como perteneciéndole. En cambio en un signo no sucede así. En este sentido un signo es semejante a ciertas leyes. A aquellas que señalan su materia y explican lo impositivo de su carácter, pero que al exponer su materia dejan voluntaria o involuntariamente ciertas lagunas. De suerte que en ellas se queda en libertad de acción. Así el signo tiene zonas o planos determinados y otros indeterminados. Por ello no todo comparece homogéneamente"(Amereida II,1986).[4]

En esta intercalación de sentido y significado en el obrar, “La utilidad es el blanco del esfuerzo, del trabajo, el sentido es el contenido de la vida, de la vida en flor y en manifestación. Sí, los dos polos del Ser son: Utilidad y Sentido, Esfuerzo y Crecimiento, Trabajo y Producción, Orden y Creación” (Guardini, 2000).[5] El ser debe apropiarse de ambos polos de manera que amplía sus posibilidades de crear, no es solo la mera intención de hacer aparecer algo, sino que la capacidad de este para ser original y tener sentido.

Así mismo en La huella de la santidad de la obra se señala que, "hemos estado -atornillando las mitades desiguales la una a la otra para que haya un signo-, porque el signo es lo que le permitirá a la obra ser la abertura transitada por la humanidad hacia lo misterioso o desconocido."(Reyes J, 2011) [6] Se refiere a la posibilidad de coexistencia del significado y el sentido en el signo, constituye su complejidad y parte de lo original que propone.

La libertad de acción

Se diría que el hombre es libre en todo y ante todo.

Con libertad de coacción, pues si lo oprimen puede zafarse o rebelarse. Con libertad de elección, pues dice «esto o aquello». Pero en la libertad ante su propia libertad, ante su propia condición de ser libre, no tiene opción.

Es esta la libertad sin opción que no se gana o pierde o se negocia porque es antes que nada y que todo. Esa es la íntima disputa, el sístole y diástole de la libertad humana.

Por esa libertad sin opción los hombres no pueden dejar de hacer mundo y, por eso, reconocemos en ella a la virtud, o coraje creador.

Llamamos Arte a la obra donde ese rasgo se muestra, donde resplandece, en cuanto tal, esa íntima disputa de la condición humana.

Sin embargo por esa libertad sin opción los hombres pueden renunciar a hacer su mundo.(Cruz, 1972) [7]

Obrar en libertad, independencia total

El obrar original entonces se dará plenamente en libertad, en esta que da curso a lo nuevo al cuestionarse su propio tiempo, ya no en relación con dar respuestas a un acontecer socio-cultural, sino que con su propia existencia. El aparecer se da cuando lo nuevo irrumpe en lo establecido desde la libertad del que hacer, los intereses que no son mandados o regidos por una norma sino que nacen del propio individuo, y que por consecuencia traen consigo su propio bagaje y construcción personal, y por cierto los diferentes resultados, entre ellos aquellos que solucionen los problemas actuales, pero también otros que abren nuevos desafíos y caminos para el ser.

Toma de posición

"Este arrojo al abismo de la libertad trae consecuencias,...es una toma de posición de independencia total" (Reyes J, 2020).[8] Esta independencia del rol social del obrar es justamente una posición política y más allá, es filosófica, la libertad del obrar, es decir que la obra sea por sí sola, sin que se le cobre más que su propia existencia, entendiéndose como ya se señalaba anteriormente, como lo construido y el ser, han de expresarse cada vez como lo original. “La libertad solamente se defiende necesariamente a partir del oficio. La libertad de pareceres no tiene consistencia, es contingente. La del oficio es una libertad necesaria so pena de que no haya oficio. Es indetenible” (Iommi, 1979, cap. 1.5). Las valoraciones sociales de los oficios son ajenas a este. Tendremos que cuestionarnos si estas ideas en y de libertad son bien recibidas por la sociedad que es ajena a este obrar, porque se han de extrañar en cada momento sobre esta aparente desconexión. Como explica Iommi G (1986), la sociedad se da por una progresión lineal, como la palabra dicha, el discurso, la historia y lo poético. Pero entonces irrumpe en esta modernidad, en cuanto a lo absurdo que puede parecer esta libertad del obrar, del pensar y ser.

Libertad y oficio.

La libertad en su más amplio sentido, entendida al extremo, le viene a las personas desde la ley interna de un oficio. Como señala Reyes J (2020), a propósito de las palabras de Iommi G “Sin oficio no hay libertad. Ninguna clase de libertad”. Propone así que los oficios, solo se deben al desarrollo de su propia materia. En toda la historia siempre han habido personas que comprometen su obrar a la sociedad en la que viven, un rol político o social, protestante de la realidad que les rodea, se comprometen con causas, pero la proposición es otra, la radicalidad de la libertad que se ocupa con su obrar.

