Diferencia entre revisiones de «Buenos Aires y su partido de aguas; ciudad de aguas»

De Casiopea
 
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=Trama urbana y borde fluvial=
=Trama urbana y borde fluvial=
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PIZZAGALLI_ODOARDO_M1750.jpg| ‎Figura 02 . 1750
PIZZAGALLI_ODOARDO_M1809.jpg‎| Figura 03 . 1809
PIZZAGALLI_ODOARDO_M1836.jpg‎| Figura 04 . 1836
PIZZAGALLI_ODOARDO_M1870.jpg‎| Figura 05 . 1867
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PIZZAGALLI_ODOARDO_M1895.jpg‎| Figura 06 . 1896
PIZZAGALLI_ODOARDO_M1910.jpg‎| Figura 07 . 1916
PIZZAGALLI_ODOARDO_1948.jpg| Figura 08 . 1948
PIZZAGALLI_ODOARDO_M2010.jpg‎| Figura 09 . 2010
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[[Archivo:PIZZAGALLI_ODOARDO_Rellenos_BSASa.jpg|thumb|730px|Figura 10. Total de rellenos hechos en el borde Costero de Buenos Aires]]


La ciudad de Buenos Aires ha tenido un gran desarrollo en referencia a su situación urbana durante todo su proceso de expansión. En sus inicios, se conformaba como una ciudad pequeña, con una cantidad determinada de cuadras y en donde se reconoce una vaga lectura del lugar como se mostró en la [Figura 01]. Posteriormente, su planteamiento urbano propone la consolidación de polos de crecimiento como se muestra a partir del año 1867 [Figura 05]. Situación que se ve rebalsada por la inmensa cantidad de población en constante aumento, lo que determina la conformación de una enorme red urbana conocida como Gran Buenos Aires [Figura 09]. La relación de aguas en particular se aboca a toda la orilla del río de la plata, principalmente a la ciudad autónoma de Buenos Aires. Área demarcada en todos los mapas por un perímetro verde. [Figuras 02-09 y 11-18]
La ciudad de Buenos Aires ha tenido un gran desarrollo en referencia a su situación urbana durante todo su proceso de expansión. En sus inicios, se conformaba como una ciudad pequeña, con una cantidad determinada de cuadras y en donde se reconoce una vaga lectura del lugar como se mostró en la [Figura 01]. Posteriormente, su planteamiento urbano propone la consolidación de polos de crecimiento como se muestra a partir del año 1867 [Figura 05]. Situación que se ve rebalsada por la inmensa cantidad de población en constante aumento, lo que determina la conformación de una enorme red urbana conocida como Gran Buenos Aires [Figura 09]. La relación de aguas en particular se aboca a toda la orilla del río de la plata, principalmente a la ciudad autónoma de Buenos Aires. Área demarcada en todos los mapas por un perímetro verde. [Figuras 02-09 y 11-18]


