Re pensando el ‘entre’ de lo público: Hacia la reactivación en espacios de uso público olvidados a través de la percepción del habitante y su movilidad activa

De Casiopea


Re pensando el ‘entre’ de lo público: Hacia la reactivación en espacios de uso público olvidados a través de la percepción del habitante y su movilidad activa



TítuloRe pensando el ‘entre’ de lo público: Hacia la reactivación en espacios de uso público olvidados a través de la percepción del habitante y su movilidad activa
Palabras ClaveEspacio residual; Ciudad caminable; Diseño universal; Áreas verdes; Pandemia
Carreras RelacionadasMagíster
Período2020-2022
Área Extensión, Ciudad y Habitabilidad
LíneaCiudad y Extensión
ModalidadIndividual
Investigador ResponsableMaximiliano Olea
CoinvestigadoresMichèle Wilkomirsky

Re pensando el ‘entre’ de lo público: Hacia la reactivación en espacios de uso público olvidados a través de la percepción del habitante y su movilidad activa

1| Resumen

El proyecto de investigación se enmarca en el estudio, diseño y gestión del espacio público, con foco en la temática de la ‘movilidad activa’ del habitante, proponiendo la incorporación de una metodología que considere sus experiencias, desde la perspectiva del caminante, integrando percepciones y condición de uso de los lugares a estudiar. De esta manera, incidir posteriormente en parámetros de diseño que encaminen hacia la reactivación de espacios residuales y deteriorados.

Desde un nivel teórico y académico propone ampliar las categorías y definiciones tradicionales de espacios públicos como lo son las áreas verdes y la calle como vía vehicular, para aportar en la discusión de calles diseñadas para las personas. Se espera aplicar esta investigación en dos casos de estudio, el primero en espacios deteriorados del plan de Valparaíso y el segundo a partir de muestras en espacios de uso público de la bahía de Quintero-Puchuncaví.


2| Video

El siguiente video fue realizado para el ramo “forma y proyectualidad de lo público” donde se expone la temática y lineamientos generales de la investigación

3| Fundamento

3.1| Problemática

Se exponen las problemáticas en torno a las comunas y casos de estudio donde el proyecto de investigación tendrá incidencia: Valparaíso, Quintero y Puchuncaví.

3.1.1|La ciudad fragmentada en el caminar: espacios residuales olvidados en contexto de pandemia en el plan de Valparaíso

a. Abandono de lo público

En el transcurso de los últimos años 2020 - 2021, gran parte de las ciudades chilenas han padecido en menor o mayor grado las restricciones de movilidad producto de la crisis sanitaria generada por el COVID-19. Estas medidas de confinamiento no sólo han tenido impactos en la vida cotidiana de las personas, sino también respecto a cómo nos adaptamos para continuar habitando las ciudades y en concreto el espacio público. En este se observa un fenómeno cada vez más habitual: Un gradual abandono de los lugares de encuentro y la disminución de la movilidad en rutas recreativas por parte de los transeúntes. Según encuestas de percepción del Centro de Estudios Urbanos [CEDEUS], gran parte de los transeúntes han cambiado sus modos de transporte principal, destacando un aumento en el uso de la caminata, la bicicleta y el automóvil particular por sobre el tradicional transporte público a partir de la implementación de ciclosendas, demarcaciones y medidas de emergencia para garantizar la distancia social. Así también, la realización de compras destaca como el motivo de viaje principal por sobre el viaje al trabajo (Echiburú & Hurtubia, 2021). Junto a ello, las medidas de restricción de aforo en espacios públicos - Fase 1 y 2 del actual Plan Paso a Paso - , han impactado en la priorización de ciertas actividades esenciales, generando una mayor movilidad por calles centrales que concentren los servicios comerciales y civiles por sobre otras rutas más alejadas del centro y con carácter más pausado y recreativo. Esto puede explicar en parte la disminución de la movilidad en torno a plazas, parques y otros espacios de uso público.

En el caso de la ciudad de Valparaíso, esta situación ha tenido un efecto visible en gran parte de sus espacios públicos y áreas verdes - proyectados y no proyectados - sobre todo en aquellos del plan de la ciudad (figura 1). A partir de la caminata propia y el registro fotográfico, se puede evidenciar que, junto a una disminución de la movilidad y permanencia en estos espacios, ha proliferado otro fenómeno relevante como es la ocupación informal: habitantes sin hogar cuyos asentamientos - normalmente invisibilizados al disponerse en espacios residuales de difícil alcance visual - se han trasladado e instalado en áreas verdes, resquicios junto a monumentos y en otros espacios públicos que antes eran altamente concurridos (figura 1 c,d.). Si bien la ocupación informal de calles ha existido previamente a desde antes, se destaca que el fenómeno se ha agudizado durante el estado de confinamiento, extendiéndose también a espacios públicos consolidados. Esta situación no es exclusiva de espacios residuales o no consolidados, sino también en aquellos espacios proyectados pero que actualmente se encuentran en avanzado estado de deterioro, como se observa en gran parte del bandejón central de Av Brasil.

La antes mencionada disminución del flujo peatonal de ciertas rutas en conjunto con la apropiación informal del espacio puede incidir en la percepción negativa de la calle, generando lo que Juan M. Reyes llama “círculo vicioso en la percepción de inseguridad” (Reyes & Lugo, 2021) en determinadas rutas y espacios. Si bien la solución a este fenómeno contempla otras complejidades que no serán abordadas en el desarrollo del proyecto, esta problemática refleja no sólo una falta de mantención física de los espacios, sino también expone una reapropiación de uso por parte de nuevos actores como resultado de una disminución del desplazamiento y el permanecer que habitualmente tenían estos lugares de encuentro.

