Revolución en scherzo: el vínculo de la arquitectura de la pre vanguardia con la revolución musical del siglo XIX - Catalina Paz Álvarez Schilling

De Casiopea



TítuloEnsayo 1-2ºS 2021
AsignaturaPresentación de las Vanguardias a la Contemporaneidad
Del CursoPresentación de las Vanguardias a la Contemporaneidad 2021 - Andrés Garcés
CarrerasArquitectura
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Alumno(s)Catalina Paz Álvarez Schilling

Revolución en scherzo: el vínculo de la arquitectura de la pre vanguardia con la revolución musical del siglo XIX

Abstract

A fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX –específicamente tras las Revolución Francesa– la sociedad comenzó a experimentar diversos cambios en los distintos ámbitos de la vida, se inició un periodo demarcado por la ruptura de los esquemas clásicos preconcebidos. Uno de los ámbitos afectados con mayor prontitud fue el de la música, debido a que los compositores fueron capaces de demostrar sus capacidades de creación dejando atrás las obligaciones compositivas del esquema clásico para hacer aparecer nuevos géneros musicales a partir de la estructuración de las formas clásicas. La época de las vanguardias musicales está definida por la ruptura de los esquemas clásicos formales en todo ámbito y es por ello que la pregunta que surge en el ámbito de la composición musical es cómo se transforma la armonía y se crea la revolución musical tras el romanticismo. La primera vanguardia fue romper el esquema clásico formal; el romanticismo musical comienza con la madurez de Beethoven y es él quien rompe por primera vez los paradigmas establecidos con respecto a las sinfonías de cuatro movimientos creando la Sinfonía n°6 en fa mayor, op. 68 –mejor conocida como “Sinfonía Pastoral”– en la cual se cambia de cuatro a seis movimientos y el tercero pasa de ser un minué a un scherzo. La otra pregunta que surge es cómo el romanticismo tardío musical (1850-1890) influye sobre la arquitectura, es decir, cómo a través de la música creamos vínculos con el oficio de la arquitectura a fines del siglo XIX y cuál fue la antesala de esta transformación. La obra de Richard Wagner en conjunto con el arquitecto Otto Brueckwald en el teatro Festspielhaus de Bayreuth –una nueva configuración de teatro para una nueva orquesta– podría indicarnos la manera y el postulado central de lo que se generaría posteriormente: la búsqueda de una nueva sociedad.

Introducción

Luego de las Revolución Francesa, casi todos los países con un cierto grado de desarrollo industrial tuvieron que reformarse ante las consecuencias de los acontecimientos políticos y sociales de una época que comenzaba con una revolución. Las naciones pusieron de manifiesto el sentido del presente y las ansias de romper los esquemas del pasado clásico cuya rigidez ya no les satisfacía buscando crear una nueva sociedad –más libre– sostenida por los conceptos de igualdad, fraternidad y libertad. Fueron años muy agitados y complejos socialmente y la efervescencia de los movimientos libertarios de todo el mundo influía en la transformación del pensamiento y a la búsqueda de una alternativa para enfrentar lo venidero. Líderes en todos los campos aparecían rápidamente postulando sus nuevas ideas y rechazando con mucha energía las ideas del pasado produciendo grandes movimientos y agitación social.

Las primeras vanguardias históricas serán definidas como los estilos artísticos que aparecieron en la primera mitad del siglo XX y para entenderlas es necesario conocer la antesala de las transformaciones: las pre vanguardias. Estos movimientos se caracterizaron por postular propuestas rupturistas radicales, renunciando completamente a la rigidez del Clasicismo, sus ideologías y contextos extremadamente conservadores y estrictos. Una nueva mirada del mundo y un diferente modo de adoptar una libertad política, social y artística llevaron al desarrollo pleno de la individualidad creadora y de manifestaciones creativas que fueron apareciendo poco a poco como resultado de una expresión absolutamente personal guiada por la experiencia de los acontecimientos que dieron origen al desarrollo una la nueva sociedad de esta época, produciendo en el arte una auténtica revolución. Una vez dicho lo anterior surge la necesidad de encontrar el vínculo que posee la arquitectura de la pre vanguardia con la revolución musical acontecida a fines del siglo XVIII y gran parte del XIX; es por ello que se desarrollará la transformación de la armonía en la composición musical y cómo surge la revolución tras el romanticismo, además de encontrar la relación entre el romanticismo tardío musical y la arquitectura de la época.