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PIZZAGALLI_ODOARDO_1750.jpg| ‎Figura 02 . 1750
PIZZAGALLI_ODOARDO_1750.jpg| ‎Figura 11 . 1750
PIZZAGALLI_ODOARDO_1809.jpg‎| Figura 03 . 1809
PIZZAGALLI_ODOARDO_1809.jpg‎| Figura 12 . 1809
PIZZAGALLI_ODOARDO_1836.jpg‎| Figura 04 . 1836
PIZZAGALLI_ODOARDO_1836.jpg‎| Figura 13 . 1836
PIZZAGALLI_ODOARDO_1867.jpg‎| Figura 05 . 1867
PIZZAGALLI_ODOARDO_1867.jpg‎| Figura 14 . 1867
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PIZZAGALLI_ODOARDO_1896.jpg‎| Figura 06 . 1896
PIZZAGALLI_ODOARDO_1896.jpg‎| Figura 15 . 1896
PIZZAGALLI_ODOARDO_1916.jpg‎| Figura 07 . 1916
PIZZAGALLI_ODOARDO_1916.jpg‎| Figura 16 . 1916
PIZZAGALLI_ODOARDO_1948.jpg| Figura 08 . 1948
PIZZAGALLI_ODOARDO_1966.jpg| Figura 17 . 1966
PIZZAGALLI_ODOARDO_2010.jpg‎| Figura 08 . 2010
PIZZAGALLI_ODOARDO_2010.jpg‎| Figura 18 . 2010
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La relación con lo acuático para dicha ciudad no ha tomado como punto de partida un reconocimiento. Continuamente el trazado urbano a proyectado y desarrollado obras que intervienen y modifican la orilla fluvial, ya sea de los distintos cauces menores que atraviesan la ciudad o el propio Rio de la Plata, al cual se le “gana” terreno en variadas ocasiones [Figura 10], demostrando el poco reconociendo del valor espacial que brindan estos ejes naturales, quedando de manifiesto que la ciudad de Buenos Aires ha tenido una baja lectura de su dimensión fluvial.
La relación con lo acuático para dicha ciudad no ha tomado como punto de partida un reconocimiento. Continuamente el trazado urbano a proyectado y desarrollado obras que intervienen y modifican la orilla fluvial, ya sea de los distintos cauces menores que atraviesan la ciudad o el propio Rio de la Plata, al cual se le “gana” terreno en variadas ocasiones [Figura 10], demostrando el poco reconociendo del valor espacial que brindan estos ejes naturales, quedando de manifiesto que la ciudad de Buenos Aires ha tenido una baja lectura de su dimensión fluvial.
[[Archivo:PIZZAGALLI_ODOARDO_Foto_portus.jpg|thumb|730px|Figura 19]]


A partir de continuos rellenos a lo largo de la historia, los proyectos urbanos de la ciudad de Buenos Aires han buscado sacar provecho y repensar la destinación de dichas espacialidades.
Puerto Madero es un ejemplo de aquello. Cuando el puerto comenzaba a perder protagonismo debido a una infraestructura insuficiente, se decide proyectar uno nuevo. Dos propuestas entran en competencia, la del ingeniero Luis Huergo y la de Eduardo Madero.
A partir de continuos rellenos a lo largo de la historia, los proyectos urbanos de la ciudad de Buenos Aires han buscado sacar provecho y repensar la destinación de dichas espacialidades.
Puerto Madero es un ejemplo de aquello. Cuando el puerto comenzaba a perder protagonismo debido a una infraestructura insuficiente, se decide proyectar uno nuevo. Dos propuestas entran en competencia, la del ingeniero Luis Huergo y la de Eduardo Madero.
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Su falencia radica en la destinación que se le dio a los terrenos reutilizados,
Su falencia radica en la destinación que se le dio a los terrenos reutilizados,
potenciando la situación residencial por sobre la recreacional, restringiendo el libre acceso a la condición fluvial.
Segundo: el relleno posterior del actual terreno de la reserva ecológica genera que la condición de aguas de Puerto Madero quede sumida a un interior, contenida solo en sus 4 grandes diques. Es la propia altura de la rambla la que des-vincula al habitante de la relación fluvial. Apareciendo el agua solo como un elemento contemplativo del paseo. [Figura 19-20 y 31]
potenciando la situación residencial por sobre la recreacional, restringiendo el libre acceso a la condición fluvial.
Segundo: el relleno posterior del actual terreno de la reserva ecológica genera que la condición de aguas de Puerto Madero quede sumida a un interior, contenida solo en sus 4 grandes diques. Es la propia altura de la rambla la que des-vincula al habitante de la relación fluvial. Apareciendo el agua solo como un elemento contemplativo del paseo. [Figura 19-20 y 31]
[[Archivo:PIZZAGALLI_ODOARDO_Plano_madero2.jpg|thumb|730px|Figura 20]]


=Buenos Aires y el río=
=Buenos Aires y el río=
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El segundo grupo de elementos que construyen el borde, corresponde a aquellos que permiten una habitabilidad en ellos, pero que esa habitabilidad deja al habitante junto a la orilla, contemplándola, sin la posibilidad de alcanzarla y abordarla. [Figuras 23-24]

El segundo grupo de elementos que construyen el borde, corresponde a aquellos que permiten una habitabilidad en ellos, pero que esa habitabilidad deja al habitante junto a la orilla, contemplándola, sin la posibilidad de alcanzarla y abordarla. [Figuras 23-24]


