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Revisión del 20:13 18 jun 2020



TítuloCatalina Espinoza EAD 361201 Tarea 8
AsignaturaMetodologia de la investigacion en arquitectura y diseño
Del CursoMetodología de la Investigación 2020 S1
8
Alumno(s)Catalina Espinoza Aravena

Los bosque escuela como espacios educacionales que garantizan la entrega de una educación de calidad

¿Es el aire libre el medio idóneo para fomentar el aprendizaje?

Introducción

La cultura y el ritmo de vida actual nos aleja cada vez más de la relación de respeto existente entre medio natural y humanidad. Las ciudades altamente urbanizadas y la concentración cada vez menor de población rural, nos ha llevado como sociedad a tener menor acceso a grandes espacios de áreas verdes. Esto se traduce que en nuestro diario vivir el contacto que tenemos con este medio, es mínimo, lo cual también se extrapola a nuestros espacios y sistemas educacionales, cuyas infraestructuras se alejan cada vez más del contacto con lo natural, llevándonos a perder esa conexión que desde niños generábamos con este medio. Las escuelas y su intención de entregar espacios cada vez más asépticos para el desarrollo de los niños, han llevado a restringir y disminuir la cantidad de áreas verdes dentro de ellas. Sin dejar de mencionar que nuestros sistema económico y político actual ha generado una gran brecha en cuanto al acceso a educación de calidad.

Imagen 1. Alberto Famego(2018)Bosque Escuela en Madrid.

Dada esta realidad, hace algunas décadas en los países nórdicos, se llegó al cuestionamiento de como poder retomar esta relación entre hombre y naturaleza, más específicamente, como sería y que resultados se obtendrían al volver los espacios educacionales a abrirse al contacto con este medio, incorporando el aire libre como parte de sus aulas y si ello permitía entregar educación de calidad a sus alumnos. De ello se desprende la creación de los bosques escuela.

Problema de Investigación

Al alejar los espacios educativos del contacto con la naturaleza los procesos físicos y cognitivos de nuestros niños no han podido prosperar completamente, ya que “Los niños desarrollan sus sentidos, su psicomotricidad, su inteligencia espacial y social a través del movimiento al aire libre, pero nuestra sociedad está perdiendo el contacto con la naturaleza. Estamos perdiendo los beneficios físicos, psicológicos y cognitivos que aporta el entorno natural” (Freire Heike, 2018)[1]. Sumado a que las políticas actuales de estado “emplazan las escuelas por medio de estudios sociales que prioriza la cobertura de estos, más que el entorno en los que se encuentra, lo que muchas veces lleva a que la ubicación de las escuelas no cuente con plazas ni área verdes cercanas” (Saavedra Rodrigo,2020)[2] lo que acrecienta las carencias formativas en los niños, perpetuando una rutina de vida alejada del medio natural/, por lo que potenciar el emplazamiento con el aprovechamiento geográfico de una zona, fomentaría la conexión con el entorno natural y otorgaría una educación completa y de calidad.

Pregunta de Investigación

¿Es necesario replantearse los espacios educativos en nuestro país, aprovechando la diversidad geográfica del territorio para implementar infraestructura que permita un mayor vínculo con el entorno natural?

Hipótesis

Los bosque escuela como alternativa para introducir en los programas educacionales un mayor acceso con el medio natural y la entrega de una educación de calidad en la ciudad de Santiago.

Objetivo General

Proponer la incorporación de espacios educativos al aire libre como metodología del aprendizaje como una solución para entregar una educación integral y de calidad.

Objetivos Específicos

  1. Definir el concepto de bosque escuela
  2. Identificar beneficios principales del aprendizaje al aire libre
  3. Establecer la importancia del juego libre en la metodología de enseñanza
  4. Constatar la realidad de accesos a áreas verdes en el gran Santiago

Metodología

La investigación de esta hipótesis se realizará de forma cualitativa descriptiva mediante la búsqueda de información, principalmente bibliográfica y audiovisual, con el fin de definir conceptos sobre esta metodología de educación al aire libre, y además información que permita evidenciar la realidad del acceso a áreas verdes en el caso a estudiar de la ciudad de Santiago, para comprarlo con la realidad nacional.

  1. Recopilación de información sobre bosque escuelas y educación al aire libre
  2. Análisis de indicadores de accesos de áreas verdes de la realidad urbana de la ciudad de Santiago
  3. Realizar un cruce de información como comprar y relacionar la realidad de la terminología desde experiencias en el extranjero y la realidad de una ciudad de nuestro país.

