T1-Parque Patrimonial Hacienda de Quilpué, San Felipe
Título | Parque Patrimonial Hacienda de Quilpué - San Felipe |
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Tipo de Proyecto | Proyecto de Titulación |
Período | 2020-2020 |
Asignatura | Taller de Titulación de Arquitectura 1 y 2 - 1º Semestre 2020 - Andrés Garcés |
Del Curso | Taller de Titulación de Arquitectura 1 y 2 - 1º Semestre 2020 - Andrés Garcés |
Carreras | Arquitectura |
Alumno(s) | Rodrigo Escobar |
Profesor | Andrés Garcés |
Título 2
Título 1
Presentación Parque Patrimonial Hacienda de Quilpué, San Felipe
El proyecto de título se aborda desde la mirada de valorización patrimonial de los paisajes culturales, entendido a partir del territorio natural y las relaciones culturales que en él coexisten. Dicha valorización conduce a una forma de pensar las ciudades de manera sostenible, conscientes con la propia cultura y el medio ambiente. Aparece entonces, el concepto de parques patrimoniales como alternativa de revalorización y revitalización de paisajes culturales en riesgo, resguardando dicho valor patrimonial a través de su conservación y difusión; contriubuyendo a fortalecer los lazos culturales con el territorio.
Se escoge trabajar en la ciudad de San Felipe, en el sector de la antigua Hacienda de Quilpué, lugar con gran valor histórico y paisajístico, donde se propone la creación de un gran parque patrimonial de difusión histórica y cultural de la provincia.
La ciudad fue fundada en 1740 como parte de la serie de ciudades intermedias fundadas durante el siglo XVIII, a modo de damero clásico, se ubica al interior de la quinta región de Valparaíso, en el fértil Valle del Aconcagua, por lo que ha sido hasta el día de hoy predominantemente rural, basando su economía principalmente en la agricultura.
La hacienda de Quilpué significó una de las haciendas más importantes para el país, principalmente después de su independecia, en que el Puerto de Valparaíso adquiere un mayor auge económico, generándose un estrecho vículo comercial con la hacienda. A fines del siglo XIX, la hacienda fue adquirida por la familia Edwards Ross, exponentes de la aristocracia chilena radicada en Valparaíso. Fue entonces que doña Juana Ross encarga al arquitecto Eduardo Fehrman la construcción del palacio de la hacienda, dentro de un terreno de 7.8 hectáreas, al estilo del Palacio de Versalles. El terremoto de 1985 deja graves consecuencias estructurales para el palacio, motivo para que el municipio, en ese entonces propietario del terreno, ordenara demolerlo. Este fue el fin definitivo del palacio, hoy convertido en ruinas.
Actualmente, el parque pertenece a una pequeña parte de la antigua hacienda, el sector Casas de Quilpué. Su ubicación limita con el estero de Quilpué, borde natural de transición entre el suelo urbano y rural. Acá se ubica la feria mayorista y el terminal de micros con connección a Los Andes, además de empresas agrícolas y talleres, siendo un sector que presta servicios a la ciudad. De esta forma, el lugar constituye un ENTRE, espesor de transición entre entre lo rural y lo urbano, mediante un entorno característicamente patrimonial, cualidades que definen su paisaje cultural.
Hoy en día, el sitio en ruinas aparece para la ciudad como un retiro, propiciando actividades culturales y de ocio tales como ciclismo, cabalgatas, entre otras; sin embargo, es de propiedad privada y presenta un grave estado de abandono, lo que genera una dicotomía entre lo público y lo privado, significando también el mal uso de los espacios, alcoholismo y microtráfico, además de la proliferación de micro basurales, lo que significa un estado generalizado de inseguridad y malestar para los residentes del sector y el deterioro progresivo del entorno patrimonial.
Dentro del plan regulador comunal, el sector se ubica como un área de conservación natural. El plan de desarrollo comunal de la municipalidad ha declarado este lugar como un posible parque urbano, hoy inexistente en la ciudad, el cual se integraría a un plan de mejoramiento y habilitación de nuevas áreas verdes para la ciudad, que plantea también la integración del estero Quilpué. además, dicho plan manifiesta también el poco incentivo cultural existente hoy en la comuna, relacionado a la poca difusión y el mal estado de los recintos culturales administrados por la municipalidad, señalando específicamente dos espacios culturales que requieren de más espacio: El museo de historia y arqueología y la casa de la cultura, espacio destinado a las artes escénicas. Claudio Paredes, director de la SECPLA y Adela cubillos, administradora del museo, concuerdan en esto, por lo que el proyecto se plantea como un parque de propiedad municipal que albergue espacio para ambos recintos.
En cuanto al parque, se estudian casos referenciales cercanos. Lugares que han complementado cultura y patrimonio a partir del espacio público. En el caso de las ruinas, se estudian casos europeos y latinoamericanos que han determinado el criterio de musealización para potenciar el valor propio de la ruina mediante su leve intervención arquitectónica.
La observación permite descubrir las cualidades espaciales de esta condición intermedia, el lugar manifiesta una holgura en apertura hacia lo rural, donde aparece la extensión del territorio. Se concibe la apertura como un gesto territorial, a partir del encuentro entre la Cordillera de la costa y la Cordillera de los Andes que desciende con sus cauces y cerro conformando la extensión del valle, un vacío contenido en apertura vertical. El parque conjuga su espacialidad desde los bordes enmarcados por la verticalidad de los esbeltos árboles, umbrales de traspaso hacia el vacío central, Las ruinas aparecen como un lleno que orienta este vacío desde todos los puntos del parque, condición escénica que articula el interior. Desde aquí se trazan los diferentes ejes en apertura que organizan los antiguos jardines y senderos, orientándose hacia la contemplación de la cordillera de Los Andes.
Desde la valorización patrimonial del paisaje natural, se propone la preservación del parque existente y sus especies, mediante la promoción de su valor ambiental y cuidado sustentable. Para ello, se habilitarían las ruinas de la piscina y espejo de agua como depuradores de agua para la mantención de los jardines, constituyendo también espacios de ocio, junto con ello, se determinan un programa que promueva las actividades comunitarias y educativas ligadas al entorno rural.
El patrimonio arquitectónico e histórico se concibe desde la resignificación de las ruinas y su entorno a modo de museo de sitio, el cual se complementaría a través de un nuevo edificio de difusión de la cultura que cuente con galerías de exposición y talleres artísticos.
A través del estudio geométrico del trazado original y el reconocimiento de los hitos territoriales, se concibe el gesto de apertura a partir del centro definido por las ruinas y se traza un nuevo eje que se abre desde el acceso bordeando el centro, donde aparece el nuevo volumen proyectado.
El ere se integra a esta apertura, construyendo el vuelco hacia el interior que se integra al trazado original. Surge así la forma circundante, geometría intangible que permite un doble contemplar…abierto hacia el exterior, en contemplación del territorio y volcado hacia el interior, en contemplación del parque y las ruinas. El trazado original se recupera y se complementa con nuevos recorridos circundantes, articulando los diferentes espacios del parque, de esta forma aparece el nuevo volumen proyectado que integra una doble altura al recorrido, mediante una pasarela abalconada circundante que resalta el acto de pasear en doble contemplación.
En cuanto a las ruinas, a través de el criterio de musealización, se propone crear una envolvente translúcida que simule el volumen perdido del palacio resaltando los atributos espaciales propios de la ruina, tales como su condición lumínica y doble altura, a la vez que se alude a la memoria del antiguo palacio, acto de contemplación volcada al interior del museo, contemplación de la historia y la memoria.