Reivindicación femenina en el arte : de musa a artista- Katherine Bustamante Soto
Título | Ensayo 1-2°S 2022 |
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Asignatura | Presentación de las Vanguardias a la Contemporaneidad |
Del Curso | Presentación de las Vanguardias a la Contemporaneidad 2022 - Andrés Garcés |
Carreras | Arquitectura |
Nº | 1 |
Alumno(s) | Katherine Bustamante Soto |
Reivindicación femenina en el arte: de musa a artista
Introducción
Sabemos que las mujeres han sido segregadas al rol de madres y esposas por la sociedad, reduciéndolas al espacio doméstico con labores realizadas dentro del núcleo familiar y privado con un principal objetivo reproductivo, excluyéndolas del espacio público y por tanto como ciudadanas de este. Sin embargo, la revolución industrial junto a otras grandes transformaciones que comienzan en Europa a mediados del siglo XIX buscan una ruptura de los modelos tradicionales y convencionalistas, donde la mujer toma protagonismo y autonomía como trabajadora en las fábricas textiles; mientras que en el ámbito artístico comienzan a dejar atrás este papel de musa para crear sus propias obras y hacer aportes a grandes movimientos de la época.
Autonomía femenina en la Revolución Industrial

La presencia de la mujer en el trabajo no surge en el siglo XIX, ni mucho menos con la revolución industrial, pues muchas ya generaban sustento antes de esto trabajando como hilandera, modista, cervecera, orfebre, niñera o criada en las ciudades y en el campo tanto en Europa como en Estados Unidos. Sin embargo, lo que sí surge con la revolución industrial es esta ruptura del núcleo familiar como unidad de producción y trabajo y el traslado de este hacia las fábricas o talleres, es decir, que aparecen trabajos formales y asalariados en los que se demuestra este vínculo entre feminidad y trabajo y que muchos, por no decir todos, lo problematizaron pues estaban de acuerdo con el legislador Jules Simon, quien en 1860 afirmaba que “una mujer que se convierte en trabajadora ya no es mujer”, poniendo en duda que pudiesen seguir con sus deberes maternales y familiares si trabajaban. Por lo que, con la revolución industrial no aparece la mujer trabajadora, sino que la hace visible a la sociedad.
A pesar los prejuicios, esta oferta de trabajo en fábricas resultó atractiva para muchas mujeres que pudieron escapar de la pobreza y monotonía de las zonas rurales y de su demoledor trabajo agrícola, mientras que para otras tantas el trabajo en las fábricas representó la independencia social que podían llegar a adquirir. Esto, según el libro: De la granja a la fábrica: Cartas de mujeres, 1830-1860, que aporta una colección de reportes de primera mano revelando la realidad matizada de los trabajos tanto en las granjas como en las fábricas de la época. En fragmentos de una carta se cuenta la sobreexplotación y las mala condiciones de trabajo en las granjas hasta el punto de desmayarse más de una vez en el día, por otro lado, se tiene registros de mujeres como Delia Page, quien, a pesar de su buen estatus social y herencias, decidió mudarse de su casa rural y empezar su vida en la fábrica a los 18 años, con las constantes cartas que su familia le enviaba pidiéndole que volviera, era un tema de independencia social.
Por lo que a pesar de las desfavorables condiciones de trabajo y las tantas y largas horas en las fábricas, se consideraba un trabajo de mejores condiciones que la vida en el campo, al que debemos sumarle la libertad e independencia de vivir bajo sus propios términos como la razón para quedarse.
Fueron estas mismas desfavorables condiciones de trabajo las que las llevó en 1857 a manifestarse por una reducción de la jornada laboral y un salario equiparado al de los hombres. Esta fue solo una de las primeras manifestaciones por sus derechos, logrando formar sindicatos y la aceptación de las mujeres en establecimientos educacionales hacia finales del siglo XIX.
El rol de la mujer en el arte: de musa a artista

