Simón Otárola Neira-Importancia del teatro como representación de la condición humana llevada a lo extraordinario.

De Casiopea



TítuloEnsayo
AsignaturaTaller del Programa y Forma de la Edificación
Del CursoTaller del Programa y Forma de la Edificación 1º Semestre 2020
CarrerasArquitectura
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Alumno(s)Simón Pablo Otárola Neira

Importancia del teatro como representación de la condición humana llevada a lo extraordinario.


El teatro desde sus orígenes fue adquiriendo un rol muy importante en la sociedad trayendo consigo una nueva forma para que el ser humano se manifieste tal cual es, lo que hasta el día de hoy perdura de diferentes maneras, conllevando una importancia trascendental en el tiempo, la cual deja de manifiesto la particularidad de este tipo de arte que permite al habitante salir de lo común y llevarlo a lo extraordinario.

Elaboración propia.-El encuentro con el exterior desde el interior requiere un tiempo extraordinario, puesto que el habitante se debe disponer previamente a ello, permitiendo esa conexión con lo que esta afuera.


De por si el ser humano como tal es un ser pensante, lo que nos hace reflexivos ante nuestro propio ser, razón por la cual se trae a presencia la condición humana, la cual conlleva ese continuo cuestionamiento hacia nosotros mismos, como el quienes somos o para que estamos acá, preguntas muy difíciles de responder y que se hacen aun mas complicadas porque cada vez nos las hacemos menos, viéndose superada muchas veces esta capacidad del ser humano de ser reflexivo por lo cotidiano que nos rodea y genera un ensimismamiento del ser. Llevándonos a lo rutinario que realizamos día a día, a aquellas circunstancias que nos llevan a lo ordinario de la vida sin salirse de ese marco, instancias en las cuales nuestro ser interno se ve limitado al momento de pensar, puesto que nos vamos a lo mecánico sin cuestionarnos nuestro propio ser, mas aun en los tiempos que vivimos, donde la vida se ha vuelto cada vez más monótona y ya ni siquiera nos damos un tiempo de descanso para desconectarnos de lo que nos mantiene ocupados.

Elaboración propia.-El juego genera un encuentro entre personas, permite un habitar en común que da paso a un extraordinario dentro de lo cotidiano, hay una disposición a él, la cual da paso a la envolvente lúdica que se genera y que permite distanciarse de la rutina.

El hecho de que lo cotidiano irrumpa con nuestra esencia del propio ser pensante genera la necesidad de escapar de ello para encontrarnos con nosotros mismos o con lo que nos rodea, puesto que una vida plena conlleva vida, trabajo y estudio. Por tanto se hace indispensable un tiempo de descanso o desconexión, haciéndose necesario salirse de la plena realidad, tomarse un tiempo dentro del ajetreo de la rutina y así poder distanciarse de ella aunque sea por unos minutos. Por ende el salirse de la rutina requiere una disposición previa, un tiempo extraordinario que nos permita encontrarnos con nuestro ser reflexivo requiriendo que tomemos distancia de nuestra realidad contextual y así poder mantener un equilibrio en nuestro habitar.

Elaboración propia.-El contemplar un cuadro genera un proceso reflexivo que da paso a la interpretación y contextualización visual de este, llevando al ser a habitar esa realidad resaltada por la obra.

Dentro de esta salida de lo rutinario es donde las artes toman un rol fundamental al momento de salir de este cotidiano, puesto que en ellas se puede ver representado al ser desde su mas pura esencia, estas aparecen como una solución a esa escapada a lo extraordinario, nos permiten representar la esencia humana como un espejo de la realidad exaltada, nos dan la posibilidad de expresar ideas, emociones del interior que se pueden ver plasmadas en un algo que es posible mostrar al resto, mostrando nuestra propia existencia, nuestra vida, lo que hacemos y lo que produce en nosotros cada acontecer, reflejando la mas pura condición del ser humano. Es aquí donde aparece una en particular que es capaz de reflejar y representar la mayor parte de las artes existentes, la cual es el teatro, del cual me referí en el comienzo, la representación escénica del ser la cual da libertad y versatilidad a la representación de nuestro propio existir.