A partir de estos modos de construcción del borde podemos afirmar que la ciudad de Buenos Aires carece de una habitabilidad acuática que permita catalogarla como una ciudad de agua.
[[Archivo:PIZZAGALLI_ODOARDO_T_paredon_inclinado.jpg|thumb|330px|left|Figura 21]]
[[Archivo:PIZZAGALLI_ODOARDO_T_bloques.jpg|thumb|330px|right|Figura 22]]
[[Archivo:PIZZAGALLI_ODOARDO_T_muelle.jpg|thumb|330px|left|Figura 23]]
[[Archivo:PIZZAGALLI_ODOARDO_T_paredon_vertical.jpg|thumb|330px|right|Figura 24]]
 
<br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br>A partir de estos modos de construcción del borde podemos afirmar que la ciudad de Buenos Aires carece de una habitabilidad acuática que permita catalogarla como una ciudad de agua.
Un caso completamente diferente podemos encontrar en el sector norte de la ciudad autónoma de Buenos Aires. A 30 kms de distancia, emplazada en el delta del Río de la Plata aparece la conformación urbana del Partido del Tigre.
Un caso completamente diferente podemos encontrar en el sector norte de la ciudad autónoma de Buenos Aires. A 30 kms de distancia, emplazada en el delta del Río de la Plata aparece la conformación urbana del Partido del Tigre.


=Partido del Tigre=
=Partido del Tigre=


La historia de la existencia del Partido del Tigre como sector peri-urbano se remota casi en paralelo a la fundación de Buenos Aires. Es Juan de Garay quien al momento de refundar la ciudad subdivide los sectores rurales colindantes, dejándolos a cargo de personajes claves en la expedición. El sector Tigre, nombrado en aquel entonces como Riachuelo de las Conchas, es otorgado al señor Gonzalo Martel de Gusmán, miembro de la segunda expedición que fundó la actual ciudad de Buenos Aires. A partir de los años próximos a1580 ya queda reconocida esta situación geográfica como un lugar referente dentro del territorio de conquista.
La historia de la existencia del Partido del Tigre como sector peri-urbano se remota casi en paralelo a la fundación de Buenos Aires. Es Juan de Garay quien al momento de refundar la ciudad subdivide los sectores rurales colindantes, dejándolos a cargo de personajes claves en la expedición. El sector Tigre, nombrado en aquel entonces como Riachuelo de las Conchas, es otorgado al señor Gonzalo Martel de Gusmán, miembro de la segunda expedición que fundó la actual ciudad de Buenos Aires. A partir de los años próximos a 1580 ya queda reconocida esta situación geográfica como un lugar referente dentro del territorio de conquista.


Para analizar el partido del Tigre, primero que todo cabe hacerse la pregunta: ¿Bajo que características se cataloga una ciudad como una “Ciudad de aguas”?
Para este caso en especifico, analizaremos este asentamiento urbano a partir de su habitabilidad y recorridos cotidianos, construyendo un ritmo ciudadano en directa relación con el entorno.
Para analizar el partido del Tigre, primero que todo cabe hacerse la pregunta: ¿Bajo que características se cataloga una ciudad como una “Ciudad de aguas”?
Para este caso en especifico, analizaremos este asentamiento urbano a partir de su habitabilidad y recorridos cotidianos, construyendo un ritmo ciudadano en directa relación con el entorno.
El partido del Tigre se emplaza en el primer conjunto de islas que conforman el Delta del río, entrelazado hídrico-geográfico donde se aprecia un constante dialogo maritorio-territorio. Esta disputa constante agua-tierra es una de las características principales que posee esta ciudad, potencia que la arraiga a su origen fluvial [Figura 31]. Como dice Balcells (Carta al Mar Nuevo, 1987, pag 20):
El partido del Tigre se emplaza en el primer conjunto de islas que conforman el Delta del río, entrelazado hídrico-geográfico donde se aprecia un constante dialogo maritorio-territorio. Esta disputa constante agua-tierra es una de las características principales que posee esta ciudad, potencia que la arraiga a su origen fluvial [Figura 30].  
 
