Renacimiento, CINQUECENTO

De Casiopea

La villa, un nuevo espacio para habitar

La nueva manera de crear espacios habitados para el hombre, recaen nuevamente en la amplitud, a medida que el renacimiento cobra fuerza, la manera que en este periodo se tiene de habitar los espacios llega al pensamiento de “el traer a presencia aquella lejanía”, dando paso a nuevas formas abiertas y de carácter limítrofe en distancia, la dominación del espacio es entonces la manera en que tienen las familias de alto poder económico de la época de adquirir en sus terrenos la forma nueva del pensamiento constructivo “ las villas”, con jardines exuberantes y de un orden geométrico como el vínculo mayor entre los espacios, regidos en su primera parte por una serie de ejes que articulan la división interior de estos jardines, posicionando así también las estructuras para la estadía del hombre.

En esta etapa el hombre toma el rol de admirador del espacio, dando cuenta entonces de la magnitud del cambio arquitectónico cuando al poder habitar con aquella armonía el espacio, el hombre de la época es capaz de admirar los límites de aquella forma magna en la geometría simple, sin dar más cabida a que el cuerpo tome lugar en la obra y pueda entender una forma distinta de habitar.

La villa Lante es un ejemplo del espacio amplio dominado por una división geométrica simple, que cobra vida tras la subdivisión interna para dejar libertad al recorrer entre los intercambios de altura que se da hacia la extensión, los espacios entonces son convocados a acciones precisas que el arquitecto a planificado para el cuerpo, el jardín y la fuente en la planta más baja, la planta intermedia los casitos habitados y tras la planta más alta el inicio del bosque con el recorrido interno que deja libertad a la simple acción de mirar y traer aquel dominio lejano de lo palpable a la vista. La relación ente jardín y castillo cambia el entorno dando cabida a un espacio nuevo, la villa donde se rompen los esquemas de arquitectura establecidos a través de los distintos elementos vinculantes externos del espacio, característica de relace en belleza de la forma.