Este último aparece como el lugar para contemplar al hombre, donde se le permite a este mostrarse tal como fue, como es y como podría llegar a ser, aparece la condición humana en su esencia mas pura, sin limites, transformándose en una representación que puede ser mostrada al otro, generando en el una respuesta, una sensación u estimulo en su interior dando paso al cuestionamiento del ser, trayendo a presencia la virtud reflexiva del hombre tan propia de nuestra condición humana.

El teatro desde sus comienzos dio paso a ese vinculo con lo extraordinario, con lo desconocido que nos permite distanciarnos de lo cotidiano, este construye el espacio propicio para llegar a ese extraordinario que da paso al espectador a generar un vinculo que le permita irse a lo desconocido, siendo suelo y apoyo para dicho acto. Pasando por un largo camino evolutivo que hoy persiste de diferentes formas en la urbe, pero que aun mantienen rastros de sus inicios. Transformaciones que demarcaron la importancia del teatro dentro de la ciudad y que provocaron que este fuera formando parte de ella tanto en lo cultural como en lo urbanístico, haciendo que su practica fuera mutando según iba avanzando esta particular forma de hacer arte, pero manteniendo esa característica del poder representar al hombre desde su mas puro ser interior y poder hacer que aparezca esa virtud mayor del ser pensante y reflexivo.

Elaboración propia.-La mesa se dispone para el acto, cada utensilio permite su realización y existe una preparación previa para ello, como si de elementos escenográficos se tratase para construir el acto escénico.

Pero, para que dicho acto pueda ser realizado se necesita de algo fundamental, que es el generar un espacio que permita dar cabida a este. El espacio cumple un rol fundamental al momento de disponerse al extraordinario, en el se debe generar el ambiente propicio para ello, los componentes escénicos y los elementos en los que el acto se lleva a cabo deben dar acogimiento al ser, como una puerta que invite al espectador a encontrarse con lo extraordinario, se debe construir un tiempo y espacio que ayuden a que el acto se realice de la mejor forma posible para así permitir llegar a ese extraordinario del que tanto he hablado, dando paso al encuentro con nuestra condición humana entre esta doble funcionalidad que nos rodea de lo cotidiano y lo desconocido. Cosas de las cuales nos podemos dar cuanta incluso aunque no estemos en un teatro como tal, sino que por ejemplo en la misma ciudad o en nuestros hogares, donde uno se puede percatar de pequeños detalles que se asemejan mucho a lo que en un edificio teatral podemos encontrar, como por ejemplo al festejar un cumpleaños o en una reunión familiar, donde se genera un ambiente, se ornamenta el espacio para la celebración dando cabida al acto y haciendo notorio el cambio de escenografía de lo cotidiano a lo excepcional, también otro ejemplo puede ser un acto de malabares en una calle, donde si bien no se dispone de un espacio físico acondicionado para ello, se puede generar una atmósfera invisible dada por el mismo ser que lo realiza, el cual construye el acto escénico con tan solo su presencia y unos cuantos elementos escénicos irrumpiendo en lo cotidiano y movedizo de la urbe dando paso al distanciamiento de esa monotonía, permitiendo la conexión con el acto escénico llegando a lo desconocido.


En conclusión, el teatro llego a dar paso al comprendimiento del propio ser, a una invitación al reencuentro con nuestro yo y con el otro, generando esa sensibilidad propia de nuestra condición reflexiva, rompiendo con lo que ensimisma el habitar y nos mantiene encerrados en nosotros mismos, dando cabida a la comprensión y al encuentro con nuestro entorno en medio de esta sociedad que habita el multi-espacio de la urbe, demarcando la importancia de este como una puerta que da paso a lo desconocido, manteniéndose en el tiempo de diferentes formas siendo eco de su origen y repercutiendo en el habitar de las personas permitiendo a estas poder comprender al otro, entendiendo el teatro como una manera de ser otro y que nos da la posibilidad de comprendernos a nosotros mismos en medio de un escenario propicio para ello, ya sea material o inmaterial.


Referencias:

GARCÉS, A. (2019). La Ciudad Teatro. El Lugar De La Escena Y Otros Lugares. PUCV.