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Imagen:PIZZAGALLI_ODOARDO_Contexto_sudamerica.jpg|Figura 27.
Imagen:PIZZAGALLI_ODOARDO_Bsas_y_montevideoA.jpg|Figura 28.
Imagen:PIZZAGALLI_ODOARDO_Bsas_y_deltaA.jpg|Figura 29. Contexto Delta.
Imagen:PIZZAGALLI_ODOARDO_Delta_3A.jpg|Figura 30.
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Figura 27 | Contexto Continental<br>
Figura 28 | Contexto Estuario Río de la Plata.<br>
Figura 29 | Contexto Delta.<br>
Figura 30 | Ciudad del Tigre e islotes del Delta. Habitar un archipiélago. Aparece la ciudad y su densidad urbana junto a los riachuelos y su caserío desplegado.<br>
<br>Como dice I. Balcells (Carta al Mar Nuevo, 1987, pag 20):


<blockquote>''también la tierra aquí y el mar parecen haber llevado demasiado lejos el juego colosal de que nos hablan los geólogos, la lucha por emerger y por sumergir, y ahora islas y canales son los miembros entremezclados de dos gigantes exhaustos en los que ya no alienta el ánimo de desligarse y vencer.''</blockquote>
<blockquote>''también la tierra aquí y el mar parecen haber llevado demasiado lejos el juego colosal de que nos hablan los geólogos, la lucha por emerger y por sumergir, y ahora islas y canales son los miembros entremezclados de dos gigantes exhaustos en los que ya no alienta el ánimo de desligarse y vencer.''</blockquote>


En la conformación de este espacio de encuentro, no como un límite, sino como un espesor de borde construido arquitectónicamente, en donde se entrelazan a modo de un engranaje tierra y agua es que el Tigre enuncia su primera certeza de aguas: [Figura 30]
En la conformación de este espacio de encuentro, no como un límite, sino como un espesor de borde construido arquitectónicamente, en donde se entrelazan a modo de un engranaje tierra y agua es que el Tigre enuncia su primera certeza de aguas: [Figura 31]
 
[[Archivo:PIZZAGALLI_ODOARDO_Tigresanfernando.jpg|thumb|730px|Figura 31. Construcción espesor del borde fluvial del Tigre.]]<br>
 


1. Una Ciudad de Aguas requiere integrar tierra-agua. Construyendo un espesor de traspaso entre ambas dimensiones.
1. Una Ciudad de Aguas requiere integrar tierra-agua. Construyendo un espesor de traspaso entre ambas dimensiones.
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c. Dársena ferial, lugar de venta de frutas, verduras y artesanías, punto confluyente del encuentro entre los habitantes.
Tres tiempos, tres ritmos, todos agrupados en un espesor urbanísticamente construido, un umbral tierra-agua. [Figuras 25-26]
c. Dársena ferial, lugar de venta de frutas, verduras y artesanías, punto confluyente del encuentro entre los habitantes.
Tres tiempos, tres ritmos, todos agrupados en un espesor urbanísticamente construido, un umbral tierra-agua. [Figuras 25-26]


La segunda certeza tiene relación a los ciudadanos y su habitabilidad vinculada al contexto espacial que les ofrece el entorno:
[[Archivo:PIZZAGALLI_ODOARDO_Tigre-aereo-4.jpg|thumb|330px|left|Figura 25. Dársenas Puerto de Frutos]]
[[Archivo:PIZZAGALLI_ODOARDO_Esquema_puerto_frutasA.jpg|thumb|330px|right|Figura 26. Espesor de Borde. Esquema 3 dársenas del Puerto de Frutos del Tigre.]]<br>
 
<br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br>La segunda certeza tiene relación a los ciudadanos y su habitabilidad vinculada al contexto espacial que les ofrece el entorno:
<br>
2. Una ciudad de aguas es aquella en la cual sus residentes viven arraigados al ritmo acuático, integrado en lo cotidiano.
2. Una ciudad de aguas es aquella en la cual sus residentes viven arraigados al ritmo acuático, integrado en lo cotidiano.


