Proyecto para la entrada de la Ciudad Abierta

De Casiopea



TítuloAcceso de Traspaso Amparado en la Hospitalidad
Tipo de ProyectoProyecto de Titulación
Palabras Claveacceso, traspaso, hospitalidad, huésped
Período2014-2014
CarrerasDiseño Gráfico"Diseño Gráfico" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
Alumno(s)Josefina Borja
ProfesorJosé Balcells


Encuentro Poético De Lo Abierto Y El Cierro De Ritoque

Archivo:Carpeta-entrega-final.pdf

Prólogo del Profesor

El diseño que esta aventura despliega hurga en uno de los elementos arquitectónicos con mas historia, simbolismo y carga socio cultural desde los comienzos de la humanidad hasta nuestros días. En ultimo grado se trata del límite en su concepción más radical y coloca al hombre en el mundo de la forma mas básica: si-no, se es o no se es, el todo o la nada, amigo o enemigo, afuera o adentro. Concretamente nos referimos a la puerta, elemento arquitectónico del cual podemos encontrar registros mitológico como en la fundación de Roma con el origen etimológico de puerta y registros in situ como la Puerta de Los Leones en Micenas del Siglo XII a.c. En ambos ejemplos el sentido simbólico es patente; en el primero, el rito que Rómulo despliega para trazar los muros de Roma con un arado y el cuidadoso acto de portar sobre su hombre el arado para así dejar sin trazo el lugar donde las puertas de la ciudad se alzarían, no deja duda que el complejo muro y puerta es un convenio entre dioses y hombres. En el segundo ejemplo la piedra con las leonas talladas que arma su dintel, tiene una fisonomía rampante que es premonitorio del despliegue heráldico que a partir del imperio romano sobrevendría a toda Europa como símbolo de poder aun en nuestros días. Estos dos ejemplos, más la visión del ángel con la espada flamígera clausurando el paraíso para Adán y Eva son suficientes para imaginar la importancia y profundidad del tema entre manos. La puerta de una institución que sea una bienvenida para aquellos que desean su hospitalidad y clausura para los que no la requieran; que sea señal para quienes la buscan e identidad para quienes la tienen o forman parte; que sea paso respetable para el forastero y amable contención para el que la habita. La Ciudad Abierta, plenamente consiente de la paradoja que implica este afán por diseñar su portón, recoge el guante del reto que significa abrir esa dualidad absoluta del dentro y el fuera en este trabajo que pretende transformar un cierre utilitario en una transición luminosa que privilegia una delicada transparencia. Quizá una forma de considerar el límite como una abierta invitación.

Proyecto para la Entrada de Ritoque

Estudio de puertas para el proyecto de entrada y cierro de la Ciudad Abierta. La propuesta del estudio abarca la búsqueda de la identidad de puertas para entrar y salir, de modo que se trae a presencia todas las puertas representativas de lugares públicos y privados. Se sostiene una investigación en el ir a ver puertas y encontrar, a través del dibujo, la relación de la puerta que abre y cierra a la vez, junto a la identidad del lugar. En una primera etapa se observan puertas de Viña del Mar, donde en general la entrada se muestra por sus tamaños y elementos, que se destacan por la procesión, la entrada tiene un largo que se camina. Viña era la ciudad jardín, de modo que aparece el ante jardín, en el cual se realiza el acto de entrar, el paso de una dimensión a otra dimensión. Luego, como segunda etapa se observan puertas de Valparaíso, apareciendo nuevos anchos, alturas y dimensiones. Se hace visible la puerta que da cuenta de lo que hay detrás de ella, entregando un signo. El estudio continúa siendo una búsqueda de puertas en relación a lo que guardan, para así formar la idea de qué es una puerta. Siguiendo la investigación, se estudian puertas del centro de Santiago, donde se observa el sentido de la puerta como una señal que comunica algo. Aparecen otros rangos, lo colosal, desbordando la escala humana. Se distinguen puertas como continuidad del muro que desaparecen, y otras que aparecen. Sobre las dimensiones se puede ver que han cambiado según los usos y costumbres, como lo es el paso de un predio a una casa de ciudad. Finalmente, en el estudio de cómo el mundo se ha enfrentado a este problema, se ven puertas de parques, castillos, palacios, entre otros. Aparecen las alegorías y símbolos que componen el entrar, puertas que inauguran el paso, revelando el entrar a un recinto distinto a los demás. Se observa la puerta que propone y adelanta el cambio que viene, a quien traspone el espacio. Son puertas que dicen lo que quieren ser a través de la síntesis de lo que hay dentro. Como método de estudio de la observación de puertas, se inventa una manera de clasificar a través de una búsqueda asertiva y empoderada de la problemática de la entrada y cierro. La puerta de interés para este estudio, es aquella que invita, que anticipa y cuida. A través de la observación se puede analizar como se entra a distintos espacios, donde se encuentra la puerta que da cuenta de poder, la que da cuenta de autoridad y la que da cuenta de hospitalidad. La propuesta de estudio para el proyecto se realiza en función de llevar a cabo una construcción luminosa del sentido de la hospitalidad, en la entrada de Ciudad Abierta, con el propósito de revelar su identidad y acogida a quien entra a ella.

Sobre la proximidad del acto de entrar, se revela el estar en un fuera o en un dentro de. Existe una relación al entrar y salir, donde determinar el estar dentro o afuera son complejos. La ciudad Abierta se enfrenta al afuera, un camino de alta densidad. La propuesta a llevar acabo es una invitación a quienes vienen de afuera a penetrar y quedar acogidos a la hospitalidad de la Ciudad Abierta. La puerta que recibe debe ser una identidad y unidad, donde el acto es de atravesar para entrar y así acceder a lo abierto. Se hace presente el quiebre de la continuidad del paso que requiere de tiempo, se identifica la demora a través de un borde y la distancia que vinculan dos espacios, el dentro y el afuera. La entrada a la Ciudad Abierta se presenta como el pórtico de traspaso desde una densidad de la ciudad a lo abierto, un espacio de acceso a habitantes y huéspedes. Aparece el recibir que anticipa y expone el anuncio del paso. Es un frente que anticipa, el cual hace presente un interior abierto. De modo que el entrar revela el traspaso hacia la hospitalidad.

Estudio y Observación de Accesos
EL ACTO DEL TRASPASO

El estudio de accesos hace presente diferentes de tipos de puertas, donde aparecen formas, dimensiones y elementos que componen la identidad de las puertas. Bajo la extensión de la escala urbana, se observa la entrada a distintos espacios donde el traspaso ocurre a través de la puerta que abre y cierra. Se analiza el modo de entrar a distintos recintos según la identidad de cada acceso y por los elementos que lo componen. La puerta anticipa lo que hay dentro y adelanta el cambio que viene, entregando un signo. Entrar a un sitio por el traspaso de una puerta que da cuenta de poder, presenta el acceso en altura, se entra desde un abajo hacia arriba que define la separación y la unión del dentro y afuera. Se presentan tamaños mayores junto al colapso de los símbolos en un plano, las dimensiones de la entrada se ajustan a la escala urbana, pero mantienen la estructura de lo que compone la puerta de entrada. Los elementos y signos se abstraen en tamaño dando cuenta de formas adquiridas, como lo es la entrada con forma de herradura (ej. Palacio Carrasco) de algunos palacios, donde se dejaba a los caballos. Esto permite reconocer que las formas vienen de dimensiones más grandes, que han sido ajustadas a las medidas de la ciudad.

Casino Municipal - Traspaso contenido en el espesor del entar, por el quiebre de la continuidad del paso.
Palacio Carrasco - Identidad y unidad, puerta que recibe en el colapso de las dimensiones a la escala urbana.

