Nicole Cofré Torres - Módulo de investigación - T2

De Casiopea



TítuloModulo de investigación
AsignaturaTitulo 1
Del CursoMódulo Investigación T1 2015
CarrerasArquitectura
2
Alumno(s)Nicole Cofré Torres


ABSTRACT

El borde como encuentro de la naturaleza y el artificio. Parque borde río Cachaopal, sexta región

La expansión de las ciudades en Chile esta regulada por el límite urbano, instrumento de planificación territorial (IPT) que se define como "línea imaginaria que delimita las áreas urbanas y de extensión urbana que conforman los centros poblados, diferenciándolos del resto del área comunal."

Esta definición no considera el límite como un espacio habitable; como un borde donde se da la transición entre lo urbano y lo rural y que además esta fuertemente vinculado a su entorno natural. Ante esta inquietud, es que se indaga en el concepto de borde urbano, el cual se refiere al territorio que conforma el margen de la ciudad, donde se dan diversas dinámicas y que además tiene la potencia de vincular la ciudad con su entorno, ya sea este natural, rural o urbano. Y que en ciudades como Bogotá, se considera dentro de los instrumentos de planificación territorial.

El siguiente trabajo enfoca su estudio a las diferentes modos de abarcar el concepto de borde urbano, reflexionando sobre los distintos aspectos que lo conforman centrándonos específicamente en cuando este coincide con un borde natural.

Dentro de las ciudades que presentan esta condición, podemos mencionar a Rancagua, la cual ha expandido sus límites urbanos hasta el río Cachapoal. Anterior a esto, el río no guardaba una relación directa con la vida urbana, pasando de ser un río al cual la ciudad le daba la espalda, a relacionarse con uno de sus bordes. Frente a esto cabe plantearse el río como elemento configurador del borde urbano, considerándolo como un espacio complejo articulador de la ciudad y de su entorno, en cuanto incorpora el paisaje y naturaleza en el ordenamiento del territorio.


Palabras claves: Borde urbano, parque urbano, borde natural, Borde río, Límite urbano.

FICHAS BIBLIOGRÁFICAS

Ficha 1

El borde como espacio articulador de la ciudad actual y su entorno

Toro Vasco, Carolina; Velasco Bernal, Vanessa; Niño Soto, Alexander

Revista Ingenierías Universidad de Medellín, vol. 4, núm. 7, julio-diciembre, 2005, pp. 55-65

Búsqueda del concepto borde, indagando en la definición y la historia del borde. Las distintas acepciones se refieren a la misma porción de territorio que rodea, circunscribe o conforma el margen de las complejas organizaciones de las ciudades. Cada organización urbana manifiesta diferentes dinámicas en este espacio de múltiples contactos, según las características de la región o país donde se ubican.

- Según María Clara Vejarano: describe el borde como un límite a lo construido urbano, consolidación de lo suburbano y área de enlace de las relaciones regionales.

- Según el Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá, Decreto 469 de 2003, en su artículo 91, define el Corredor Ecológico de Borde como una franja de 50 a 100 metros de ancho en suelo rural, contiguo y paralelo al perímetro urbano. Y en su Decreto 619 de 2000, enuncia el papel que deben cumplir las áreas periféricas, suburbanas y rurales, atribuyéndoles las siguientes funciones:

ï Contener procesos de conurbación de la ciudad.

ï Cumplir una función articuladora de la ciudad región.

ï Incorporar la escala regional para el desarrollo y planeación de los equipamientos e infraestructuras.

ï Consolidar un modelo de ciudad-región, posiblemente de carácter poli céntrico o sistema de ciudades, basado en la diversificación y especialización de funciones.

ï Afianzar y precisar su papel como valor paisajístico y ambiental que incluye reconocer su función como proveedora de servicios ambientales.

La definición anterior se enfoca en la dilucidación formal de borde, haciendo de esta un área reconocible en la ciudad y siendo normada por un instrumento de planificación territorial. Además de lo formal, atribuye múltiples funciones, considerándola como un área compleja que articula a la ciudad con su contexto ya sea este natural o urbano. Al estar reconocido y normado por un instrumento de planificación territorial se reconoce la problemática y se enfrenta desde la atribución de un uso de suelo con importancia intercomunal.

- Según el Protocolo Distrital de Pacto de Borde, define los bordes urbanos como territorios de retos y oportunidades, por su sistemático incumplimiento de la norma urbanística, cambios y conflictos en el uso del suelo, situaciones de riesgo, degradación de la Estructura Ecológica principal y procesos de conurbación no planificados; espacio donde se <juega> el ordenamiento de la ciudad.