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B. Un segundo modo de desprenderse es en acceder a “lo otro”. Habitar una ciudad de aguas es aquella que permite dejar la condición territorial para acceder a una dimensión acuática de archipiélago. [Figura 32-35]
B. Un segundo modo de desprenderse es en acceder a “lo otro”. Habitar una ciudad de aguas es aquella que permite dejar la condición territorial para acceder a una dimensión acuática de archipiélago. [Figura 32-35]
Como dice Balcells (Carta al Mar Nuevo, 1987, pag 36):
 
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Imagen:PIZZAGALLI_ODOARDO_Tigre_5.jpg|Figura 32.
Imagen:PIZZAGALLI_ODOARDO_Tigre-aereo-1.jpg|Figura 33.
Imagen:PIZZAGALLI_ODOARDO_Tigre_6.jpg|Figura 34.
Imagen:PIZZAGALLI_ODOARDO_Tigre_7.jpg|Figura 35.
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Figura 32 | Caseríos río desde el aire. Habitabilidad del Delta<br>
Figura 33 | Delta río Tigre desde el aire.<br>
Figura 34 | Construcción en riachuelos y su accesibilidad.<br>
Figura 35 | Embarque lanchas. Río Tigre.<br>
 
[[Archivo:PIZZAGALLI_ODOARDO_Tigre-remo.jpg|thumb|730px|Figura 36. Canotaje]]<br>
 
<br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br><br>Como dice I.Balcells (Carta al Mar Nuevo, 1987, pag 36):
<blockquote>''para esta mentalidad terrestre nuestra un territorio no es tal mientras no lo una una carretera al resto del territorio. Las islas chilenas –Pascua, Juan Fernández, Aysén, Magallanes–absorben del agua que las separa una inestabilidad que las descoloca, dejándolas fuera de nuestra imaginación territorial unitiva. (¡Ah, si Chile supiera que es un archipiélago!''</blockquote>
<blockquote>''para esta mentalidad terrestre nuestra un territorio no es tal mientras no lo una una carretera al resto del territorio. Las islas chilenas –Pascua, Juan Fernández, Aysén, Magallanes–absorben del agua que las separa una inestabilidad que las descoloca, dejándolas fuera de nuestra imaginación territorial unitiva. (¡Ah, si Chile supiera que es un archipiélago!''</blockquote>


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=BIBLIOGRAFÍA=
=Bibliografía=


LIBROS
LIBROS

Revisión actual - 19:15 16 abr 2013



TítuloBuenos Aires y su partido de aguas; ciudad de aguas
AsignaturaPoética de las Aguas
CarrerasNáutico y Marítimo"Náutico y Marítimo" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
Alumno(s)Odoardo Pizzagalli


Introducción

El presente escrito se inscribe dentro de un contexto poético. Nacido a raíz de la asignatura Poética General 1, la cual construye a través de sus distintas reuniones, un contexto y visión marítima en la que se encuentra inserto este encargo.

El artículo desarrollado, consiste en el estudio de una “Ciudad de Agua” Latinoamericana, invitación abierta que no limita ni tampoco encamina la temática a abordar. Es por medio de la elección de una ciudad, el estudio y recopilación de antecedentes, y finalmente, la visión individual de cómo dichos antecedentes se inter-relacionan, que este cuerpo de palabras toma sentido e intención.

La ciudad de Buenos Aires, capital Argentina, se emplaza en una condición fluvial a orillas del Rio de la Plata.
Su relación con el río a estado marcada por variados proyectos y construcciones con la intención de reconocerlo. Un ejemplo a considerar será la recuperación de Puerto Madero. La condición de una ciudad de aguas radica no solo en estar emplazada a orillas de un río, lago, mar, sino que implica la conformación de un tipo de habitabilidad arraigada a dicha condición, padeciéndola.

Buenos Aires en sus inicios

En una primera instancia de reconocimiento por flotas españolas, la región del estuario del Rio de la Plata no mostró gran presencia de minerales preciosos que gatillaran el interés inicial de la corona por colonizar dicha región. A raíz de un temor posterior de que aquella zona fuese apoderada por flotas francesas, el rey Carlos V autoriza la orden de conquistar y colonizar el sector.