Esta situación de informalidad se agrava ante el déficit asociado a la cantidad de áreas verdes por habitante que presenta la ciudad puerto. Según el Plan de Desarrollo Comunal de la ciudad [PLADECO Valparaíso], a escala regional Valparaíso cuenta con un promedio de 2,29 m2 de área verde por habitante (I. Municipalidad de Valparaíso, 2020) . Resulta más preocupante aún si lo comparamos a escala comunal, donde la ciudad de Valparaíso cuenta al año 2018 con sólo 1,25 m2/hab, siendo muy menores a las 9 m2/hab recomendadas por la OMS (INE, 2018). De esta manera, la condición de deterioro sumado a la baja cantidad de espacios públicos antes mencionada y la reciente ocupación informal, pone en riesgo la calidad del habitar público de la ciudad. Si a ello agregamos las condiciones de restricción de funcionamiento del comercio y el estado de deterioro generalizado de inmuebles en el plan de la ciudad, tenemos como resultado una crisis latente en la habitabilidad del espacio público, que conlleva a agravar la condición de una ciudad fragmentada para el caminar. Una problemática que va desde el acceso a los espacios, dada las restricciones sanitarias, hasta el aumento de percepción de inseguridad y el paulatino deterioro de los ya escasos espacios disponibles para la recreación y el esparcimiento.

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Figura 1. Imágenes Problemática Valparaíso. a,b,e. Espacio abandonado por el peatón durante la pandemia. Av. Brasil. c,d. Ocupación informal en espacio público, Plaza Victoria y sector Bellavista. (elaboración propia)


b. Relevancia de la peatonalización Ampliación de definiciones tradicionales contenidas en las normas e instrumentos de planificación: Espacio Público, Áreas Verdes y la Calle como vía vehicular

Según [PLADECO Valparaíso], se expone la necesidad de ampliar los términos y categorías de lo que tradicionalmente se entiende como espacio público, reconociendo el valor de otros espacios y lugares de uso público relevantes para la ciudad. En el documento se expone que:

“se debe trabajar en un levantamiento de nuevas áreas verdes y construir una categorización (...) la cual permitiría desarrollar una base de características específicas del territorio, generando una concepción paisajista de áreas verdes y espacios públicos que no se encasille en sólo grabar un predio, sino que caracterice la ciudad o el paisaje urbano rural desde sus espacios comunes.” (I. Municipalidad de Valparaíso, 2020, p. 151).

Por otro lado, desde los textos normativos existentes en Chile, principalmente la O.G.U.C., el énfasis del uso de las calles y vías tiene como protagonista la circulación de vehículos motorizados por sobre la movilidad de los peatones, ciclos o incluso el transporte público. (Mora & Vecchio 2020). Como proponen los autores es relevante ampliar las definiciones de la calle hacia una concepción que ponga el foco en este espacio como lugar de encuentro y movilidad para los peatones. En este contexto y junto a las restricciones asociadas a la crisis sanitaria, la relevancia del caminar adquiere aún mayor urgencia, donde si bien el esfuerzo principal es a incentivar una actividad deportiva que resulte más saludable para los individuos, también es importante poner en discusión e incentivar su valor como práctica social. De este modo, el caminar permite generar encuentros, relaciones y sensaciones con el entorno pues “produce y reproduce la vida social” (Giucci, 2018).

Esta relación entre movilidad y espacios residuales es relevante para el proyecto de investigación, que en su primera etapa pondrá en discusión esta problemática, ampliando los términos tradicionales de Área Verde y Espacio Público contenidos en las normas de planificación a partir de una categorización de espacios residuales de uso público desde la experiencia móvil de los habitantes, a modo de reconocer la diversidad de otros espacios de encuentro y recreación.

Entonces resulta relevante plantearnos la pregunta, ¿Cómo volvemos a caminar, recuperando la experiencia de moverse y permanecer en la ciudad ante este escenario de impedimentos y restricciones en el espacio público?

3.1.2| Bajo índice de calidad en espacios públicos y áreas verdes por habitante en comunas de Quintero y Puchuncaví

Así como ocurre en Valparaíso, Según información levantada desde el Programa para la Recuperación Ambiental y Social de Quintero-Puchuncaví [PRAS] se indica un déficit relacionado a las áreas verdes con mantenimiento en ambas comunas, siendo de 3,2 m2/hab en Quintero y de 0,8 m2/hab en Puchuncaví al año 2016 (Observatorio Urbano Minvu, 2016). Entre sus causas, destacan el desarrollo industrial e inmobiliario que afecta tanto el paisaje natural como al entorno urbano de las comunas (Ministerio del Medio Ambiente [Minvu], 2017). En el mismo documento, se indican como objetivos importantes a alcanzar: “Aumentar las superficies de áreas verdes, mejorar y restaurar el paisaje natural, rural y urbano de Quintero y Puchuncaví”. Así también destaca, “Recuperar el borde costero asociado a uso público” para lograr una compatibilidad en los diferentes usos de la bahía (Minvu, 2017), entendiendo que esta zona es una de las más afectadas y de menor acceso público debido a la ocupación y concesión del borde costero ligado a empresas industriales. Este punto es relevante al observar que el borde costero conforma en alguno de los casos, el principal lugar de esparcimiento público de estos asentamientos como lo son Maitencillo, Horcón, Quintero.