El sentido de la puerta es una señal, aparecen rangos de cosas que dan cuenta de lo que hay detrás. Sobre el estudio de accesos, se propone una búsqueda de puertas en relación a lo que ella cuida. Se observa la demora del estar fuera de y dentro de, en el traspaso por el zaguán, pero además se ve, en el caso de la iglesia, el paso por la puerta principal, maciza y con decoración, para luego pasar por otras de menor tamaño. Esto corresponde al traspaso por un acceso de doble puerta que demora el acto de entrar. Además de la puerta principal, están las dos puertas laterales menores. Se presenta la relación de símbolos que compone la entrada, la puerta lateral del Hotel O´Higgins está flanqueada por faroles a cada lado, los cuales tienen una correspondencia con las esculturas guardianas de las entradas, como leones, esfinges, entre otros. De esta manera, se genera una abstracción de las figuras, para componer el cuidado del acceso. Los tamaños de las puertas, el ancho y altura, se acoplan a la medida de la ciudad, junto a las dimensiones de los símbolos que signan la entrada. Se observan puertas que aparecen en el espesor del muro, se hacen presente como identidad que anticipan el cambio de un dentro y un afuera, y a la vez cuidan de un interior.

Parroquia de Viña - Identidad del traspaso en el vínculo del dentro y afuera, contenido en la demora del entrar.
Hotel O´Higgins - Acogida del entrar que guarda lo frontal del traspaso.


La procesión se hace presente por medio del entrar que traspasa el antejardín, tiene un largo que se recorre, lo que otorga un tiempo a la transición de estar dentro de o fuera de. Se estudia el traspaso por el -a través- del límite del interior y el exterior, ese intermedio que demora el entrar. “vínculo intermedio – es la línea límite del traspaso al pie identidad del traspasar (interior-exterior)” [1] La profundidad de la entrada traspone el espacio desde un fuera hacia dentro, cuya medida es la demora del paso. En la distancia que se camina, se compone la entrada como la abertura hacia un recinto. Abertura porque son puertas que permanecen abiertas de día, recibiendo a quien entra. El traspaso es a través de la señal de cruzar un umbral, y no el abrir y cerrar de la puerta. Este tipo de acceso invita el entrar, permite atravesar la mirada hacia el interior, insinuando el paso de lo que viene, ya que el adentro no queda oculto. Se inaugura el paso por el cambio que adelanta el entrar a un espacio distinto, y como signo de esto aparece el escudo, con animales como símbolo de virtudes y luego como símbolo de las familias, utilizado en las entradas.

Museo Fonck - La demora entre el estar fuera de y dentro de, cuida el acto de entrar.
Castillo Ross - Puerta que es muralla y abertura de traspaso, la entrada es una distancia que se camina.

En la ciudad se observa el contraste de formas que componen los accesos, lo más próximo al acto de entrar ha sido tocado por la modernidad, esto se ve en la abstracción de la forma para componer el cierro. Las puertas que se abren para permitir el paso y luego se vuelven a cerrar son puertas que cuidan un interior, separan y comunican a la vez. El traspaso es acogido por la identidad de la puerta junto al acto del abrir y cerrar, que dispone de tiempos para el entrar. El cierro reconstituye la solidez del muro, dando medidas a la forma, como señal que comunica el cambio. “Abrir la puerta traspasar el umbral, cerrar la puerta. Es un hecho simple. Pero que ahora comenzamos a considerarlo un acto. Este sabe bien lo que hace. Sabe lo que acomete y consuma. Sabe, así, de cumplimiento, de su conlusividad. Entonces el acto es concluso.” [2] Los modos de entrar se constituyen por la estructura del acceso, su tamaño, la forma y los elementos que entregan la identidad a la puerta. El acto se compone por el traspaso, pero también por la señal que entrega la puerta a quien se dispone a entrar.

Cementerio nº 2 Cerro Cárcel - Cierro que separa dos espacios y a la vez comunica, puerta que inagura el paso.
Edificio 4 Norte - Tamaño de la entrada en relación a la dimensión humana, transparencia del traspaso.


La generación geométrica de la forma de las puertas se compone a través de la medida de la estructura y lo que completa la mirada. Se construye la forma en la estructura frontal y en el espesor de la puerta, en la cual se inscriben reiteraciones simétricas de modo vertical, permitiendo el paso de la mirada, dentro de la geometría de la puerta. El juego de relaciones geométricas interna otorga consistencia a la forma de la puerta, variando la luminosidad que la traspasa. El paso de fuera a dentro es una invitación que atraviesa el espacio. La entrada que recibe por medio del traspaso del antejardín genera la situación de un estar -entre-, que adelanta un cambio. Este tipo de acceso se conforma por el paso de dos puertas, la primera que cierra y la segunda, de la casa, que recibe. Ese espacio intermedio del estar -entre- hace que el traspaso tenga un tiempo demorado para el entrar, es un espacio que anticipa el cambio, lo cual hace que el acceso sea por pasos, es un entrar de a poco. La puerta que cierra señala el cambio de espacio, ya no es la calle, pero tampoco se está dentro. Su transparencia permite el paso de la mirada, que se adelanta a ese cambio, de manera que quien se dispone a entrar ya sabe lo que viene.

Casa Cerro Castillo - Puertas que guardan la entrada de un largo que se camina, para llegar a la puerta que recibe.
Casa 4 Norte - Entrada que cuida el antejardín, cierra el entrar sin estar dentro. La puerta que recibe es la del interior.


“Signos y símbolos. Distinguirlos por el origen y generación. Símbolo viene, adviene en un origen. Este adviene en visiones. Ellas son en centramientos, que no primeramente por sus bordes. Y los centramientos son cifrados, en cuanto son descifrables. En cuanto al signo proviene del acaecer empírico -digamos. Y se contracta en una cifra para dar cuenta de comportamientos. Los símbolos abren; los signos fundan.” [3] El acto de entrar se funda en los símbolos que signan la puerta. El cierro es propio de la cultura occidental: en el Imperio romano para fundar una ciudad se trazaba el perímetro con un arado. El surco poseía un carácter sagrado y no debía ser traspasado, según un viejo rito etrusco. Para entrar y salir del perímetro trazado, se dejaban segmentos sin trazar, con lo cual se -portaba- el arado, para definir el acceso a la ciudad. El mito de la fundación de Roma relata la causa de muerte que da Rómulo a Remo, por el sacrilegio de traspasar el surco del perímetro fundacional de la ciudad. [4]

Palacio Presidencial - Lo anticipado y expuesto que revela la puerta, entrada a otra dimensión.
Castillo Brunet - Entrada que da cuenta del espacio, cuyos símbolos se colapsan en un plano, se abstrae en un tamaño.
LOS ACCESOS

Sobre los accesos se estudian otras dimensiones, otras medidas y alturas que no guardan relación con el tamaño humano, como signo de poder y autoridad. Se desborda la escala de la entrada, cuidando los elementos de la estructura, como función que da forma a la apertura. La piedra clave y los surcos en las paredes aparecen como componentes del acceso para abrir el paso, manteniendo la solidez de la fachada, para que no se agriete y sostener el peso del vacío. De este modo se genera una relación entre la estructura y la forma del acceso, presente en distintas entradas de manera similar. También se hace presente la multiplicidad de puertas para la entrada, se observa que en edificios importantes no basta con una sola puerta, sino que se repite la misma forma de apertura en la fachada. Sin embargo, en lo cotidiano, el uso es de una sola de ellas. Como símbolo de poder y seguridad, se recurre a la custodia de la entrada por guardias, lo cual lleva relación con las figuras guardianas de las edificaciones antiguas. Sobre este aspecto aparece la importancia del cuidado de la entrada, la puerta protege un recinto, pero al quedar abiertas de día, se trae a una señal de mayor fuerza para el cuidado.

Ex Intendencia - Cuerpos posados en un intermedio del traspaso, se hace presente lo monumental de la entrada.
Municipalidad de Stgo. - Repeticiones simétricas que cubren las aberturas de la entrada.