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Desarrollo

Los primeros personajes vanguardistas basaban sus actitudes de acuerdo con el nuevo papel social que debían cumplir como miembros de una sociedad romántica cada vez más libertaria y moderna. La expresión vanguardia hace referencia a la lucha y la necesidad de instaurar nuevas formas de pensar que pudieran dar paso al modernismo humanista. La vanguardia artística que niega al antiguo y exagerado orden establecido tuvo que enfrentarse a los grupos conservadores y a los criterios asumidos por las clases altas económicas e intelectuales hablando con ánimo de ruptura. Es así como “la vanguardia con relación al arte aparece por primera vez en el primer cuarto del siglo XIX, en textos de los socialistas utópicos. No se trataba de un grupo o de una tendencia artística en particular, sino que el arte se presentaba en general, como avanzadilla de los sectores fundamentales que tratan de transformar la sociedad: la ciencia y la industria. […] Con la aparición del Manifiesto Comunista de 1848 surgieron también manifiestos artísticos, que a modo de declaración pública recogía los propósitos de actuación, en ocasionas con términos y lenguaje contundente, al igual que los documentos políticos.”

Ludwig van Beethoven fue el primer personaje que revolucionó la manera de hacer música y su revelación o revolución en el periodo romántico temprano. Por esta razón se podría decir que esta primera demostración de transformación artística musical se desarrolló a consecuencia de los acontecimientos sociales y políticos que Beethoven vivió como miembro de una sociedad emergente y deseosa de terminar con la rigurosidad clásica que iba en picada por la necesidad de que las nuevas ideas de libertad se plasmen también artísticamente, en este caso musicalmente.

La Sinfonía clásica poseía cuatro movimientos de patrones formales y esquemas musicales establecidos. El primer movimiento consistía en una forma Sonata que comprendía la exposición de dos temas: el primero muy alegre y movido y el segundo más melodioso y no tan rítmico.[1]. El segundo movimiento solía tener dos posibilidades: tener forma Canción o Variación.[2] El tercer movimiento tenía forma de Minué, que era una antigua danza francesa preferida por la sociedad europea durante varias décadas del siglo VXIII. Formó parte del Suite y a partir de 1750 comenzó a participar de la Sinfonía como tercer movimiento. El cuarto movimiento tenía forma de Rondó. Esa forma que se aplicaba además en los últimos movimientos del Concierto o Sonatas era la culminación de la Sinfonía clásica. [3]

De esta manera debían componer los músicos clásicos tantos sus Sinfonías, Sonatas y Conciertos. La primera vanguardia fue romper el esquema clásico formal; el romanticismo musical comienza con la madurez de Beethoven y es él quien rompe por primera vez los paradigmas establecidos con respecto a las sinfonías de cuatro movimientos creando la Sinfonía n°6 en fa mayor, op. 68 –mejor conocida como “Sinfonía Pastoral”– en la cual se cambia de cuatro a seis movimientos y el tercero pasa de ser un Minué a un Scherzo que es una pieza musical de carácter ligero, del italiano: scherzi, aunque en español se usa también scherzos, pronunciado la palabra italiana equivale a la española escarceo. El primer gran desencuentro entre el mundo artístico y el intelectual de la época había comenzado.

Richard Wagner, por otro lado, fue quien logró a través de su obra una perfecta unidad entre lo poético y lo musical y su realización perfecta en la técnica consiguiendo nuevas sonoridades que rápidamente lo llevarían a ser reconocido como uno de los músicos más brillantes de esta apasionante época. Wagner supo aprovechar los adelantos técnicos y mecánicos que permitían la aparición de nuevos instrumentos con diferentes materiales y también con las nuevas técnicas que debieron aprender o adaptar los instrumentistas se logró una sonoridad jamás escuchada. Cabe destacar que el resto de los músicos debieron buscar la manera de contrarrestar la fama y la inteligencia de Wagner, de sus composiciones y su nueva orquesta los que siempre parecían estar a la sombra de él. Esto desembocó en la transformación de los músicos rusos y franceses llevando a la música a un periodo post-romanticismo.

Wagner supo unir la melodía-composición en base a un motivo principal, el Leitmotiv, motor generador de todo el desarrollo de la obra en plenitud gracias a pequeños motivos musicales que se desarrollaban durante la composición de diferentes maneras, pero nunca perdiendo de vista al oído este pequeño motivo siempre presente que hacía que la composición sea de un carácter superior. Wagner le permitió nuevos aires a la orquesta “sinfónico-dramática”, introduciendo mejoras y reformas con respecto a las orquestas anteriores. Sobre todo, novedades en cuanto a la expresividad, ya que estas iban a servir para la escena.[4]

Frente a la compacta masa de los instrumentos de viento madera, que ya podían completar la armonía, enfrentó otra masa de instrumentos de viento metal que también estaban preparados para realizar una función similar. Para esto se vio en la necesidad de encargar construir un instrumento intermedio entre la trompa y el trombón, instrumento que fuera lo suficientemente ligero en su capacidad cantante. Este es su conocida tuba wagneriana: la concibió, motivado por sus inquietudes creativas y su fantasía sonora, para lograr el nuevo color que buscaba para su orquesta, “un timbre que sirviese como unión entre las trompas y los trombones”.[5] La cuerda asumió una nueva misión en su tesitura aguda, un papel especial, limpio, cantante y transparente, capaz de sutiles efectos de “armonías celestiales” como por ejemplo en Lohengrin o en Parsifal.

