La sombra como dilatación del ritmo urbano
La sombra como dilatación del ritmo urbano
El taller se centra en una parte fundamental, que es el acto de leer. Si se habla de leer, entramos al mundo de la literatura y en ella, un punto importante es el ritmo del viajar, siendo Marco Polo un personaje característico. De esta forma, el viajar es fundamental para el taller. Pero qué es viajar? Es una acción necesaria para ir de un punto a otro y durante esta acción uno experiencia distintos fenómenos que suelen pasar desapercibidos para el común de la gente. Es ahí donde nos introducimos, afinando el ojo y poder registrar todos los fenómenos que acontencen, desde la luminosidad hasta cómo nuestra pupila reacciona ante la velocidad. Es este último punto el que termina de capturar mi atención, pudiendo experienciarlo tanto en el metro como en las plazas, la diferencia de ritmos y cómo ésta afecta al momento de mirar el interior y el exterior del espacio donde estamos situados. Tanto el contraste de luces y ritmos son los que nos afectan de una manera sensitiva, no sólo visualmente sino que lo percibimos con todos nuestros sentidos.
Capturar lo esencial del viaje y luego revivirlo mediante imágenes
“Cielo que uno consigue meter en redoma, como el genio de los cuentos persas y que la recitación conveniente ha de liberar otra vez en otro lugar”. (Amereida 1)
La formulación de las imágenes es un proceso mucho más complejo que la visión inicial, requiere una maduración no sólo en su lenguaje gráfico sino que también en el proceso de la idea y cómo poder recoger los rasgos fundamentales para condensarlos y llevarlos a su versión final que nos permite leer la imagen con jerarquía y ritmos definidos por grafías.
”Apenas la imagen se ha vuelto en mi mente bastante neta, me pongo a desarrollarla en una historia, mejor dicho, las imágenes mismas son las que desarrollan sus potencialidades implícitas, el relato que llevan dentro.” (Seis propuestas para el próximo milenio - Ítalo Calvino)
El proceso de registro tuve que hacerlo repetidas veces para poder afinar el ojo y ser capaz de entender qué era lo que estaba mirando. Teniendo la idea más clara, comencé a trabajar en cómo hacía gráficamente notorio qué era lo que estaba queriendo decir al lector. Esto es fundamental para pensar que cada cosa que hagamos, un trazo, una trama o cualquier invención que realicemos, sea en función de recoger algo, atraparlo y que pueda ser percibida por cualquier persona que comienza a leer las imágenes.
Mis postales finales quizás no tienen tanta invención en cuanto a mezclar, recortar imágenes o trazos que sean alejados de la realidad, ya que mi idea era hacer imágenes donde cualquiera pudiera reconocer e instalarse en estas cinco situaciones fácilmente y si uno no ha viajado en metro, que sea una invitación a hacerlo. Un modo de llamar la atención es mostrando su velocidad fundamentalmente, por lo tanto no experimenté demasiado en invenciones que pudieran complicar al lector y demorarlo en entender el mensaje, más bien están pensadas en ser imágenes más rápidas y concisas.
La plaza y su ritmo pausado en contraste con el tránsito de la ciudad
La ciudad se caracteriza, en comparación con lugares rurales, por el flujo incesante de los ciudadanos, pero donde también existen puntos insertos, como las plazas. Éstas poseen un ritmo distinto y único, el que se establece sensitivamente a través de nuestro trayecto y que tiene un carácter de trazado errante. Este rasgo se ve muy potenciado en plazas sombrías, como por ejemplo, la que está ubicada en Avenida Brasil con Eleuterio Ramírez, donde existe un gran árbol Gomero que produce una condensación de sombra, que pareciera llamarnos a su núcleo para abrazarnos con su sombra más espesa.
Uno pasa a ser parte de un fenómeno luminoso que nos afecta de tal manera que nos alejamos del ritmo transitorio de la ciudad, fundiéndonos en la sombra y el entorno pareciera alejarse no sólo en lo dimensión visual, sino que también auditivamente
La saturación y densidad de sombra como jerarquía en el entorno
Estando inundado entre las sombras de la plaza, ocurre un fenómeno visual que es bastante especial. Uno está bajo el cobijo sombrío y todo este espacio es muy saturado, con gran densidad sombría por lo que el entorno, lo que está en movimiento constante, es muy luminoso y pasa a segundo plano, un plano más gris y sin tanta saturación.
Mientras avanza el día y comienza a oscurecer, esto se hace más notorio, ya que se prenden las luces de las calles y alrededor de esta plaza su color es anaranjado, tiñendo todo el espacio de este color. En cambio, la plaza mantiene su saturación y color. Al pararse a una distancia mayor, se aprecian las siluetas de las personas, casi estáticas en contraste con el movimiento constante del plano posterior, lleno de brillos y luminosidades con un tono cálido.
Este fenómeno también lo pude ver en otras circunstancias, como por ejemplo en la feria de la Avenida Argentina, donde usan toldos y lonas, utilizando la sombra a su favor, haciéndonos entrar en una especie de túnel con su luminosidad característica, adentrándonos en una dimensión rítmica distinta, donde toda la atención visual se torna hacia la mercadería
Grafías que nos permite transmitir lecturas
“Según explica García Bacca en su Introducción a la Poética ”imitar no significa ponerse a copiar un original... Sino toda acción cuyo efecto es una presencialización”. Y el efecto de tal imitación, “que, al pie de la letra, no copia nada, será un objeto original y nunca visto, o nunca oído, como una sinfonía o una sonata”. (El arco y la lira - Octavio Paz)
Así como entendemos las reglas en la literatura o las leyes en las matemáticas, existe un lenguaje gráfico que nos permite ir descifrando la imagen, por distintos elementos gráficos podemos ir percibiendo ritmos de lectura y la jerarquía de la imagen. Es decir, existe un lenguaje gráfico que nos permite revelar jerarquía y ritmos de lectura.
La técnica utilizada en la mayoría de las grafías es, hacer surcos con una punta seca, en este caso usé cartoneros y la punta de un compás. Luego, vertí témpera sobre el papel Couche y dejé que secara un momento. Al estar seco, limpié con paños y servilletas húmedas que tuvieran una textura porosa para darle variabilidad al limpiar y que quedara como una superficie mucho más compleja en comparación con un paño húmedo. De esta forma, al ir limpiando uno empieza a controlar los blancos, adicionalmente, uno puede volver a utilizar la punta seca para ir raspando la témpera y así quedan trazos blancos sin témpera.
Sombra que nos sumerge en otra dimensión rítmica
”Sentimos que el ritmo es un ir hacia algo, aunque no sepamos qué pueda ser ese algo. Todo ritmo es sentido de algo. Así pues, el ritmo no es exclusivamente una medida vacía de contenido sino una dirección, un sentido. El ritmo no es medida, sino tiempo original.” (El arco y la lira – Octavio Paz)