Carla Saavedra Ferrari-Taller de Obras-Tarea 2 forma orgánica

De Casiopea
Revisión del 02:29 25 mar 2020 de Carlasaavedraf (discusión | contribs.)
(difs.) ← Revisión anterior | Revisión actual (difs.) | Revisión siguiente → (difs.)



TítuloCarla Saavedra Ferrari-Taller de Obras-Tarea 2 Forma orgánica
AsignaturaTaller de Obra
Del CursoTaller de Obras 2020 - Primer semestre
CarrerasArquitectura
2
Alumno(s)Carla Saavedra

Tarea 2: La Forma Orgánica

Desde la observación de frutas y verduras, se busca el encuentro con la forma orgánica de la naturaleza, la cual es posible construir a través de moldajes flexibles. Este encuentro parte desde lo ya conocido: la forma geométrica, buscando patrones y figuras que nos ayuden a definir la forma orgánica y a facilitar su paso a la construcción, interiorizando también en lo tangible, los términos y conceptos trabajados en el capitulo de lectura controlada sobre moldajes flexibles.

Naranja

Carlaobra naranja.jpeg

Exterior. Desde su envolvente exterior, aparece la forma esférica, que tiende a un estiramiento desde sus polos. Estos polos definen un eje que nos da cuenta de un arriba y un abajo, que estabiliza al fruto. La irregularidad en la piel de la cascara aparece de golpe gracias a la luz: la textura porosa se ve, se siente y se pierde en la curva que da cuenta del volumen. Primer corte. El primer corte revela un interior aislado: vemos la pulpa hermética y compacta, aislada del espesor de la corteza. Recién en el corte aparece el espesor exterior. La estructura interior se desprende desde un centro (que se diferencia por color y materialidad) entregando orden y secuencia, lo circundante y convergente que trae un cierre interior. Los brillos interiores develan la turgencia de la pulpa, que revienta en el corte y se escurre, trayendo a la vista vista las fibras y texturas que están mas allá de la superficie. Una transparencia turgente. Segundo corte. El segundo corte confirma la existencia de un centro-eje: Un origen previste desde el polo exterior se ramifica a un interior, definiendo un eje-origen que sostiene al vacío (pulpa) interior. desde la corteza se desprende el eje que define un centro, y estos elementos en conjunto envuelven y contienen un vacío, el vacío que da cabida a la pulpa del fruto.

Breva

Obracarlabreva.jpeg

Exterior. La forma exterior es compuesta (geométricamente desde una esfera y un cono) osea, presenta un ensanchamiento superior. En su naturalidad aparece un eje inclinado que remata en un arriba convergente, desde el cual se desprenden guías verticales, bordes que dan cuenta de lo curvo y lo ensanchado. Primer corte. Un primer corte en su longitudinal muestra un desarrollo gradual, definiendose un origen interior que se esfuma y difiere de su origen exterior, que se asoma.Estos dos orígenes en conjunto definen el eje central. La envolvente no aparece como un espesor, sino mas bien como una capa, que contiene al interior desde lo blando de su fibra, cuyo movimiento se tensa en una leve turgencia. Segundo corte. Un segundo corte ayuda a definir un centro en dispersión, una centralidad visual que aparece desde lo denso hasta lo difuso, sin tener límites definidos. Esta densidad aparece al diferenciar lo fibrosos de lo solido, donde lo solido se disuelve en lo fibroso, llegando a ser solo fibra.

Zanahoria

Carlaobra.zanahoria.jpeg

Exterior. Forma compuesta desde la geometría de un cilindro y un cono, cuyo eje de centralidad se inclina en el abajo ensanchado. El abajo distinguible por la clara existencia de su origen, sección que se adentra y que a su vez emana al exterior brotes distinguibles (en color y materialidad). Un cuerpo de gran longitud con un ensanchamiento en el largo, sinuoso y tenue, que le entrega dinamismo a la forma pero trae una inestabilidad gravitacional. El ensanchamiento en el largo va acompañado de guías verticales las cuales completan en la textura la forma del cuerpo, donde los distanciamientos dan cuenta de la convergencia de los ejes estructurales. Primer corte. Un primer corte Longitudinal muestra cómo el exterior se proyecta al interior, adentrando su forma al negativo que envuelve. Una centralidad lineal se prolonga en todo su largo volviendose un eje de bordes difuminados. Segundo corte. Un segundo corte transversal muestra como naturaleza de la forma en rayos concentricos construyen la circunferencia. No hay arista mas que el borde que envuelve, un interior lleno y macizo que no da cabida a un vacío ni aire, ya que se vuelve uno con su envolvente.

