Perspectiva, dimensión e ilusión de lo lejano - Javier Parraguez Pincheira

De Casiopea



TítuloEnsayo 1-1ºS 2022
AsignaturaTaller del Programa y Forma de la Edificación
Del CursoTaller del Programa y Forma de la Edificación 1º Semestre 2022
CarrerasArquitectura
10
Alumno(s)Javier Parraguez

Perspectiva, dimensión e ilusión de lo lejano

Resumen

Cómo la perspectiva comienza a cambiar el arte a inicios del renacimiento, viejas formas de pintar quedan atrás y se comienza el estudio y la aplicación de esta disciplina matemática y artística. De esta nueva tendencia surgen los trampantojos, que mediante una ilusión óptica intentan engañar al ojo humano para parecer que la tridimensionalidad real estuviera plasmada de diferentes formas en el arte. Este concepto se implementa en teatros renacentistas de la época y se usa como escenografía donde el tamaño y la lejanía de los objetos de esta forma esta ilusión óptica para acompañar las obras como fondo de escena.

Palabras Clave

Perspectiva, dimensiones, tamaño, ilusión, arte, trampantojo, lejanía.

Introducción

El arte del renacimiento trae una nueva visión que termina con lo que se estaba acostumbrado en la edad media, nuevas corrientes influencian a los artistas, dentro de ellas el estudio de la perspectiva, que da un realismo a las pinturas que hasta podrían ser confundidas con lo real, pero que en verdad es una ilusión creada a partir de geometrías específicas tomadas de la extensión y lejanía de la realidad y posteriormente plasmadas para engañar al ojo humano.

Cuerpo

La perspectiva, proveniente de la palabra perspective y el verbo perspicere “ver a través de”, es un sistema el cual permite rescatar las 3 dimensiones de la realidad y plasmarlas en una superficie bidimensional. En este método se logra crear una ilusión de profundidad, con objetos cercanos y lejanos guiando todo a partir de líneas que forman una geometría y convergen en un punto de fuga. Todas las líneas de los objetos del dibujo en dos dimensiones seguirán el orden de esta guía creando el efecto que se quiere dar. También permite crear un efecto volumétrico de los objetos colocados en la pintura creando esta ilusión de ser algo real de tres dimensiones, pero que está plasmado en un plano de dos dimensiones.

La tridimensionalidad posibilitada por el uso de la geometría euclidiana en la pintura, junto con atribuirle altas cuotas de verdad, en tanto representación transparente de la realidad, manifiesta el predominio de aquel ojo impertérrito, desnudo, eterno e individual a partir del cual se fija el punto de fuga donde confluyen todos los ejes laterales, superiores e inferiores, los cuales se transmutan en las coordenadas sobre las que se configura el espacio figurativo. (Pérez, S. 2008, p.129)


El concepto de perspectiva comenzó a repercutir en el periodo del Quattrocento del renacimiento, artistas y matemáticos comenzaron a estudiar esto, tanto geométricamente por la parte de la ciencia y artísticamente por pintores de la época. Esto luego de años de historia donde el arte no había llegado a tener una “profundidad” en los planos bidimensionales donde se plasmaba, como ejemplo nos podríamos remontar a los inicios de la civilización humana con las pinturas rupestres que solo podían representar una pintura plana sin lejanías ni cercanías que nos posicionaran a una distancia y profundidad falsa dentro de la obra. Esto mismo pasaba con el arte egipcio o griego, donde parecía que los personajes plasmados estuvieran todos a la misma distancia, uno alado del otro sin una sensación que nos diera a entender las dimensiones de la pintura, existía una perspectiva jerárquica, en donde lo más importante que se quería representar era lo de mayor tamaño. Sin embargo, uno de los grandes referentes al momento de estudiar esta área fue el matemático Euclides con su obra “Elementos y Perspectiva”, junto a los sabios árabes al-Kindi y al-Hazen. Estos textos fueron los encargados de demostrar las razones geométricas de la visión para constituir la disciplina a comienzos del siglo XV en Italia buscando la renovación de la perspectiva que se tenía en la Edad Media.