Se destaca que la comuna de Puchuncaví posee un importante capital patrimonial y cultural a ser protegido y proyectado, relacionado a lugares de encuentro y recreación como caletas de pescadores, festividades religiosas entre otras actividades relacionadas (I. Municipalidad de Puchuncaví, 2017). Si bien las fuentes de los antecedentes expuestos permiten obtener un diagnóstico general de la problemática ambiental y algunos objetivos asociados al uso y déficit del espacio público en la zona, no existe un estudio específico que recoja, haga visible y otorgue valor a las particularidades socio-espaciales del lugar, que permitan dar cuenta de la calidad y de cómo se habitan los espacios públicos existentes. Este punto encuentra relevancia al revisar el documento [PRAS], donde se indica como objetivo, “Desarrollar instrumentos, estudios e iniciativas que permitan aumentar y mejorar áreas verdes y espacios recreativos de la comuna” (Ministerio del Medio Ambiente, 2017).

Para efectos de esta investigación tiene relevancia estudiar el caso de espacios de uso público residuales en asentamientos de la bahía de la comuna de Quintero-Puchuncaví; como son Quintero, Loncura, Ventanas; dado el déficit de espacio público detectado y la problemática asociada a la ocupación de la zona costera por el desarrollo industrial e inmobiliario del sector. De manera que el estudio de uno o varios de estos asentamientos, aplicando la misma metodología que en el caso 1, permita servir de contrapunto al caso de Valparaíso, desde otras cualidades de escala y conformación, al mismo tiempo que exponga problemáticas y necesidades del espacio público en estas ciudades no-metropolitanas. De esta manera, enriquecer la muestra de la investigación, comparando y contrastando los resultados obtenidos. Se espera que la aplicación de ambos casos permita reconocer y caracterizar el estado de los espacios de uso público, a partir de las experiencias de percepción desde el enfoque de la movilidad activa de los habitantes, para luego repensar oportunidades de intervención que incidan en la reactivación de dichos espacios y calidad de vida del lugar.


Figura 2. Imágenes Problemática bahía Quintero. Espacio público para el peatón bajo o inexistente en borde costero. (elaboración propia, fuente imágenes: Google Street View)


Casos y áreas de Estudio

En base a lo anterior se determinan las áreas y casos de estudio donde se aplicará la metodología y respectiva justificación para el proyecto.

1| Caso en espacio público deteriorado, bandejón central Av. Brasil, Valparaíso

La Avenida Brasil, ubicada en el plan de Valparaíso entre dos calzadas, se conforma como un una serie de bandejones centrales de 15 m de ancho y 1.6 km de largo que se extienden desde Av. Argentina hasta el sector de Bellavista acompañada de dos características corridas de palmeras que flanquean su extensión a cada lado. Este caso es relevante dado que, a pesar de haber sido originalmente un espacio proyectado, su condición de actual deterioro lo sitúan como un espacio olvidado y residual, de uso esporádico, pero que concentra una potencia para el recorrido del caminar. Lo que permitirá aplicar la metodología propuesta y así dilucidar parámetros para su reactivación. Además, sus condiciones de escala, tamaño y ubicación dentro del plan de la ciudad permiten acotar el estudio a un tamaño caminable, apto para el recorrido del pie y otros ciclos que permiten estudiar la continuidad del espacio público, al mismo tiempo que conecta con áreas centrales de la ciudad. La metodología aplicable se realizará con habitantes voluntarios de la zona seleccionados para el estudio.


2| Casos en espacios de uso público de la bahía de Quintero, Loncura, Ventanas

El caso de la bahía de Quintero permite por un lado, conformar un contrapunto al caso inicial, al mismo tiempo que tributan al proyecto grupal del Atlas. Su extensión es relevante dado su escala, tamaño y cercanía espacial entre los asentamientos, donde el espacio público del borde costero une estas tres ciudades no-metropolitanas; Quintero, Loncura, Ventanas; al mismo tiempo que es interrumpida y ocupada por zonas industriales que la instalan como “zona de sacrificio”. Esta situación realza la problemática de su acceso, generando una condición residual, entre lo público y lo privado.

Figura 3. Area de estudio. a. Región de Valparaíso. b. Ubicación casos c. Caso Av. Brasil. (elaboración propia)


Relevancia e impacto

El enfoque de estos ‘entre’ espacios residuales como objeto de estudio, incorporando la experiencia de uso del habitante para medir las percepciones del habitante considerando su movilidad activa, permite poner en relevancia la discusión pública de esta problemática que afecta al diseño y habitabilidad, así como la continuidad en el acceder y caminar de los espacios recreativos de nuestras ciudades. Se atraviesa un momento de inflexión, donde las restricciones a la movilidad del espacio público, asociadas a la condición de crisis sanitaria, agudizan las problemáticas expuestas. En este sentido es relevante atender los nuevos desafíos que dirijan hacia la concepción de espacios públicos entendidos desde la experiencia de la movilidad, apuntando a que sean además de universalmente accesibles, se configuren en continuidades caminables habitados preferentemente por el peatón y otros ciclos. Así también, es relevante aplicar metodologías que aborden esta problemática en comunas regionales y ciudades no-metropolitanas, que presentan no sólo un déficit de áreas verdes sino también condiciones de urbanización, demográficas, físicas y ambientales muy distintas a las usualmente abordadas en la capital.

Aporte a la Disciplina

  1. Recolectar percepciones para la creación de un Índice o clasificación que permita ampliar la categoría y definiciones de espacios públicos, sumando otros espacios de uso público, residuales y no proyectados.
  2. Aplicación de un método trasladable a otras escalas y casos de estudio que ameriten medir la percepción, condición de uso, movilidad y permanencia de los espacios.
  3. Obtención de resultados, mediciones cualitativas que incidan en parámetros proyectuales, considerando el enfoque de la movilidad activa, para la reactivación de espacios de uso público deteriorados.

