Tamara Armijo EAD 361201 Tarea 9

De Casiopea



TítuloLa pintura de suelos como potencia en el uso de espacios públicos.
AsignaturaMetodología de la Investigación 2020 S1
CarrerasArquitectura
9
Alumno(s)Tamara Armijo

Lo colorido en pintura de suelo como fomento del uso de espacios públicos peatonales.

Estudio de la intervención pictórica en Paseo Bandera, Santiago de Chile.

Introducción

En los últimos años hemos podido ver el aumento de la tendencia en las grandes ciudades a recuperar el espacio público para los peatones y los transportes no motorizados (bicicletas, skates, etc). Como es sabido, nos encontramos en la era del automóvil, donde el transporte motorizado individual ha aumentado considerablemente, generando grandes congestiones y altas emisiones contaminantes. lo que no puede ser sostenido por el planeta a mediano y largo plazo. Una de las medidas más rápidas y beneficiosas que pueden aplicarse en las ciudades es el replanteamiento del flujo de las calles, fomentando el transporte público y el traslado a pie y/o bicicleta. Esto mediante intervenciones en el suelo que delimitan y potencian su uso, lo que además de pretender disminuir el uso del automóvil, otorga beneficios para la salud del peatón, para el comercio y la reactivación de la vida urbana. En Santiago, en el año 2017, el municipio junto a privados transformó una emblemática calle del centro en el “Paseo Bandera”, un paseo peatonal de 400 metros de largo lleno de colores, vivencias artísticas y mobiliario urbano, revitalizando el uso de una calle que era utilizada principalmente como estacionamiento de automóviles. El proyecto fue pensado para mejorar el desplazamiento, confort y seguridad de quienes transitan por allí, permitiendo la percepción del espacio público por parte de los ciudadanos. [1]

Pregunta de Investigación

¿Como la pintura de suelos puede fomentar el uso de ciclovías y zonas peatonales?

Hipótesis

Las intervenciones atractivas y coloridas de pintura en el suelo fomentan el uso de zonas peatonales, aumentando la recreación y la percepción de seguridad del peatón.

Objetivo General

Identificar los factores, relacionados con la pintura y los colores, que influyen en el uso de una zona peatonal.

Objetivos Específicos

  1. Establecer que el uso de pintura colorida atrae al peatón.
  2. Comparar casos de intervenciones coloridas y no coloridas en zonas peatonales
  3. Explicar cómo influye la pintura en la percepción de seguridad en zonas peatonales

Metodología

Para poder llevar esta investigación cabo, se propone realizar un análisis con respecto al uso peatonal del espacio público en torno en torno al proyecto urbanístico del paseo Bandera, ubicado en Santiago de Chile, tomando en cuenta la comparación con el paseo Ahumada que se encuentra cercano a este y reúne características similares sin embargo no considera la cualidad del color.

Los métodos son:

  1. Encuesta a peatones en general sobre el uso de la calle como peatón.
  2. Encuesta a usuarios del paseo bandera.
  3. Estudio de datos numéricos sobre el impacto del paseo durante sus años de uso.
  4. comparación de casos mencionados.

Desarrollo

Estado del arte

Las ciudades se han vuelto cada vez más grandes y complejas, diversas actividades simultáneas ocurren en toda su extensión, por lo que la comunicación juega un rol primordial en cuanto a la vida urbana. Esta comunicación puede ser tanto espacial (movilidad) como informativa (desde los sentidos), y es albergada principalmente en el espacio público. El espacio público podríamos definirlo como el lugar donde las personas son libres de estar y circular dentro de la ciudad, relacionado instintivamente con las plazas y parques, pero que sin embargo es todo aquel espacio de propiedad pública, esto incluye las calles, que últimamente han sido revaloradas y entendidas como el espacio público por excelencia, presente en todo el territorio de la ciudad. El valor de la calle como espacio público no siempre se ha visto del mismo modo, ya que, durante el último siglo, sus dimensiones y utilidad se han enfocado en la industria automotriz, lo que ha traído diversas consecuencias que hoy pueden ser evaluadas y replanteadas en torno al peatón. Tal como el arquitecto Jan Gehl (2014)[2] afirma en su libro “Actualmente se acepta que el cuidado de la vida urbana y de las personas en el espacio público debe jugar un rol central a la hora de planificar ciudades y áreas urbanas.” (p.14) Las zonas peatonales y ciclovías son la clara imagen contemporánea del espacio público, donde la persona y su movilidad dentro de la ciudad es el eje principal. La movilidad se ha vuelto un tema muy recurrente debido al aumento de las distancias centro-periferia y del ciudadano con los servicios básicos, (un latente problema en el contexto de pandemia actual, donde el transporte público motorizado se ha vuelto una zona de riesgo de contagio y el transporte privado es la opción más segura. Sin embargo, dejando de lado los vehículos particulares, esta ha sido una gran oportunidad para las bicicletas, ya que la emergencia ha incentivado el trazado de ciclovías temporales, muchas con probabilidades de ser definitivas en un futuro próximo.) por lo que en el último tiempo se han ejecutado cambios en cuanto a la distribución de servicios, París propone ser una ciudad de 15 minutos, donde los servicios básicos se encuentren a ese tiempo de distancia caminando, lo que incentiva el tránsito peatonal, la apropiación espacial y la vida urbana, y también cambios en el destino de uso de las calles, brindando más espacio a los peatones, quitándole espacio a los vehículos. Para que estos cambios funcionen en armonía, se requiere tomar en cuenta diferentes variables. Una de ellas, que será la que estudiaremos con mayor profundidad, es la calidad visual. Es acá donde el diseño y la arquitectura toma un rol fundamental para otorgar belleza y riqueza a un espacio. “Un espacio urbano puede estar modelado de modo tal que todos los requerimientos prácticos sean satisfechos, pero una combinación aleatoria e incorrecta entre los detalles, los materiales y los colores es capaz de robarle su armonía visual.”(Gehl, 2014, p.196)[3]