Repensar los espacios educacionales

Volver a conectar con el entorno natural para asegurar la entrega de una educacional integral

¿Qué es un bosque escuela?

Los bosque escuela surgieron en la década de los 50 en países nórdicos como Dinamarca, Noruega, Suiza, Austria, Inglaterra, España y Alemania, donde incluso forman parte de las escuelas oficiales del sistema público, llegando a tener un número de más de 1.000 en todo el país. Cabe destacar que dichos países siempre obtienen altos resultados en estudios internacionales que miden el nivel educacional, como es el informa PISA, destacando este tipo de enseñanza ante otro países que no cuentan con esta metodología.

Las características de este modelo de escuela es que los niños y niñas se desarrollan en conexión con el entorno natural, adquiriendo y centrándose en el conocimiento del entorno inmediato. Al tener las mayorías de sus clases al aire libre, en general su infraestructura trata de una pequeña cabaña o remolque, el cual no supera los 30 mts². En su interior cuentan con percheros y armarios para almacenar material didáctico y pertenencias de los niños, una mesa grande y algunos bancos, pensado para los días de grandes tormentas, que no permiten la permanencia en el exterior.

Estas escuelas suelen tener al menos una excursión diaria a un lugar cercano, la idea es que los niños recorran una distancia de al menos medio kilómetro. En ellos también es muy importante el juego libre, donde los niños toman sus propias decisiones y generan intereses propios, definiendo niveles de dificultad que vayan acordes a su desarrollo, generando de este modo experiencias que les permita un aprendizaje profundo, una mayor maduración y una capacidad de atención y concentración muy altos. Esto se conoce como estado “flow” o fluir y es una parte fundamental de este tipo de metodología educativa.


Beneficios del aprendizaje al aire libre

Las clases al aire libre permiten el desarrollo de la psicomotricidad finas y gruesa, la resolución de problemas, adquiriendo autonomía e independencia para las tareas, aprenden ritmos y rutinas, además de fomentar la concentración, el respeto a las reglas y la resolución pacífica de conflictos, por lo que adquieren un mejor comportamiento social. El estar en constante relación con la naturaleza permite la reducción del estrés, una mayor participación y una mayor creatividad permitiendo que estos niños tengas más fantasías, lo que ayuda a mirar y enfrentar el mundo con mayor alegría.

En estas clases se trabajan las enseñanzas de competencias básicas, como la comunicación matemática, lingüística, las competencias artísticas y culturales. Todas las actividades tienen un carácter muy participativo, donde muchas veces el material didáctico proviene de la misma naturaleza. La oportunidad de observación de la flora y fauna del medio permite estudiar y comprender conceptos tan profundos como es el ciclo de la vida, al ver, por ejemplo, la vida y la muerte de insectos que pueden encontrar en su entorno, llevándolos a ver estos procesos como una normalidad en nuestra existencia, logrando la comprensión de temas que en otros espacios educativos son vistos incluso como tabús. De este modo el aprendizaje en la naturaleza, contribuye a un aprendizaje interdisciplinar, al desarrollo intelectual, físico, emocional, personal y social al experimentar en el medio más adecuado para la evolución de un niño, lo natural.

Otro gran beneficio del aprendizaje al aire libre, es un mejor y completo desarrollo del sistema inmunológico, el cual se fomenta al salir de los espacios asépticos educacionales y de juego y poder encontrar en contacto con agentes que ayuden a generar inmunidad. Investigaciones han demostrado que los niños que estudian en medios exteriores, se enferman el 3% de los días escolares, mientras que quienes asisten a escuelas tradicionales lo hacen un 8%. Esto también se debe a que las condiciones de temperatura y ventilación que generan las aulas cerradas, crean el medio ideal para la incubación y propagación de virus, mientras que encontrarse en el aire libre, las condiciones son más adversas para virus y bacterias, disminuyendo, por tanto, la exposición de los niños con estas fuentes de enfermedad.

El exponerse al medio natural no solo mejora la salud de los niños en el ámbito inmunológico, sino que las condiciones de estar expuestos al aire libre, sol, y vegetación permiten un mejor desarrollo biológico, favoreciendo una mejor captación de nutrientes y un mejor desarrollo de la resistencia y el vigor físico.