La primera expedición de colonización estuvo comandada por Pedro de Mendoza, el cual funda en el año 1536 la colonia Nuestra Señora Santa María del Buen Aire, emplazada en un lugar inoportuno, donde la constante hostilidad con los indios del sector terminó generando el traslado de dicha expedición, fundando más adentrados río arriba la ciudad de Asunción.

Figura 1.

A partir del próspero desarrollo de la región de Asunción, hacia el año 1580 el señor Juan de Garay en conjunto a un grupo de 60 hombres emprende un viaje río abajo, fundando ese mismo año un nuevo Buenos Aires, en un lugar próximo a la anterior colonia abandonada.

La primera construcción de la colonia fue un fuerte, indicio que canta la intención que este asentamiento pretendía desarrollar. Su orientación era volcada plenamente hacia el interior del continente, en un afán por conquistar el territorio Americano.

Desde su fundación, la intención del trazado español era construir un “interior” de ciudad, contenido y no volcado al río.


El planeamiento de la retícula española proponía un entramado de calles paralelas y perpendiculares al cauce del río, contando con 24 manzanas enfrentadas al borde río y 10 manzanas que se adentran hacia el interior del territorio. De esta manera se conformaba un largor de ciudad enfrentado al río, pero vinculado a la dimensión acuática puntualmente a partir del fuerte. Aquella construcción puntual en la rivera del río se desarrollaba a modo de un umbral de traspaso entre continente-océano, donde el principal objetivo es el intercambio de mercancías, sin buscar conformarse como un espesor donde el residente porteño tuviese la posibilidad de habitar una condición de agua. [Figura 1]


Trama urbana y borde fluvial

Figura 10. Total de rellenos hechos en el borde Costero de Buenos Aires

La ciudad de Buenos Aires ha tenido un gran desarrollo en referencia a su situación urbana durante todo su proceso de expansión. En sus inicios, se conformaba como una ciudad pequeña, con una cantidad determinada de cuadras y en donde se reconoce una vaga lectura del lugar como se mostró en la [Figura 01]. Posteriormente, su planteamiento urbano propone la consolidación de polos de crecimiento como se muestra a partir del año 1867 [Figura 05]. Situación que se ve rebalsada por la inmensa cantidad de población en constante aumento, lo que determina la conformación de una enorme red urbana conocida como Gran Buenos Aires [Figura 09]. La relación de aguas en particular se aboca a toda la orilla del río de la plata, principalmente a la ciudad autónoma de Buenos Aires. Área demarcada en todos los mapas por un perímetro verde. [Figuras 02-09 y 11-18]

La relación con lo acuático para dicha ciudad no ha tomado como punto de partida un reconocimiento. Continuamente el trazado urbano a proyectado y desarrollado obras que intervienen y modifican la orilla fluvial, ya sea de los distintos cauces menores que atraviesan la ciudad o el propio Rio de la Plata, al cual se le “gana” terreno en variadas ocasiones [Figura 10], demostrando el poco reconociendo del valor espacial que brindan estos ejes naturales, quedando de manifiesto que la ciudad de Buenos Aires ha tenido una baja lectura de su dimensión fluvial.

Figura 19

A partir de continuos rellenos a lo largo de la historia, los proyectos urbanos de la ciudad de Buenos Aires han buscado sacar provecho y repensar la destinación de dichas espacialidades.
Puerto Madero es un ejemplo de aquello. Cuando el puerto comenzaba a perder protagonismo debido a una infraestructura insuficiente, se decide proyectar uno nuevo. Dos propuestas entran en competencia, la del ingeniero Luis Huergo y la de Eduardo Madero.

El proyecto de Madero es el ganador y se comienza su construcción, siendo inaugurado en el año 1897.
Poco tiempo ha de pasar para que comience el deterioro de dichas instalaciones, dando origen a que entre 1911 a 1930 se desarrolle un Nuevo Puerto en reemplazo del proyectado por Madero. Las instalaciones de puerto Madero quedan abandonadas por más de 50 años. En el año 1989 se plantea la recuperación de esas instalaciones, planteando el rejuvenecimiento de la zona central de la ciudad de Buenos Aires, viendo este proyecto como la posibilidad de integrar la Ciudad al Rio.

