Sofía Le-Fort: Ciclo 1 Primer Semestre 2018
Título | BORDE COSTERO: UN ENTRE INTIMO ABIERTO A LA ORILLA |
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Tipo de Proyecto | Proyecto de Taller |
Palabras Clave | ciclo 1 |
Asignatura | Taller del Acto y el Vacío: Habitabilidad y riesgos en el borde costero, |
Del Curso | Taller del Acto y el Vacío: Habitabilidad y Riesgos en el Borde Costero 1° Semestre 2018, |
Carreras | Arquitectura |
Alumno(s) | Sofía Le-Fort |
Profesor | Felipe Igualt |
BORDE COSTERO: UN ENTRE INTIMO ABIERTO A LA ORILLA
VENTANA URBANA CONTENIDA EN UN HORIZONTE INTIMO
La espacialidad del borde está contenida en un entre (lo urbano continental y lo marino). Estos dos campos espaciales contrastantes (lo habitable y lo no habitable -mar-), dan cabida a éste entre donde ellos se enfrentan y construyen una intimidad. Esta intimidad en el enfrentamiento es resultante del vacío entre el borde y el horizonte: el borde toma la forma de una ventana urbana orientada, se abre al vacío de la extensión. No existe una interrupción de la vista, el borde se enfrenta a la lejanía. El borde lo mide la pendiente. Este entre llega hasta donde el territorio interactúa directamente con la extensión del horizonte, la ventana urbana orientada a lo abierto. La ventana alude a un interior que se abre al exterior, y en el caso del borde costero la pendiente produce un respaldo de la ciudad, se apoya en ella y se abre desde el frente hacia lo abierto del horizonte marino. Este respaldo es contiguo a la orilla, toma su forma y orienta este enfrentamiento a lo abierto según este borde natural. El borde costero es un momento único entre el continente y el mar donde estos se relacionan directamente y se produce lo propio de esta condición. Da lugar a un espacio de intercambio intercontinental (transporte marítimo y el puerto) a las caletas, la pesca, el mirador, el paseo dirigido/ mecanizado en el largo de la orilla, y la interacción directa con la fauna y flora particular marina. ]]
POLÍGONO DE RELACIONES
ACTO: ENFRENTARSE INTIMO COBIJADO EN EL RESPALDO URBANO
La espacialidad del borde conlleva a un habitar condicionado por este. El borde como un entre en enfrentamiento intimo, orientado a lo abierto con la forma de la orilla y contenido en el respaldo de la pendiente. La intimidad la condiciona la vista. La transparencia del paisaje muestra la línea el fin del alcance del ojo, lo que está más distante atrapado por la vista. Se produce una intimidad aislada de lo urbano, en una disociación con el atrás y el cobijo de un paisaje envolvente en su magnitud y transparencia. Enfrentarse implica una orientación y un frente, el cuerpo en este entre urbano y marino se dispone hacia la extensión. El cuerpo se dispone entonces imitando la forma de la orilla, la línea donde se aplía mas la vista y se accede a lo abierto en su mejor posición. El borde tiene la virtud única de dar con la intimidad en lo abierto, estando contenido por un atrás, el respaldo de lo urbano. Este respaldo alude a la pendiente o la verticalidad de lo urbano construido a espaldas. Existe entonces un atrás-adelante, donde el atrás contiene como un respaldo corporal, un apoyo habitable en oposición la inmensidad y a la vez vacío del horizonte envolvente.
LUZ Y CURSO DEL ESPACIO