Aporte al Atlas (proyecto del área de estudio)

  1. Generar una clasificación que cuente con muestras de casos en las diversas escalas de urbanización y que permita recoger la habitabilidad, permitiendo un reconocimiento y posterior valoración de otros espacios de uso público no registrados.

Estos casos aportan a su vez a la investigación personal a través de datos históricos, físicos y cualitativos en las percepciones de los habitantes.

Pregunta de investigación

General

  • ¿Cómo el abandono y olvido de ‘entre’ espacios residuales, impacta en nuestra experiencia continua de acceso, movilidad y permanencia en el espacio público?

Secundarias

  • ¿De qué manera el enfoque de la movilidad activa en conjunto con la peatonalización y las percepciones del habitante, pueden ser componentes de diseño relevante en la gestión y reactivación de espacio público deteriorado?
  • ¿Cómo se recoge y valora la experiencia del espacio público en movimiento?

Hipótesis

La incorporación de una metodología que valore la percepción, experiencia de uso y movilidad activa del habitante, pueden ser componentes de diseño relevante en la gestión y reactivación de espacios residuales de uso público.

Objetivos

General

Conocer, registrar, analizar percepciones en el uso público de espacios residuales y lugares de encuentro, -proyectados y no proyectados-, con enfoque en la movilidad activa, que permitan dilucidar nuevos parámetros proyectivos de reactivación de dichos espacios en casos de las comunas de Valparaíso, Quintero y Puchuncaví.

Específicos

  1. Identificar, localizar y clasificar muestras de ‘entre’ espacios de uso público que sean representativas de las diversas escalas urbanizadas en los asentamientos del caso de estudio
  2. Recolectar, registrar y caracterizar percepciones que recojan la experiencia de los actores (habitantes, peatones y ciclistas) en torno a la información de movilidad, permanencia y condición de uso de los lugares estudiados. (seleccionados del objetivo 1)
  3. Analizar resultados obtenidos y proponer parámetros proyectuales para la reactivación de los espacios estudiados.


Resultados esperados

Asociados a los objetivos específicos:

(1): Clasificación de ‘entre’ espacios de uso público y confección de herramientas de percepción. Propuesta de clasificación, que a partir de diversas muestras y casos de estudio, permite ampliar las categorías de los tradicionales espacios públicos. Se usarán como campo de estudio para aplicar las encuestas de percepción. Trabajo en la confección de herramientas perceptivas a aplicar.

(2): Percepciones de los habitantes: Registro de experiencias y problemáticas asociadas. Aplicación y obtención de datos cualitativos desde la metodología que permitan obtener mediciones y resultados, para luego incidir en parámetros proyectuales y de reactivación de dichos espacios.

(3): Visualización de los resultados. Visualización propuesta de parámetros y resultados finales, que permitan consolidar la clasificación y servir como insumo para propuestas de reactivación de espacios residuales.


4| Marco teórico

4.1| Definición del ‘entre’ como objeto de estudio: Espacios residuales de uso público olvidados

Noción de intersticio

Algunos autores que han abordado la problemática de los espacios residuales, los han nombrado como ‘vacíos urbanos’ (Berruete, F. 2017), ‘retazos urbanos’ (Mercado, A. 2018), así también, ´zonas de intersticio’ entre lo público y lo privado, espacios sin un uso de destino claro (Arze, G. 2014). Se puede hacer la distinción de estos ‘entre’ espacios a partir al menos dos dimensiones: los espacios asociados a la permanencia y por otro lado al tránsito. Hablamos en primera instancia de la plaza y la calle respectivamente, aquellos lugares del espacio común y los afueras por excelencia (Delgado, M. 2007). Estos espacios de permanencia pública — tales como plazas, parques, miradores — nos permiten distinguir su condición de espacios públicos proyectados y consolidados, pues se reconoce que están destinados al uso público del habitante. Es debido a su conformación y delimitación que es posible reconocer estos espacios comunes separados de la esfera privada, donde “Los bordes urbanos limitan el campo visual y definen los espacios individuales” (Gehl, J. 2014). Para Gehl (2014) esta delimitación aparece en el encuentro de la calle con los bordes de las fachadas, las zonas donde el interior y el exterior de los edificios entran en contacto con la trama pública de la ciudad.

Por otro lado, lo que rodea a estos espacios públicos consolidados de permanencia es la calle, que permite la movilidad tanto peatonal como vehicular. Es en este transitar la trama urbana que aparecen áreas y espacios urbanos cuyo uso y conformación no está completamente definido, resultándonos más bien difuso de distinguir. Podemos hablar de áreas ‘intersticiales’, las cuales conllevan una cierta relación de dualidad, es decir, quedan ‘entre’ dos usos o naturalezas bien definidas dentro del espacio urbano (Arze, G. 2014). Uno de los autores que usa este concepto es el arquitecto Gonzalo Arze, el cual se refiere a estas áreas como un soporte urbano que vincula los usos público-privado.

“Incorpora todo aquello que queda ‘entre’ ambos e incluso transgrede barreras del ámbito privado. Es una condición que en muchos casos sobrepasa las dimensiones físicas, configurando nuevas instancias en las cuales el límite divisorio podría llegar a ser infiltrable o indefinido” (Arze, G. 2014).