Puerto madero forma parte de los espacios públicos y residenciales del borde. El proyecto en su propuesta reconoce la trama urbana de la ciudad y la proyecta, haciéndola participe de la integración con lo acuático. Aparecen ejes vinculantes que surcan en dirección al río. [Figura 26]

Su falencia radica en la destinación que se le dio a los terrenos reutilizados, potenciando la situación residencial por sobre la recreacional, restringiendo el libre acceso a la condición fluvial.
Segundo: el relleno posterior del actual terreno de la reserva ecológica genera que la condición de aguas de Puerto Madero quede sumida a un interior, contenida solo en sus 4 grandes diques. Es la propia altura de la rambla la que des-vincula al habitante de la relación fluvial. Apareciendo el agua solo como un elemento contemplativo del paseo. [Figura 19-20 y 31]

Figura 20

Buenos Aires y el río

La construcción habitable de la orilla fluvial en la ciudad de Buenos Aires presenta un variado modo de conformar el borde, careciendo en su mayoría, de un elemento que plantee un límite pero que deje abierta la posibilidad para que el ciudadano habite la condición fluvial, abordando el río.

De manera predominante, el vinculo río - habitante pasa por una relación contemplativa y distanciada, donde el paseante queda en un constante des- calce con lo acuático. Por una parte, aparecen los sistemas que busca contener el río y su variación de niveles, elementos funcionales que no se conforman como un elemento habitable. [Figuras 21-22] 
El segundo grupo de elementos que construyen el borde, corresponde a aquellos que permiten una habitabilidad en ellos, pero que esa habitabilidad deja al habitante junto a la orilla, contemplándola, sin la posibilidad de alcanzarla y abordarla. [Figuras 23-24]

Figura 21
Figura 22
Figura 23
Figura 24
























A partir de estos modos de construcción del borde podemos afirmar que la ciudad de Buenos Aires carece de una habitabilidad acuática que permita catalogarla como una ciudad de agua. Un caso completamente diferente podemos encontrar en el sector norte de la ciudad autónoma de Buenos Aires. A 30 kms de distancia, emplazada en el delta del Río de la Plata aparece la conformación urbana del Partido del Tigre.

Partido del Tigre

La historia de la existencia del Partido del Tigre como sector peri-urbano se remota casi en paralelo a la fundación de Buenos Aires. Es Juan de Garay quien al momento de refundar la ciudad subdivide los sectores rurales colindantes, dejándolos a cargo de personajes claves en la expedición. El sector Tigre, nombrado en aquel entonces como Riachuelo de las Conchas, es otorgado al señor Gonzalo Martel de Gusmán, miembro de la segunda expedición que fundó la actual ciudad de Buenos Aires. A partir de los años próximos a 1580 ya queda reconocida esta situación geográfica como un lugar referente dentro del territorio de conquista.

Para analizar el partido del Tigre, primero que todo cabe hacerse la pregunta: ¿Bajo que características se cataloga una ciudad como una “Ciudad de aguas”?
Para este caso en especifico, analizaremos este asentamiento urbano a partir de su habitabilidad y recorridos cotidianos, construyendo un ritmo ciudadano en directa relación con el entorno. El partido del Tigre se emplaza en el primer conjunto de islas que conforman el Delta del río, entrelazado hídrico-geográfico donde se aprecia un constante dialogo maritorio-territorio. Esta disputa constante agua-tierra es una de las características principales que posee esta ciudad, potencia que la arraiga a su origen fluvial [Figura 30].

Figura 27 | Contexto Continental
Figura 28 | Contexto Estuario Río de la Plata.
Figura 29 | Contexto Delta.
Figura 30 | Ciudad del Tigre e islotes del Delta. Habitar un archipiélago. Aparece la ciudad y su densidad urbana junto a los riachuelos y su caserío desplegado.

Como dice I. Balcells (Carta al Mar Nuevo, 1987, pag 20):

también la tierra aquí y el mar parecen haber llevado demasiado lejos el juego colosal de que nos hablan los geólogos, la lucha por emerger y por sumergir, y ahora islas y canales son los miembros entremezclados de dos gigantes exhaustos en los que ya no alienta el ánimo de desligarse y vencer.