Arte y espacio público

El arte siempre ha jugado un rol importante dentro de la ciudad y el espacio público, aportando belleza y siendo reflejo de la sociedad a lo largo de la historia, desde las esculturas en las épocas antiguas, que entregan mensajes políticos, o históricos con la imagen de personajes importantes, hasta los grafitis, que representan la libre expresión y la divulgación de culturas populares. Carrión (2008)[4] afirma que “el arte público y la ciudad deben ser entendidos como relaciones sociales; lo cual significa que la urbe y el arte, así como la relación que existe entre ellos, tienen una condición histórica.”(p. 95) Así también, en la actualidad el mensaje se ha tornado hacia el contenido mercantil, donde lo publicitario y el comercio ha generado una imagen y una estética de información excesiva y descontrolada, que representa el estrés de la era de la información. Es aquí cuando vuelvo a lo que afirma Gehl sobre lo fundamental que es la armonía visual en la planificación del espacio público de dimensión humana, donde las experiencias visuales debieran representar un atractivo, que puede ser reforzado con la estimulación de todos los sentidos. “El espacio urbano es capaz de funcionar como un enlace, una plataforma donde el arte y las personas pueden encontrarse.” (Gehl, 2014, p.199)[5] Por otra parte, Carrión (2008)[6] afirma que, en la recuperación del espacio público, “No se trata de construir un espacio público para ubicar una obra de arte, ni tampoco de "ubicar" un objeto artístico, sino todo lo contrario, que el arte público construya su continente y al hacerlo produzca espacio público.” (p.96) De lo que podríamos concluir en este punto que, como parte del diseño urbano, el espacio público contempla o debiese contemplar el disfrute público y abierto del arte, en armónica convivencia con la actividad humana.

Color en la ciudad

Dejando de lado los edificios, podríamos decir que la presencia del color en la ciudad es un hecho bastante reciente. Sin embargo, el color siempre ha estado presente, trayendo consigo diversos significados a través de la historia de las ciudades. La variedad de colores ha permitido establecer diferenciaciones, así como un color ha podido unificar una fracción de diversidad. “El color se presenta como un fenómeno aparencial, entre otros, de la diferenciación social (grupos sociales), de la estructura de la sociedad (colonial, capitalista), de los modelos de sociedad en ciernes (modernidad, progreso) o de la construcción de imaginarios.” (Carrión, 2008, p.93)[7] Los materiales son fundamentales en cuanto a la diferenciación histórica ya que las diversas técnicas constructivas han traído a presencia diversos colores por la naturaleza del material empleado, la piedra el color blanquecino, la madera el café, el vidrio el azul. Así como también la ornamentación de los edificios, que ha cambiado junto con el concepto de estética. Esto junto con las normativas que regulan las construcciones (sobre todo del centro) para construir una imagen clara y distintiva de la ciudad ha ido estableciendo muchas veces una homogeneidad en el color, principalmente opaco. A la estética de los edificios se le suma la aparición de la ornamentación, y según Carrión (2008)[8], en las zonas populares, la necesidad social de la ornamentación lleva a incorporar el color como la forma más barata de proyectar símbolos y cultura propia. Esto es muy evidente en las ciudades latinoamericanas, ya que se caracterizan por tener una periferia no planificada, por lo tanto, no regulada, en donde el color se ha podido expresar sin restricciones. Es así como podemos observar ciudades como Valparaíso con casas coloridas sobre sus cerros, donde lo colorido representa la heterogeneidad, la identificación individual, la elección por gusto, entre otros.

