Diferencia entre revisiones de «Carla Manriquez - Taller de Amereida VIII»

De Casiopea
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Monumento en Cabo de Hornos  
Monumento en Cabo de Hornos  


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Revisión del 21:33 4 sep 2014



TítuloReconocerse para abrir camino a lo desconocido
AsignaturaTaller Amereida VIII
Del CursoTaller Amereida 2014
CarrerasArquitectura
Alumno(s)Carla Manriquez



Reconocerse para abrir camino a lo desconocido

Encontrarse de frente con el otro

Desde aquí nace el ánimo de hacer algo. Apareciendo lo incalculable, lo inevitable que se podrán ver en travesía, misiones, o a lo largo de la vida. El otro es uno mismo, el otro es todo lo que nos rodea. Aprender a reconocer al otro, aceptarlo, conocerlo, y desde ahí vincularse; esa vinculación es la que se abre a lo desconocido y la que se compromete a hacer algo.


Tiempo de travesía

La escuela como el vínculo entre oficio y su obra. Fundada en base al épico viaje a través de América. ¿No es esta travesía un ejemplo de las miles de travesías (tangibles y/o espirituales) que se han realizado a lo largo de la historia? Así nos damos cuenta que por medio de ella caminamos avanzando, enriqueciendo el conocimiento.

El descubrirnos en el descubrir. Llegar a un territorio que no es propio, en donde la naturaleza se hace cargo de los obstáculos que ponen a prueba la creatividad y la capacidad de decisión de quienes lo viven.


“Los monumentos, esculturas o signos adquieren especial connotación en estas regiones. Ellos son un testimonio, un modo de reconocer las gestas que allí han ocurrido; son memoria del lugar. Lugares que así no son ya eriazos. Lugares que buscan incorporarse al país a partir de una obra y un acto de abertura y de fundación.”

Embarcación Amereida y la Épica de fundar el Mar Patagónico. Pág. 23. Monumento en Cabo de Hornos

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“El destino original de esta travesía era Puerto Williams, sin embargo las dificultades de transporte hicieron imposible cumplir este itinerario. Esto nos habla de la discontinuidad territorial. Sim embargo el libro de la épica poética de Amereida, nos plantea que la Travesía es dejarse atravesar, abrirse y saber leer la realidad circunstancial y temporal que se va presentando. Así la travesía culmina en Ushuaia.”

Embarcación Amereida y la Épica de fundar el Mar Patagónico. Boris Ivelic K. Pág. 27 Travesía a Ushuaia 1991

El amor a lo adverso. El resguardo de la libertad del ser, por medio de este adverso al cual uno se sobrepone. “El camino nunca es el camino”


El sentido de la obra

Oficio. Desprenderse de las cosas para nutrir el alma y el conocimiento. La entrega de la obra es el momento en que uno se encuentra a sí mismo (la aceptación de lo culmine) identifica al otro para regalar una idea, un sentido, una forma de apreciar las cosas.

Nombrar y dar forma para identificar y apreciar la belleza. Compromiso que nace desde el interior del ser.

“Por lo tanto, y en segundo lugar, Jesús nos invita a una misión “hacia uno mismo”: se trata de la conversión interior y el trabajo de crecimiento personal. Es decir, de la santificación de mi propia persona. Porque sólo es nos es posible transmitir aquello que está vivo en nosotros: la “misión del ser”. ¿Qué significa la misión interior? Significa que yo mismo tengo que misionarme e interiormente, si deseo anunciar la buena nueva al mundo. Este es el campo de acción más difícil y decisivo. La misión de uno mismo. “

La misión es un viaje hacia el interior de uno mismo. Carta del padre Ignacio Chuecas.


“La observación es modo de ubicarnos en la realidad. A través de lo inmediato del entorno, del ámbito que nos envuelve. En la observación del ubicarse cobra cuerpo mediante el dibujo y la escritura. Lo cual deja en una situación cáustica.”

El acto arquitectónico. Alberto Cruz Covarrubias


El sentido del oficio como un enriquecimiento personal y un regalo a la comunidad, es por eso el vínculo con la poesía; poesía que abre la mente y se entrega a lo desconocido. Las travesías y misiones se pueden ver como el intento por recuperar esta cualidad de la condición humana.

La santidad de la obra, nombrada por Godofredo Iommi y analizada por Alberto Cruz, es el complemento del ser y el hacer. Proyecciones de ideas al apreciar la belleza. Es en definitiva el amor, quien guía la concepción, construcción y permanencia de la obra. La santidad de la obra como el don que se muestra sin velo.


Simbolismos como parte del ser

El simbolismo por definición es un sistema de símbolos que logran representar un concepto, creencia o suceso, funcionando a base de asociaciones de ideas; por ello en una obra de arquitectura se vuelve la esencia de éste, en donde cada sistema que construye la obra (materialidad, entorno, tiempo, etc.) le entrega una identidad, una razón, un sentido. Basándonos en los estudios de Cassirer, podríamos encasillar a los símbolos como parte de la naturaleza humana, en donde el sentido, el lenguaje y la forma son el vínculo para una expresión efectiva.


Nuestros intereses y vivencias se ven reflejados en como entendemos una situación o cosa. De ahí que una obra ampara a todo público. Lo que no quiere decir, que se quiera enfocar en un símbolo en específico, otorgándose muchas veces sin querer, un acto que identifica al lugar. En la arquitectura, el elemento clave en su construcción, es el que le otorga un sentido. Aparece la importancia de la forma. El modo de expresar una idea irá siempre de la mano con un algo tangible o verbal (en este caso la obra como tal). Al plasmar un sentido, el vínculo que llega al receptor será en todo momento real, ya que la intención con la que se creó fue real.