"El oficio en sí conlleva una ley interna que abre el abismo de la libertad, y hay libertad abisal en cada uno. Si yo me limito en el oficio, simplemente, a recoger la tradición y a repetir los gestos de una tradición dada, sigo conviniendo con la libertad originaria, pero opaco la libertad propia del oficio. Pero si yo me interno en él y si a la forma de barrer hasta hoy aprendida yo le tuerzo la escoba en un ángulo que aún no ha sido hecho, entro también en la zona de lo desconocido." (Iommi G, 1979)[9]

Existe una línea de pensamiento liderada por Hayek F que pone el centro de todo que hacer en la idea de libertad, en donde cada individuo es libre de obrar y construir según su propio proyecto de vida en base a sus necesidades e intereses personales, su obrar está inscrito en un conjunto de relaciones interpersonales en que la sociedad se beneficia mutuamente en un intercambio de valores, y donde la única limitante, es que con su obrar no le quite la posibilidad del otro para ser libre. Así la libertad del ser se inscribe en un conjunto de reglas precisas y justas, las mínimas posibles, y que le permiten al individuo lograr su mayor desarrollo personal o técnico, el libre intercambio y por consecuencia la mejora de todo lo que le rodea.

Si se analiza esta postura en relación al juego, se ajusta de manera equivalente a aquellos que no son de suma 0. A todo juego le corresponde un conjunto de reglas que se aplica a cada jugador de la misma forma, a lo cual el jugador al conocer con precisión dichas reglas, y tener certeza de que estas se mantienen en el tiempo, puede especializarse y en su libertad podrá ganar el juego, en el camino podrá forjar nuevas estrategias y conocimientos aplicados a su actuar, como señala Girola C (1983) sobre el “Homo Ludens”, "En esta tensión se ponen a prueba las facultades del jugador: su fuerza corporal, su resistencia, su inventiva, su arrojo, su aguante y también sus fuerzas espirituales, porque, en medio de su ardor para ganar el juego, tiene que mantenerse dentro de las reglas, de los límites de lo permitido en él"[10] . La no libertad en este caso particular, se entiende como limitar las posibilidades del jugador que es más especializado, buscando la igualdad de resultados, entonces su libertad ya no es, y todo el juego desaparece. Por otra parte, esta teoría explica que todos los participante tienen un conocimiento del estado actual del juego, por lo tanto podrán realizar acciones búsqueda de ganar el juego de manera autónoma, sin embargo como no se trata de un juego de suma 0 donde necesariamente gana uno y pierden los otros, y aquí es donde cabe la confusión, los diversos resultados no deben confundirse con la existencia de un único ganador, muy por el contrario en la libertad, el mayor beneficio se obtiene de manera colaborativa. Así, en el obrar ha de existir un sistema que permita esta amplitud de juego, entendiendo que tiene conciencia sobre sus pares y buscará que en común la obra sea la mejor creación posible.

"A medida que los trabajadores se convierten en trabajadores del conocimiento creativo, deben convertirse en nodos autodirigidos en un proceso continuo de auto organización en red. No hay forma de que esto se pueda planificar desde arriba. El liderazgo está ocupado construyendo plataformas abiertas que podrían permitir que esta auto organización prospere" (Schumacher, 2020, Traducción del autor)[11]

En ocasiones, la búsqueda de lo original anula el conocimiento hecho por otros con visión distinta, se justifica bajo una crítica sobre lo que -debería ser el obrar-, el camino correcto en vista de lo colaborativo, es entender las condiciones favorables que hacen a otras disciplinas alcanzar el desarrollo técnico, y aplicarlas al método formativo propio. Es decir, en el caso de esta escuela, intercalar técnica (moderna) y poesía.

Esquirol J (2011) explica que para Heidegger “El despliegue de la técnica moderna no solo amenaza con la homogeneización sino, a la vez, con que (nos) comprendamos menos, …significa estar menos en la verdad, en el ámbito de la revelación, en la cercanía del ser y del juego del mundo”. Propone que existe una distancia entre la técnica moderna y la diversidad de resultados, la postura desde el punto de vista de la libertad es otra, ya que tal como en la teoría de juegos, el obrar ya está arraigado en el humano desde que existe su conciencia, y su propia especialización no asegura necesariamente una igualdad de resultados, o una homogeneidad como se señala.[12] A lo largo del tiempo (historia) se va diversificando la manera de obrar según las necesidades de la sociedad a la que se pertenece, e indeteniblemente en esa búsqueda del hacer mejor, se va logrando una especialización técnica, a lo cual cada persona (jugador) en el mundo podrá tomar su rumbo en cuando a su ser y obrar, y de manera beneficiosa también hacer uso del conocimiento y especialización de sus pares, es por esto que de manera colaborativa se alcanza el mayor beneficio cultural y desarrollo técnico, y en el uso de su libertad, diversos resultados.

