Arquitectura en cohabitación: La construcción formal del diálogo entre el ser humano y la naturaleza

De Casiopea





TítuloFondart Nacional 2019, línea de Arquitectura, modalidad Investigación.
Palabras Clavearquitectura, diseño, cohabitación, naturaleza
Carreras RelacionadasArquitectura, Diseño, Diseño Industrial"Diseño Industrial" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property., Ciudad y Territorio"Ciudad y Territorio" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property., Magíster
Período2019-2020
FinanciamientoFONDART
Presupuesto$15878450
ModalidadIndividual
Investigador ResponsableBruno Marambio Márquez
CoinvestigadoresEloisa Pizzagalli, Sergio Elórtegui

Arquitectura en cohabitación

Resumen ejecutivo

Esta investigación aborda la pregunta sobre cómo la arquitectura se posiciona y enfrenta ante el territorio y sus componentes. Esta pregunta contiene un carácter ético y político, ético en cuanto a práctica que reconoce a un otro, y político en el sentido de hacer parte a otros en lo que investiga y experimenta. Este enfoque no sólo reconoce un “otro” como sujeto-persona, sino que también a la naturaleza o el paisaje. Esta investigación propone investigar en base a la experimentación arquitectónica, como una vía para la construcción y formalización de un pensamiento en relación con el territorio.

El proyecto de investigación se desarrollará en el Parque Cultural Amereida, que posee una importante presencia natural, que ya es habitado por humanos y otras entidades, además de un contexto urbano que se encuentra en proceso de metropolitización. El financiamiento consiste en la posibilidad de generar observaciones a través de una metodología participativa junto a alumnos como parte del proceso de investigación, y por otra parte, una etapa de experimentación con la forma arquitectónica en prototipos y construcción 1:1.

La propuesta nace del encuentro de dos oficios, por un lado la arquitectura que necesita de la realización y construcción formal para poder ser llevada a cabo en plenitud. Y por otra parte, el oficio del naturalista que realiza su investigación a través del trabajo de campo, con el cual estar en presencia de las cosas no requiere de más que la extensión territorial. Ante esta paradoja del construir y deconstruir, se produce el diálogo que nos lleva a la siguiente pregunta, ¿cómo construir un espacio que abra la posibilidad de habitar con otras entidades naturales?, entendiendo como entidades naturales, tanto a las biológicas (organismos), como a los fenómenos geofísicos (viento, lluvia, luz). Para acceder a esta apertura teórica y ética, abordamos el concepto del ethos como punto de reflexión inaugural. Ethos como en su concepción griega, desde su definición como residencia, morada, lugar donde se habita (ver documento adjunto: Texto sobre el Ethos del naturalista). Entonces, podemos decir que el ethos es el lugar físico donde habitan seres humanos y naturaleza, pero que también significa el lugar donde uno se siente propio y seguro existencialmente.

Esta cualidad espacial de sentirse propio en un lugar no sólo aborda un asunto de supervivencia, sino que se trata de enaltecer la vida, lo cual es exactamente la definición que acuñó Alberto Cruz y Fabio Cruz para arquitectura: “Extensión orientada que da cabida a los actos y oficios humanos, para que estos resplandezcan como en fiesta”. En este sentido, la investigación pretende establecer una relación entre el habitar humano con el entorno natural desde la observación, para luego poder generar diálogos interdisciplinarios con especialistas a los cuales les atañe la cohabitación, tales como biogeógrafos y arquitectos del paisaje. Así, podemos reconocer al paisaje como una dimensión que nos aborda, y con la cual hay que establecer una relación, no como una mera vía de supervivencia y preservación del medio ambiente, sino que como una forma de que la arquitectura resplandezca. La pregunta principal de esta investigación es ¿cómo se da cabida a la naturaleza en este lugar donde el territorio es importante? y ¿cómo la arquitectura responde a la cohabitación e integra a otras entidades?

El propósito del proyecto es investigar mediante observación y creación, las diversas formas de habitar de la naturaleza, particularmente se ha seleccionado el caso de aves menores que nidifican en escollos rocosos, en el matorral costero y el fenómeno del viento, entendiéndolo como una de las fuerzas que construye el territorio, para ver en qué medida se puede pensar en un espacio que acoja al ser humano, pero que también pueda contener a estos otros seres a través de pensar un lugar que signifique una invitación a la naturaleza a relacionarse y a habitar, por ende, cohabitar.

Objetivos

Objetivo general

El objetivo general es experimentar en elementos y habitáculos con un valor arquitectónico que puedan ser utilizados tanto por el ser humano como por otras entidades naturales, mediante prototipos que abarquen al viento, junto con pensar una espacialidad que acoja aves menores que se encuentran en torno al humedal de Mantagua, específicamente en el Parque Cultural Amereida.

Objetivos específicos

El proyecto se plantea con los objetivos específicos que se centran en el momento de creación y experimentación, y son los siguientes:

  1. Contemplar y comprender cómo habitan estas especies, primero en una observación abierta desde el trabajo de campo, y luego mediante una observación interdisciplinaria en profundidad junto con especialistas en esta materia.
  2. Experimentar y prototipar con las formas arquitectónicas que permiten cohabitar con estos otros seres.
  3. Divulgar el proceso de observación y experimentación mediante la disponibilización de un espacio de exposición para exhibir la investigación, considerando como generatriz de este espacio la arquitectura en cohabitación.