El frente de la fachada crece, las puertas de mayor tamaño se imponen sobre las medidas de la ciudad, y el acceso no guarda relación con el tamaño humano. El traspaso se lleva a cabo en medidas colosales, donde la puerta puede triplicar el tamaño de la persona. Se extiende el acceso de forma vertical y horizontal, adoptando el traspaso una mayor profundidad. La demora del entrar va junto a la demora de la mirada que recorre la fachada, la cual ofrece una magnitud. La demora se construye por el quiebre de la continuidad del paso, hay una altura que recorrer en el traspaso. El acceso revela el interior a través de lo anticipado y lo expuesto, se anuncia el paso a la magnitud de la entrada que por su estructura y forma de las puertas, se expone la identidad del interior. El acceso no es solo la puerta, es el paso por las escaleras, el resguardo de las columnas, el traspaso del umbral y la cumbrera, y así van apareciendo elementos que componen el acto de entrar hacia un interior. Estos elementos determinan el cambio de nombre que se anticipa. Se vincula el espacio exterior con el interior a través del acceso, ya que la entrada separa y conecta a la vez. El acto se lleva a cabo en el estar -entrando- cuando se pone el pie en la escalera y ya no se está a la altura de la calle.

Banco de Chile Stgo. - Magnitud frontal de la entrada que desborda la dimensión humana.
Club Unión - Profundidad del traspaso en la abertura de la entrada. Distancia que recorre el cuerpo y la mirada.

“Un elemento entre allí donde se encuentran dos extremos. Extremo que dice o advierte de un cambio de nombre. Umbral, nombra en su decir, algo doble en si mismo. De el y algo de el salido. Puede ser la vertical (por ella se comenzó), y por su prolongación en el suelo, es decir la horizontal.” [5] El frente anticipa, se revela el traspaso por el espesor y soporte. El traspaso en altura, aunque solo sea un peldaño de diferencia del nivel de la calle, indica un cambio, ya no se está fuera, pero tampoco dentro, es la demora del traspaso del estar -entre-. La frontalidad del acceso da cuenta del espesor del traspaso, donde aparece la profundidad de la entrada. Entrada en la cual no se abre y cierra la puerta, se inaugura el paso al trasponer el espacio. Esto hace presente el signo de la entrada y el cierro, ante la puerta que está abierta durante el día y se cierra de noche. Es la puerta que recibe quedando abierta. La puerta no solo cierra, la puerta abre e invita a entrar, pero también protege un espacio.

Ministerio de Justicia - Demora del paso entre el estar fuera de o dentro de, intermedio del acceso.
Galería Paseo Ahumada - Abertura que delata el traspaso, cuyo tamaño sobrepasa la dimensión humana.
ACTO FUNDADO EN LA HOSPITALIDAD

La magnitud de la entrada acoge el traspaso desde lo expuesto a la profundidad del acceso, donde el tamaño de la persona queda reducido respecto a la fachada. Las columnas generar una entrada monumental al acceso en forma de pórtico, lo cual evoca el concepto de una puerta fuerte. “en el acto se tiene que ese traer lo aún cubierto es abrir. Y que tratar que lo abierto se genere es fundar. Le dan así, dos faenas o labores dentro del pulso creativo. Así el acto abre y funda lo que entendemos por la forma. Esta es presencia y representación. En que esta ubica a lo presente en la incontabilidad de puertas -en nuestro ejemplo.” [6] El acto de entrar abre y funda el traspaso que se cobija en la hospitalidad de la puerta. Es por esto que se observa la abertura desde la acogida que otorga la hospitalidad. La entrada recibe a quien se dispone a trasponer el lugar. Los signos van generando sentido a la acogida, ellos se exponen en la entrada como relato del interior del recinto, dando cuenta de la identidad que es presencia. Aparece la relación del espacio y los signos, junto al acto del traspaso.

Correo Central - La magnitud monumental acoge el pórtico de traspaso. Las puertas se escalan al paso humano.
Galería Antonio Varas - Acceso en profundidad a un interior, cuya puerta da cuenta de un tamaño colosal.


El espacio que compone el traspaso revela la acogida presente en el acto. La hospitalidad es contenida por la profundidad de la entrada, donde la acogida se vuelve acto y forma de la abertura. Este acto da cabida a un otro, de modo que la entrada es el espacio que recibe al otro, que se hace huésped. El recibimiento se conforma a través de la altura, el ancho y espesor de la entrada, por la luminosidad del espacio intermedio, junto a la transparencia y opacidad de las puertas. La puerta de entrada es el signo que ampara el traspaso a un recinto, por lo que el acto se funda en la hospitalidad, de ahí se genera la forma. La proximidad y profundidad de la entrada hacen visible en el espacio la extensión del acto. Se observan los momentos del acceso que van “acogiendo” a la persona de a poco. El entrar posee una demora, una extensión, un ancho y una altura. En todos esos momentos la hospitalidad se va haciendo presente en el otro, que va entrando. En el entrar la persona va palpando la experiencia de la hospitalidad, a través del acto y de los elementos que componen el espacio del acceso. Por otra parte, a pesar de que el traspaso se genera por momentos, el acto y la forma se tornan una unidad en la experiencia.

Museo Histórico Nacional - Intermedio zaguán contenido en la profundida de la abertura.
Edificio CCNI - Vínculo de lo exterior e interior por el traspaso intermedio de la entrada.


“La hospitalidad, podemos afirmar, no es una, como tampoco se deja atrapar en un único acto. Si discurrimos podemos decir que la hospitalidad se da cuando alguien llega a la puerta y es recibido. Pero, ocurre que el que llega, en su llevar lleva consigo un regresar cuando su llegar es el lugar de interés.” [7] La hospitalidad se hace presente en el interior del espacio intermedio que abarca el traspaso. Aparecen los valores simbólicos construidos en la puerta que recibe, como lo es un interior protegido por medio de la puerta acorazada, o lo amable del interior iluminado por lámparas, etc. Lo expuesto del abrirse a un otro que invita y recibe, es un acto de hospitalidad, y la entrada de un recinto es la abertura que genera el amparo. En el espacio aparece el contraste de tamaños respecto a la escala humana, de manera que el acto queda inserto en las dimensiones de la fachada. Dicho contraste permite reconocer el cambio de tamaños de la actualidad respecto a la de puertas de edificaciones antiguas.

La Moneda - Puerta que deja traspasar hacia el otro lado, revela el espesor por la profundidad de la entrada.
Edificio calle Colón, Valparaíso - Lo más próximo al acto de entrar tocado por el contraste de lo antiguo de la fachada con lo moderno de la puerta.


El amparo da cabida en el espacio - intermedio - del dentro y afuera, que compone el traspaso. Es la extensión que da cabida a un otro. La abertura de un acceso invita a entrar, por lo que la puerta también abre y no solo cierra. Cabe entender la hospitalidad, en la forma que se constituye el acto del traspaso de la entrada, a través de los signos que invitan al otro a trasponer el espacio, y que anuncian el cambio de nombre. Cada elemento que conforma la entrada es un símbolo que da cuenta de la identidad del lugar, siendo un anuncio hacia el otro que se dispone a entrar. Con esto se puede afirmar que los signos se construyen para un otro. El anuncio de la entrada, y el acto del traspaso fundan la experiencia de la hospitalidad vivida por el huésped, de manera que el amparo se vuelve real, ocurriendo una abstracción de la forma al acto. La entrada que anticipa un cambio expone al huésped el anuncio de la identidad del lugar, donde acontece lo amable de la acogida. Los accesos dejan ver a través de la forma el relato del traspaso amparado en la hospitalidad. La relación del espacio con la persona permite entender la hospitalidad como aquella extensión que da cabida al otro, así el acto se constituye en presencia de la acogida, el espacio recibe en su extensión al otro.

Instituto Superior de Comercio - El umbral acoge la entrada que abre la profundidad de un interior.
Edificio Paseo Ahumada - Intermedio del traspaso de puertas, demora el paso al entrar.


“Con lo aquí expuesto caemos en la cuenta de la riqueza que se guarda en el -entre- y que hemos llamado umbrales. Pareciera que la hospitalidad se ejerce más que acompañado, cobijado en un espacio -entre- que se ha inventado su forma, por tanto está antes de toda figuración, por consiguiente no tipificable… Intimidad a observar, en la vida de la ciudad. Ocasión de palpar la hospitalidad. Así al parecer intimidad y hospitalidad van juntas.” [8] Se presenta el vínculo del espacio que ampara la hospitalidad con la forma del acceso. El interior, que es identidad, se anticipa al huésped por la fachada, ese espacio conserva la acogida del lugar. En la entrada se levanta la forma que aproxima al espacio que guarda el -entre- que deja aparecer la acogida. El acceso comunica al otro la presentación del interior, invita y recibe en su extensión al otro, es por esto que el espacio junto al traspaso se vuelven sobre el amparo, la forma y el acto se fundan en la hospitalidad del lugar.