Este concepto de intersticio puede aplicarse también a los denominados ‘Vacíos Urbanos’, entendidos como espacios residuales a la espera de un desarrollo e integración al tejido urbano (Berruete, F. 2017). Así también, pueden incorporar lo entendido como espacios residuales no antrópicos, faltos de identidad, en referencia a los ‘no-lugares’ de Marc Augé. Otra acepción relevante a denominar los espacios residuales es la de ‘Retazos Urbanos’ , determinados como ‘espacios entre espacios’, límites o intersticios que van quedando indeterminados dentro de la ciudad (Mercado, A. 2018). A partir de estos términos, podemos extender la noción de intersticio a todo espacio que se halle en el ‘entre’ de lo público, es decir, en una condición de espacio intermedio, borde o frontera dentro de la trama urbana. Esta visión amplia del concepto, nos permite abordar espacios no proyectados y residuales, que contienen una potencialidad de uso público, pero que no han sido aún consolidados o integrados al dominio del espacio común. Finalmente, podemos extender el término a todo espacio que se encuentre en una condición de dualidad entre dos entornos de naturalezas distintas, como el espacio natural y construido.

Con este marco de referencia establecido, para efectos del proyecto de investigación, se determinarán dos categorías iniciales para los objetos de estudio:

  • Espacios Públicos Proyectados. (Consolidados, Abandonados y Deteriorados)
  • Espacios de Uso Público No Proyectados. (Residuales, Abandonados y Deteriorados)

4.2| Movilidad Activa

Entenderemos por ‘movilidad activa’ o ‘micromovilidad’ a aquella que implica los diferentes modos de moverse con el cuerpo, es decir el desplazamiento en el espacio público principalmente a través de la caminata así como el uso de “ciclos” de tracción o eléctricos: bicicletas, scooters, patines, entre otros. Este concepto se enmarca a su vez dentro de la temática de la ‘movilidad urbana sustentable’, que para algunos autores del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable [CEDEUS] se define por el proceso eficiente de moverse entre un origen destino en la urbe, englobando también la calidad de los medios de transporte público por sobre el automóvil (Silva et al., 2018). Así también, este concepto se relaciona a la llamada ‘ciudad de 15 minutos’, iniciativas globales que proponen acercar los servicios en la conformación de varios centros para apuntar hacia una ciudad caminable.

Otro concepto de diseño relacionado son las llamadas ‘calles completas’ o calles para todos, que conforman un reordenamiento de los flujos de desplazamiento de la calle, para dar cabida a todo tipo de personas y sus múltiples movilidades: “caminantes, ciclistas, usuarios y usuarias de transporte público, conductores y pasajeros de automóviles y otros vehículos” (Sagaris L., Vecchio G., 2020). La convivencia de estos diversos modos de desplazarse pueden ser puestos a prueba a través de iniciativas como el cierre temporal de calles o las llamadas Ciclorecreovías implementadas durante los últimos años en Santiago, siendo intervenciones temporales cada vez más demandadas en tiempos de confinamiento, devolviendo por un momento la vitalidad del peatón a las calles vacías (Hurtubia, 2021).

Resulta relevante para la investigación el enfoque de esta movilidad en cuanto permite aplicar una metodología que recoja las experiencias de desplazarse por el espacio público y que a su vez pueden ser claves en la implementación de ‘calles para las personas’. Este término está relacionado a iniciativas que diversos urbanistas del globo han postulado como la ‘pirámide invertida de movilidad´, que privilegia la jerarquía de un espacio pensado en el desplazamiento peatonal y de otros ciclos en los primeros niveles, pasando por el eslabón medio del transporte público, para finalizar con un nivel menos jerárquico que contemple los usos del automóvil o la motocicleta en las calzadas urbanas.

4.3|Percepción y condición de uso del habitante

En su ensayo Elogio del Caminar, Le Bretón indica que “Los transeúntes son el signo de la vitalidad o del adormecimiento, del placer o del aburrimiento que suscita la urbe”, resaltando que el paso de los habitantes permiten vivificar la existencia de la ciudad a través del caminar y sus lugares de encuentro (Le Breton, 2000). Esto nos conduce a la idea que el componente humano y las interacciones que ocurren en el espacio son elementos vitales para la percepción de un entorno positivo y vívido. En esta misma línea, para Paola Jirón (2018) “la experiencia de movilidad es lugarizada” (p. 105), sosteniendo que la discusión del lugar va más allá de conformarse como un ente fijo, tratándose más bien de un espacio relacional y dinámico, donde el modo en cómo nos desplazamos y por dónde lo hacemos permite convertir los sitios en “espacios significativos”, de manera de considerar los espacios públicos vividos desde la experiencia de la movilidad. Para Marta Rizo (2018) resulta fundamental incorporar la experiencia de los habitantes en la ciudad para comprender el espacio urbano más allá de su mera dimensión física. Así también, Karla Barrens (2018) entiende el espacio a través de las relaciones y los procesos que suceden y son acogidos en él, es decir, se trata de combinaciones únicas entre las interacciones de los habitantes con una determinada espacialidad de los elementos y los espacios entre estos. Para Barrens (2018), los sonidos y ruidos de la ciudad afectan nuestras preferencias y rutas de navegación, al mismo tiempo que establecen relaciones con el espacio urbano que finalmente inciden en la producción del lugar. Por último, según Ricardo Greene (2018) “El ancho de una calle, la iluminación de un cuarto o la disposición del mobiliario urbano son capaces de modificar las conductas de las personas, co-creando la realidad” p.221

De esta manera, resulta relevante que las experiencias de los habitantes pueden ser recogidas a partir de las percepciones que el cuerpo recibe mientras se moviliza y permanece en el espacio público, revelando no sólo la condición de uso que los habitantes ejercen en estos espacios, sino que además, dichas percepciones puede revelar cómo condiciones físicas, sociales, temporales y sonoras del entorno afectan el habitar. Algunas organizaciones como La Reconquista Peatonal, han implementado este trabajo de recolectar experiencias en el caminar a partir de la herramienta de diarios-móviles, entregados a voluntarios que registran su experiencia mientras se mueven en el espacio público. Este trabajo puede ser un referente en la conformación de la metodología a aplicar en esta investigación. Será relevante integrar variables de edad y género, en la diversidad de modos de usar y moverse por el espacio de niños, jóvenes, ancianos, mujeres, pues como señala Ross (2018), “los movimientos están moldeados por reglas sociales implícitas” p.173.