“Se ha comprobado, por ejemplo, que la luz del sol es la fuente más adecuada de vitamina D, responsable de la fijación del calcio en los huesos, cuya carencia produce, entre otras cosas, raquitismo. También protege el corazón, asegura el buen funcionamiento del hígado y los intestinos, ayuda a no engordar y regula los impulsos de hambre, sed y sueño. Se relaciona con un correcto desarrollo muscular en la adolescencia y refuerza el sistema nervioso”. (Freire Heike, 2011).[3]


Santiago y acceso a áreas verdes

Según la ONU se recomienda 16m² de área verde por persona mientras que la OMS recomienda 9m² de área verde por habitante, aunque el mayormente ocupado como referencia, es el estándar de la OMS, “este indicador, además de ser estándar, es eficaz para denunciar la falta de plazas y parques”(De la barrera, Francisco,2014)[4], considerando que este indicador tiene relación con un buen acceso y una buena cantidad de áreas verdes en una ciudad, es un buena referencia para poder estudiar y analizar la calidad de vida respecto al entorno natural en las ciudades, y por lo tanto nos puede mostrar una aproximación de la disponibilidad y conexión de los habitantes de las ciudades, con este ambiente. En cuanto al estándar empleado en nuestro país, el indicador utilizado es de 10m² de área verde por habitante. Para complementar esta información, existe el índice de accesos a estos espacios públicos, en este caso tomaremos como referencia el acceso a las plazas públicas y otro indicador que incluye los m² por habitante por zona de influencia (3.000m) de parques públicos, para poder conocer la disponibilidad y acceso a áreas verdes en el gran Santiago.

Según datos del INE 2018, en cuanto al índice de m²/hab. de áreas verdes, de las 37 comunas del gran Santiago, solo 7 cumplen el estándar, mientras 30 no, lo que da un porcentaje de tan solo 20% de cumplimiento, dejando en evidencia el déficit de espacio natural. Cabe mencionar respecto a este estándar que Santiago concentra en sólo nueve comunas casi el 50% de las áreas verdes de la ciudad (y en donde vive sólo un 20% de la población), lo que demuestra la necesidad de reforestar el resto de las comunas de Santiago donde vive la mayoría de la población y deben repartirse el otro 50%, dificultando aún más la disponibilidad y acceso a áreas verdes en esta ciudad.

De los tres estándares utilizados, solo el de acceso a plazas públicas obtiene buenos resultados, ya que, de las 37 comunas, 31 cumplen con el estándar, dando un 84% de cumplimiento. Sin embargo, y con poco recorrer la ciudad Santiago, es posible apreciar que muchas veces la calidad de las plazas, sobre todo en las comunas más vulnerables, no es la adecuada e incluso muchas veces no permite un real esparcimiento y permanencia en el lugar, por lo que este estándar no es tan preciso para evidenciar disponibilidad de áreas verdes de calidad. A diferencia del último estándar, que, al tratarse de parques, que tienen una mayor escala en la ciudad, si cuentan con una mayor planificación urbana, lo que asegura cierta calidad del espacio de área verde. Aquí se consideró la información de 35 comunas, de las cuales solo 7 comunas cumplían y 28 no, lo que da un 80% de déficit.

Al analizar estos indicadores, es posible hacer una imagen general de lo que son las áreas verdes en la ciudad de Santiago, dejando en claro el déficit y desigualdad en la disponibilidad de ellas, además de que la falta de áreas verdes en el espacio público, evidencia la necesidad de la incorporación de entornos naturales en los espacios educacionales, para poder aportar al aprendizaje y crecimiento en mayor conexión con este medio.

Imagen 2. Elaboración propia .Fuente: INE(2018)Superficie de área verde por habitante en Santiago.
Imagen 4. Elaboración propia. Fuente: INE(2018)Superficie de parques públicos por habitante dentro del área de influencia
Imagen 3. Elaborado por SIEDU. Fuente: INE(2018)Distancia a plazas públicas




Referencias bibliográficas

  1. Freire H.(2018,10 de octubre). La naturaleza como maestra. (Entrevistada por T. Díaz)[video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=Hrhle1-JuNo.
  2. Saavedra, Rodrigo. "Taller de título 1". Pontificia universidad católica de Valparaíso. 26 de marzo,2018.
  3. Freire, H.,(2011). Educar en Verde. Ideas para acercar a niños y niñas a la naturaleza, Barcelona, España. Editorial Graó
  4. De la barrera, F. (29 de diciembre de 2014). Nueve metros cuadrados por habitante. CEDEUS. Recuperado de: https://www.cedeus.cl/nueve-metros-cuadrados-por-habitante/.