Banco Central - Tamaño que no guarda relación con lo humano, ofrece una magnitud simbólica.
Banco de Chile Valparaíso - La entrada se anticipa a la persona por su tamaño y el límite de adentro y afuera.


La identidad del lugar se hace presente por medio de la exposición de los signos de la entrada, que van configurando la forma de la puerta que invita. La identidad trae a presencia la pertenencia de la hospitalidad, la cual expone el espacio a un otro, esto es la acogida. “Un acto de hospitalidad es amparar y es paridad. ‘Amparamos pues, al otro, lo alojamos, hospitalariamente, lo hospedamos y eso otro, ese otro por nosotros amparado nos pregunta, nos confronta con ese ahora nuestro desamparo.’ (Derridá, :9)” [9] La identidad simbólica del cierro es la abertura del espacio cobijado en la hospitalidad; los objetos constructivos en unidad se disponen para amparar al otro que traspone el espacio, quien ejecuta el acto. Es la experiencia del otro la que deja aparecer la hospitalidad, con lo que se puede determinar que no hay amparo si no hay experiencia de un otro. La puerta de acceso es la estructura física que acoge la experiencia del huésped, de modo que la forma funda el acto del traspaso y el sentido de la hospitalidad.

Parque del Retiro, Madrid - Entrar a lo abierto de un parque, puerta que guarda el signo de lo monumental.
LA EXTENSIÓN DA CABIDA

La Extensión da Cabida En el estudio de accesos se produce una aproximación a lo abierto, en función de comprender el acto de traspaso desde una densidad de la ciudad a lo abierto. La puerta que invita y recibe a lo abierto, tiene la particularidad de revelar el interior a través de la transparencia, lo cual dramatiza la unión del adentro y afuera. En lo abierto se da la posibilidad de la “extensión que da cabida al otro”. [10] Este tipo de entrada aparece como signo del cambio de nombre que anuncia el paso hacia un espacio abierto. Lo amable de la puerta que invita a lo abierto permite que el otro sea acogido por la hospitalidad. La dimensión de lo abierto recibe en su amplitud el sentido de la hospitalidad, a través de la experiencia del huésped. El acceso se esfuerza por conservar el carácter de lo abierto, manteniendo en la forma el alcance del lugar. A partir de dicho carácter el cierro se conforma por el dejar ver a través, haciendo que los espacios, el dentro y afuera, se mantengan unidos visualmente, pero se separan simbólicamente, este tipo de cierro une y separa a la vez.


Parque del Retiro, Madrid - Acto de entrar que recorre una distancia, sube una altura y traspasa un ancho.
Green Park, Londres - La transparencia de la puerta revela el interior, dramatiza la unión del adentro y afuera.


“Es que la hospitalidad – eso nos enseña la Ciudad Abierta – requiere de una ubicación que se acomode sobre sí misma con su tamaño y su suelo. Así ‘la extensión da cabida’.” [11] La entrada guarda el vínculo del acto del traspaso y el sentido de la hospitalidad en la extensión del espacio que recibe al otro. Este otro se hace presente por la experiencia y el amparo a través del acto. Aparecen modos de abertura y cierro del interior abierto, cuya invitación a entrar deja ver distintos símbolos de poder, fortaleza, cobijo, entre otros. Las puertas de la ciudad, de las civilizaciones antiguas, constituyen el cierro mediante murallas sólidas y accesos fortificados. Sin embargo, además de proteger, estas puertas cumplían la función de anunciar a otros pueblos la identidad y el poder de la ciudad. De modo que este tipo de puertas se construyeron pensadas para ser expuestas a un otro.


Puerta Palatina, Turín - Aberturas insertas en la muralla, anticipan el traspaso a la ciudad.
Puerta azul de Fez, Marruecos - Aberturas simétricas para el traspaso de la puerta monumental, entrada a la ciudad.


En el acceso se produce el encuentro del signo, que anticipa el cambio, con la acogida, “al ser ello expuesto es decir público se vuelve un hecho que le da forma y existencia al acto de la hospitalidad, no como advertencia sino como saludo que es invitación” [12] “Es la identidad que conforma la puerta de entrada a la pertenencia… Relato que hace presente la identidad la que conforma la pertenencia desde el acto de la hospitalidad.” [13] La entrada de acceso presente ante el huésped, se hace visible arquitectónica y simbólicamente, revelando la identidad del interior, la cual se manifiesta en la experiencia del otro. El acceso de traspaso por una puerta monumental produce en la forma el desborde de las dimensiones. El acto y la hospitalidad se vinculan por la relación del tamaño y la forma de la entrada, de modo que el largo que se recorre, la altura que se sube y el ancho que se traspasa, determinan el modo de acoger al otro que queda contenido en el espacio por la hospitalidad.


Taj Mahal, India - La entrada monumental desborda las dimensiones del traspaso humano, revelando el signo del interior.
Chambord, Francia - Recorrido del traspaso en la distancia de la entrada, que conecta y separa.
Notre Dame, París - Entrada que recibe en la demora por la composición de símbolos que recorre la mirada.
Duomo, Milán - Apertura de la entrada al traspaso desde la distancia a la proximidad. Puertas que guardan lo simbólico.



La magnitud de la entrada desvela la identidad del lugar junto a la extensión del traspaso. La hospitalidad se compone en el espacio intermedio del traspaso, quedando acogida en el -entre-. La densidad simbólica que signa la entrada se expone en la frontalidad de la fachada y los umbrales resguardan el -entre- que cobija el entrar. El acceso de una iglesia o catedral deja aparecer la fachada y puertas con gran carga simbólica. Las formas y tamaños provocan en el traspaso la demora, ya que quien se dispone a entrar se detiene a cierta distancia para reconocer la fachada. Aparece nuevamente el sentido de la hospitalidad en las formas creadas para el otro. Se compone la entrada que da acogida en función de la experiencia del huésped.

Levantamiento Portón Ritoque

Para llevar a cabo un estudio real de la forma y luego crear la propuesta de entrada y cierro de Ritoque, se realiza un levantamiento de medidas del portón de este lugar. Este trabajo se realiza en función de obtener las dimensiones del portón a través de dibujos esquemáticos para luego construir una maqueta a escala, sobre la cual se trabaja posteriormente la propuesta. El levantamiento del portón se realizó midiendo cada elemento que compone la estructura. La entrada se constituye de dos machones de cemento que mantienen las puertas, cinco módulos de fierro, de los cuales tres se abren motorizados para el paso de los autos, y uno se abre manualmente para el paso de personas. Estos módulos poseen tensores diagonales y malla cuadriculada, de modo que la transparencia permite la unión del dentro con el afuera.

Sobre la Entrada y Cierro

El acto de entrar abre y funda el traspaso que se cobija en la hospitalidad de la puerta. El cierro de Ritoque genera la disputa poética entre lo -abierto- y el protón, lo cual parece ser una contradicción. Sin embargo la puerta de entrada abre a la hospitalidad, y no solo cierra aquel espacio. El acceso a Ritoque es signo de hospitalidad, recibe al habitante y al huésped indicando ese cambio de traspaso desde la alta densidad de la ciudad a lo abierto. La puerta es la identidad que recibe a lo abierto, es sobre esta afirmación que se trabaja la propuesta de este proyecto. Se observa en el entrada de Ritoque que el traspaso se realiza en el acceso de la carretera de gran flujo, a un espacio intermedio, que es el camino de tierra, el que se rodea de árboles y dunas, para llegar al interior. Ese intermedio pasa a ser la demora entre el estar dentro de y fuera de (zaguán). Este espacio, en su forma y composición, permite al otro que se dispone a entrar, reconocer la anticipación del lugar, de manera que en el ir entrando van apareciendo los signos que componen el lugar. Por la forma real del acceso, se va a generar el desarrollo del proyecto de la entrada de Ritoque con una propuesta que lleve a cabo la construcción luminosa del sentido de la hospitalidad, revelando el nombre del lugar y dando acogida a quienes entran.