4.4|Gestión y Reactivación

Para autores como Mora y Vecchio (2020), iniciativas innovadoras que enfocan el diseño de las calles hacia la movilidad y permanencia inclusiva de las personas, puede marcar un precedente que incida en la flexibilización y posterior modificación de las actuales regulaciones y cuerpos de legales como la O.G.U.C., que privilegian la infraestructura y el uso de las vías para el automóvil. Así también, las intervenciones rápidas de Urbanismo Táctico acompañadas de otras estrategias como la implementación de Ciclosendas y Calles Completas, pueden tener un gran impacto durante las condiciones de crisis y llevar a cambios más permanentes si se acompañan de una evolución y seguimiento respecto de su uso en el tiempo (Sagaris & Vecchio 2020).

Para efectos de la investigación será relevante disponer de este tipo de intervenciones que gestionan el uso del espacio público en otros espacios de la ciudad menos consolidados, que se encuentren en un estado de deterioro, pero que al mismo tiempo, contengan las condiciones potenciales para su reactivación a partir de la movilidad activa y otras actividades de recreación, siendo relevantes además el contexto espacial, su extensión y posible conexión a otras rutas y centros de la ciudad. Este “refuerzo de la vida urbana” (Gehl, 2014) a partir de la mejora en las condiciones para que la gente camine y se movilice en bicicleta, puede abrir la posibilidad de descongestionar otras zonas de alto flujo peatonal y vehicular, siendo beneficioso no sólo a nivel de reducción de contagios, sino también para proponer mejoras en las “percepciones de ambientes más seguros” (Reyes & Lugo, 2021) al ampliar la presencia familiar de padres, niños y otras comunidades del lugar.

4.5|Ciudades intermedias y no-metropolitanas

En su ensayo, El modo de vida en ciudades no-metropolitanas, Ricardo Greene, propone una tercera definición para ampliar el tradicional binarismo urbano/rural - como modo de vida - y campo/ciudad - como forma espacial -. Se trata de lo que él postula como “ciudades no-metropolitanas periféricas”, es decir “aglomerados que desempeñan lugares secundarios dentro de las jerarquías urbanas nacionales”. De hecho el mismo autor, expone Quintero (uno de los casos de estudio) como ejemplo de este término, pues “Las empresas y el Estado utilizan estas ciudades como centros de organización de zonas de sacrificio ambiental”. Este término, es lo que se usualmente se refiere a asentamientos intermedios o rurbanos, pero trascendiendo del binarismo, al mismo tiempo que reconoce sus multiplicidades propias a partir de 4 elementos: escala, ritmo, población y jerarquía (Greene, 2018). De este modo, Greene postula que el término permite: “pensar lo urbano y lo rural como constructos compuestos por piezas que pueden aparecer ya no en un continuo ordenado jerárquicamente, sino en un mapa que se despliega en todas direcciones” (Greene & Abrantes, 2018).

Este término de ciudades no-metropolitanas, permite aproximarse a los casos de estudio dentro del territorio La ligua - Aconcagua de una manera más adecuada y diversa, reconociendo que existen asentamientos dentro de comunas con este tipo de conformación fuera del binarismo urbano-rural tradicional, en un marco que reconozca otras escalas, modos de habitar y movilizarse no-metropolitanos. Dentro de este territorio, existen asentamientos que poseen diversas cualidades, no necesariamente comparables con ciudades metropolitanas como sí lo son Valparaíso, siendo posible reconocer sus atributos de diferencia en escala, tamaño y conformación, a partir de las cualidades que postula Greene. Puede aparecer aquí un contrapunto importante con los habituales estudios aplicados en el espacio público, generalmente referidos a capitales y ciudades de mayor tamaño. El enfoque permitirá por ejemplo, abordar como es la experiencia de caminar y habitar otras cualidades de espacios públicos, no desde el contraste limitante de lo urbano-rural, sino reconociendo los atributos particulares de estas zonas intermedias, complementando la muestra e incidir en el diseño urbano de estos espacios desde las experiencias de sus habitantes.


