Macarena Molina: Amereida XI

De Casiopea



TítuloEl cuerpo y el espacio
AsignaturaTaller Amereida xi, Taller de Amereida
Del CursoTaller de Amereida 2014, Taller Amereida 2014
CarrerasArquitectura
Alumno(s)Macarena Molina


“Esta realidad es movilidad. No existen cosas hechas, sino solamente cosas que se hacen, no estados que se mantienen, sino solamente estados que cambian.”(p.165,Pensar con mover, Marie Bardet)

EL CUERPO Y EL ESPACIO

“Cuando veo mucho trabajo, en los cursos, en torno a la idea de hacer algo con cierta intención, no veo intención, veo sobre todo una tensión en torno a eso, y una falta de fascinación, una falta de apertura para lo que será la realidad de lo que pasa.”(p.158, Pensar con mover, Marie Bardet)

La tensión y la intención, palabras fonéticamente similares, pero en su semántica, muy discrepantes. Al ejercer algo, un trabajo, una misión, unas ganas, un legado, un llamado, una atención sobre algo, y esto se vuelve una obligación, ejercida bajo presiones y aprietos, en tiempos acotados, sin ganas, sin alma, sin amor, se vuelve una obligación. Al realizar una obligación, las cosas pierden su valor, no su valor por lo poco que valga, sino su valor espiritual, su valor en cuanto al amor. La tensión es lo que puede distorsionar incluso una obra. La intención como tal, es bella, es con ganas, es con alma, pero al realizarse sin espíritu, sin real intención de lo bueno y bello, tampoco tendría un resultado pleno. La intención no debe perderse, no hay que olvidarla, sino nos podemos perder del fin que se quiere llegar, lo que realmente se busca mediante una acción.

En su contraparte, la palabra tensión también puede tener otro significado, uno más positivo y que apunta al cuerpo y al ojo especialmente, a lo visual. “exteriormente, cada forma del dibujo o la pintura constituye un elemento. Interiormente, no es la forma sino la tensión en ella existente lo que caracteriza o constituye el elemento, y de hecho, no son las formas exteriores las que materializan el contenido de una obra artística, sino las fuerzas vivas inherentes a la forma, o sea las tensiones. “(p.31, punto y línea sobre el plano, Kandinsky)

Tensiones captadoras de lo visto, lo visual captado por las tensiones en el arte. Un arte, una obra con llamado de atención bajo la tensión propuesta en ella, por ejemplo, el punto central de una obra, de un dibujo, de una escultura… lo que primeramente llama la atención y lo que recibe y guarda la memoria. El punto predominante en ella donde la mente tiene memoria visual y logra guardar esa información, esa tensión creada por el artista en el espacio.

“Existe una estabilidad, que yo llamo estabilidad dinámica, es decir una estabilidad basada en la capacidad de cambiar y de estar en la corriente de los cambios, no cambiar en el sentido de huir o de escapar. Y eso, eso proviene del cuerpo mismo, es desarrollado por y estimulado por el trabajo de él. (…) En este estado de estabilidad dinámica, eres firme por relación a un concepto, un pensamiento, un deseo, pero sabes que es a través de la mezcla, teniendo una flexibilidad para ello, teniendo incluso que dejar caer esa intención misma, que podrá proseguirse. Entonces todas estas cosas están ligadas entre sí: la inmediatez y la atención a los detalles que te mantienen en la corriente con la capacidad profunda, que yo llamo estabilidad dinámica. “(p.159, Pensar con mover, Marie Bardet)

Esta estabilidad capaz de mantener, estabilidad basada en lo movible, no en la estabilidad estable (por redundante que suene), pero es mantenerse en lo movible, establemente en lo dinámico. Ahora se refiere al cuerpo, al espacio – cuerpo, lo medido por él, por la danza, por el movimiento continuo realizado por el humano. Lo inmediato y la atención llevan a un estado de alerta. Alerta máxima frente a los cambios, las músicas, los tiempos. Finalmente es una improvisación de lo que se realiza, pero basada en una estabilidad de pensamiento, que se basa en cánones de creencia o de voluntad. Lo que se quiere realizar realmente, con espíritu, alma, cabeza y cuerpo comprometido en pos de esta idea.

“Elegir improvisar. ¿no es apostar a que uno tiene algo tan interesante para decir que no tiene necesidad de pre-escribirlo, de pensarlo, de reflexionarlo? Dos términos, que no son sinónimos, ya se chocan: pensar y reflexionar. Efectivamente, improvisar es, en cierto sentido, no re-flexionar, no volver sobre una idea o una sensación para tacharla, corregirla, seleccionarla, antes de su presentación, pero es no obstante pensar lo que se hace, o más aun estar pensando haciendo lo que estamos haciendo." (p.127, Pensar con mover, Marie Bardet)

La improvisación de la cual hablábamos, desde la inmediatez y la voluntad, desde lo conocido y lo desconocido. ¿Por qué regirnos por algo tan conocido y estudiado? Finalmente no importa de donde venga, solo importa sentirlo y hacerlo con interés, ganas, preocupación y amor. Improvisar en pos de la no reflexión, del descansar la mente y el cuerpo dejarlo fluir. Conocer el espacio desde el cuerpo, desde su movimiento, la medida propia del cuerpo propio; no de cualquier cuerpo, sino que del de uno mismo. Es así como se toma conciencia de lo espacial, de sus ritmos y voluntades. La improvisación mental y corporal, dan cabida a lo auténtico, lo no repetido ni repetible. Es algo innato, no por que venga en el interior de cada uno, sino que en el sentido de que es algo interior, que el cuerpo debe desarrollarlo, o más que el cuerpo, la mente debe permitirle al cuerpo dejarse expresar libremente. Así también podemos concebir la danza. La danza mediante los movimientos, independientemente sean libres o pauteados, nos ayuda a conocer el medio en el que nos movemos; cuántos pasos se pueden dar acá, cuán alto se puede saltar acá, cómo es el suelo, cómo es su textura, cómo es la amplitud del espacio en el cual nos desenvolvemos. Finalmente el cuerpo es lo que fija los patrones en la obra concebida, pero la obra habitable, no cualquier obra. Aquella necesita urgentemente del conocimiento espacial necesario para el desarrollo pleno de un espacio. Rico, cálido, amplio, ajustado, alto, largo, da igual cuál sea su característica y su forma, pero es esencial saber cómo llegar a ello. Es por esto que el estudio del cuerpo a través de la danza es una manera enriquecedora de llegar al conocimiento y entendimiento de él. Desde lo leve del habitar, distinto a lo cotidiano, pero quizás de manera más expansiva y movediza, que hace que el conocimiento de este espacio sea concebido desde distintas aristas. Desde las aristas habitables, para la concepción de una casa con cualidades propias de ella, y/o también de un espacio de una manera más radical y habitado en su completitud; desde su suelo, hasta el aire, desde su diagonal hasta su largo total. El suelo, incluyendo su materialidad es algo que nos incumbe, dependiendo de eso se facilita o dificulta una situación, un movimiento, una plenitud en el lugar.

El conocimiento del cuerpo desde su intención, desde la presión ejercida en él, su estabilidad, dinámica o estática, su improvisación corporal y mental, para llegar al entendimiento total de un espacio, lo habitable desde lo empírico (por el cuerpo) y lo observado por el estudio.