Los días
Título | Los días |
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Autor | Godofredo Iommi |
Páginas | 18 |
Imágenes | 35 |
Ancho | 21 cms. |
Alto | 25 cms. |
Lugar | Viña del Mar |
Fecha | 1985 |
Colección | Poesía |
Fondo | Iommi-Amunátegui |
Conjunto | Carpeta Celeste UCV |
Número de Ingreso | 010 |
Nota | Manuscrito en tinta negra sobre papel de cuaderno de matemáticas en ambas caras. No tiene fecha, podría ser 1985. No se reconoce como un texto publicado anteriormente. Revisar: la numeración corresponde a lo anotado –no de mano de Godo– con lápiz grafito en el extremo inferior izquierdo de la página, un número dentro de un círculo; algunos retiros tienen otro número no necesariamente correlativo. |
Archivo:Los días.pdf | |
Código | IOM-POE-IAM-CCU-DIA-985-010 |
día 1
tantos y cual y antiguas
(que uno u otro azar
por esa laya nimia
que me despierta dentro
como la luz se sala inaprehensible
si murmurables y no [murmurables]
donde pensar enamora los párpados
¿ y aún ?
Un ángulo del vaso dista, se dista
de ángel o cabello
cuan sutiles van y vienen (oído decir)
día 3
si quien dado al habla
– ¿hincarse inverso
sin ningún [sen]?
ah – (¿por qué no escribir ah?)
ni siquiera la mano
roza los casos
pero ellas,
ellas miraban
día 4
¿ otro adagio el asa?
suave y excepta
si luego a luego los números
o el sueño que distancia entre
o acaso entre
acaso
intermedios vecinos
del cuerpo a la memoria
¡ Si tanto más fácil !
día 5
[Atenúa, Atenea] la inducida en la ventana
– página que cuanto a voz conceden
o ala
del adorable desierto
que temblante
el desliz señorial
al desolado amor de las casas.
día 6
rasa luz su mero donde
en cuerpo,
sale a impalpable
donada como resto
de sí,
un ángulo alarga
prez a prez su silencio
Una castidad sin reto
en los pechos.
día 7
Ingrávida hacia el hilo
con un fin
apenas vuelto sonido
– más ya y ya no más –
que riesgo de aires concita
sombras de madre
a todos
y a los distantes, distantes
– Melódica acepción inaudita
nos reconoce
y mece la intención
en semisueños
donde el amor al amor
sin amarras.
día 8
tú
sólo viniente,
dícete viniente
del abandono a su abandono
tras
el beso inconcluso
del mendigo.
día 9
¿El alce en las sombras intactas
(¿No fue así?)
el juego herido?
cuando el amor
estremecía la mano a mediodía
y luego pares
al giro de los verbos
para llegar
con su vientre todo lúcido
sin interrumpida memoria
Llévanos a estar.
día 11
Asoma sin que
sin para
irreprensible
pues la vista
de relevo en relevo persuade
la de alba
que roza
a los débiles
– en tanto su tacto fino
siquiera lábil,
sumisa –
día 12
erguir
en la espléndida repetición
el dado suave del nombre
y todavía vivir de por sí
si recuerdas que no recuerdas
Acaudalado
¿puedes entender las distancias?
día 13
Una salud demás siquiera
que busca el aire en tu seno
Tu acogedora latitud
con que se acceda
a la miseria pura
Tu mismo rostro
al menor giro
día 14
[apuras del arco]
invernal, libre
capaz –
Llega compasiva niebla de ofrenda
a tu juego abierto, impensable
para el cuerpo entero que pretendes
Así dan,
dan.
día 15
Aguda y vez
que incierto el día ya no semeja
y la virtud se resta en el himno
con pasos sueltos
miedo a miedo
de volver o no del río
hacia la sombra que abraza
Tú
cuyas ayudas.
día 16
sin última tristeza de colina
– reclino la migaja
como una lágrima
que redime cierta cortesía,
esa bondad
que fue invisible lejanía
y resiste,
Canturreo sin hojas, esos vientos vueltos
mirándonos.
Condónanos.
día 17
– si la que canta
en el rescoldo
cuida
vuestra precisión audaz,
hasta el llanto
que no recurra al borde
del boscaje azul
difundiendo ya en los placeres
de ambas rodillas
y más…
día 19
Pido
la energía,
no ser impedido,
el consuelo.
Tu continua presencia suave,
la proporción de lo que haga
paz,
algunos años sin que el orden se exceda,
que el cuerpo no se atribule en el alma,
para dormirme feliz
en ti
y cuidas a todos con tu amor
desde el seno de tu amor
Nada sino tu misericordia
nada
nada
nada
El gusto de la obra por hacer;
el mundo que tú nos diste
nos
confunde con su exceso
Fuerte apego a esta vida
Sí, pero también tuya
día 20
(Los extraños) Éramos, éramos.