La definición anterior reconoce al borde como un territorio que surge desde los múltiples efectos que tienen las malas decisiones en cuanto la planificación territorial y además le atribuye una importancia fundamental en el ordenamiento de la ciudad.

- Según Universidad de Londres con su Equipo Investigador de áreas Peri-urbanas (2000) luego de tomar casos alrededor del mundo en África, India, Colombia, entre otros. Describe las estas áreas como el encuentro de lo urbano con lo rural o con los sistemas ecológicos, desde una perspectiva ambiental, y complementa con: el ambiente habitable entre las áreas urbanas y rurales, es un conjunto fragmentado de usos del suelo urbano (habitación para ricos y pobres, así como industria), usos naturales como lagos y bosques y usos rurales como fincas, pesca y minería. Y, Es un área diversa, que ofrece acceso a trabajos tanto urbanos como rurales, con diferentes instituciones, tipos de costumbres, leyes y prácticas que afectan las decisiones y acciones que se toman en ella, por lo cual, es un área difícil de organizar.

A modo de conclusión de las definiciones ya mencionadas los autores dan cuenta de la constante con la que presenta el concepto de borde: Franja territorial que denota una transición de los aspectos urbanos predominantes: densidad de ocupación, morfología, usos urbanos, dinámicas socio-culturales, etc, a lo natural, o hacia los usos del suelo rurales. Cuyas características son intrínsecas a las dinámicas que en esas franjas desarrollan, afectando o no, un espacio de importancia ecológica, y constituyendo un ·rea potencial de enlace de las relaciones: campo-ciudad, ciudad-ciudad, y de otras escalas

Ficha 2

Manifeste du tiers-paysage

Clément, Gilles Editorial Gustavo Gili, Barcelona.

El siguiente texto propone el término “tercer paisaje” para nombrar a “la gran cantidad de espacios indecisos, desprovistos de función, a los que resulta difícil darles nombre. Este conjunto no pertenece ni al dominio de la sombra ni al de la luz. Está situado en sus márgenes: en las orillas de los bosques, a lo largo de las carreteras y de los ríos, en los rincones más olvidados de la cultura, allí donde las máquinas no pueden llegar. Cubre superficies de dimensiones modestas tan dispersas como las esquinas perdidas de un prado. Son unitarios y vastos como las turberas, las landas y ciertos terrenos yermos surgidos de un desprendimiento reciente. Entre estos fragmentos de paisaje no existe ninguna similitud de forma. Sólo tienen una cosa en común: todos ellos constituyen un territorio de refugio para la diversidad. En todas las demás partes ha sido expulsada.”

El autor logra reconocer, agrupar y nombrar los espacios residuales dentro de la ciudad. Nos hace ver estos espacios como lugares potenciales, en cuanto son refugio de la diversidad, poniendo en valor al territorio abandonado y su condición de límite.

En el texto se diferencian los espacios de la diversidad según sus orígenes: Los conjuntos primarios, son espacios que jamás han estado sometidos a explotación y que poseen una amplia diversidad. Los residuos que son el resultado del abandono de una actividad, son espacios poseedores de una diversidad heterogénea y caótica. Las reservas son conjuntos protegidos de la actividad humana, por decisión. Son considerados frágiles y escasos, ricos en una diversidad que se encuentra en peligro.

Esta diferenciación permite reconocer el tipo de diversidad y los diferentes comportamientos e interacciones de esta. Lo que se traduce en mayor sensibilidad al momento de abordar estos espacios.

Además reflexiona sobre la representación y los límites del tercer paisaje, donde señala: -Los límites – interfaces, canopeas, lindes, bordes- constituyen por si mismos grosores biológicos. Su riqueza es a menudo superior a la de los medios que separan. -La representación de los límites del tercer paisaje no puede traducir objetivamente su grosor biológico, pero puede evocarlo.

Esta reflexión acerca del límite invita a tratarlo como un espesor y no como un trazo, considerando que son corredores biológicos.

Ficha 3

Bordes urbanos: una pregunta desde el crecimiento de las ciudades hacia la concepción de una categoría para el análisis y la proyectación de territorios urbanos.

Natalia C. Villamizar-Duarte, Jeny Stephany Luna Sánchez


Kevin Lynch (1959): “BORDES: son los elementos lineales que el observador no usa o considera sendas. Es el límite entre dos fases, rupturas lineales de la continuidad, como ser vías del ferrocarril, bordes de desarrollo, muros. Estos bordes pueden ser suturas (líneas según las cuales se relacionan y unen dos regiones)”. Esta definición, desde un enfoque perceptual, presenta el borde como una línea que separa dos espacios social y físicamente diferenciados y constituye bien sea un ruptura o una sutura de la continuidad urbana.

como una interfase entre dos tipos geográficos, que en este caso específico se referiría a las áreas urbanas y las áreas rurales (Barsky, 2005) En la mayoría de los casos estas definiciones coinciden en presentar el borde como un territorio en permanente trasformación, muy heterogéneo en sus procesos de ocupación y en sus características ambientales y sociales.

