Segunda revolución industrial, la nueva manera de ver el mundo y hacer arte - Carolina Maldonado

De Casiopea



TítuloEnsayo 1-2ºS 2022
AsignaturaPresentación de las Vanguardias a la Contemporaneidad
Del CursoPresentación de las Vanguardias a la Contemporaneidad 2022 - Andrés Garcés
CarrerasArquitectura
1
Alumno(s)Carolina Maldoando Weber

Segunda revolución industrial, la nueva manera de ver el mundo y hacer arte

Hipotesis

El arte en el contexto de la segunda revolución industrial (1870-1914) busca un quiebre de su pasado burgués, concentrado en la representación de la belleza y la naturaleza, para convertirse en una expresión rebelde que contrasta el rechazo a la industrialización masiva (y todos los procesos sociales que de ella nacieron) con la exploración de nuevas tecnologías que abrirían paso al futuro.

Introducción

Dibujo de la segunda revolución industrial (fuente:https://historiando.org/segunda-revolucion-industrial/)

En este ensayo hablaremos sobre el hecho que generó un quiebre en el arte, de un pasado burgués, concentrado en representar la belleza y la naturaleza a una expresión rebelde que contrasta el rechazo a la industrialización masiva con la exploración de nuevas tecnologías que abrirían paso al futuro, este proceso corresponde a la segunda revolución industrial, enmarcada entre momentos políticos de gran relevancia histórica como la constitución de la tercera República Francesa y la Primera Guerra Mundial. Los nuevos artistas no solo se inspiraron en los procesos sociales que nacieron de la industrialización, sino que también los empujaron como queda en claro por el mismo término, del francés “avant-garde”, se hace referencia a un termino militar que indica la primera línea de exploración y combate. De esta manera, por medio de obras que realzan lo grotesco, la crítica social, la sátira y la libertad; estos soldados cruzarían los límites de lo que normaba al arte para dar espacio al comienzo de las corrientes artísticas que cambiaron la forma de ver el mundo, las vanguardias.

Contexto Historico

Para ver sus efectos en la creación de las vanguardias, debemos primero comprender en que la segunda revolución industrial corresponde a un periodo de la historia entre los años 1870 y 1914 en donde el mundo atravesó por la segunda corriente de innovaciones tecnológicas que sustituyeron masivamente la habilidad humana en un muy corto tiempo, es decir, un proceso de industrialización masiva que sustituye lo artesanal por lo mecanizado, principalmente por la incorporación del acero, carbón y petróleo (como fuentes de energía), la electricidad y la química a las fábricas. Paralelo a ella, y posiblemente consecuencia, el mundo atravesó la “primera globalización” por aumentos en el comercio internacional, movimientos de capitales y migraciones masivas, generando así a nivel global un cambio en la percepción del tiempo, todo pasa a ser mucho más rápido y monótono; con este breve marco histórico podemos comenzar a discutir sobre los efectos en el arte que está revolución tendría.

Desarrollo

Estación de trenes de Saint-lazaire, Monet. Fuente:https://www.wikiwand.com/es/La_estaci%C3%B3n_Saint-Lazare_(Monet)

Producto de la revolución industrial, salieron a la luz fallas evidentes del sistema socioeconómico liberal, donde el crecimiento exponencial empresarial se contrastaba crudamente con las condiciones de vida y trabajo del obrero; que, en vez de mejorar, fueron acrecentándose hasta exponer las fallas del principio de un sistema enfocado en la producción y el beneficio del mercado, que dejaba de lado el valor individual para convertir al hombre en un eslabón más en una cadena de producción al más puro estilo de Henry Ford. En suma, la forma de trabajo, el estado ambiental y la pobreza de las clases trabajadoras comenzaron a inspirar un movimiento obrero que buscaba despertar con su descontento un rol proteccionista en el estado.