Sobre el Levantamiento

El levantamiento del portón se lleva a cabo a través del dibujo a mano alzada para obtener la proporción y medidas de la entrada de Ritoque, y luego construir una maqueta a escala sobre la cual se trabaja la intervención gráfica. Al medir el portón se estudia la composición constructiva, donde los materiales tienen un peso significativo, por lo que la intervención gráfica debe ser pensada con materiales livianos que no intervengan a la estructura. El volumen del portón presenta un espesor por los ángulos de los marcos que sostienen los cinco módulos rectangulares, junto a los tensores diagonales que afirman el portón. El ancho y la altura de esta entrada genera en el traspaso distintos modos de acceder, según sea en auto o a pie, desde una densidad de la ciudad a lo abierto. Cada miércoles el portón permanece abierto de par en par, para la entrada de estudiantes y profesores para las clases de Cultura del Cuerpo y Amereida, y las reuniones de profesores en la sala de Música, esta abertura recibe a los huéspedes que son invitados a entrar. Esta entrada tiene una medida que se extiende en lo abierto de Ritoque.

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Construcción Maquetas

Luego del levantamiento del portón se realizó la construcción de la maqueta a escala (1:10). La estructura se trabajó con plancha de zinc de 0,5mm, la base y machones con cartón piedra de 3mm. Se llevaron a cabo dos maquetas, ya que la primera tuvo un error de ángulo de los marcos, por lo que no calzaban en el tope del portón con la puerta. Sobre la maqueta definitiva se inició el trabajo de la identidad de la entrada y la composición luminosa del sentido de la hospitalidad. La maqueta fue construida con estos materiales con el propósito de resistir el trabajo sobre ella que se realizó posteriormente. También fue pensada para el fácil traslado de ella, por lo que se cortó a la mitad. El trabajo sobre la maqueta comenzó en la ubicación de América del Sur invertida con la Cruz del Sur en el machón derecho (desde el exterior), junto al nombre de Corporación Cultural Amereida. Esta imagen se trabaja con la finalidad de ser tallada en la entrada de Ritoque.

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Construcción de la Identidad de la Puerta

Para la entrada de Ritoque se propone la construcción de la identidad a través del tallado del nombre del lugar sobre el machón derecho del portón: Corporación Cultural Amereida, junto a la imagen de América invertida con la Cruz del Sur. Este tallado se propone como una marca indeleble, tan sutil como una marca de agua, discreto. La marca como propuesta que signa en propiedad la puerta de Ritoque. Se define el tamaño del nombre y el mapa invertido junto al grosor del trazo. Para esto se realizan pruebas de dibujos, donde se elige una tipografía uniforme y simple, para llevarla al tallado sobre cemento. Luego se llevaron a cabo una serie de pruebas de tallado como modo de estudio antes de la construcción definitiva de la imagen sobre el machón de la entrada. Para el trazado de la marca se hizo una matriz impresa, en la cual se caló la tipografía y el dibujo del mapa invertido. La matriz fue puesta sobre el machón, y sobre ella se comenzó a trazar mediante el uso de una panty con tiza en polvo para calcar, la cual se presionaba contra la matriz con un poco de fuerza, y así fijar el dibujo sobre el cemento. Luego del trazado se comenzó el tallado con martillo y cincel de punta y paleta. Se encontraron algunas dificultades por la presencia de piedras, las cuales fueron talladas suavemente para no picar los bordes del dibujo. El tallado fue tratado desde los bordes hacia dentro, para así mantener una línea uniforme de los trazos. Para continuar con el trabajo de la marca como signo de la entrada, se define una profundidad de aproximadamente 5mm del tallado. Finalmente se tiñe el trazo con sulfato de fierro disuelto en agua, con pincel. Este trabajo con sulfato es un reinventar el trazo sobre lo que ya estaba tallado, para redibujar la tipografía y el mapa, cuidando no manchar los bordes. Para llegar al color final se usaron de 2 a 3 capas de sulfato.

La marca que nombra la entrada se dibujó en principio como el trazo del tallado sobre hormigón, considerando la visibilidad y tamaños de la imagen, para ser vista desde el camino de alta densidad. El dibujo de la imagen permite aproximarse al trazo tallado, de modo que se puede definir grosores y tamaños, tanto del mapa como la tipografía. El dibujo se realizó a partir de la impresión a tamaño real del mapa y la tipografía, donde la línea es una reinvención del cincelado. Este es un ejercicio previo al traspaso del dibujo al machón de la entrada. Luego de trabajar con la imagen a tamaño real se decidió sobre la tipografía adecuada para ser tallada, ya que una con serif dificultaba el tallado sobre hormigón, por lo que se hicieron unas pruebas de tallado con helvética, pero la imagen final fue tallada con tipografía corbel cuerpo 190pt. La ubicación de la imagen se determinó en el machón de 240 x 90 cm, según la posición adecuada para la vista de quienes van en auto y a pie. Esta imagen hace que el acceso pase del cierre a la bienvenida.

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Una vez definido el grosor del trazo, tamaño y ubicación de la imagen, se realizaron pruebas de tallado de tipografía sobre hormigón no estucado. Estas pruebas fueron un estudio del tallado, con el cual se pudo calcular la fuerza de los golpes del martillo sobre el cincel, y la dirección del trazo según la posición del cincel, además de la profundidad que se pudo tallar sin deformar la tipografía. Al trabajar con la tipografía helvética se pudo ver algunas dificultades de tallado en el carácter R que posee una curvatura compleja de tallar. Por otra parte, al trabajar con hormigón no estucado, se presentó gran cantidad de piedras que deformaban el trazo tipográfico. Ya en la tercera prueba de tallado se logró manejar la posición del cincel y una adecuada presión para no picar los bordes, y así obtener un tallado de mayor precisión. Luego el trazo se tiñó con sulfato ferroso, este sulfato es un compuesto químico que puede ser usado para teñir hormigón de un color amarillento oxidado. Este sulfato se trabajó sobre el cemento, diluido en agua, a través de capas, al modo de aguadas, y a medida que se seca aparece el color, oxidando el cemento.

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El tallado final sobre el machón de la entrada se inició con el traspaso del dibujo sobre el hormigón. Esto se llevó a cabo mediante una matriz impresa calada con sacabocado, a la cual, una vez ubicada sobre el machón, se le aplicó tiza en polvo. El reinventar del trazo a través del tallado se comenzó con la Cruz del Sur, luego el mapa de América del Sur invertido y por último la tipografía, lo más difícil de tallar por la gran cantidad de piedras que picaban los bordes. A pesar de la superficie pedrosa se logró un trazo uniforme visto a la distancia, sin embargo el bajo relieve por si solo era poco visible, por lo que fue necesario teñir el fondo de las letras con el sulfato ferroso. El dibujo con sulfato fue tratado como una recomposición del trazo sobre la superficie tallada. La identidad de la entrada se trabajó a través del balance visual, distinto al balance geométrico de la tipografía, el trazo sutil como una marca de agua anuncia el nombre del lugar de forma discreta, no como una imposición, sino como una invitación a quedar acogido por la Ciudad Abierta.