La perspectiva es el método de representación de objetos visibles en tres dimensiones sobre un espacio de dos dimensiones. Se apoya en el llamado —desde el siglo XIX— principio proyectivo, que implica el cambio de forma y dimensión de los objetos en función del lugar desde el que se los observa; esa modificación se calcula por medio de la relación trigonométrica existente en el lugar de la sección del cono visual que materializa la relación entre el observador y el objeto observado. (Dubourg, P. 2007, p.67)

El trampantojo, ilusión óptica que pretende confundir lo real con la pintura, “una trampa al ojo”, una falsa tridimensionalidad llevada a una bidimensionalidad. Utilizando las dimensiones que el ojo humano logra percibir se crea una falsa versión, donde lo más lejano pierde tamaño y lo mas cercano es mayor en sus dimensiones.

Un trampantojo es lo que en francés denominan un trompe-l'oeil. Es la práctica artística de simular, en una pintura, que la realidad del entorno donde es pintado el cuadro tiene continuidad en la misma pintura, que da la ilusión de que no es tal pintura sino la misma realidad tridimensional. (Investigación y ciencia, 2012)

Gracias al estudio y entendimiento de la perspectiva nace el trampantojo. Estos dos conceptos están fuertemente ligados, ya que este tipo de pinturas ilusorias necesitan una total comprensión de cómo funcionan las dimensiones de la realidad para poder plasmarlas en el plano bidimensional y lograr esta ilusión que engaña al ojo.

Que el arte consiga despistarnos es una cuestión de perspectiva. El trampantojo nos tiende una trampa para que veamos lo que no es. (Vega, A. 2014)


Una de las primeras obras de estas características implementadas en un espacio es el trampantojo que Donato Bramante (1444 - 1514), famoso arquitecto italiano, plasmó detrás del altar de la iglesia Santa Maria Presso di San Satiro en Milán. Fue encargado para remodelar la construcción por el duque Gian Galeazzo Sforza, pero esta presentaba un problema, no podría ser ampliada en su fondo, por lo que Bramante usó sus conocimientos sobre la perspectiva cónica y pintó lo que simulaba otra nave en la falsa profundidad de la iglesia para darle más espacialidad.

Un trampantojo es lo que en francés denominan un trompe-l'oeil. Es la práctica artística de simular, en una pintura, que la realidad del entorno donde es pintado el cuadro tiene continuidad en la misma pintura, que da la ilusión de que no es tal pintura sino la misma realidad tridimensional. (Investigación y ciencia, 2012)

La utilización de este recurso comienza a hacer presencia en teatros, formando parte de la escenografía o fondo de escena de los teatros renacentistas. Ejemplos como el Teatro Olímpico de Palladio y Scamozzi,

Galería Palacio Spada

que da lugar a un trampantojo distinto al ya mencionado, este es una versión real de la ilusión, se ocupa un fondo falso echo con estructuras reales de tres dimensiones. Otro ejemplo sería el Teatro de la reina (Versalles) de Richard Mique, teatro que fue construido en la época Barroca que también tuvo una tendencia a usar trampantojos, incluso más que en el Renacimiento, llegando al máximo esplendor de este recurso como ornamento de la arquitectura.