5| Metodología propuesta

Estrategia metodológica y Rol del investigador

El proyecto pretende enmarcarse metodológicamente entre dos enfoques: como una investigación a través del diseño - through design - o investigación aplicada (Frankel 2010), debido a que en una primera etapa aborda una problemática que precisa recopilar una muestras de varios casos individuales para llegar a una clasificación de ‘entre’ espacios de uso público, que permitan establecer relaciones en torno a la hipótesis al mismo tiempo de ampliar las definiciones tradicionales de espacio público. En una segunda etapa, una vez seleccionados los espacios a estudiar, se aplicará un trabajo de campo, recogiendo experiencias y condición de uso de los lugares a partir de la aplicación de encuestas de percepción junto a otras herramientas propuestas, que incidan en un posterior reconocimiento y valoración, tributando al proyecto grupal del Atlas. Esta clasificación y percepciones obtenidas serán un insumo importante en una tercera etapa proyectiva, generando nuevos parámetros y criterios de diseño urbano que puedan ser aplicados de manera proyectual a un caso de estudio específico, volviéndose próxima a una investigación para el diseño - for design -. (ver Figura 4)

En cuanto al rol del investigador, se pretende una posición mediadora entre la visión experta y la participativa, que me sitúe como investigador activo, tanto en el trabajo de campo como también en la experiencia y percepción del espacio público, participando e interactuando con actores que se seleccionarán para ser informantes de los casos de estudio. Estos actores no sólo se consideran usuarios, sino también co-participantes e incluso expertos en cuanto contienen una experiencia de uso de los espacios estudiados. Es posible reconocer en el diagrama disciplinar (figura 4) a los actantes identificados principalmente como espacios físicos que conforman el objeto de estudio y la problemática de estos ‘entre’ espacios residuales y olvidados, sitios eriazos, apropiados, entre otros usos. Desde el enfoque teórico y metodológico de la ANT (Action Reaction Network), dichos actantes no humanos son centrales en el estudio, pues son tanto o más relevantes como los actores que los habitan, entendiendo que su conformación e interacción pueden incidir mutuamente de manera positiva o negativa en su condición de uso y habitabilidad. De este modo los habitantes, (entre ellos la comunidad, peatones, ciclistas, reconocidos como actores) se configuran no sólo como usuarios sino también como informantes al momento de aportar través de sus experiencias y percepciones, que permitan generar mediciones, para luego incidir en parámetros proyectuales y de reactivación de dichos espacios.

Diagrama disciplinar metodológico

Figura 4. Diagrama disciplinar: orientación de la investigación, autores, concepto, actores y actantes. (elaboración propia)

Sobre las Herramientas

Encuestas de percepción

En la confección de esta encuesta serán relevantes preguntas en torno a factores físicos de accesibilidad, percepción de seguridad, atractivo y mantención de los espacios, entre otros. Se espera que no consista en una encuesta estática, sino más bien en una experiencia que ponga en valor el movimiento, utilizando como referencia la experiencia in situ de la movilidad activa, como el caminar o el uso de bicicleta. (Referentes: el andar como práctica estética de F. Careri). Será importante la percepción en torno a la apropiación de los espacios (que mida por ejemplo, el nivel de qué tan público o privado se percibe un espacio)

Diarios-móviles

Esta herramienta fue creada y desarrollada por la organización “reconquista peatonal” que ha implementado el uso de diarios móviles, los cuales se entregan a los participantes, quienes los completan con sus experiencias vividas en el espacio público y que posteriormente son entregadas de vuelta a los investigadores. Esta tiene como ventaja la independencia y apropiación de la herramienta por parte del informante y la flexibilidad que otorga en los espacios estudiados, permitiendo que el investigador no necesariamente acompañe el proceso de la experiencia. Se propone una adaptación a esta herramienta para que atienda a los requerimientos que la investigación requiera.(Referencia: https://www.lareconquistapeatonal.org/)

Cartografías sensibles

En conjunto con la aplicación de las encuestas de percepción y los diarios móviles, se espera elaborar y trabajar con una cartografía base que permita traspasar las experiencias de los informantes y registrar sus percepciones en el espacio estudiado. En esta se espera registrar algunas mediciones sensibles como lo son la percepción del sonido ambiental, la sensación de seguridad o medir cantidad de personas que transitan por un sector en un determinado tiempo, siento relevante para medir la presencia móvil del peatón. (Referencia Guía Gehl & Minvu)

Croquis de observación arquitectónica

Permite el registro, estudio, observación y caracterización del entorno físico y las relaciones humanas que ocurren en un determinado lugar a partir del croquis y dibujo propio del investigador.

Cuadro Síntesis: Objetivos, Métodos, Resultados esperados

Figura 5. Cuadro de síntesis: objetivos, métodos y resultado esperados. (elaboración propia)


6| Plan de trabajo

Etapas

Se plantean 3 etapas a cubrir durante el 3 y 4 semestre del magíster. (Ver Cuadro Plan de Trabajo en Anexo)

Etapa 1: Etapa de estudio.

- Recopilación de antecedentes y construcción de herramientas. - Definición de objetos de estudio relevantes para la clasificación: Espacios Públicos Proyectados. (Consolidados, Abandonados y Deteriorados) Espacios de Uso Público No Proyectados. (Residuales, Abandonados y Deteriorados) - Estudio cualitativo los espacios seleccionados y su habitar (personal) (Herramientas: croquis de observación, documentos referenciales y cartografía base)

Etapa 2: Etapa de aplicación. (Trabajo de campo)

- Aplicación de encuestas de percepción, diarios móviles y cartografía base que permita recoger datos y experiencias de los informantes. (Herramientas: Encuestas de percepción, diarios móviles)

- Análisis de los datos recopilados, cuantitativos y cualitativos. Obtención de resultados. (Herramienta:software Jamovi y atlas.ti)

Etapa 3: Etapa proyectual y escritura de tesis

- Homologación de la información analizada. Construcción y visualización de parámetros. (Herramientas: Autocad, Illustrator, Indesign) - Escritura final de tesis. Trabajo de gabinete.


Actividades en terreno

Segundo Semestre 2021: Salidas a Terreno:

1. Estudio cualitativo los espacios seleccionados y su habitar. En esta actividad se observan relaciones entre actores (personas) y actantes (espacios y lugares). Herramientas: Croquis de observación arquitectónica

2. Levantamiento de información física de los espacios seleccionados (Actantes) para posterior visualización. Herramientas: Mediciones, Registro Fotográfico con apoyo de Dron.