Por otro lado, y como se expuso en un principio, en el ámbito artístico las mujeres estaban relegadas a un papel exclusivamente de musas y acompañantes, desarrollándose la historia del arte bajo la representación de la mirada masculina, quienes representaban el cuerpo femenino a través de una iconografía misógina, correspondiente con los ideales de belleza imperante, representadas siempre desnudas, con cuerpos inactivos, sin musculatura propia y sin vello púbico, quedando ajenas a lo que pase a su alrededor.
“En este sentido las mujeres y la creación artísticas en la cultura occidental mantienen una relación anecdótica en la que ellas son híper visibilizadas como objeto de la representación y al mismo tiempo invisibilizadas como sujeto creados” (Mayayo, 2003:21)
No es hasta mediados del siglo XIX y ya en el XX cuando las mujeres pasan de “objetos” del arte a creadoras de esta, es decir de representadas a ser presentadoras y adquirir un lugar relevante en el ámbito social y artístico. Como lo hicieron Berthe Morisot en el impresionismo, Hilma af Klint con sus investigaciones ocultistas, hasta Hannach Hoch que denunció la sociedad misógina en la que vivía y que lamentablemente seguimos viviendo.
Berthe Morisot:pionera del impresionismo

Fue la primera mujer impresionista y una figura clave del movimiento. Nació en una familia de alta burguesía, donde sus padres, ambos amantes del arte, las incentivaron a formarse en este ámbito a ella y a su hermana, contratando clases privadas con Geoffroy-Alphonse Chocarne y Joseph-Benoît Guichard. Ambas entraron como copistas al Museo del Louvre en 1858, logrando exponer 6 años más tarde en el Salón de París. En 1868 se convirtió en modelo para Eduard Manet, llegando a casarse con su hermano en 1974 con quien comparte una hija: Julie. Luego de un tiempo como modelo, y desafiando las normas sociales de su época, se une a la vanguardia parisina.
En sus obras refleja la vida cotidiana, el mundo femenino y su propia intimidad a través de un gran dominio de la técnica al óleo construyendo pinceladas gruesas y sueltas.
Una de sus obras, “La Nourrice et Julie”, resultó ser bastante transgresora, pues representa mundos que en aquella época resultaban contradictorio como lo son el trabajo y la maternidad, pues aprovecha su lactancia, fruto de la maternidad para trabajar vendiendo su cuerpo, algo propio de las prostitutas, pero con una causa virtuosa (Eterna, M. S. Y. 2018)
Hilma Af Klint:pionera de la abstracción

Uno de los ejemplos de invisibilización de la mujer como pionera de las vanguardias es Hilma af Klint, una artista sueca que entró a la Real Académica Sueca de las Artes de Estocolmo en 1882, conocido como uno de los pocos lugares de Europa donde a las mujeres se les permitía estudiar. Fue la primera artista que desarrolló el lenguaje de la abstracción en el arte, creando sus primeros cuadros en 1906, antes que Mondrian, Kandinsky y Malévich, los reconocidos por la historia como precursores del Arte Abstracto. Sin embargo, rara vez exhibió sus pinturas e insistió en que sus obras se mantuvieran ocultas por lo menos 20 años tras su muerte, siendo expuestas al público recién en 1984, creyó que no las entenderían.
Af Klint aprendió a pintar académicamente, formándose en dibujo, retrato naturalista y pintura de paisajes, sin embargo, luego de la muerte de su hermana pequeña, se interesó cada vez más por la espiritualidad y el ocultismo, como también por los descubrimientos científicos que evidencian algo más allá de lo tangible.
Por lo que en 1896 junto a 4 amigas artistas formaron un grupo esotérico: Las Cinco, con las que organizaba sesiones espiritistas y establecían contacto con seres espirituales que ellas llamaban 'Los Altos maestros'. Registraban los mensajes recibidos a través de la escritura y el dibujo automático, pintaban en trance plasmando directamente sus sentimientos y emociones, mostrando lo que hay más allá del mundo físico que conocemos. Para ello utilizó letras, colores pastel, líneas, espirales y formas geométricas variadas como círculos concéntricos, elipses y triángulos. Utilizaba la letra U para representar “espíritu” y la W “materia”. El uso de colores como el amarillo representaba lo femenino y el azul lo masculino A la artista le interesó enormemente mostrar esa dualidad, pero también otras: el macrocosmos y microcosmos, la luz y la oscuridad o el origen y el fin del mundo.
Aun así, siguió practicando en paralelo sus cuadros normales para generar sustento, pues estas prácticas no estaban bien vista en la época sobre todo para una mujer a la que podían acusar de brujería.
Hannah Höch:Pionera del fotomontaje dadaísta