Entonces la libertad es nuevamente protagonista en la medida de que no puede ser planificada, se va encausando según cada individuo sin coacción del otro de manera que se va reinterpretando, de forma similar a la obra construida en ronda, que se va complejizando del punto de vista de cada uno y sus propios hallazgos, en ese sentido la obra no se proyecta con el fin de constituir su completitud, a lo más se planifican márgenes de aproximación, pero al igual que en el juego el aporte de cada individuo tributa a un trabajo colaborativo que alcanza dimensiones más complejas. “En la medida en que los oficiantes se sumerjan en el abismo de la libertad que es inherente a los oficios, sus obras podrán traer algo a la luz, recoger lo inaparente y llevarlo hasta lo aparente, manifestar el paso del no ser al ser. Y esa manifestación, a su vez, es lo que se puede llamar una verdadera creación. Es decir, una obra original. “ (Reyes, 2020)

Lo caótico como oportunidad.

Cuando el poeta se para en un café, en una esquina, y comienza a escribir las conversaciones que escucha de manera aleatoria e incesante de las personas que pasan por allí, está dando cuenta de la libertad misma del obrar, en ese sentido el poema, hecho por todos los que pasaron, no puede ser sino en libertad, pues el poeta, en este caso único, no les dice a las personas que caminan al rededor de él, que cosas deben decir. Hay una disposición a aceptar que existe un sistema caótico que escapa al individuo pero que lo constituye entre los otros.

"En buenas cuentas la significación, quiérase o no, es algo que da lugar a algo que sigue y que conduce todo a algo; sea a producir un efecto, sea a llevar una emoción plena, por supuesto en alguna parte ya conocida, o a un hallazgo que se espera o a lo aparentemente inesperado en la medida que nos sorprende. Y sólo nos sorprende porque hay una gran cuota, muy clara, donde hay algo que no nos va a sorprender. Por lo tanto eso inesperado, eso sorprendente, no tiene nada de no figurativo; está absolutamente radicado y enraizado en el campo propio de mi no sorpresa."(Iommi, 1984)

El no privilegio de ningún oficio

Cada uno desde su obrar alcanza su propia plenitud, como señalaba anteriormente ninguna por sobre otra en esta libertad que las hace equivalentes y que desde su propia cuota permiten cambiar el mundo. “Esta es la profunda y veraz democratización que supera el pseudo ascenso social de quienes lo reivindican y el pseudo paternalismo de quienes creen otorgarlo”. (Iommi, 1971, p.3)[13]

Como señala Reyes J (2020) sobre el libro Construcción Formal (Cruz P., F. 2003). Donde se señalan los procesos constructivos que se requieren para la construcción de cualquier obra material. “Está escrito con un lenguaje general que expresamente evita cualquier especialización, por lo que no tiene tiempo”. Se encarga de explicar los secretos de la construcción en cuanto al obrar mismo. En este sentido se trata de la “transmisión y recepción de una información (in- formación, in-formar, introducir una forma)"(Reyes J, 2020).[14] Justamente esta no especialización en cuando a definir una cosa particular, es una búsqueda de su atemporalidad, pues se podría considerar una guía en múltiples direcciones, da líneas de acción tanto para la obra contemporánea como las futuras, en ese sentido no caduca, pero también se podrían evaluar y extrapolar acciones a la vida cotidiana. Esa es su modernidad, su relación con lo conocido y la apertura hacia lo original.

El encuentro con la poesía.

Reyes J señala (2020), "en el abismo de la libertad los oficios se van a encontrar con la poiesis: -la poiesis o la téchne, es este paso del no ser al ser, este giro que enciende exactamente el abismo, el campo de lo desconocido donde yo voy a sumergirme- (Iommi, 1979, cap. 1.5). Se trata de cualquier quehacer creativo, que pueda provocar que algo surja desde el no ser al ser. Esta definición es una hoja de ruta, un derrotero".

