Antonia Lara: Taller Amereida VIII

De Casiopea
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Que significa hacer algo sin objetivo?

Debemos encontrar el objetivo por el cual hacemos las cosas para que aquello tome un espíritu y forma. Además de sentirlo como algo propio, y así comprometerse con lo que se está realizando.

Esto va de la mano con la gratuidad de la obra; de lo grato y gratis. No tiene sentido hacer algo simplemente por recibir algo a cambio. Así pierde el factor sorpresa, de lo inesperado, y/o incalculable. Hay que obrar y vivir en el presente con coraje, para lograr celebrar el regalo del tiempo aquello. Cabe señalar que la poesía del oficio permite la apertura a lo desconocido, desplegando caras de aquello que hacemos.

El descubrimiento del continente Americano, es un regalo. Es un hallazgo, y un acto de coraje, pues van en búsqueda de lo desconocido. Es por esto que debemos referirnos al temple. El temple se define como la capacidad de una persona para enfrentarse con seriedad a situaciones dificultosas. En resumidas cuentas, es tener agallas.

 Aquella persona que templa también tiene la capacidad de moderar y superar los diversos obstáculos, que crean la belleza de la vida. Pese a estos obstáculos nos podemos asombrar por lo adverso y abierto. Pero para esto, debemos ser personas modernas. Donde somos capaces de utilizar nuestros cinco sentidos en cada momento para palpar y comprender la naturaleza a través de una condición humana  coherente.  Así seremos asombrados al aventurarnos en nuestra tierra. 

Esto se da en el caso de los viajes de Travesía. Necesitamos un espíritu aventurero para conocer el rostro del territorio Americano, el cual no tiene fin. Pues basta con ir a un lugar dos veces, para conocer y reconocer este mismo de una manera nueva, descubriendo cosas que quizás no habíamos visto antes.

Una vez que vayamos conociendo lugares, poco a poco se volverán como propios de cada persona.  Esto tiene relación con el respeto que tenemos hacia un lugar; a medida que lo sentimos como propio, se comienza a crear  una actitud de respeto.  Por ejemplo, dentro de la ciudad se puede separar aquello que es público con lo que es privado. En el caso de lo privado, existe un cuidado, que podría ser considerado simplemente por el hecho del sentimiento de algo propio. Es decir, cuidamos aquello que nos pertenece. Pero aquello que nos parece ajeno a nosotros, no tiene un peso mayor. Por lo tanto muchas veces se descuida. Este comportamiento lo podemos ver en hechos simples, como es la falta cuidado y respeto que tenemos hacía lo público. El espacio público se podría definir como aquello que deja de ser privado. Es el espacio en común que tenemos para compartir con los habitantes de la ciudad. A pesar de utilizar estos espacios, muchas veces se no hay un cuidado, como se puede ver al encontrar basura en las calles, o grafitti sobre monumentos, etc. Es así que donde la palabra es reemplazada por los hechos de la sociedad.  Pese a que el descuido de la ciudad es algo negativo, genera lo adverso. 

Lo adverso, siempre presente. En especial en Travesía. La adversidad de los paisajes, climas, comidas y costumbres. Nos encontramos frente al abismo de América, donde también se presenta lo inmenso e incomprensible. El contraste geométrico de los paisajes que conforman a la ciudad próxima por recorrer crean la belleza que identifica a cada lugar. Los elementos que lo conforman encuentran estar en perfecta armonía. Pero, al pasar por un lugar muchas veces, creando una costumbres, nos ciega de la maravillo del lugar. Pues en cada rincón, de cualquier lugar existe algo desconocido y nuevo por ver de manera resplandeciente. Si bien todos los sentidos nos permiten interactuar con el medio, la vista podría ser considerada una de las más importantes, pues se puede decir que toda la vida consiste en esto. No basta simplemente con ver, más bien, debemos tener aquella capacidad de observar con detención cada elemento de la ciudad, para considerarlo como un regalo del presente. Es por esto que como personas que obran desde la observación, necesitamos ser capaces de engañar al ojo de la costumbre, y ver aquello con asombro. En otras palabras volver siempre al y desde el origen mediante los sentidos.

Lo mismo ocurre con los distintos sentidos. Debemos ser capaces de tener sentidos inocentes, para siempre encontrar lo adverso y nuevo, en todo ámbito. Cabe señalar que la fortuna y lo adversidad son latidos del mismo corazón. Este late de acuerdo a las cosas con que nos identificamos; con el arte por ejemplo. Existen distintos tipos de arte. La fotografía por ejemplo, consiste en la percepción social de la realidad. La música permite la desaparición del silencio. El arte y los artistas son indispensables para el cambio del mundo. Todos los oficios pueden hacer arte. Pero, ¿cómo le damos forma a arte? Para esto debemos volver a no saber.