Un caso muy peculiar y parecido al Teatro Olímpico es una galería ubicada en el Palacio Spada de Roma, diseñado por Francesco Borromini y construido en 1540. Esta galería pareciera ser muy larga y profunda en un principio mirada desde fuera, pero realmente es una ilusión óptica, un trampantojo que la hace parecer larga siendo mucho mas pequeña de lo que se piensa. Este efecto se logra con el mismo método que Palladio y Scamozzi construyeron la escenografía del teatro ubicado en Vicenza, es decir, una reducción de tamaño de las estructuras a medida que se encuentren más en lejanía. Las primeras columnas de la galería tienen un tamaño mayor que las siguientes, siendo estas cada vez más pequeñas con los arcos que las unen, la estatua que se aprecia a la distancia no se ve pequeña por lo lejos que está, sino porque realmente es pequeña. Se crea un trampantojo en el cual uno se puede posicionar dentro y recorrer, no es algo en dos dimensiones, es una ilusión en tres dimensiones que tiene un gran problema, sobre todo al momento de las representaciones teatrales. Con esto me refiero a las proporciones del cuerpo humano en comparación con las de la estructura. A medida que una persona se va adentrando en estos pasillos del teatro o al de la galería, su cuerpo vuelve cada vez más equivalente en proporciones a las de la estructura, en especial en su dimensión vertical, logrando y comprobando así que no es nada más que una ilusión tridimensional engañando una vez más al ojo humano. En las observaciones realizadas en la ciudad se puede lograr ver esta perspectiva, logrando un ejercicio parecido al que utilizaban los pintores y arquitectos de la época para lograr la ilusión. Aunque no buscando la perfección como en el Renacimiento, se logra apreciar como las dimensiones plasmadas en los croquis de la urbe generan ese efecto de cercanía y lejanía, la extensión de calles donde se pierde la vista a lo lejos y las dimensiones se vuelven más pequeñas es igual a como los escenógrafos pensaban en la escenografía para las obras de teatro. El ojo logra percibir lo que está cerca y lo que está lejos por la simple diferencia de tamaños, pero que realmente no es así en el caso de un trampantojo, ya que la perspectiva deforma las dimensiones de los objetos según su posición. El efecto de la perspectiva plasmada en los trampantojos se logra cuando se pone la atención en la lejanía, todo lo que conforma la extensión, los bordes de los edificios, estructuras y calles convergen en un punto en común, en un punto de fuga situado en lo lejano. En la escenografía renacentista se logra una especie de mímesis de la ciudad, de sus dimensiones, su extensión y su lejanía con ayuda de la perspectiva, pero esta presenta ciertas discrepancias que ayudan a diferenciar lo real de lo falso, distinguir la real lejanía de la ilusión.

Conclusión

La gente de la época renacentista estudio, desarrolló y puso en práctica un herramienta muy útil que hasta la actualidad sigue siendo utilizada, la perspectiva. Fue un cambio radical de lo que se venía haciendo en el arte en épocas pasadas y marcó un antes y un después en la pintura. Los teatros se enriquecieron con un concepto nuevo a trabajar, gracias al trampantojo se desarrolló todo lo que es escenografía y se le dio una importancia dentro del espacio teatral. La ilusión creada por la perspectiva intenta una mimesis de lo real, creando una lejanía basándose en lo que el ojo ve y creando un falso fondo que lo engaña.

Referencias

Peréz, S. (2008). Ocularcentrismo y Perspectiva en el Quattrocento italiano: Hábitos visuales, Esquemas Perceptivos y Poder Simbólico.

Notas para una investigación. Revista Némesis, (6),129 – 140. https://revistas.uchile.cl/index.php/RN/article/view/66608/70024

Dubourg, P. (2007). La perspectiva en el siglo XVI, Textos, documentos de historia y teoría Enfoques histográficos contemporáneos. Universidad Nacional de Colombia Editorial Kimpres

Perspectiva (s.f.). Perspectiva. Portaldearte. http://www.portaldearte.cl/terminos/perspect.htm

Investigación y ciencia (26 de mayo de 2012). EL ARTE CIENTÍFICO QUE ME GUSTA-4: TRAMPANTOJOS. Investigación y ciencia. https://www.investigacionyciencia.es/blogs/fisica-y-quimica/24/posts/el-arte-cientfico-que-me-gusta-4-trampantojos-10455

Vega, A. (27 de octubre de 2014). Trampantojos, los engaños del arte. artelista blog. https://www.artelista.com/blog/trampantojos-los-enganos-del-arte/