Tareas Ciclo1 Observación al desplegar en lo cotidiano Montenegro Li Ann
| Título | Tareas Ciclo1 Observación al desplegar en lo cotidiano Montenegro Li Ann |
|---|---|
| Asignatura | Taller de Observacion Fundamento y Forma |
| Del Curso | Taller de Observacion Fundamento y Forma 2021 |
| Carreras | Diseño, Diseño Gráfico"Diseño Gráfico" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property., Diseño Industrial"Diseño Industrial" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property., Interacción y Servicios"Interacción y Servicios" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property. |
| Nº | 9 |
| Alumno(s) | Li Ann Montenegro |
Observación al desplegar en lo cotidiano
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Observaciones
Lienzo 1
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Mi espacio de estudio, donde tomo las clases y donde estoy la mayoría del tiempo es en el living de la casa, a medida que pasa el día ocurren varias cosas que valen la pena capturar. Al principio quería capturar a mi hermana pequeña quien estaba tranquilamente estudiando, alejada del mundo real y con sus audífonos acompañándola durante esa sesión de estudio, mientras se encontraba cómodamente recostada en la silla. Lamentablemente luego de unos minutos me di cuenta de que se levantó y se fue. A los pocos minutos, en su lugar, se recostó su gatita, en lugar de empezar una hoja nueva, decidí mantener el dibujo y observación de mi hermana. La gata estuvo durmiendo plácidamente un tiempo y luego de un rato despertó tranquilamente para lamerse, sus ojos cerrados dejan ver su evidente estado de relajación y su mirada cansada mezclada con confusión me da a entender que ella no sabe lo que estoy haciendo. En un momento predeterminado se levanta de golpe y se mantiene estática durante unos 15 segundos, se levantó de forma veloz y la seguí para ver que más podía dibujar de ella. Fue a comer a la cocina y luego se devolvió a dormir en la misma silla que antes, sin antes estirarse. Al cabo de un rato volvió a levantarse para saciar su hambre nuevamente, esta vez no la seguí, pero noté una agradable presencia en aquel puesto, era la perrita de la casa. Al principio la criatura no estaba pendiente de lo que hacía, pero aun así en un momento volteó a verme con atención un rato, su presencia era muy amigable y a pesar de haber estado despierta todo el rato, se notaba que descansaba en aquella silla que fue ocupada por varios.
Lienzo 2
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Fuera de mi casa no pasa gente, pues en la calle solo hay carretera la cual la separa un portón, en su lugar Sali al patio delantero, bajo un parrón, en ese espacio puedo observar varias cosas, entre ellas una gran pajarera la cual queda justo enfrente de donde me encuentro. Las ramas de la parra se enredan en los palos que están sobre esta, adornándola. Las plantas que crecen a los pies de esta estructura también la adornan. Desde otro ángulo podemos apreciar mejor otros elementos en esta, como por ejemplo la rama que esta dentro de la jaula, colocada a propósito para que imite a un árbol por dentro de esta. Acercándome desperté al pequeño dueño de aquella gran jaula, confuso y algo asustado de mi presencia, sin saber si salir o no, me ha dado tiempo de capturarlo.
Volviendo a observar la parra con mucha atención observe algunos racimos donde había ramas divertidamente entrelazadas como si se agarraran de las manos. Eran cerca de las 3:30 de la tarde y ya se veían a contraluz, gracias a esto de podía notar la transparencia de las hojas, se veían tan frágiles, pero al mismo tiempo eran hipnotizantes las venas que se formaban en ellas. Las uvas maduras ya se habían estado cayendo de los racimos, los cuales, a causa de esto, se veían pobres e incluso me atrevo a decir que poco apetecibles.
Mirando un poco mas allá, mi mirada se detuvo en un espacio donde podía ver un pilar que sostenía la parra, de ella colgaban dos boyas marinas de viajes pasados a la playa, daba nostalgia verlas, recordando que la pandemia acabó con aquellos momentos temporalmente. Delante de estos elementos se atravesaba imprudentemente una rama de higuera, al costado vemos un par de maseteros que dan un aspecto mas hogareño al lugar, un poco mas al costado hay un par de cajas adornadas para cumplir la misma función.
Lienzo 3
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La ventana de mi pieza da justo al patio de atrás, en este dibujo de dicha ventana, podemos ver el reflejo del cuarto, el cual está iluminado por la ampolleta y, claramente, podemos notar las aspas del ventilador. Esto es gracias al frío y oscuro manto de la noche que se encuentra al otro lado del cristal. A la mañana siguiente hacía un muy buen clima, el sol brillante ya estaba en lo alto y hacía que se formaran sombras en el pasto verde. Un poco más allá, se divisaba la silueta de uno de los caballos del vecino, y a pesar de ser una figura algo lejana se notaba que este animal disfrutaba de aquel cálido baño de sol. El montón de madera y cajones de abejas abandonados obstaculizaban un poco la vista hacia el caballo, llevándose un poco más la atención. Luego de unas horas el caballo ya no estaba, el sol pegaba al otro lado de la casa, la cual hacía una gran sombra que cortaba a la mitad del patio, pasando por encima de un árbol. Ya en la tarde casi a las 7, estaba oscureciendo, el atardecer de este lado de la casa fuera de la ventana era evidente. Todo el pasto, arboles y el campo en general estaban siendo tapados nuevamente por aquel helado manto de oscuridad, pero la cordillera era aquella que agarraba los últimos rayos del sol, aprecia muy cálida, naranja y se veía que brillaba.
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Esta mañana de domingo nos levantamos tarde, así que nos saltamos el desayuno para almorzar, la mesa puesta antes del almuerzo nos muestra un plato de comida listo para servirse, vasos llenos y otros vacíos, hay abrigos en los respaldos de las sillas y en la mesa hay un servilletero de mimbre, el cual provoca varias sombras sobre si mismo. Terminan de comer, dejamos unos minutos para mantener una cálida conversación en familia, mientras tanto yo me partí un membrillo algo deforme y amarillo, la otra mitad de este la he guardado, podemos ver algo de su centro y unos sectores mal cortados. La dulzura de la fruta y el tiempo que estuvo partida dejaba ver sus manchas marrones de oxidación. Recogimos la mesa y doblando el mantel dejamos al descubierto la mesa brillante, la cual dejaba ver el reflejo brillante de la ventana en su resbalosa superficie, mientras capturaba la mesa y el mantel, mi madre lavaba con agua caliente lo último que quedaba sucio. A la hora de la once volvimos a poner la mesa, esta actividad repetitiva se vuelve tan común que hacemos todo casi por inercia, los objetos de losa hacen que la mesa se vea como en armonía y el ambiente familiar hace que estos momentos sean valiosos y agradables. La pieza metálica al centro de la mesa es mi favorita de poner, el tamaño y la forma que tiene la teterita hace que se vea linda. La taza de té caliente ya es costumbre a la hora de tomar once, rodear la taza de cerámica con mi mano es relajante y la mantiene caliente, luego de un rato, el concho frío y con restos de té negro en el fondo de la taza deja en evidencia el cercano final de la hora de tomar once y el final de aquella cálida bebida.