En la conformación de este espacio de encuentro, no como un límite, sino como un espesor de borde construido arquitectónicamente, en donde se entrelazan a modo de un engranaje tierra y agua es que el Tigre enuncia su primera certeza de aguas: [Figura 31]

Figura 31. Construcción espesor del borde fluvial del Tigre.


1. Una Ciudad de Aguas requiere integrar tierra-agua. Construyendo un espesor de traspaso entre ambas dimensiones. El puerto de frutas del partido del Tigre es un ejemplo de ello. Se conforma como un centro articulador del ritmo de la ciudad.
 Posee tres dársenas que dialogan con los 3 tiempos principales de la ciudad:

a. Dársena industrial para la venta y traslado de maderas provenientes del interior del delta. 
b. Dársena turística que permite la posibilidad de que un visitante aborde embarcaciones que lo guían por los riachuelos del delta.
 c. Dársena ferial, lugar de venta de frutas, verduras y artesanías, punto confluyente del encuentro entre los habitantes.
Tres tiempos, tres ritmos, todos agrupados en un espesor urbanísticamente construido, un umbral tierra-agua. [Figuras 25-26]

Figura 25. Dársenas Puerto de Frutos
Figura 26. Espesor de Borde. Esquema 3 dársenas del Puerto de Frutos del Tigre.












La segunda certeza tiene relación a los ciudadanos y su habitabilidad vinculada al contexto espacial que les ofrece el entorno:
2. Una ciudad de aguas es aquella en la cual sus residentes viven arraigados al ritmo acuático, integrado en lo cotidiano.

La habitabilidad del ritmo acuático es con un desprendimiento. Dejar la condición territorial - gravitatoria -, para acceder al ritmo acuático, lo suspendido.
Existen dos modos presentes en la habitabilidad del Tigre que permiten que sus residentes experimenten esta dimensión:

A. Construir el “tiempo de agua” a través del juego. La recreación por medio de un deporte náutico como es el boga, permite acceder a un “entretiempo” de ocio, condición que experimenta el ciudadano, padeciendo en su recreación una dimensión acuática, su flotabilidad. [Figura 36]

B. Un segundo modo de desprenderse es en acceder a “lo otro”. Habitar una ciudad de aguas es aquella que permite dejar la condición territorial para acceder a una dimensión acuática de archipiélago. [Figura 32-35]

Figura 32 | Caseríos río desde el aire. Habitabilidad del Delta
Figura 33 | Delta río Tigre desde el aire.
Figura 34 | Construcción en riachuelos y su accesibilidad.
Figura 35 | Embarque lanchas. Río Tigre.

Figura 36. Canotaje


















Como dice I.Balcells (Carta al Mar Nuevo, 1987, pag 36):

para esta mentalidad terrestre nuestra un territorio no es tal mientras no lo una una carretera al resto del territorio. Las islas chilenas –Pascua, Juan Fernández, Aysén, Magallanes–absorben del agua que las separa una inestabilidad que las descoloca, dejándolas fuera de nuestra imaginación territorial unitiva. (¡Ah, si Chile supiera que es un archipiélago!

Concebir la existencia de un tiempo y/o lugar externos al ritmo territorial y construir el modo como dicha característica se encardina en la habitabilidad de las personas es lo que determina que una ciudad de aguas pueda ser catalogada de esa forma. Cuando la ciudad y sus habitantes se arraigan el reconocimiento de dicha cualidad de aguas es que podemos entrar a de!nir dicho agrupamiento urbano como una Ciudad de aguas. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires carece en su borde "uvial de un dialgo ciudad - río, pero es el Tigre el representante acuático entre sus barrios que permite catalogarlo como su Partido de Aguas.

Bibliografía

LIBROS

  1. Precisiones. Respecto a un estado actual de la arquitectura y del Urbanismo. Le Corbusier. Editorial Poseidón. Paginas 224 - 237.
  1. Historia de la forma urbana. Desde sus orígenes hasta la revolución Industrial. A.E.J. Morris. Editorial Gustavo Gili. Páginas 368 - 382 Urbanismo Español en América. Editorial Nacional. Artículos publicados revista Portus.

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