Uno de los avances tecnológicos derivados de la segunda revolución industrial más relevantes, a la hora de hablar sobre arte, es la fotografía, el uso de la pintura como un simple medio de representación fidedigna y exacta de un momento ya no tenía mucho sentido, pues si el fin es retratar sin errores, lo más sencillo sería apretar un botón, este instrumento de cierta manera empujó al artista a llevar sus obras más allá buscando la esencia de los objetos y el ingenio en la construcción de una obra. No está de más decir que hay vanguardias como el futurismo que se basarían en los productos de las maquinarias fruto de esta época, borrando imaginando con arte los antiguos límites de lo que se puede lograr con las nuevas tecnologías. Además de la tecnología, la ciencia también se introdujo en el arte, un ejemplo claro de pintura que buscaba construcción científica fue el puntillismo, que usa puntos pequeños de colores que varían en tamaño y distancia para jugar con tonalidades y crear una panorámica cromática de armonía y emoción, generalmente que forman paisajes complejos.

Es, en este contexto, donde comenzamos a ver obras que se desprenden de las técnicas imperantes de la época pues el alma de los artistas acogería el llamado de la rebeldía para plasmar su descontento con el pragmatismo y materialismo de la sociedad burguesa de su época.

En paralelo a este periodo y a los avances tecnológicos ya se comienzan a ver distintas formas de hacer arte, formas que van poco a poco dejando atrás el arte para la burguesía, y van cada vez mas hacia un arte en búsqueda de lo propio y lo original, es como así, que los artistas comienzan a tomar una oposición rebelde al sistema de ese entonces, queriendo contrastar este sistema de industrialización en donde todo era igual, para así demostrar que el humano era mucho más que solo una maquina. Un ejemplo claro de esto es el simbolismo, movimiento en el que la búsqueda del interior y la verdad se manifestaba usando imágenes y objetos propios de los sueños para expresar su propia realidad, con un foco especial en la espiritualidad. El psicoanálisis de Freud (1896), es otro de los productos de la revolución industrial que dejó su marca en el arte, convirtiéndose en una herramienta que permitía al artista explorar su obra para exponer su carga genética, social, cultural e histórica para permitir plantear relaciones asociativas. El mismo Freud planteó que “el arte es una forma de sublimar o convertir las pasiones humanas”, pues en cierta parte son como los sueños, parte realidad y parte fantasía, como claramente podemos ver en el simbolismo, donde los productos de los sueños (cosas irreales) se usan para la expresión de la realidad que quiere mostrar el artista.

Por otra parte, corrientes como el impresionismo querían romper con el academicismo oficial que rechazaba sus obras, donde los artistas buscaban plasmar, por medio del instante de la luz, la identidad del momento que representaban yendo más allá de las formas y estructuras que lo formaban; aunque muchos no clasifican estos movimientos dentro de las vanguardias, la separación entre el mundo intelectual y el artístico fue un precursor de libertad imposible de negar.

Otro de los hechos que influyó en el cambio de las corrientes artísticas fue el crecimiento urbano, la vida en las grandes capitales europeas (principalmente París, para lo que al arte concierne) se volvió de cierta manera más fácil pues el estado comenzó a financiar servicios públicos abocados a mejorar las comunicaciones, transporte, cultura, higiene y educación. Con cierta parte de la vida resuelta el hombre promedio tiene más acceso y tiempo para dedicarle a la expresión y construcción de su libre pensamiento, y a la reflexión de su propia realidad. En la era del post-impresionismo podemos ver a artistas como Van Gogh retratando versiones de sus vivencias con trazados firmes derivados del impresionismo.

Conclusión

En conclusión, después de 1870 la humanidad sufrió cambios que arrasaron con la mentalidad y la forma de vida occidental previa, que son innegablemente consecuencias de todos los fenómenos que arrastró la segunda revolución industrial. De esta manera, un paradigma nuevo que forjara su identidad en el arte era la respuesta más natural a la efervescencia de las nuevas sociedades, en sí, este cambio permite, a quien se a atreve a tomarlo, explorar en libertad y seguir creciendo de la mano de la rebeldía artística para abrir mundos nuevos.