Pablo Miranda- Maqueta y Lamina

De Casiopea
La explanada que recibe, un atrio en lo gradual de la altura y sus quiebres lumínicos


Sobre lo propuesto:

Se da cabida a una explanada que recibe, una antesala de encuentro que nutre en un mismo nivel de suelo lo continuo del acceder y su congregar. Un atrio que entrega la holgura necesaria para ese contemplar, que requiere de cierta distancia visual para hacer aparecer la propuesta construida.

Del llegar, al acceder:

“Lo abierto recibe, y lo variable de luz y sombra contiene en la permanencia”

Se llega desde la lejanía, en la amplitud visual que proyecta lo holgado del recibir. Una luminosidad expuesta que en la distancia contempla, ese llegar en la referencia de alturas, que indican la presencia de lo sagrado y de la reunión, (el templo/sala) De esta manera se corrobora la particularidad esencial del lugar, aquel juego lumínico entre (lo lleno- lo saturado y lo sombrío) ante (lo abierto, explanada de luz expuesta, amplitud y holgura). El proyecto es fiel a esa relación planteada por la observación. Será así cómo la “holgura lumínica” del llegar, otorgará el recibimiento, cual lugar amplio que recoge y reúne; por su lado, el (templo/ sala) propuesto, será la envolvencia de “Espesuras lumínicas” planteadas por los árboles. Variabilidad de luz y sombra que contienen en la permanencia. Sobre la Luminosidad: “ Luz quebrada indirecta” Tomando en consideración la medida del cuerpo ante el árbol, es que se plantea construir una “Espesura lumínica” extraída del propio lugar, en la cual se rescate los “Filos de luz”, en la prolongación lineal de los intersticios de luz entre los árboles, (el vacío entre lo lleno). Se plantea un interior de “Luz quebrada”, con entrantes y salientes desde sus muros y fachadas, posicionando los ”filos lumínicos”,como una continuidad visual desde el cielo hacia el suelo, pasando por los muros como un gran trazo de luz. Una luminosidad que no sea directa, sino mas bien indirecta, una “espesura lumínica” en el interior.

Lo que permanece de la propuesta

Del proyecto:

El nivel de suelo y cielo que recibe. Aquel espacio abierto que nutre la totalidad de lo construido y le da holgura. Aquella distancia para contemplar y congregar, dando lugar al acto y a la forma . Esta gran antesala (atrio) conlleva en lo construido a la envolvencia, que va ligada a la observación, como aquel punto de remate que propicia al retorno (condición natural del lugar a intervenir). Una envolvencia que conlleva al acto, a ese buscar el “develar” de lo sagrado, en lo bordeante del giro, encontrándonos con el altar y no estar ligado visualmente desde nuestro acceder a él (como es habitual). Es en aquel hallazgo donde se plantea la “Dualidad de frentes”, un remate de retorno hacia y desde donde se accedió. De ésta manera; Atrio, remate y envolvencia, serán fieles conducentes de una luminosidad, que en este caso rescata la “espesura lumínica” en los “filos de luz indirecta”, que cubren de cielo a suelo de manera continua, como propuesta radical del manejo de luz quebrada que se plantea en el interior y que da vida a toda la propuesta.


Ascendencia gradual, intersticios de luz sur. Conformación central del templo/sala
Lucarnas que resaltan los "filos de luz", de aquella Luz quebrada
Proyecciones de luz. Geometría de llenos y vacíos de lo propuesto, dan cabida a la envolvencia.
E.R.E: "Atrio en quiebre envolvente"
Acto: " Congregar bordeante en giro"