Un aire va a otro viento
en tolerante olvido de la piel,
que menester en el paseo
por otro miedo, excesivos silencios
pero hay rostros
y sus piadosos ornatos
día 21
Asura en el valle
maestro, femenino
las primerizas tocas en la cabeza
calmas e inciertas
afines
tras el bajío íntimo
para reunir
la credulidad del aire
(¡Devuélveme el camino,
su imposible!)
A favor de.
día 22
De números indican
(¿sólo números?)
van por velos presurosas
como a filo de vaso
– construida doncella
de celo o esperanza
[en tanto] lenta, pulida
la abstención
[cuela] sus figuras
(¿me reconocen?)
Han de encender donde haya día que haya noche
Pero ¿cuál [puerta] entorna?
No bastó el habla sino el canto
necio
necio, mío
día 23
Haz un fuego
tú,
apersonado
bellísimo
desapego
para sobresalir del cuerpo con el propio cuerpo
ese retorno justo de ala
en la primera exclamación
al [desasirnos]
Duras rodillas bajo tales lluvias
como cimas de voz
¿Y si él fuese?
Entonces la familia rápidamente
se recoge el seno.
día 24
Sonante y contante
el silencio
guarda tu promesa
¿Qué inclina la [fruta]
a la sonrisa
lejos de tal amor
Y tú
desde una esquina
con una carta que tiembla en la tarde
Insisto sin saber ¿sabes?
que el tiempo existe sólo
porque tiene [pies].
día 25
Todo inicio saluda el cálculo
la advertencia
en el cuello que danzo
como sube del gusto al ánimo la caricia
Apenas hoy en la repisa
donde la cabeza
deja
[longénima]
dados también
a los menesterosos
día 26
Deshaz la meta
de mi lágrima
derruida
con tibieza de mar
abandona el agua
pues aún después
las obras siguen.
día 27
Entre callejas y lumbres
como toca la interjección
de tanto ignorar al inocente
Ellos []
el soliloquio solar
dolidas remembranzas
cuyo sigilo
tiembla en el día
entre tus dedos
Entonces giró su voz a la confusa lástima
de los deseos
y como ocaso rasgada
fue sana.
día 28
Bienvenidas de manos
en alcuza
Ella lava la sangre
en la promesa que danza
Los gozos no pueden cederse
Una indecisa muchedumbre
cruzaba el campo.
día 29
Otra vez el pedido
reposa en la llanura
dice a borde de idiomas
Suelta la capa al deshecho
y embellece el robo
con el rastro
de lo efímero.
día 30
enriquecidas
en el furor de la trama
y lejos los cambios tras la polvareda
Mas tan envuelto el gracil
brazo
entre desperdigados
¿Pena otra vida en la apuesta?
pero los más queridos son sin relatos
y temen las brisas.
Sólo después,
sólo después.
día 31
La presa de amor
en su muerte
(otro aún en expandidas auroras)
Cuando la estancia
asciende en cada uno
y el talento tiñe
con íntimos distingos
la libertad
Escondía el vino en la sangre
sobre labios extranjeros
con pies impredecibles
del único amante.
día 32
Nunca sendero va
mas viene
los regalos
abren sus retornos
ella que nombra,
que nace
textura de destierro
hasta el oficio
El sueño custodia el dios.
día 33
Su discurso teje el brazo
la humildad de la calle
esta suerte que se [es...va]
por sí misma
una libertad más tímida en el cedro
porque apagas
largo
el dulce nombre
día 34
Da olvido
a bodas,
ese pasado cava
en la aventura
su barca
Un desamparo se descubre
como el oído
pierde la historia
en el oleaje.
Sensual argucia
finura del jalón
en el dominio
Pero un solo pan
[abunda] sin caminos
Y bellezas extremas.
día 35
Los nudillos al muro
nunca concluso pasa el canto
huyo sin detrás
y los setos cruentos
[que] el amor aún enamora
(no puedo morir
porque tú sólo has muerto,
ruidos inexactos
entre mis días
mas tú expiras
y un aire va sin sueño ni vigilia
(que sólo juega en tu juego)
día 36
Epístola de S. Pedro
Un allegado
despoja el suelo
despoja su ausencia en la propia sombra
deja la prenda
en un espejo
donde pueden retenerlo las lejanías
las que padecen espacios
va de injusto al nadador ciego
para elevar las aguas
día 37
El abra aquieta su navío
es el elogio del tiempo cuando desprende el horizonte
y con tan sencillas
cose orillas
Repetirán las bandadas
ese solo crepúsculo
un nombre
que da nombres
Tantos vientos regalan al poblado arrodillado
con labios que se deslíen
yemas a tientas
a la ciega hermosura
Cuida del primero
y descienden por el río los peces
promisorios
p. 38
Inicial más antigua que sí misma
aleja su amor con la ternura
– Cortinas despiertan la tarde
manos aún que el aire febril
y la memoria baja
a las paces
donde entre rostros mueve a estos huérfanos
con luz de pies en la alfombra
– gazofícilio –
cede al comienzo imposible
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Fondo Iommi-Amunátegui / Carpeta Celeste UCV:
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