Valentina Roco: TÍTULO 2014
La Expresividad en el Diálogo Persona-objeto
El hombre, que percibe su entorno a través de los sentidos, se relaciona con el mundo objetual mediante la interacción, entendiendo interacción por aquella acción que se ejerce de manera recíproca. Esta interacción se desenvuelve en una temporalidad que aparece como una secuencia expresada en movimientos, los cuales fluctúan en un ciclo entre la acción ( que es realizada a partir de una expectación) y la reacción (lo extraordinario que otorga el objeto como respuesta). Este juego del movimiento entre uno y otro es el que revela aquel gesto del habitar del hombre, el cual suele ser capturado en la observación. El objeto, que posee aspectos tangibles e intangibles, conjuga el todo con la parte, para hacer presente la intención del la interacción (entre el objeto y el hombre) mediante la materialización de esta misma. Estos movimientos por los cuales se evidencia la interacción del hombre con el mundo, pueden hacerse presente de tres maneras:
1. Interacción evidenciada en el objeto Cuando la interacción persona-objeto se hace visible en el objeto, es debido a que el gesto del habitar del hombre aparece desde el objeto para el hombre. En este tipo de interacción, es el objeto el que da a conocer que algo ocurre; y lo revela mediante la modificación de si mismo. Si bien esta en algunas veces es necesaria la intervención del hombre en el objeto para que este pueda modificarse y moverse (directa o indirectamente), no es en el hombre que se aprecia el gesto, sino en el objeto que este modifica, usa, y/o contempla.
2. Interacción evidenciada en el hombre En este tipo de interacción, el gesto del habitar del hombre aparece en el hombre mismo, ya que es el hombre quien le da sentido a lo que le rodea. Aquí el objeto no dice de su función ( o al menos no con claridad), por lo que es el hombre mediante sus gestos y movimientos quien hace aparecer la función de este. A pesar de que en algunos casos el objeto se modifica o es modificado, es en el hombre (usuario) en donde se revela la intención de aquel objeto, haciendo visible la interacción.
3. Interacción evidenciada en el diálogo Cuando la interacción y sus movimientos se hacen presentes de manera clara tanto en la persona como en el objeto, es por que ambos entes dialogan. En esta “conversación” ambas partes se modifican y mueven en un ciclo de acción y reacción prolongado, en donde ambos accionan y reaccionan a los estímulos del otro. Este tipo de interacción es la más compleja, ya que requiere que el objeto sea capaz de emitir respuestas, sean estas a partir de mecanismos simples o complejos, como los de origen computacional - robótico. Además se necesita un lenguaje común (o una traducción) que permita lograr el entendimiento, la comunicación, y un posterior diálogo entre ambos entes.