3. Encuentro con comunidad y/o habitantes del lugar (Actores e Informantes). Herramientas: Aplicación de encuestas de percepción, diarios-móviles y cartografías sensibles, que permitan recoger la experiencia con énfasis en la información de movilidad y permanencia así también la condición de uso de estos espacios.


Cuadro Plan de Trabajo (Anexo)

Figura 6. Cuadro plan de trabajo para la investigación. (elaboración propia)


Diagrama de etapas (Anexo)

Figura 7. Diagrama de etapas. (elaboración propia)


7| Bibliografía

  1. Arze Arce, G. (2014). El Intersticio como nuevo soporte del diseño urbano de la sociedad contemporánea. Revista de Urbanismo, (31), Pág. 95-121. doi:10.5354/0717-5051.2014.30993
  2. Arze, g., Calderon, e. y Muñoz, c. (2013). El Intersticio en la dinámica de la ciudad contemporánea, Teoría y práctica del Diseño Urbano para la reflexión de la ciudad contemporánea, Santiago-Concepción, Chile.
  3. Berruete, F. (2017). Los vacíos urbanos: una nueva definición. Revista Urbano, 20(35), 114–122.
  4. Barrens, K. (2018). Sobre cartografías sonoras urbanas. En R. Greene (Ed.), Conocer la ciudad: Imaginarios, Métodos, Cartografías, Sentidos. (pp. 193-205). Editorial Bifurcaciones.
  5. Echiburú, T., Hurtubia, R., (2021). Ciclosendas en Renca: La pandemia como oportunidad. Documento para Política Pública Nº16. Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, Santiago.
  6. Gehl, J. ( 2014). Ciudades para la gente. ed. Infinito, Buenos Aires.
  7. Giucci, G. (2018). Caminar. En D. Zunino; G. Giucci & P. Jirón (Ed.) Términos clave para los estudios de movilidad en América Latina. (pp. 54-63). Editorial Biblos.
  8. Green, R. & Abrantes, L. (2018). El modo de vida en ciudades no-metropolitanas: disolviendo el binarismo urbano/rural. En R. Greene (Ed.), Conocer la ciudad: Imaginarios, Métodos, Cartografías, Sentidos. (pp. 207-238). Editorial Bifurcaciones.
  9. I. Municipalidad de Valparaíso (2020). Plan de Desarrollo Comunal [PLADECO Valparaíso], 2020-2030. Valparaíso, Chile.
  10. I. Municipalidad de Puchuncaví (2017). Plan de Desarrollo Comunal de Puchuncaví [PLADECO Puchuncaví], 2017-2022. Disponible en: https://www.munipuchuncavi.cl/2.0/sitio10/pdf/transparencianew/pladeco/pladeco2017-2022.pdf
  11. Instituto Nacional de Estadísticas, [INE]. (2018). Catastro de Áreas verdes. Sistema de Indicadores y Estándares de Desarrollo Urbano del INE [SIEDU], Disponible en: http://siedu.ine.cl/cantidad_BPU_29.html
  12. Jirón, P. (2018). Lugarización en movimiento. En D. Zunino; G. Giucci & P. Jirón (Ed.) Términos clave para los estudios de movilidad en América Latina. (pp. 105-113). Editorial Biblos.
  13. Le Breton, D. (2000). Cap. El cuerpo en la Ciudad. Elogio del caminar. Editorial Titivillus.
  14. Martínez, S. (2020). Lecciones de la cuarentena: ¿Qué aporta el caminar a nuestra vida en la ciudad?. Revista Planeo, N° 44.
  15. Mercado, A. (2018). Los retazos urbanos de Valparaíso: Reinterpretación del ocio como práctica urbana. AUS; Núm. 24 (2018). http://revistas.uach.cl/index.php/aus/article/view/3627
  16. Ministerio del Medio Ambiente (2017). Programa para la Recuperación Ambiental y Social (PRAS) de Quintero Puchuncaví. Ministerio del Medio Ambiente. Santiago, Chile. Recuperado de: https://pras.mma.gob.cl/quintero-puchuncavi/
  17. Mora, R., Vecchio, G. (2020). Cambios normativos para la implementación de calles para las personas. Documento para Política Pública Nº15. Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, Santiago.
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  21. Sagaris L., Vecchio G., (2020). Gobernanza colaborativa para calles completas. Documento para Política Pública Nº10. Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, Santiago.
  22. Silva, H. et al. (2018) Transporte y movilidad [Documento Temático N°19, Habitat III]. Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, Santiago. Disponible en: https://www.cedeus.cl/transporte-y-movilidad/


Bibliografía Complementaria

  1. Arendt, H. (1993). La condición humana. La esfera pública: lo común. Paidós. Barcelona.
  2. Gamboa, P. (2003). El sentido urbano del espacio público. Revista Bitácora Urbano Territorial, ISSN: 0124-7913. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=748/74810703
  3. Hénaff, M. (2014). La ciudad que viene. LOM Ediciones.
  4. Hurtubia, R., & Tironi, M. (2018). Espacio público, Documento Temático N°11, Habitat III. CEDEUS, Centro de desarrollo urbano sustentable, 53–58.
  5. MINVU (2017). La dimensión humana en el espacio público. Recomendaciones para el análisis y diseño. Santiago, Chile. Recuperado de: https://issuu.com/gehlarchitects/docs/20170922_minvu_la_dimension_humana