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Registro del Tallado

La marca tallada en la entrada es parte del planteamiento de la abertura en el cierro como propuesta del proyecto, para aminorar esa contradicción de lo abierto y el portón de Ritoque. Esta marca indeleble signa (pone el singo) en propiedad la entrada de Ritoque. La disputa poética entre lo abierto y el portón que cierra se plantea desde la hospitalidad de la Ciudad Abierta, otorgando sentido al cierro como la puerta que abre y recibe al otro. “Un acto de hospitalidad no puede ser sino poético” (Jacques Derrida.) [14] “La Ciudad Abierta otorga hospitalidad a los oficios, a los oficios en el acorde de su propio trabajo, estudio, vida. Es que ella recibe huéspedes, los que para ser tales y no menos visitantes han de decir públicamente quiénes son, lo cual siempre requiere una cuota de interna disponibilidad. Y los huéspedes pueden hablarnos en la vida diaria y en las ágoras, porque nosotros dejamos de hacer para oírlos. Detenerse que implica, naturalmente, un riesgo. El que bien vale la pena volver cada vez a correr, pues por él y con él quedamos ‘sin posibilidad de generalizaciones’.” [15]

Composición de la Propuesta

Para la propuesta de la entrada de Ritoque se lleva a cabo la construcción luminosa del sentido de la hospitalidad, a través de un proceso de estudio de la forma, según lo investigado sobre los distintos accesos, lo que vendría a ser el estado del arte de como se ha enfrentado el mundo a la construcción de las puertas. Para el desarrollo de la forma se realiza una serie de dibujos para llegar a un diseño primario, en el que se hace visible la generación geométrica, se van pensando curvas y tangentes, las cuales se pueden fusionar. La construcción de distintas inclinaciones tiene como propósito trabajar la luz y pensar una realidad de la sombra. Luego se desarrollan maquetas de papel, donde se va construyendo la forma junto a la variación de la luminosidad y el juego de relaciones geométricas interna que le da consistencia al dibujo y a la forma. Se propone el portón con distintas transparencias y mallas de diferente densidad, de modo que la composición luminosa es la construcción de formas traslúcidas que dejan aparecer la luz y leves rasgos del interior. La forma del cierro es plantear la abertura a través de la composición luminosa de las mallas traslúcidas de distinta densidad, lo que permite la unidad del dentro y el afuera por el traspaso de la luz. Como material constructivo se propone el uso de mallas de acero inoxidable, cuyo peso es lo suficientemente adecuado para no intervenir en el peso de la estructura de fierro del portón actual. Posteriormente para llevar a cabo la forma real de la propuesta, se trabaja sobre la maqueta construida a escala.

Estudio para una Propuesta de la Forma

El desarrollo inicial de la forma se compone de una serie de dibujos que abarcan desde las partes a la unidad, para lograr una estructura del todo. Los dibujos se generan desde fragmentos y contrastes que a medida que se ejercita se van afinando y decantando hasta la forma final. En principio surge el dibujo a través del método espontáneo, donde la intención es dejar aparecer las posibilidades de composición luminosa bajo la estructura del portón. Esta serie de dibujos se elabora como un ejercicio para formalizar una propuesta de forma del portón. Sobre los dibujos que van apareciendo, se tiene como propuesta fragmentar lo visible del interior, a través de planos luminosos, pero todavía en un estado bidimensional. Los primeros dibujos que aparecen componen formas rectas y tangentes, dejando al margen la posibilidad de curvas. Es a través del proceso creativo que comienzan a aparecer distintas formas primarias para la propuesta de la entrada de Ritoque, que posteriormente se aplica desde la abertura, pero que además protege, el cierro; confrontando la disputa poética.

Siguiendo el estudio de la forma, se esbozan curvas a partir de lo observado en algunas puertas, que se componen de figuras orgánicas. Se dibujan formas de manera sistemática, una tras otra, para lograr una composición libre, teniendo presente el juego de planos luminosos que luego se trabaja. Las formas que comienzan a aparecer hacen posible distintas relaciones geométricas que, para la propuesta final, dan consistencia al dibujo. Los primeros dibujos se encuentran lejos de la propuesta final, pero cada dibujo va dando la posibilidad de otro, hasta llegar a una forma final. Por esta razón se desarrolla este ejercicio de formas primarias, que de a poco dejan aparecer el diseño que propone constituir la abertura a pesar del cierro, a través de la hospitalidad de la Ciudad Abierta. Los dibujos sistemáticos y esquemáticos permiten desarrollar, a través del proceso creativo, una forma posible sin restricciones. Posteriormente se trabaja enfrentando los problemas constructivos, tanto de los materiales a trabajar, como la estructura del portón, la realidad misma de la entrada de Ritoque.

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Las formas dibujadas no son pensadas desde la realidad del portón, ya que se trabaja desde el pensamiento bidimensional, donde se dibujan distintas luces que van dando consistencia a la forma. La propuesta del proyecto se piensa bajo el trabajo de transparencias a través de mallas de distinta densidad, dejando aparecer algo del interior. Por lo cual los dibujos esquemáticos se trabajan con distintos matices de grises, como una aproximación a la sumatoria de planos traslúcidos que se componen posteriormente. El contraste de grises de los dibujos permite pensar el estado del portón como un objeto tridimensional que posee una realidad de la luz y la sombra, de modo que la intervención de planos luminosos como propuesta, depende de dicha realidad. Las formas trazadas dejan aparecer figuras que son replanteadas desde la propuesta de curvas y tangentes, las cuales pueden ser fusionadas y trabajadas en un conjunto, correspondiente a la generación geométrica de la forma.

La composición de partes se piensa a través de luces, según las distintas inclinaciones de los planos, generando el movimiento de luces y sombras dependiendo de la luminosidad del día. Sin embargo a través del dibujo no se logra obtener una realidad de las luces y sombras. La multiplicidad luminosa comienza a hacerse presente como propuesta. Se observó en el estudio de puertas que la transparencia se relaciona con la abertura, donde la unión del dentro y afuera reduce la fuerza del cierro, como ocurre en los accesos a parques y otros recintos abiertos. De esta manera, el desarrollo de la forma se plantea desde figuras traslúcidas que permitan el paso de la luz a través del acceso, dejando aparecer leves rasgos del interior y mantener unidos el dentro con el afuera. La puerta que recibe en la hospitalidad es aquella que invita a penetrar y quedar acogidos en la abertura de aquel espacio. La puerta de Ritoque se proyecta desde la hospitalidad que invita al acto del traspaso, a la extensión que da cabida al otro. La forma que se trabaja es un intento por reducir la contradicción del cierro con lo abierto.

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Luego de realizar la serie de dibujos, se hicieron distintas maquetas de papel, todavía en estado bidimensional, para lograr el trabajo de transparencias y la superposición de capas traslúcidas. En principio estas maquetas fueron hechas a partir de los dibujos ya realizados, luego se fueron creando nuevas formas utilizando distintos papeles. Al trabajar con maquetas de papel se logra una aproximación a los planos luminosos. La construcción luminosa del sentido de la hospitalidad debe revelar también la identidad y la acogida del lugar, de esta forma se sigue construyendo la propuesta para la entrada de Ritoque. La generación de formas comienza a tomar sentido por la composición luminosa. Se observa que las formas dibujadas son otra realidad a la de las maquetas, por lo que el trabajo continúa en un estado de diseño primario. Luego la intervención toma otras formas, según las propiedades del papel. El estudio de la forma se desarrolla por medio de distintos blancos, como presencia de luz, ya que la propuesta de intervención se plantea como una construcción luminosa fundada en la hospitalidad.

Estas maquetas se realizan, al igual que los dibujos, de modo sistemático y esquemático, dejando aparecer una serie de posibilidades que luego van tomando consistencia a través de las relaciones internas. La creación de nuevas formas permite lograr distintos modos de traspaso de la luz a través de los planos, junto a la unión del dentro con el afuera. Se va generando una invención de la composición luminosa, teniendo presente la realidad de la sombra. El ejercicio de ir haciendo pruebas mediante el proceso creativo, permite el devenir de las formas, que acontecen por el constante hacer. Esta manera de crear se realiza por el estudio de luz y forma, que en unidad van generando la composición de planos sobrepuestos para ser vistos a trasluz. La unidad de luz y forma es elemental para la construcción de la propuesta. La sucesión de imágenes trabajadas componen la generación de la forma final, que en conjunto dejan aparecer las posibilidades de la construcción luminosa, que luego es trabajada sobre la maqueta del portón.