Es así como la ciudad se compone de diversos imaginarios, desde la percepción personal o colectiva, según tradiciones y relaciones que vamos interiorizando en nuestra forma de percibir el mundo.

La percepción del color

El por qué sentimos atracción hacia ciertos colores tiene diversas razones relacionadas con nuestras experiencias, gustos y asociaciones que establecemos con los colores. En torno a un color pueden existir infinitas definiciones, esto dependerá de cada persona y el contexto en el que el color es percibido. En cuanto al contexto se pueden establecer valoraciones, el color se percibe diferente si se trata de una comida, una vestimenta o una habitación. “El contexto es el criterio para determinar si un color resulta agradable y correcto o falso y carente de gusto.” (Heller, 2008, p.18). [9] Además, solemos relacionar el color con un sentimiento, y al conocer más sentimientos que colores, identificamos más de un sentimiento con un color, estos sentimientos pueden ser completamente opuestos, y su asociación puede variar según la persona, pero se pueden reconocer ciertas asociaciones típicas que están relacionadas con simbolismo y tradiciones culturales. Según el estudio realizado por Heller (2008)[10] el color preferido por las personas es el color azul, ya que un mayor porcentaje de encuestados lo identificó como tal y además no lo asociaron con ningún sentimiento negativo. Pero el efecto de un color dependerá también de su relación con otros colores, ya que ningún color está completamente aislado, y los colores próximos intervienen en la percepción debido al contraste y la armonía. Es por esto que la selección de colores debe ser estudiada.

Lo colorido

Colorido según el diccionario Larousse es el “1. Aspecto de una cosa según la distribución, intensidad y tonalidad de sus colores 2. Animación, viveza o carácter peculiar de una cosa. Colorido m. Disposición y grado de intensidad de los diversos colores de una pintura. fig. Color (luz y pretexto). Arte de combinar los colores.

Según su definición lo colorido está relacionado con la vitalidad, este concepto forma parte de los objetivos actuales de desarrollo de una ciudad según el libro de Gehl (2014)[11] donde afirma “Lograr un proyecto que contemple desarrollar una ciudad vital, sostenible, sana y segura se ha convertido en un deseo urgente y casi unánime”.(p.26) Por lo que podríamos decir que las intervenciones últimamente realizadas en la ciudad que integran una variedad de colores catalogándose como coloridos se apegan al deseo de la vitalidad. Además, por su descripción de componerse por diversos colores, lo colorido en el espacio público, podría representar aquella heterogeneidad que caracteriza la espontaneidad de la periferia latinoamericana, ‘invadiendo’ lo monótono regulado del centro con la ‘libre expresión’ del color. Lo colorido se ha usado también como imagen de la diversidad sexual, la multiculturalidad, la inclusión en la sociedad y la lucha por sus derechos. Por lo que su presencia en el espacio público podría reflejar el sentimiento de representatividad y la restauración o reforzamiento del derecho de toda persona al espacio público. Sin embargo, a pesar de sus aparentes beneficios, aun no existe información suficiente que permita afirmar que lo colorido fomenta el uso del espacio publico peatonal en mayor medida con respecto a un espacio publico peatonal no colorido.


Referencias bibliográficas

  1. https://www.disenoarquitectura.cl/paseo-bandera-de-estudio-victoria/
  2. Gehl, J. (2014). Ciudades para la gente. http://cataleg.upc.edu/search*cat?/o.b59193359&searchscope=1
  3. Gehl, J. (2014). Ciudades para la gente. http://cataleg.upc.edu/search*cat?/o.b59193359&searchscope=1
  4. Carrión, F. (2008). Centro histórico: la polisemia del espacio público. Centro-h, Revista de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Centros Históricos, 2, 89-96.
  5. Gehl, J. (2014). Ciudades para la gente. http://cataleg.upc.edu/search*cat?/o.b59193359&searchscope=1
  6. Carrión, F. (2008). Centro histórico: la polisemia del espacio público. Centro-h, Revista de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Centros Históricos, 2, 89-96.
  7. Carrión, F. (2008). Centro histórico: la polisemia del espacio público. Centro-h, Revista de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Centros Históricos, 2, 89-96.
  8. Carrión, F. (2008). Centro histórico: la polisemia del espacio público. Centro-h, Revista de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Centros Históricos, 2, 89-96.
  9. Heller, E. (2008). Psicología del color: cómo actúan los colores sobre los sentimientos y la razón. En Barcelona; España. https://significadodeloscolores.com/psicologia-del-color-eva-heller/
  10. Heller, E. (2008). Psicología del color: cómo actúan los colores sobre los sentimientos y la razón. En Barcelona; España. https://significadodeloscolores.com/psicologia-del-color-eva-heller/
  11. Gehl, J. (2014). Ciudades para la gente. http://cataleg.upc.edu/search*cat?/o.b59193359&searchscope=1