Sofía Emilia Améstica Carmona - Módulo 3
Título | Sofía Emilia Améstica Carmona - Módulo 3 |
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Asignatura | Taller Del Habitar |
Del Curso | Taller del Habitar 2024 |
Carreras | Diseño |
Nº | 04 |
Alumno(s) | Sofía Améstica |
Umbral Expandido
Un lugar de transformaciones sutiles, donde el espacio parece detenerse y al mismo tiempo continuar,
como si cada línea, cada superficie, estuviera destinada a dialogar con algo más allá de sus límites
inmediatos. Este umbral no es una frontera rígida; es un estado intermedio, un punto de contacto
entre el interior y el exterior, entre lo contenido y lo liberado.
La estructura se revela como un gesto en movimiento, en el que cada elemento busca una relación
con su entorno. Las rotaciones no solo reorganizan las formas, sino que establecen ritmos, pausas
y direcciones. La sombra proyectada bajo el techo marca un compás cambiante, donde la luz traza
geometrías que se superponen al terreno. Todo en este espacio habla de un habitar en expansión, de
un flujo que nunca se interrumpe del todo, sino que reconfigura continuamente las maneras en que el
cuerpo y la mirada se relacionan con el entorno.
El módulo se construye desde una unidad mínima que, al replicarse, genera un sistema que parece
contener su propia lógica interna. Pero esta lógica, lejos de ser cerrada, se abre a desviaciones, a
pequeños gestos de transgresión que enriquecen el orden inicial. La malla del techo, con su patrón
fragmentado, no solo da sombra: también introduce variaciones que transforman la percepción del
espacio bajo ella. Las alturas variables, los cortes angulares, los encuentros entre planos generan
paisajes que invitan a la exploración.
El habitar aquí es una experiencia en constante evolución. Cada fragmento, cada desplazamiento,
crea una nueva relación con el entorno. Los vacíos, las aperturas, los juegos de luz y sombra dibujan
un diálogo continuo entre lo fijo y lo efímero. Este espacio se comporta como un organismo que
responde, que respira junto al paisaje, adaptándose a los cambios y creando nuevas posibilidades para
el encuentro.
En este umbral, el tiempo se dilata. Los movimientos del cuerpo resuenan con las líneas del espacio,
las pausas estructurales guían la mirada y el silencio se convierte en parte de la composición. Habitar
este lugar es entrar en una dinámica de transición perpetua, donde las distancias se replantean y las
conexiones se tejen entre el interior y el exterior, entre el cuerpo y el paisaje, entre la materia y el vacío.
Un espacio que, al expandirse, expande también las formas de habitarlo.
Ciclo 1
Envolvencia Gradual
En los espacios públicos, se entrelazan reposo y movimiento. Los cuerpos detenidos encuentran acomodo en posturas diversas: recostados, con piernas cruzadas o extendidas, buscando una tregua en las superficies. En contraste, el flujo humano dibuja trayectorias fluidas y ajustadas, pasos que se apresuran o se deslizan con pausa, moldeando el entorno al ritmo de encuentros y obstáculos. Las variaciones de altura y el modulo fragmentan el espacio en paisajes habitables. Bancos elevados y plataformas bajas revelan territorios para la observación, la conversación o el descanso prolongado. Este tejido de movimientos y pausas refleja una danza adaptativa, donde el entorno acoge y las personas reconfiguran, creando un equilibrio dinámico entre lo fijo y lo transitorio.
Ciclo 2
Equilibrio Fragmentado
Este muro divisor se compone de unidades discretas, cada una representando un 20% del conjunto total. Estas unidades, cuidadosamente calculadas, alternan fragmentos sólidos y vacíos que articulan un equilibrio entre lo visible y lo velado. Su configuración no solo organiza la mirada, sino que también permite una expansión gradual del muro, adaptándose al entorno como un organismo que respira.
La variación controlada introduce un ritmo pausado entre repetición y singularidad, donde cada unidad mantiene su autonomía mientras se integra al entramado colectivo. Este diseño logra que el muro no solo module la luz y las sombras, sino que también se transforme dinámicamente, oscilando entre densidad y apertura. Así, la estructura sugiere encuentros y resguardos en un flujo continuo, redefiniendo el espacio sin cerrarlo por completo.
Imagen 1: Modulo cerrado
Imagen 2: Despliegue del modulo hacia la derecha
Imagen 3: Despliegue del modulo hacia la izquierda
Grilla :
Desde la forma en elevación del módulo que entrega sitios se genera un despliegue como una clave rítmica que organiza el espacio en una grilla bidimensional. Cada alteración sutil, como una rotación o el desplazamiento de líneas, busca trazar un patrón simétrico, una estructura latente que anticipa su traducción al volumen tridimensional.
Travesía Quilque
El Muelle del silencio
Desface Rítmico En La Apertura Direccionada
El módulo se despliega como una pausa en el recorrido, un punto de transición donde el ritmo de los desfaces estructurales guía tanto la mirada como el cuerpo hacia una apertura panorámica que rompe la linealidad del trayecto. Cada desplazamiento a lo largo de sus planos revela un horizonte fragmentado que, al final, converge en un espacio de reposo que parece contener el tiempo.
La estructura equilibra movimiento y quietud, invitando a habitar el instante sin imponer barreras. Los planos, dispuestos con precisión, crean un juego rítmico que lleva hacia una pausa direccionada, donde el cuerpo encuentra apoyo y el horizonte ofrece un respiro visual. Este diseño convierte el descanso en un acto intencionado, sincronizando la contemplación con los flujos de luz, sombra y paisaje. Más que un lugar de refugio, el módulo construye una experiencia, estableciendo una relación fluida entre el cuerpo, el paisaje, el tiempo y el silencio. Cada elemento, desde el vacío hasta la estructura, se suma a una narrativa espacial que sugiere un diálogo constante entre lo que se observa y se habita.
Encaje
Este encaje utiliza una ranura longitudinal en el bloque principal para insertar elementos planos en ángulo, generando mayor estabilidad y soporte. Las piezas diagonales actúan como refuerzos estructurales, distribuyendo las cargas y aumentando los puntos de apoyo, esenciales para el respaldo del módulo.
Bitácora Travesía
Construcción de la Bitácora
Contenido de la Bitácora
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Ciclo 3
La propuesta explora un módulo dinámico que se organiza en torno a la idea de transición espacial y fragmentación diferida. En su estado cerrado, funciona como un límite contenido, generando una percepción de refugio y privacidad bajo la sombra del techo. Al abrirse, despliega una geometría que invita al flujo y la conexión, revelando una expansión hacia el entorno inmediato. Este movimiento progresivo transforma no solo el espacio físico, sino también la manera en que se habita.
La transición entre los estados cerrado y abierto ocurre mediante una rotación precisa de las piezas, que se reorganizan en torno a ejes discretos, modulando las alturas y generando una nueva espacialidad. Este gesto articulado se basa en la repetición de una unidad discreta: un triángulo que actúa como elemento base y se replica en el patrón del techo, proporcionando sombra y continuidad visual, así como en los planos que conforman el módulo.
Esta lógica se enriquece con una trasgresión intencionada en la repetición, rompiendo la simetría y creando una organización rítmica. Las alturas variables y la fragmentación diferida enfatizan la capacidad del módulo para evolucionar y adaptarse, desafiando la rigidez de la simetría absoluta. En conjunto, la estructura articula movimiento, luz y sombras, ofreciendo una experiencia de habitar en constante transformación.
Rotación del modulo
Bitácora Taller
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