El desconocido como horizonte, divagar

"el desconocido como horizonte implica que aquello que explica y aclara a una obra de arte ya no es definible en función de una fórmula única y precisa. Ahora la forma, el fondo, el contenido, todo se subvierte”(Reyes, 2020). Lo contrario de un objetivo es un horizonte, que por principio no es alcanzable, se va encausando cada vez manteniéndose en una lejanía, en su libertad se divaga manteniéndose siempre en obra para construir mundo. "Una obra no es un término, es sólo un paso más en un andar constante y permanente. Las obras no se hacen para que existan terminadas sobre la faz del mundo, sino para que reflejen el quehacer y acontecer de las personas en su relación con el mundo y la naturaleza." (Reyes, 2020) [15]

En esta libertad del ser, es donde realmente se puede ser absolutamente moderno, una modernidad que anticipa con su obrar, se sitúa en la actualidad pero deja abiertos campos donde es posible articularse, adopta el desconocido y lo caótico como una oportunidad donde se abre este nuevo mundo con un compromiso con el otro, no dependiente de una norma social declarada, no se le dice como ser ni cómo será, porque esa liberación le permite ir al desconocido siendo absolutamente modernos.

  1. Iommi, G. (1984). Perplejidades. Escuela de Arquitectura y Diseño: Archivo Histórico José Vial Armstrong. Recuperado de http://wiki.ead.pucv.cl/index.php/Perplejidades
  2. Iommi G. (2016). Hay que ser absolutamente moderno. Edición anotada. (J. Reyes, Ed.). Archivo Histórico José Vial Armstrong.
  3. Guardini, R. (2000). El espíritu de la liturgia. Centre de Pastoral Litúrgica. https://books.google.cl/books?id=G9Eoqv6wU3sC
  4. Amereida II p95 (1986). Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV: Biblioteca Constel. Recuperado de https://wiki.ead.pucv.cl/Amereida_II
  5. Guardini, R. (2000). El espíritu de la liturgia. Centre de Pastoral Litúrgica. https://books.google.cl/books?id=G9Eoqv6wU3sC
  6. Reyes, J. (2011). La Huella de la Santidad de la Obra. Escuela de Arquitectura y Diseño: Casiopea. Recuperado de https://wiki.ead.pucv.cl/La_Huella_de_la_Santidad_de_la_Obra
  7. Cruz, A. (1972). Exposición 20 años Escuela de Arquitectura UCV. Escuela de Arquitectura UCV : Casiopea. Recuperado de https://wiki.ead.pucv.cl/Exposición_20_años_Escuela_de_Arquitectura_UCV
  8. Reyes, J. (2020). Metáforas para los oficios. 8 videos - La ley interna del oficio es el abismo de la libertad. Escuela de Arquitectura y Diseño: Casiopea. Recuperado de https://wiki.ead.pucv.cl/Met%C3%A1foras_para_los_oficios._8_videos
  9. Iommi, G. (1979). Buscadores de lo Desconocido. En J. Reyes (Ed.), Taller de América (Vol. 2). Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV: Archivo Histórico José Vial Armstrong. Recuperado de http://wiki.ead.pucv.cl/index.php/Buscadores_de_lo_Desconocido
  10. Girola, C. (1983). Reflexiones sobre la Representación del Espacio en las Artes Plásticas. Taller de Investigaciones Gráficas, Escuela de Arquitectura UCV . Recuperado de https://wiki.ead.pucv.cl/Reflexiones_sobre_la_Representaci%C3%B3n_del_Espacio_en_las_Artes_Pl%C3%A1sticas
    “Homo Ludens” de Johan Huizinga - Cap. 1
  11. Schumacher, P. (2020). The Mega-Void: Unleashing the Communicative Impact of Tall Buildings. ARCHITECTURAL DESIGN, 90(5, SI), 72–81. https://doi.org/10.1002/ad.2613
  12. Esquirol, J. M. (2011). Los filósofos contemporáneos y la técnica: De Ortega a Sloterdijk. GEDISA. https://books.google.cl/books?id=Ei8lBQAAQBAJ
  13. Iommi, G. (1971). Voto Propuesto al Senado Académico 1969. En Fundamentos de la Escuela de Arquitectura UCV. Valparaíso: Impreso en los Talleres del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas.
  14. Reyes, J. (2020). Metáforas para los oficios. 8 videos - Toda la existencia es construcción. Escuela de Arquitectura y Diseño: Casiopea. Recuperado de https://wiki.ead.pucv.cl/Met%C3%A1foras_para_los_oficios._8_videos
  15. Reyes, J. (2020). Metáforas para los oficios. 8 videos - El desconocido es el horizonte. Escuela de Arquitectura y Diseño: Casiopea. Recuperado de https://wiki.ead.pucv.cl/Met%C3%A1foras_para_los_oficios._8_videos