Título	Jardín Ronda Educativa, San Alfonso, Limache
Tipo de Proyecto	Proyecto de Taller
Palabras Clave	ciclo 3
Período	2019-2019
Asignatura	Taller del Acto y el Vacío - Tamaño Arquitectónico del Interior: 1° Semestre 2019
Del Curso	Taller del Acto y el Vacío - Tamaño Arquitectónico del Interior: 1° Semestre 2019
Carreras	Arquitectura
Alumno(s)	Catalina Aninat
Profesor	Rodrigo Saavedra, Filippa Massa

Proyecto CECI y EPI San Alfonso, Limache

Un Centro Educativo y Cultural de la Infancia (CECI) es un Programa Alternativo de Atención al Párvulo, administrado y ejecutado por la JUNJI (Junta Nacional de Jardines Infantiles). La propuesta curricular de un CECI se inspira en la filosofía de Reggio Emilia (https://www.junji.gob.cl/educacion-parvularia/). Esta toma el nombre de una localidad italiana, donde madres viudas en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, desarrollaron una metodología educativa para sus hijos basada en la experimentación y el descubrimiento (https://cadenaser.com/ser/2016/12/16/sociedad/1481887887_887255.html). El niño es el que toma la iniciativa desde un contexto educativo generado por técnicos parvularios y agentes comunitarios. Por ello, el arte y la cultura son áreas esenciales que impulsan la creatividad, y la familia el apoyo indispensable e inicial para el niño. En la Villa San Alfonso de Limache existe el CECI “Bajitos de San Alfonso”. Actualmente funciona en una sede social compartida con la Junta de Vecinos de la villa. Es decir, el programa no se imparte en un espacio exclusivo. Por ello se ha propuesto un proyecto arquitectónico dirigido a satisfacer las necesidades particulares de los niños que acuden a este centro y de sus educadores, teniendo en cuenta el contexto cultural y geográfico. El proyecto considera un CECI y un EPI (espacio público infantil). Este último será una extensión del primero: un espacio lúdico para la estimulación temprana, ubicado fuera del edificio donde se impartirán las clases, para que los niños matriculados y no matriculados puedan desarrollarse mediante el juego. El EPI pasará a ser, entonces, el elemento espacial vinculante entre un interior y un exterior público.

CROQUIS CONDUCENTES

Lo oculto da lo íntimo, el cuerpo se recluye, se oculta a las miradas ajenas. Los árboles del jardín bloquean la comunicación visual exterior-interior y viceversa, ocultando el habitar.
El recogimiento en la oración, un arriba iluminado en elongación vertical que le da holgura al espacio sombreado inferior.
En los márgenes de la sala, la posición de los elementos es fija. El centro de la sala es el espacio dinámico que cambia su disposición según la actividad a realizar.
La sombra delimita un área que ha sido elegida para jugar. En el exterior la sombra es resguardo de la luz directa y, por lo tanto, retiene al cuerpo en comodidad.
Un semicírculo de sillas donde se sientan los niños a ver un video. Se rodea un vacío, no hay extremos apartados, se conserva la proximidad.
El almuerzo. Disposición alrededor. El frente a frente permite observar al otro y aprender del otro. El estar enfrentados da contacto visual y proximidad, configurando una atmósfera íntima.

FACTOR DE IDENTIDAD: vínculo vecinal en el “frente a frente” resguardado; ACTO: Aprender Observando en el Rodeo

Tras varias salidas de observación, se llega a la conclusión de que: 1. La particularidad de la Villa San Alfonso consiste en la generación de vínculos entre vecinos gracias al encuentro que donan las veredas enfrentadas y separadas por calles angostas (“frente a frente”) Todo esto resguardado por los perfiles de los cerros que rodean Limache y conforman un límite visual y un paisaje común y cotidiano. 2. Dentro del CECI, el aprendizaje de los niños se da principalmente a través de la observación del otro durante este proceso, y de preferencia estando los cuerpos ubicados en el rodeo de un espacio central o ronda. Esto permite enfrentarse al otro, sin obstáculos visuales, para aprender de él.

Organismo de Existencias, Factor de Identidad: Vínculo Vecinal en el Frente a Frente Resguardado.

LA FORMA: Jardín Ronda Educativa

Para dar cabida al acto e incorporar el factor de identidad, se propone un vacío hexagonal para el CECI, y un recorrido circular para el EPI. El hexágono es una forma que tiende a un centro, crea un vacío que invita a ser rodeado, que se dispone para que el cuerpo se ubique junto a otros en una ronda. En tres de los muros que se elevan desde el hexágono y dan hacia la calle, se abren tres ventanas a la altura de la vista de un niño, largas y angostas, que permiten ese frente a frente entre los niños en el interior y los vecinos en el exterior. También así se conserva el paisaje habitual de los niños en el interior con una conexión visual con el exterior. Por fuera, se colocan paneles, paralelos entre ellos y perpendiculares a las ventanas, para proteger la intimidad de los infantes. Estos paneles permiten mirar hacia el exterior, pero obstaculizan la vista hacia el interior desde algunos ángulos. La entrada se ubica en una cuarta cara que da hacia el terreno actualmente ocupado por la Plaza San Alfonso. Parte del muro se introduce en el vacío ocultando la entrada, al tiempo que invita al que ingresa a hacerlo en un gesto de rodeo. En el resto de los muros se ubican las entradas a las otras áreas que conforman un CECI: cocina, sala de hábitos higiénicos, oficina y baño universal. La techumbre principal que cubre la sala hexagonal de actividades, alcanza una mayor altura que el resto de las techumbres que la rodean, y presenta ventanas que siguen el movimiento hexagonal orientadas al Este, para captar los rayos luminosos del sol de la mañana, pues la jornada se extiende desde las 8:30 hasta las 12:30 aproximadamente. Esta iluminación superior y circundante llena el vació de manera uniforme y genera en el espacio inferior una sensación de holgura que concuerda con la amplitud que se quiere generar para que se conforme la ronda y para que los niños y educadores tengan libertad de movimiento. Desde la entrada del CECI, se extiende una celosía o sombreadero que cubre el trayecto hacia el EPI y parte de este. La celosía dona la sombra necesaria para la cómoda permanencia durante el juego del infante y la vigilancia de los apoderados.

El EPI consiste en un recorrido circular (se continúa con la idea del rodeo o ronda) con cuatro umbrales y seis ventanas geométricas. Cada umbral tiene dos aberturas: una más alta para que los niños atraviesen de pie, y una más baja para que atraviesen agachados o gateando. La abertura más alta contiene también una rampa que desafía las habilidades motoras del menor. Las ventanas, por su parte, rodean el centro del EPI y se encuentran enfrentadas de a pares. Existen seis pares de figuras geométricas para que el niño identifique la ventana enfrentada que corresponde a la suya (se sigue con la idea de paridad planteada en el segundo ciclo). Así, el factor de identidad se convierte en un juego, las ventanas donan un encuentro enfrentado resguardado por la sombra de una celosía.