Diferencia entre revisiones de «Agua: Elemento ordenador armónico»

De Casiopea
(Página creada con «{{Publicación |Título=El agua en el Renacimiento: elemento ordenador del vacío armónico. |Imagen=POLIGONO AGUA.jpg }} Es inimaginable concebir una obra ignorando a los...»)
 
Sin resumen de edición
Línea 4: Línea 4:
}}
}}
Es inimaginable concebir una obra ignorando a los habitantes en ella (sería equivalente a obviar el propósito). Así mismo ignorar los elementos naturales que van a influenciarla: El agua, aire, tierra y fuego.  
Es inimaginable concebir una obra ignorando a los habitantes en ella (sería equivalente a obviar el propósito). Así mismo ignorar los elementos naturales que van a influenciarla: El agua, aire, tierra y fuego.  
En estas dos ideas existe un elemento transversal puro: El Agua, la cual envuelve y contempla desde las realidades más específicas, hasta los marcos más generales en la Tierra. Y es que en ningún oficio, ya sea  del estudio del vacío, de la extracción o de la manufactura, se puede no tener en cuenta el impacto e importancia de este elemento líquido.  
En estas dos ideas existe un elemento transversal puro: El Agua, la cual envuelve y contempla desde las realidades más específicas, hasta los marcos más generales en la Tierra. Y es que en ningún oficio, ya sea  del estudio del vacío, de la extracción o de la manufactura, se puede no tener en cuenta el impacto e importancia de este elemento líquido.  
Me gustaría plantear el "hacer" arquitectura, desde la necesidad del ser humano por reunirse. No solo el agua es vital para el funcionamiento del organismo, sino que en el vacío otorga un orden a todos los elementos y entes que se encuentran en él, impartiendo una atmósfera de armonía para todos ellos. A esta armonía podemos llamarla bienestar, -así como en el teatro marítimo de Villa Adriana (Roma), el cual consiste en una plataforma redonda rodeada por aguas calmas, que tenía como propósito la recreación y descanso en retiro-  trae consigo un abanico de matices, según el manejo  o presentación del agua.  
Me gustaría plantear el "hacer" arquitectura, desde la necesidad del ser humano por reunirse. No solo el agua es vital para el funcionamiento del organismo, sino que en el vacío otorga un orden a todos los elementos y entes que se encuentran en él, impartiendo una atmósfera de armonía para todos ellos. A esta armonía podemos llamarla bienestar, -así como en el teatro marítimo de Villa Adriana (Roma), el cual consiste en una plataforma redonda rodeada por aguas calmas, que tenía como propósito la recreación y descanso en retiro-  trae consigo un abanico de matices, según el manejo  o presentación del agua.  
Respecto a esto último, quiero referirme a una cita:  
Respecto a esto último, quiero referirme a una cita:
"...Cuantísimos hallazgos de este género llevaron a cabo, que contribuye a lograr buena salud: paseos, piscinas, termas y demás..." -León Batista Alberti, de ReAedificatoria, prólogo, página 58
"...Cuantísimos hallazgos de este género llevaron a cabo, que contribuye a lograr buena salud: paseos, piscinas, termas y demás..." -León Batista Alberti, de ReAedificatoria, prólogo, página 58
El bienestar del cual hablo, es un aspecto de la buena salud, pero no por un tema de higiene o sanidad, sino que de "El Deleite". El hombre alcanza este placer del habitar mediante el hallazgo de poder manipular el agua y darle una ubicación y orientación espacial, lo cual se percibe mediante el oído, la frescura, la luz y otros usos. Por ejemplo este deleite se aprecia en el agua en el Renacimiento, mediante la implementación del elemento como potenciadora de espacios u objetos que se ubican en él. Así como su uso en fuentes con figuras centrales, que otorgan un distingo de atrio sensible.  
El bienestar del cual hablo, es un aspecto de la buena salud, pero no por un tema de higiene o sanidad, sino que de "El Deleite". El hombre alcanza este placer del habitar mediante el hallazgo de poder manipular el agua y darle una ubicación y orientación espacial, lo cual se percibe mediante el oído, la frescura, la luz y otros usos. Por ejemplo este deleite se aprecia en el agua en el Renacimiento, mediante la implementación del elemento como potenciadora de espacios u objetos que se ubican en él. Así como su uso en fuentes con figuras centrales, que otorgan un distingo de atrio sensible.  
Es pertinente recordar el deleite como eje central de cualquier obra y potenciar la riqueza del recurso hídrico a modo de que aparezca como un protagonista ordenador del vacío armónico.
Es pertinente recordar el deleite como eje central de cualquier obra y potenciar la riqueza del recurso hídrico a modo de que aparezca como un protagonista ordenador del vacío armónico.

Revisión del 09:20 13 sep 2016












TítuloEl agua en el Renacimiento: elemento ordenador del vacío armónico.

Es inimaginable concebir una obra ignorando a los habitantes en ella (sería equivalente a obviar el propósito). Así mismo ignorar los elementos naturales que van a influenciarla: El agua, aire, tierra y fuego.

En estas dos ideas existe un elemento transversal puro: El Agua, la cual envuelve y contempla desde las realidades más específicas, hasta los marcos más generales en la Tierra. Y es que en ningún oficio, ya sea del estudio del vacío, de la extracción o de la manufactura, se puede no tener en cuenta el impacto e importancia de este elemento líquido.

Me gustaría plantear el "hacer" arquitectura, desde la necesidad del ser humano por reunirse. No solo el agua es vital para el funcionamiento del organismo, sino que en el vacío otorga un orden a todos los elementos y entes que se encuentran en él, impartiendo una atmósfera de armonía para todos ellos. A esta armonía podemos llamarla bienestar, -así como en el teatro marítimo de Villa Adriana (Roma), el cual consiste en una plataforma redonda rodeada por aguas calmas, que tenía como propósito la recreación y descanso en retiro- trae consigo un abanico de matices, según el manejo o presentación del agua. Respecto a esto último, quiero referirme a una cita:

"...Cuantísimos hallazgos de este género llevaron a cabo, que contribuye a lograr buena salud: paseos, piscinas, termas y demás..." -León Batista Alberti, de ReAedificatoria, prólogo, página 58

El bienestar del cual hablo, es un aspecto de la buena salud, pero no por un tema de higiene o sanidad, sino que de "El Deleite". El hombre alcanza este placer del habitar mediante el hallazgo de poder manipular el agua y darle una ubicación y orientación espacial, lo cual se percibe mediante el oído, la frescura, la luz y otros usos. Por ejemplo este deleite se aprecia en el agua en el Renacimiento, mediante la implementación del elemento como potenciadora de espacios u objetos que se ubican en él. Así como su uso en fuentes con figuras centrales, que otorgan un distingo de atrio sensible.

Es pertinente recordar el deleite como eje central de cualquier obra y potenciar la riqueza del recurso hídrico a modo de que aparezca como un protagonista ordenador del vacío armónico.