Tuna

Carlaobra tuna.jpeg

Exterior. La forma compuesta presenta un eje de estiramiento natural, donde el fruto gravitacionalmente tiende a un ensanchamiento en uno de sus polos. El brillo reflejo de su envolvente da cuenta de una textura suave y pareja, donde el ojo se afirma en el distingo del punto, que acompaña en su diseño. El punto sigue un patrón lineal en encuentro-cruce, que se puede seguir con la vista en proximidad, construyendo un total en lejanía. Primer corte. Un primer corte longitudinal da cuenta de la cavidad interior contenida desde un limite claro que construye un espesor envolvente. Interior plasmático turgente en transparencia que deja ver una profundidad,un abajo del plano que se asoma desde las pepas, brillantes y multiples, cuyo brillo es incrustado desde el entorno que lo baña. esta transparencia, nos ubica en un plano que no sigue orden, sino mas bien, se superponen unos sobre otros conformando un total. Segundo corte. Tras un segundo corte lo que parecía no tener orden toma una forma clara, tendencia a un centro visual desde radios convergentes, construidos por las incrustaciones sólidas en el vacío plasmático. El encuentro entre lo que tiene orden y lo que no tiene orden orienta el fruto ayudando a definir un eje céntrico visual que da cuenta de un origen.

Granada

Carlaobra granada.jpeg

Exterior. La forma esférica se percibe en torno a un eje central construido por polos opuestos que coronan uno de sus extremos. La leve porosidad en el detalle de su envolvente aparece con la luz y se pierde en la curva. En la dureza del fruto se llega al equilibrio. Primer corte. Tras un primer corte longitudinal se devela una tendencia a lo simétrico desde un eje central que conecta con el origen. No se distingue una centralidad pero se percibe un ordenamiento del interior en torno a un foco que esconde un centro. Un vacío interior es construido desde la multiplicidad, el conjunto panal, donde cada pequeña sección conforma un borde que en conjunto funciona como un todo. No vemos un vacío interior uniforme, si no más bien, un interior agujereado que construye en conjunto un vacío, distinguiendose 3 vacíos interiores. Segundo corte. El segundo corte ordena y revela un centro visual, construido por los radios concentricos que lo rodean. Al ver las dos dimensiones juntas se logra entender el ordenamiento interior del fruto: un interior construido por múltiples agujeros que en conjunto construyen un vacío, el cual funciona como un gajo, orientado a un centro (en la transversal) y que se sostiene desde un eje (en la longitudinal).

Síntesis

Cada fruto tiene una forma única e inigualable con otros, e irrepetible con su misma especie, sin embargo, es posible encontrar patrones formales que puedan definir su forma desde la figura mas básica que conocemos: la geometría. Esta forma es percibida desde la luminosidad, que nos da cuenta de la profundidad y el volumen encontrado. Con la luz aparece también la textura, en la cual se afirma la mirada, haciendo de la envolvente un cuerpo de borde claro que se difumina en el brillo de su textura dando cuenta así de la curva que lo conforma. No es si no hasta el corte que aparece el espesor del afuera que envuelve. Este afuera se adentra formando un eje que construye el origen-centro del organismo. Este origen también se percibe desde el afuera, construyendo un polo que tiene su opuesto, dándole así a la fruta una orientación en el espacio (un origen y un cierre, un arriba y un abajo, ) desde donde se puede visualizar el eje interior. Este eje central siempre está presente, ya que es la evidencia de su existencia como organismo, desde donde su vitalidad se volvió estructura, sin embargo, se presenta de distintas formas en cada fruto, teniendo o no límites claros que lo conformen, pero siendo distinguible a la vista como un eje que se proyecta en un sentido (longitudinal) y/o al cual se le orienta un interior que construye un centro en el otro sentido (transversal).