Queda demostrado en las nuevas obras de Wagner la gran capacidad obtenida con la creación de estos nuevos instrumentos al conseguir un sonido vivo, ágil y expresivo. Con todos estos innovadores cambios consiguió una orquesta con más sonoridad y potencia.

Además –y ahora el motivo de la segunda pregunta– en conjunto con el arquitecto Otto Brueckwald, Richard Wagner fundó el modelo teatral wagneriano con el Festspielhaus de Bayreuth, una sala de ópera en forma de cuña cercano a los grandes núcleos de población. Wagner quería un teatro que estuviera libre de cualquier privilegio de unos por sobre otros: sólo había una platea de gran pendiente formada por filas de butacas de madera con accesos laterales en las que, hasta el día de hoy, las personas se quedan paradas hasta que todos estén en su lugar para poder sentarse. Gracias a la platea única, todos los espectadores poseen una correcta visibilidad hacia el escenario.

El director y sus 120 músicos están en un foso cubierto por una concha acústica, en un nivel inferior a la platea. El director puede ver a los cantantes, y estos, a él, pero para el público, la sonoridad orquestal es difusa, debido a que el sonido no llega directo. Según una entrevista a Sebastian Weigle “en Bayreuth, es importante que cuando las luces bajan, el público se sienta protegido y en su mundo, y la música comience a crecer desde el suelo, desde ningún sitio, explote, cree una expectativa, y luego se abre el telón y surgen estos personajes maravillosos”.[6]

Conclusiones

La antesala a lo que fueron las vanguardias musicales del siglo XIX estuvieron marcadas por diversos acontecimientos de ámbito histórico, social y cultural; fue gracias a estos acontecimientos que surgieron varios personajes compositores destacados cuyos fines eran romper los esquemas clásicos para dar surgimiento a obras con un grado de libertad y desarrollo armónico mucho más complejo. Beethoven fue el máximo exponente junto con Wagner de lo que fue la revolución musical y en sus composiciones vemos reflejada la búsqueda de la creación de una nueva sociedad. El teatro de Wagner es una declaración de principios e intenciones por parte del creador en la cual se crean postulados artísticos para entender la sociedad naciente. Se pone la música y la escena por sobre la obra que se contempla debido a sus cambios revolucionarios: para Richard Wagner la función social del arte en sí mismo estaba por sobre cualquier otro valor en la búsqueda de la transmutación del pensamiento humanista.

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Referencias
  • Barba, A. (2013). Arquitectura teatral, historia y acústica: el sonido de los teatros. Música oral del Sur(10), 25. Recuperado en septiembre de 2021, de www.centrodedocumentacionmusicaldeandalucia.es/export/sites/default/publicaciones/pdfs/arquitectura-teatral-historia-acustica.pdf
  • Herrscher, R. (1962). El arte de escuchar: viajes por la música clásica. Barcelona, España: Edicions de la Universitat de Barcelona.
  • Pahlen, K. (1963). La música sinfónica. Buenos Aires: EMECÉ Editores, S.A.



  1. Luego venía el desarrollo en que generalmente se tomaba el primer tema y se descomponía con cambios de tonalidad, ritmo en donde el autor y el intérprete solista –en el caso del Concierto Clásico– podían mostrar toda su capacidad creadora para posteriormente volver a la re-exposición donde los dos temas volvían a ser interpretados nuevamente en su forma original como en la exposición. Luego de eso unos cuantos compases de coda (cola) para finalizar con el primer movimiento.
  2. La forma Canción podía tener un esquema formal binario (AB) o Ternario (ABC o ABA) La forma Variación se construía en base a un tema que cada vez que se repetía iba aumentando su grado de dificultad (A’ A’’ A’’’ A’’’’). Generalmente el tema principal muchas veces no pertenecía al compositor y se tomaba de otro compositor o de la música tradicional que por lo de mas era muy simple.
  3. Su esquema formal estaba construido de la siguiente manera: A B A C A D A. Consiste en un tema principal y varios laterales. El constante retorno a A es su principal característica.
  4. Modificó la sección del viento madera, en vez de emplear dos instrumentos de cada familia, sistemáticamente utilizó tres, con el fin de poder completar los acordes. Instrumentos como el corno ingles el clarinete bajo o el contrafagot, intervinieron ya de una manera asidua en esta triple combinación. Wagner, también hizo uso de esta combinación con mucho más rigor que lo que lo habían hecho otros compositores como pudieron ser Meyerbeer, Berlioz o Liszt.
  5. Mandó construir una familia de cuatro Wagnertuben para la tetralogía El anillo del Nibelungo, al parecer estas se construyeron según sus propias indicaciones. Fueron dos tenores en Si bemol y dos bajas en Fa. Con estos nuevos instrumentos Wagner reflejó el carácter sombrío que predominaba en la tetralogía.
  6. (Herrscher, 1962)