Travesía Puerto Gaviota I

De Casiopea
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Travesía Puerto Gaviota I, 2017
2017/10/13 - 2017/10/29
DestinoPuerto Gaviota
ObraAlbergue Limes, Escultura Celada de Hondura
ProfesoresAlfred Thiers, Jaime Reyes, Michèle Wilkomirsky, Vanessa Siviero, Daniel Jorquera
AlumnosChristian Gazmuri, Javiera Prado Barriga, Catalina Torres, Camila González Ossa, Paloma Bustamante, Sofía Díaz, Stephany Rojas, Vicente Cabrera, Omar Nuñez, Rodrigo Toro, María José Lineros, Marcelo Mondaca, Malen Llanquileo Solar, Florencia Cusicanqui, Constanza Villarroel, Alfredo Sepulveda, Sebastián Perucci, Josefina Saintard, Camilo Caroca, Daniela Murillo, María Inés González Guardia, Catalina Armijo, Elizabeth Bustos, Francisca Cortés, Michelle McIsaac, Javiera Riquelme Maceiras, Sofía Pastrián Reyes, Constanza Cabrera, Catalina Jorquera Kruberg, Dominique Gago, Rocío Castillo, Amalia Casanova
TalleresDIS 1º

Albergue Limes (Puerto Gaviota).JPG

Travesía de Puerto Gaviota I

Esta travesía es provocada por una invitación del alcalde de Puerto Cisnes Francisco Roncagliolo después de que dos travesías de la escuela, en 2016, hicieran obras en este puerto. Luego de diversas conversaciones y abertura de posibilidades, con el municipio, el encargado comunal de emergencias y el director de obras de la municipalidad Alejandro del Pino, se define que la Escuela participe en la construcción de refugios para tsunamis en Puerto Gaviota, con dos refugios y en Puerto Gala con uno. Esta iniciativa consigue el apoyo del alcalde y por unanimidad del consejo municipal, con aporte de 12 millones de pesos para cada comunidad. La Escuela por su parte, a través de sus profesores y alumnos, aporta con alrededor de 48 millones de pesos en total.

Así se realiza la travesía de cuatro talleres de la Escuela. A Puerto Gaviota el Taller de Primer Año de Diseño y un Taller de Ciclo Disciplinar de Arquitectura. A Puerto Gala dos talleres de ciclo disciplinar de Arquitectura.

Palabras para el nombre de la obra de Primer Año de Diseño en Puerto Gaviota

Esta es la obra de diseño, realizada por la travesía de este Taller de Primer Año de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la P. Universidad Católica de Valparaiso.

Es curioso pero antes de venir, en Valparaíso, me parecía extraño que después de todos estos años intentando ayudar a fundar el Mar Nuevo de Aysén, estuviésemos destinando una obra de Travesía a un refugio de tsunamis, es decir, para huir del mar. Después de todos los poemas en que el mar era cantado como la maravilla de lo desconocido, después de todos los proyectos y estudios en que intentamos revelarle a Chile que en el mar tiene su destino, ahora estábamos temiéndolo y considerándolo como una amenaza.

Pero creo que Alfred Thiers tiene razón; esta obra no es para huir del mar sino todo lo contrario; es para que las gentes de Puerto Gaviota puedan quedarse y seguir insistiendo en habitar aquí, a pesar de todas las dificultades que les impone el clima, la soledad, la escasez de la pesca y, sobre todo, el olvido de nosotros, el resto de los chilenos.

Un refugio para los maremotos es algo que hoy toda caleta o puerto o poblado del borde costero de Chile debe tener, pero el destino de una obra así es triste, desolado; está aquí anhelando ser usada cuando haya tragedia. Su acto es la espera a que emerja y arrase el gigante del abismo. Es cierto, todas las caletas y puertos y bordes costeros deben tener un refugio de tsunamis, pero nadie quiere que tengan que usarse. Un refugio así es como la muerte: todos la llevamos y va a suceder ineludiblemente, pero esperamos que no se nos aparezca mañana.

Entonces quisiéramos que esta obra, además de cumplir con su fin práctico y específico, además de atender a su obligación determinada, pudiera abrirse en regalo. Es decir, que en ella comparezca algo gratuito, algo nuevo, algo que no está obligado por los requerimientos o la normativa.

Creemos que este lugar, esta obra, pudiera no ser meramente un refugio, porque se entiende un refugio como un cobijo pasajero y breve, pero aquí se pude pernoctar; es decir pasar no sólo un aguacero fuerte, sino pasar la noche. Esta obra no son sólo habitáculos, pues un habitáculo, aunque pequeño, sugiere un habitar técnico restringido.

A esta obra quisiéramos llamarla albergue. Albergue es un lugar donde es posible pernoctar, pasar la noche o un tiempo ya no improvisadamente. Un lugar donde puede acontecer, con toda propiedad, la hospitalidad (y de hecho ya ha sucedido: aquí nosotros hemos recibido la hospitalidad de los habitantes de Puerto Gaviota). Y lo hemos llamado Albergue Limes. Los limes son la frontera, el límite, el sendero entre dos abismos. De aquí viene la palabra linde, deslinde, colindar, colindante. Estamos en la cota oficial que supone estar a resguardo del maremoto, estamos en los limes del gigante del mar, y en el borde de la selva. Aquí colindamos con los abismos de este Aysén del Mar Nuevo.

Este Albergue Limes podría regalar, extender, la hospitalidad de los habitantes de Puerto Gaviota, esa hospitalidad que nosotros hemos recibido cuidadosamente durante estas dos semanas. Pero nosotros ahora nos vamos, y entonces quedará en manos de ustedes, los habitantes de Gaviota, la oportunidad de hacer florecer la hospitalidad de este Albergue Limes.

Y por último, compartimos con ustedes el anhelo de que el maremoto no visite este borde, estas costas, y para lucir este anhelo, además del Albergue Limes, hemos construido esta escultura. Es una obra del escultor y profesor de este taller de primer año de diseño, José Balcells, fallecido el año pasado. Muchas de sus esculturas han sido construidas en travesías de nuestra Escuela y están repartidas por todo este Archipiélago. Incluso hay una en el último extremo, en el fin del mundo, en Cabo de Hornos. Y José hoy estaría contento, porque además hemos venido oyendo la voz poética de su hermano Ignacio; esa voz de la poesía que es la que primeramente nos indica el rumbo y nos envía hasta estos mares.

Esta escultura la hemos llamado Celada de Hondura, para que su venus del vacío, aquella que justo aquí baja a danzar con nosotros, sea el señuelo poético y artístico, que haga picar, con sus encantos, la paz de las profundidades del mar, y que así nuestro Albergue Limes nunca deba usarse contra el gigante del abismo, y en cambio sirva para que florezcan la hospitalidad y las gentes de este Aysén del Mar Nuevo.

Celada de Hondura (Puerto Gaviota).JPG