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La entrada de Ritoque presenta el contraste del paso desde una densidad de la ciudad a una extensión abierta. La puerta proyectada se plantea desde el anuncio de ese cambio, anticipando la identidad del interior a quien se dispone a trasponer el espacio. La puerta recibe y a la vez revela el nombre de aquel lugar, entregando un signo al otro. La composición luminosa que otorga el sentido de la hospitalidad debe contener ese signo que es revelado a través del acceso. Se trabajan las curvas como posibilidad de superficies y calados, dejando traspasar rasgos del interior hacia el exterior. La forma final de la propuesta comienza a aparecer de modo elemental. La relación de las curvas con el traspaso de la luz surge como planteamiento de la realidad luminosa, donde se empieza a componer un vínculo entre la luz y la forma. Se abarca la superficie del portón como una totalidad para la generación de la forma. Sin embargo este diseño queda en un estado de pausa que posteriormente se vuelve a retomar, ya que surge otra propuesta de composición de rectas y diagonales.

Aparece el juego de relaciones geométricas que da consistencia al dibujo y a la forma. Las formas trabajadas comienzan a adoptar una composición de mayor precisión geométrica. Se elabora la propuesta diagonal, donde se varía la luminosidad según las inclinaciones de los planos. Esta propuesta se trabaja para lograr un vínculo geométrico interno de los planos luminosos. La generación geométrica se construye a partir de la estructura frontal de la puerta, en la cual se articulan reiteraciones diagonales que permiten el traspaso de la luz y fragmentos del interior. Esta propuesta se realiza las veces necesarias, para llegar a la relación geométrica interna que da coherencia a la forma. Se lleva a cabo la disposición de los planos que van de a dos capas traslúcidas que se suman, las cuales son la repetición de las figuras con un cambio en la dirección de la inclinación.

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Siguiendo con las diagonales, se trataron nuevas formas fusionando rectas y curvas en un mismo espacio. La unión de estas formas genera nuevas posibilidades para la composición de los planos luminosos, sobre los que se va conformando una trama de superficies traslúcidas a través del papel. Se suma una tercera capa, para obtener nuevas luces y opacidades. La construcción de capas traslúcidas genera la posibilidad de distintas luces que crean movimiento sobre la superficie del portón. Se trabaja la realidad de la luz y la sombra, dejando aparecer la multiplicidad luminosa por la superposición de planos. Estas maquetas se realizaron con tres capas de papeles diferentes, hilado, bond ahuesado y papel diamante, por sus leves contrastes de luminosidad. Las formas creadas continúan siendo un ejercicio sistemático donde la sucesión de imágenes aparece por medio del proceso creativo. No se idea un origen de la forma, este trabajo se desarrolla luego de caer en la cuenta de ello, para la propuesta de una maqueta a escala real en la entrada de Ritoque. Estas maquetas permiten el estudio de la creación de la composición luminosa.

Para lograr una aproximación a la realidad de la entrada de Ritoque, se llevaron a cabo maquetas sobre un dibujo en escala de grises que permite visualizar lo que traspasa el portón. Esta manera de abarcar la composición hace presente el contraste de los planos luminosos sobre la configuración de luces y sombras propias del lugar. Se realizan distintas pruebas y se replantea la forma de los planos sobrepuestos, para así lograr una relación de la composición entre los planos y los espacios vacíos. La superficie se comienza a trabajar desde los espacios vacíos que dejan aparecer lo que hay detrás, de forma que se comprende la propuesta desde la sumatoria de capas traslúcidas y lo transparente de la entrada. Se produce un cambio en proceso de la forma, volviendo a propuestas anteriores, ya que se busca generar una consistencia entre lo transparente y lo traslúcido de la propuesta a través de los planos luminosos. Las nuevas formas se crean a partir de la intención de hacer presente algunos rasgos del interior mediante el juego de relaciones luminosas de los planos.

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“Dado que el ejercicio de la hospitalidad ha de considerarse una obra, cuya peripecia de ampliación y profundización pide de una entrega que madure junto al obrar creativo” [16] Se define el diseño para la intervención de la maqueta, el cual comprende la forma desde una invitación a entrar. Se proyecta el quiebre de la continuidad del paso desde la carretera de alta densidad, para quedar cobijado en esta entrada que revela el traspaso hacia la hospitalidad. La composición luminosa anticipa un frente que delata la identidad del espacio, es el signo que adelanta un cambio. La extensión abierta del interior recibe a huéspedes y habitantes anunciando la proximidad del traspaso. Los valores luminosos de la propuesta son un intento por construir el alcance de lo abierto y hacer presente el amparo de esta extensión que da acogida al otro.

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Maquetas

Para llevar a cabo la intervención de la propuesta sobre el portón se realizaron varias pruebas con tul transparente, pensando en un material a escala de las mallas de acero inoxidable traslúcidas, consideradas como material para la propuesta real. El tul fue trabajado con distintos materiales para endurecerlo. Se trabajó con almidón para planchar, pero la fibra de la tela no lo absorbía. También se intentó con pasta muro y pegamento en spray, sin embargo, una vez montada la tela sobre la maqueta la trama de la tela quedó fuera de escala. De esta manera se optó por construir la intervención luminosa con entretela termofusionable aplicada con calor sobre tul transparente, junto a papel diamante y bond ahuesado. La fibra de esta tela y los papeles era lo más próximo a la escala de la densidad de las mallas de acero. Esta maqueta vista a trasluz dejaba aparecer distintas realidades luminosas, pero al estar montada sobre un mismo plano la propuesta sigue en un estado bidimensional, sin profundidades y posibilidades de espesores.

Formalización del Proyecto

El ejercicio de formalizar una propuesta para el portón necesita abarcar el origen de donde sale la forma y su relación con el estudio de los accesos, tener una palabra que revele la génesis del estudio de las puertas. Aparecen reglas de conformación geométrica, donde los valores simbólicos de la forma deben relacionar la abertura con la transparencia. ¿Cómo se puede buscar la riqueza del estudio que tenga una generatriz constructiva? Para esto se vuelve sobre los dibujos y se observan desde el Art Nouveau, que toma detalles y los repite, repite fragmentos a partir de la naturaleza. Esta etapa tiene por objetivo encontrar la génesis y los valores simbólicos de la forma, construyendo una propuesta con su razón y origen, cuyo fundamento es la disputa poética de lo abierto y el cierro. Con este proceso se formula una serie de ensayos para la construcción de una maqueta de la puerta a escala real, por lo que es necesario seguir trabajando la forma y estudiar materiales constructivos posibles para esta maqueta. El replanteamiento de la forma hace volver a la base del acto de traspaso fundado en hospitalidad, de modo que no puede ser un origen meramente plástico, ya que tiene una función.

Análisis y Reflexión sobre la Forma

Se vuelve sobre los dibujos sistemáticos, para analizar los trazos gráficos, catalogar su génesis y encontrar la connotación de lo abierto. Se redibujan la propuestas anteriores para pensar en el origen y poder definir una estructura del desarrollo de la forma, su razón y de donde viene. La sucesión de los dibujos esquemáticos permite ver la variación de formas que va dando un sentido a la generación geométrica, a través de los distintos modos de abarcar la superficie que se trabaja. Se produce una reflexión sobre el dibujo que se propone. Ya en los dibujos finales aparece el análisis formal de módulos y curvaturas como regla de conformación geométrica. Se va reconociendo el valor de la unidad determinante, y se vuelve modular. El portón se compone de cinco marcos rectangulares, el trabajo de la forma se reconstituye a partir de estos cinco módulos donde se inscriben figuras luminosas que dan consistencia a la transparencia y a las superficies traslúcidas. Se vuelve sobre la forma para otorgar permanecía a la introducción, ya que la puerta es una presentación ante un otro.

Generación Geométrica de la Propuesta

Para la maqueta a escala real se propone reformular la forma genérica de las curvaturas junto a la legibilidad de las letras CCA, donde el juego de la forma debe cuidar de las dos figuras. Se piensa en tamices sobrepuestos que van de mayor a menor densidad, con transparencias, bajo el valor de la unidad determinante en cada módulo. La forma la genera una serie que da esa situación, pero que debe ser inequívoca, CCA es lo que se ve desde la carretera. Este paso de lo meramente plástico a una función hace que surjan bases formales de observación, luminosidad y el sentido de la puerta. Para esta proyección se piensa en tamaños de letra y tipografía, ya que no van las letras sin la construcción de la transparencia y la disputa poética del cierro. Es por esto que las letras se construyen a través de la sumatoria de velos y no calado, ahí está la dificultad constructiva del diseño. La consistencia configura la forma y su espesor. La propuesta se transforma en función de las letras y en la maqueta presentada anteriormente. El anhelo de la composición es la transparencia y la apertura, provocando una lucha de elementos.