Fue una artista berlinesa, pionera del fotomontaje dadaísta, con el cual revolucionó la escena del arte siendo considerada un referente feminista, pues en sus creaciones denunciaba la misoginia de la sociedad y como la mujer no aspiraba a oportunidades en esta.
Sus obras se constituían desde imágenes de revistas y panfletos combinados con pintura, creando collages con proporciones distorsionadas que nos adentran en la cotidianidad de la mujer. Por esto muchos no la consideraban digan de integrarse al grupo dadaísta, ignorando y denigrando sus obras, sin embargo, esto nunca la detuvo de continuar con sus trabajos.
Sus obras se sitúan luego de la primera guerra mundial, destacando “El Padre”, en 1920, que representa una figura andrógina diferente a la de otros dadaístas alemanes. En este collage se observan mujeres saltando y bailando, mientras que el que se encarga de cuidar al bebé es el padre, representado con cabeza de hombre y cuerpo de mujer ¿Representa esto el crédito que se llevaba el hombre por la crianza y educación del hijo por sobre la mujer? ¿o simboliza el reparto equitativo de las tareas de la casa? Siendo el boxeador la personificación de la sociedad patriarcal que trata de boicotear esto.
Conclusión
Si bien la revolución industrial y el periodo entre guerras que contempla las vanguardias visibilizó a la mujer como un sujeto activo y trabajador en la sociedad, y logra que esta aparezca en el arte como creadora que toma conciencia de su propio cuerpo para denunciar abusos e injusticias; el arte de vanguardia sigue considerando en gran parte lo femenino en calidad de objeto que no debiese tener un lugar en el arte, quedando las artistas mujeres en segundo plano, invisibilizadas por sus compañeros varones y ocultas por miedo a lo que puedan pensar acerca de ellas. Sin embargo, existe este protagonismo y autonomía por parte de las mujeres para representarse a sí mismas que será solo la base para construir y hacer valer sus derechos en la sociedad.
Referencias
- Berthe Morisot (1841-1895). (2020, 17 septiembre). Mujeres Bacanas. Recuperado 6 de septiembre de 2022, de https://mujeresbacanas.com/berthe-morisot-1841-1895/
- Eterna, M. S. Y. (2018, 5 marzo). EL PAPEL DE LA MUJER EN EL ARTE. Sevilla Mágica y Eterna. Recuperado 6 de septiembre de 2022, de https://sevillamagicayeterna.es/el-papel-de-la-mujer-en-el-arte/
- Hannah Höch, pionera del fotomontaje dadaísta – Artistas No Musas. (2021, 6 agosto). Recuperado 4 de septiembre de 2022, de https://www.artistasnomusass.com/2021/08/06/hannah-hoch-pionera-del-fotomontaje-dadaista/
- Hilma af Klint. (s. f.). HA! Recuperado 1 de septiembre de 2022, de https://historia-arte.com/artistas/hilma-af-klint
- Gaubeca Vidorreta, I. (2005). Representaciones de las mujeres en obras paradigmaticas del arte de vanguardia del siglo XX [Tesis de magíster, Universidad de Chile]
- Scott, J. W. (1993). La mujer trabajadora en el siglo XIX (Vol. 4). https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2223951
Lámina
(No tengo registro, pero está colgada en la sala, puedo escanearla mañana)