Esta definición presenta al borde como un territorio que esta en constante transformación, movimiento.

En el caso chileno, el inicio del nuevo siglo se ha caracterizado por un proceso de crecimiento a partir de expansiones urbanas desarrolladas mediante grandes piezas que se conforman como fragmentos. En el caso específico de Santiago, estas expansiones se han dado hacia las zonas norte sur de la región metropolitana. Esta expansión urbana se ha dado bajo un modelo de desarrollo suburbano en áreas de alto valor ambiental pero que cuentan con poca oferta de estructuras urbanas, infraestructuras o equipamientos. Estos nuevos desarrollos ofrecen un tipo de ciudad asociado a la naturaleza 3 y a una vida de lujo a costas de la incorporación como suelo urbano de miles de hectáreas anteriormente rurales. Bajo este modelo de desarrollo la idea de borde se diluye en una expansión sin fin de áreas urbanas (Torres, 2012).

En este párrafo se habla a grandes rasgos del caso del borde en chile, planteándolo como una franja difusa, que esta en constante expansión.


En diversos contextos, la realidad territorial del borde hoy lo ha mostrado como un elemento menos definido, más difuso; menos línea y más como una franja, un espacio en donde convergen y coexisten diversas dinámicas sociales, económicas y ambientales en un continuo urbano-rural que tiene diversos niveles de relación con la ciudad y el territorio circundante. Esta condición ha planteado la necesidad de superar la idea de límite (al interior de áreas urbanas, entre áreas urbanas y rurales, entre áreas naturales de diversas características, etc.) como una condición física, esto implica incluir en la reflexión otras dimensiones de conocimiento que aporten al estudio de este elemento, que hoy por hoy, es crucial para comprender las dinámicas de urbanización a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI, que ha generado una serie de desequilibrios territoriales que se manifiestan en un deterioro ambiental y en el constante conflicto social y de intereses de diversos actores (Talavera, H., Villamizar, N.,2012)

El autor al analizar diversos contextos, de los cuales reflexiona sobre la actual forma de borde urbano, que responde más a una franja donde convergen diversas dinámicas, e invita a superar la idea de límite, incorporando nuevas disciplinas que aporten en el estudio de este elemento.

El autor plantea la siguiente pregunta: “¿seria posible pensar que la arquitectura y el planteamiento de los bordes podrían dar luces a las decisiones políticas que se tomen sobre estos territorios?. Consideran al borde no solo como un borde físico, sino como también un concepto político.

desde la ecología el borde se plantea como algo más que una línea ya que este elemento que separa dos unidades obtiene propiedades de las dos unidades y esto lo constituye como una unidad funcional que requiere ser estudiada bajo esta condición de entidad. Se entiende entonces que el estudio del borde implica ampliar la mirada hacia la región desde dimensiones ambientales y funcionales que soportan y permiten el desarrollo económico y humano en estos entornos urbanos (González, 2012).

Esta definición es interesante, ya que presenta la definición de borde desde la mirada de la ecología, incorporando dimensiones ambientales al concepto.

Ficha 4

Cuando el territorio se vuelve paisaje

René Cerda Gosselin

Revista CA nº131 (agosto-septiembre 2007). pág. 48-49

En este texto el autor señala la definición de paisaje y los diversos factores que se involucran en su configuración. Es interesante ya que nos invita a ser sensibles en el momento de analizar un territorio.

“Un paisaje está configurado por una infinita red de relaciones territoriales, biológicas, sociales, histórico-culturales, económicas, perceptuales, que cuando comienzan a operar de forma simultanea develan su presencia en el total.”

“El paisaje se vuelve patrimonio de quien lo percibe y vive, reconociendo sus diversas escalas desde el nivel macroterritorial hasta el particular tangible, y su totalidad a través de la visión, del recorrido y de la experiencia histórica y física de cada hombre o lugar…del ojo y del pie”

“La intervención del paisaje será entonces producto de un profundo análisis de los factores comprometidos en esta red de relaciones multidisciplinarias y multicontextuales y, con la superposición de estos estratos, no es necesario más que solo un pequeño gesto: subrayar en lugar de reescribir lo que existe: subrayar la palabra paisaje" (Richard Long)