Teoría de conjuntos arquitectónicos

De Casiopea

¿Cómo y cuándo hay un conjunto arquitectónico?, es esta pregunta la que nos abre una posibilidad y aproximación, para el estudio de los conjuntos arquitectónicos en la ciudad a través de la observación. A lo largo de esta publicación se tratará de demostrar, analizar y dar respuesta a esta interrogante planteada, apoyando-nos en las experiencias observadas, en los distintos sucesos y casos vistos en Valparaíso.

Si Valparaíso fuese un anfiteatro, y el mar su escenario. Las distintas partes del graderío van apareciendo gradualmente en cuanto a la escala de la ciudad. Es decir la cavea superior (periferia de la ciudad) aparece con el leve perfilamiento de los techos, una tímida línea que da cuenta que se habita casi con lo mínimo, en tanto, la cavea media (cota de ascensores) muestra las fachadas a partir de lo contable, es decir se unen elementos para formar un todo, ya en la cavea inferior, se puede apreciar un cambio de escala abrupto, pues la vertical de los edificios hace aparecer los suelos de la ciudad por sus constantes fachadas tensionadas entre si dando cabida a ciertos actos urbanos en su día a día.

Pero, ¿Cómo aparecen estas tres instancias de Valparaíso? Ellas aparecen a través de lo junto entre los diferentes elementos de la ciudad. Entendiendo la palabra elemento en el sentido más amplio de ello, su distanciamiento es medible con una luz jaspeada que rasga los perfiles de cada elemento dando cuenta de su presencia al ojo y así aparece el todo en un lugar.

Es con lo junto, que un elemento de la ciudad dialoga con otros elementos de ella y se articulan entre si, para dar cabida al acto urbano, logrando colocar en valor el co-habitar. Es precisamente allí que se puede llegar a nombrarle como un elemento arquitectónico del lugar, pues es radical en cuanto rasga su espacio, además de hacer conjunto en lo público de la ciudad, con esa tensión entre sus elementos que dan cabida al co-habitar del que hablo.


Nombrando tres casos de la ciudad, que avalan lo dicho anteriormente:

1] Avenida Brasil

2] Cerro Bellavista

3] Subida al Paseo 21 de mayo por calle Carampangue


1] Avenida Brasil

Cornisamento a ras de suelo

Comienza a aparecer la avenida brasil como un doble surco de la ciudad.La pista de velocidad con aquel que se detiene unos segundos para irse, en tanto al centro del surco, el encuentro con el escorzo, hace que el lugar pareciese una cornisa a ras de suelo

En el caso del espacio público, emplazado en la avenida brasil, se podría decir que constituye un largo construido, con las fachadas y su suelo, así aparece un surco habitable de la ciudad. Se habita con el cuerpo detenido, en dos maneras y dos situaciones espaciales diferentes respectivamente.

Esta aquel que espera y se detiene por un par de segundos, a veces minutos para incorporarse al micro, que lo saca de la ciudad para salvar distancias no caminables, esta en lo junto de las palmeras y la berma, un pasillo que bordea la avenida.

Por otro lado esta el que permanece al centro de este surco, que busca restaurar-se para luego entrar al interior de los edificios contiguos, ya sea para estudiar o para laborar, la gente se encuentra, se reúne, algunos comen sentados en el pasto, el ruido de la ciudad hace que el conversar pareciesen arrullos, como si fueran palomas en una cornisa. Es así como este eje de la avenida brasil pasa a ser un cornisamento a ras de suelo, pero aquí no existe cornisa, friso y arquitrabe, sino que esta la palmera, el zócalo en albañilería y la calzada de la avenida.


2] Cerro Bellavista

El Zócalo, incorporarse y reconocerse con la altitud

Asomarse y en el re-mirar se encuentran las personas asi aparece el saludo, la detencion y el hecharse atras (tomar distancia para nivelar el horizonte de la mirada)como para estar en el mismo espacio, se da lo junto en ese re-mirar

Subiendo por la plaza de los sueños hacia el cerro Bellavista a primera vista aparece una distinción del ritmo en que habita el habitante en ciudad con aquel que sube y baja el cerro. Tiene que ver con el sonido, la bocina, como aquella seña de quien sube o baja en automóvil, pareciese que eso lleva el tempo del paso a pie en el cerro. Pero además de esta situación, también esta el encontrarse y reconocer-se en la altitud del cerro. Como que aparece lo junto al momento de ser incorporado con el otro, para ello el horizonte de la mirada tiende a igualarse, pues quien esta abajo toma distancia y al momento de saludar y comenzar a conversar con el de arriba pareciera que iguala su horizonte, por esta condición de altitud es que aparece el zócalo como un elemento articulador de lo abajo con lo arriba, esa condición del encontrarse y reconocerse en lo junto.


3] Cerro Artillería / subida Carampangue

El espacio panóptico como ausencia del revés

pareciese que el vivir en conjunto se da pero no con el vecino que esta a un lado, pues quedan a sus espaldas, es decir el vecino es con mayor distanciamiento, mi detrás como su frente.

En el caso del cerro Artillería, se da algo que tiene que ver con la reversibilidad en algunos espacios públicos y el co-habitar con un distanciamiento que deja al habitante como espectador y a la vez como lo mirado en el lugar.

En la subida al paseo 21 de mayo por la calle Carampangue, aparece una densidad de fachadas, orientadas a mi detrás, es decir su frente es la otra ladera, así queda inmediatamente la sensación de que no tengo un detrás, pues todo es frente a la vez, quedando la subida casi como un escenario (Teatro oficina, Lina Bo Bardi), allí lo junto se da con esa distancia que salva la calle Carampangue, estar expuesto en lo reversible del lugar. Otra cosa similar con quien recorre el paseo 21 de mayo, pues esta en una condición de adentro y afuera a la vez, lo reversible como que casi es en un gesto que da cuenta de ello, un medio giro deja ante ese adentro-afuera, estar en el cerro con lo próximo y afuera con lo basto del horizonte acompañando el inconmensurable mar Pacifico.

Así el espacio pasa a ser aquel elemento que soporta este acto donde el cuerpo queda expuesto y a la vez expectante, en el giro atrapa casi de reojo este espacio, un panóptico que conjunta la ausencia de un revés y deja al habitante mirándose a si mismo.


Luego de ver estos casos me atrevo a concluir que un conjunto arquitectónico en Valparaíso se conforma desde lo junto entre los diferentes elementos que pertenecen a un lugar, entendiendo ‘‘elemento’’ en el amplio sentido de la palabra, y es en esa distancia que aparece un acto urbano de quienes conviven juntos en aquel lugar, allí es cuando se logra colocar en valor esa articulación de los distintos elementos del lugar para conformar y nombrar un elemento arquitectónico que sea radical, pues rasga su espacio y hace conjunto en lo publico de Valparaíso.