Miriam Gálvez / Acto reverente y apuntes personales
El acto reverente
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BAJAR LA CABEZA PARA OÍR CON ATENCIÓN
El acto reverencial en una iglesia Católica tiene tres posturas: sentado, parado y arrodillado. Estos son de larga duración y son hechos por todos los fieles al unísono, movimientos que responden a partes específicas de la misa. Son un acuerdo. La mirada de las personas no es un acuerdo, y sin embargo tienen un factor en común. La mayoría de las personas ubicadas adelante, en los primeros asientos, miran al frente, ya sea al relator o al altar. Tienen un objetivo visual. La gente sentada atrás sólo ve más gente delante suyo, un mar de espaldas, y esto es en la mayor parte del templo, la mayoría de los fieles asistentes se encuentra en esta situación.
Las personas miran hacia abajo mientras oyen los relatos bíblicos. Sus miradas se dirigen hacia sus manos cuando están sentados, y hacia un vacío abajo cuando están parados. De vez en cuando se alza la cabeza, pero con el fin de acomodar el cuello, y vuelven a bajar la cabeza. No hay interés en mirar algo en la iglesia, sino de escuchar, con la cabeza agachada. Muchas veces los fieles están con los ojos cerrados. La importancia está en oír lo que dice el relator, no en mirarlo a él, ni al altar ni al lugar: la iglesia es para oír, no para mirar.
Apuntes personales
ENCARGO
Hacer una observación acerca del ACTO REVERENTE. En general en el curso se ha basado en observaciones de experiencias personales en el lugar. Falta la observación del acto del fiel.
Para la observación hay 3 dimensiones para construirla:
- Descripción
- Análisis
- Riesgo (nombre)