Rodrigo Contreras Ciclo 1- Primer semestre 2018

De Casiopea


TítuloRodrigo Contreras Ciclo 1- Primer semestre 2018
Tipo de ProyectoProyecto de Taller
Palabras Claveciclo 1
AsignaturaTaller del Acto y el Vacío: Habitabilidad y riesgos en el borde costero,
Del CursoTaller del Acto y el Vacío: Habitabilidad y Riesgos en el Borde Costero 1° Semestre 2018,
CarrerasArquitectura
Alumno(s)Rodrigo Contreras Z
ProfesorFelipe Igualt, Tomás Valladares


Ciclo 1

Borde Costero

Instancia espacial holgada abierta hacia la extensión contemplativa

Espacialmente el borde se compone de 3 elementos ordenados cuya dimensión es variable y poseen su propia forma de habitar, que son acotados desde la dimensión de la ciudad a la espacialidad del mar, los cuales son Transición o paseo, Bordeante, y Orilla respectivamente, estos elementos se encuentran en cada instancia de borde en mayor o menor medida con respecto unos de otros. (Fig.1)

Figura 1


El primer elemento es la “Transición o paseo”, la cual es la extensión horizontal que viene luego de la máxima vertical de la ciudad y que marca el inicio del transitar direccionado hacia la amplitud, actuando como una forma de prolongar el pasear de manera holgada y continua que permite al cuerpo variar su ritmo en un vacío que antecede a la amplitud. (Fig. 2)

Figura 2


El segundo es la “Bordeante”, que es la máxima vertical, ya sea por sobre o debajo del nivel de suelo, que contiene al cuerpo y lo distancia de la dimensión del mar, que puede ser por ejemplo, una baranda o un risco. En definitiva, es un punto en el trayecto que actúa como detención del cuerpo y que permite el contemplar orientado a la extensión. (Fig. 3)

Figura 3


El tercer elemento es la “Orilla”, una extensión en pendiente que permite el contacto directo con el mar y el entrar del cuerpo en el mismo, un lugar el cual permite y condiciona el permanecer y recorrer de la extensión direccionada al mar, siendo esto tanto dinámico como de reposo. (Fig. 4)

Figura 4


El conjunto de estos elementos trae a presencia la dimensión del borde como un único espacio, en otras palabras el borde puede ser nombrado por la unión de las características tanto individuales como generales de sus partes, de esta forma el borde debería ser considerado como un espacio extendido hacia la amplitud que permite al cuerpo un transitar holgado de ritmo variable orientado a la extensión en contemplación y reposo.


Observación

Croquis Conducentes


Polígono

Rodrigo contreras ciclo01 igualt 2018 poligono.jpg


Acto

Recorrer distendido en contemplación hacia la amplitud bajo luz cenital homogénea

De forma similar a la definición de borde, el acto del borde puede ser nombrado como resultado de la suma de los actos que en él ocurren.

Como es el acto propio del “paseo”, un transitar orientado hacia la amplitud, pues en este espacio se aprecia como el ritmo de los pasos resulta variable, y que mientras más se acerca la persona a la bordeante, más relajado y/o aletargado se vuelve el ritmo. Lo que denota una intencionalidad de continuar el camino, con una tendencia hacia el vacío. (Fig. 5)

Figura 5


La bordeante por su parte está marcada por un estar o detener contemplativo, es decir, que en este espacio el cuerpo se va frenando, una detención que se articula desde antes de llegar, y que prepara al cuerpo para que se acomode y guíe su mirada hacia la amplitud por un tiempo que resulta relativamente breve. (Fig. 6)

Figura 6


Por otra parte la orilla tiene una naturaleza que va más ligada a un permanecer holgado, tomando este permanecer más como un asentamiento, una dimensión de temporalidad más prolongada, ya que en este espacio el cuerpo tiende a una horizontalidad, inclinarse y por consiguiente recostarse por el cobijo del vacío y la amplitud entre un cuerpo y otro. (Fig. 7)

Figura 7


Todos estos actos son contenidos bajo una misma luz, una luz cenital que cubre de manera casi homogénea la totalidad del vacío expuesto del borde. En conjunto estos actos crean una actividad la cual es “ir, detenerse, quedarse y reanudar el trayecto”, en otras palabras, un recorrer sin un tiempo o una distancia definidas, que tiende a focalizar la vista en la amplitud bajo una luz homogénea a lo largo del trayecto. (Fig. 8)

Figura 8


Curso Del Espacio