Buenos Aires y su partido de aguas; ciudad de aguas

De Casiopea
La versión para imprimir ya no se admite y puede contener errores de representación. Actualiza los marcadores del navegador y utiliza en su lugar la función de impresión predeterminada del navegador.



TítuloBuenos Aires y su partido de aguas; ciudad de aguas
AsignaturaPoética de las Aguas
CarrerasNáutico y Marítimo"Náutico y Marítimo" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
Alumno(s)Odoardo Pizzagalli


Introducción

El presente escrito se inscribe dentro de un contexto poético. Nacido a raíz de la asignatura Poética General 1, la cual construye a través de sus distintas reuniones, un contexto y visión marítima en la que se encuentra inserto este encargo.

El artículo desarrollado, consiste en el estudio de una “Ciudad de Agua” Latinoamericana, invitación abierta que no limita ni tampoco encamina la temática a abordar. Es por medio de la elección de una ciudad, el estudio y recopilación de antecedentes, y finalmente, la visión individual de cómo dichos antecedentes se inter-relacionan, que este cuerpo de palabras toma sentido e intención.

La ciudad de Buenos Aires, capital Argentina, se emplaza en una condición fluvial a orillas del Rio de la Plata.
Su relación con el río a estado marcada por variados proyectos y construcciones con la intención de reconocerlo. Un ejemplo a considerar será la recuperación de Puerto Madero. La condición de una ciudad de aguas radica no solo en estar emplazada a orillas de un río, lago, mar, sino que implica la conformación de un tipo de habitabilidad arraigada a dicha condición, padeciéndola.

Buenos Aires en sus inicios

En una primera instancia de reconocimiento por flotas españolas, la región del estuario del Rio de la Plata no mostró gran presencia de minerales preciosos que gatillaran el interés inicial de la corona por colonizar dicha región. A raíz de un temor posterior de que aquella zona fuese apoderada por flotas francesas, el rey Carlos V autoriza la orden de conquistar y colonizar el sector.

La primera expedición de colonización estuvo comandada por Pedro de Mendoza, el cual funda en el año 1536 la colonia Nuestra Señora Santa María del Buen Aire, emplazada en un lugar inoportuno, donde la constante hostilidad con los indios del sector terminó generando el traslado de dicha expedición, fundando más adentrados río arriba la ciudad de Asunción.

A partir del próspero desarrollo de la región de Asunción, hacia el año 1580 el señor Juan de Garay en conjunto a un grupo de 60 hombres emprende un viaje río abajo, fundando ese mismo año un nuevo Buenos Aires, en un lugar próximo a la anterior colonia abandonada.

La primera construcción de la colonia fue un fuerte, indicio que canta la intención que este asentamiento pretendía desarrollar. Su orientación era volcada plenamente hacia el interior del continente, en un afán por conquistar el territorio Americano.

Desde su fundación, la intención del trazado español era construir un “interior” de ciudad, contenido y no volcado al río.


El planeamiento de la retícula española proponía un entramado de calles paralelas y perpendiculares al cauce del río, contando con 24 manzanas enfrentadas al borde río y 10 manzanas que se adentran hacia el interior del territorio. De esta manera se conformaba un largor de ciudad enfrentado al río, pero vinculado a la dimensión acuática puntualmente a partir del fuerte. Aquella construcción puntual en la rivera del río se desarrollaba a modo de un umbral de traspaso entre continente-océano, donde el principal objetivo es el intercambio de mercancías, sin buscar conformarse como un espesor donde el residente porteño tuviese la posibilidad de habitar una condición de agua. [Figura 01]