La forma que se trabaja necesita de una multiplicidad, la lectura desde lejos y transparencias en la proximidad. Como regla genérica, se propone que cada elemento sea un fragmento de cada letra, las cuales se componen por la sumatoria de capas. Se busca una tipografía adecuada, según la abertura y el espesor de la letra. Se ve cuanto se puede modificar, ya que las letras tienen que empezar a aparecer. La composición debe insinuar la letra pero de modo inequívoco, y a la vez jugando con la propuesta inicial. Se trabaja para lograr armar con la trama CCA, a través de la sobre posición de transparencias y formar algo nuevo con las tramas. Para llegar a la propuesta final se realiza una serie de dibujos esquemáticos que van componiendo la construcción de una entereza formal. En estos dibujos se ve el tamaño y tipo de letras, su ubicación junto a su fragmentación.

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Primeras Propuestas

Luego de definir los tamaños y cuerpos, se realizaron maquetas de distintos papeles traslúcidos, a modo de pruebas de la composición luminosa y se decidió trabajar con la tipografía Futura. La construcción de dichas maquetas se proponen desde la transparencia, donde las letras van a denotar la forma de la totalidad. Los arcos de las curvas se componen a partir de una misma circunferencia y la sumatoria de capas se limita a tres. Las películas luminosas se crean pensadas en quienes van entrando. La función del diseño es el trabajo con cinco paneles luminosos. Cada panel recoge su propia realidad y controla tres intensidades luminosas. La luminosidad de los paneles se compone por distintas membranas traslúcidas que pueden ser de diferente o igual densidad. La composición trabajada debe responder a tres órdenes simultáneas: el de la letra, el de la composición general y el de cada una de las cinco particularidades. Las maquetas de prueba se realizaron con papel diamante y luego con tyvek, pensando en un material resistente a la humedad ambiental del exterior. Para generar mayor consistencia luminosa en la sobre posición de planos se propone la sobre posición de fragmentos donde la legibilidad de los caracteres puede quedar oculta. Los fragmentos luminosos se generan a partir de la geometría de las letras, pero ya no es necesario que se vean a primera vista.

Para la construcción de la intervención sobre el portón se plantea la corporeidad de cada panel para ser sujetados mecánicamente a la reja del portón. Ya creadas las matrices a escala real para iniciar la obra, se busca una malla lo suficientemente transparente como soporte para las densidades luminosas de los fragmentos. Se consigue trabajar con malla mosquitera blanca de 90x200 cm y las piezas de los fragmentos fueron impresas en papel tyvek. Al momento de unir la malla mosquitera con el papel tyvek se presentaron dos problemas. En primer lugar se debía buscar un pegamento transparente y firme, por lo que se hicieron pruebas con ágorex transparente. Sin embargo este pegamento posee un solvente que arruga el papel y no permite una adecuada unión de estos dos materiales. Luego se hicieron pruebas con cola fría, en principio dio buen resultado, pero luego de varias horas el papel se comenzaba a arrugar formando globos en toda la superficie. Este material no es capaz de resistir la humedad del pegamento. Realizadas la pruebas y al ver que no resultaba trabajar con papel tyvek, se optó por buscar una tela que no deshilachara y que a la vez su trama generara distintas densidades luminosas a través de la superposición.

Se decidió trabajar con la tela tnt blanca, que es un tipo textil no tejido, las fibras de la tela están unidas por distintos procedimientos y no se compone de fibras tejidas. Este material es una trama traslúcida que compone distintas densidades por la superposición de capas. La tela tnt se trabajó con cola fría disuelta en un poco de agua, sobre la malla mosquitera, las cuales se colgaron tensadas, para el proceso de secado al aire libre. Luego para el montaje de estos velos luminosos, se amaró una forma de prensa para sujetar los paneles a la reja del portón. Cada malla va con 1cm de separación a través de listones de terciado de 2,5x90cm. Esta separación es pensada para otorgarle profundidad a las capas y así generar luces en distintos planos. Estos paneles fueron apernados a la reja del portón, sobre los terciados. La propuesta se realizó en base a matrices impresas de tamaño real, de las cuales se traspasó el dibujo sobre las telas, todo el trabajo hecho a mano.

Secuencia Final del Montaje

Una Vez montado el proyecto y terminar con esta parte, se llevó a cabo un registro fotográfico de esta experiencia con distintas luces según la hora del día, tanto por dentro como por fuera. Este registro trae a presencia las distintas luminosidades y la realidad de la sombra, tanto en el juego de planos, como en propio espacio que conforma la entrada. Esta propuesta se deja montada durante una semana, y se registra en distintas horas del día, la composición luminosa de los fragmentos traslúcidos.

Registro Fotográfico
Conclusión

Este proyecto se realizó a través del acontecer del estudio, la observación de accesos, el acto de entrar, el amparo que resguardan las puertas y la experiencia del otro. La forma se funda en el acto, de modo que la hospitalidad propuesta es la construcción luminosa para la entrada de Ritoque. La formalización del proyecto ocurre desde la observación del acto y la forma, se contempla una herencia de las puertas en el pasar de la historia, que para esta propuesta se recogen y se plantean desde los valores simbólicos que signan la entrada, que recibe y antepone la identidad del lugar a un otro.


  1. Álvarez Orellana, Felipe, Pórtico Espolón del Cobijo en Traspaso. Proyecto final de título, 2006. p.136.
  2. Cruz Covarrubias, Alberto, El Acto Arquitectónico. Valparaíso, Ediciones e[ad], 2010. p.13.
  3. Cruz Covarrubias, Alberto, El Acto Arquitectónico. Valparaíso, Ediciones e[ad], 2010. p.14.
  4. Portillo, Luis, Fundacion de Roma : Leyenda Romulo y Remo. http://www.historialuniversal.com/
  5. Cáraves Silva, Patricio, El concepto de umbral construido en el cierre de un cementerio. Proyecto final de título,1976. p.6.
  6. Cruz Covarrubias, Alberto, El Acto Arquitectónico. Valparaíso, Ediciones e[ad], 2010. p.13.
  7. Cáraves Silva, Patricio,“La Ciudad Abierta de Amereida. Arquitectura desde la Hospitalidad” Experiencia arquitectónica de la generación de la Ciudad Abierta. Editorial Academia Española. Alemania, 2007. p.183.
  8. Cáraves Silva, Patricio,“La Ciudad Abierta de Amereida. Arquitectura desde la Hospitalidad” Experiencia arquitectónica de la generación de la Ciudad Abierta. Editorial Academia Española. Alemania, 2007. p.193.
  9. Cáraves Silva, Patricio,“La Ciudad Abierta de Amereida. Arquitectura desde la Hospitalidad” Experiencia arquitectónica de la generación de la Ciudad Abierta. Editorial Academia Española. Alemania, 2007. p.208.
  10. Iommi Marini, Godofredo, De la Utopía al Espejismo. Editorial Pontificia Universidad Católica de Chile,1983. p.17 a 25.
  11. Ídem
  12. Cáraves Silva, Patricio,“La Ciudad Abierta de Amereida. Arquitectura desde la Hospitalidad” Experiencia arquitectónica de la generación de la Ciudad Abierta.Editorial Academia Española. Alemania, 2007. p.195.
  13. Ídem
  14. Cáraves Silva, Patricio,“La Ciudad Abierta de Amereida. Arquitectura desde la Hospitalidad” Experiencia arquitectónica de la generación de la Ciudad Abierta.Editorial Academia Española. Alemania, 2007. p.182.
  15. Iommi Marini, Godofredo, De la Utopía al Espejismo. Editorial Pontificia Universidad Católica de Chile,1983. p.17 a 25.
  16. Cruz Covarrubias, Alberto, El Acto Arquitectónico. Valparaíso, Ediciones e[ad], 2010. p.49.