La atmósfera escénica como conformadora de lo íntimo-Aranzazu Fierro
Título | Ensayo 1-1ºS 2021 |
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Asignatura | Taller del Programa y Forma de la Edificación |
Del Curso | Taller del Programa y Forma de la Edificación 1º Semestre 2021 |
Carreras | Arquitectura |
Nº | 4 |
Alumno(s) | Aranzazu Fierro |
La atmósfera escénica como conformadora de lo íntimo
Resumen
El presente ensayo tiene como objetivo la reflexión sobre aquella conexión especial, la intimidad que se produce entre las artes escénicas y el espectador al momento de presenciar una obra. Es por ello que esta búsqueda nace de la propia observación del interior más íntimo, el hogar, se analiza la atmósfera en la que se genera, su espacialidad y dualidad lumínica. Estos conceptos se trasladan al teatro, para ahondar en las tipologías de escenarios y métodos de iluminación teatral, los cuales compondrán la atmósfera ideal para que la gestualidad del actor o los actores pueda ser transmitida de un modo ideal y así lograr la intimidad tan deseada en el espectador.
Palabras clave: Atmósfera, gestualidad, intimidad.
Introducción
Al momento de acudir a una obra teatral solemos llegar a un espacio desconocido para nosotros, nos sentamos en un determinado lugar y presenciamos cómo el espectáculo comienza a cobrar vida a medida que los actores o el actor se posicionan y sus gestualidades toman forma en el escenario. Paralelo a esto, nosotros comenzamos a estar inmersos en aquel acontecer, la tensión corporal y anímica florece en todos, la obra penetra así en lo más íntimo del espectador, muchas veces sin fijarnos en la simultaneidad de acontecimientos en los que nos estamos involucrando: la atmósfera se compone. Como muy bien expresa Francisco Echendia (2017):
“La atmósfera, esa ambientación de ese espacio que te envuelve en el mundo de la obra”. (Párr.1).
Si sopesamos esta cuestión más severamente nos surgiría la pregunta ¿Cómo se conforma esta atmósfera tan única, en la cual la particular gestualidad del(los) actor(es) se desenvuelve para generar una tan estrecha intimidad con el espectador?
El siguiente escrito tiene sus orígenes en esta observación de lo más próximo, de un interior en el cual pasamos un prolongado tiempo en el contexto actual de la pandemia en que nos encontramos. En este se conforma una atmósfera ideal para que prevalezca lo íntimo, configurada por una variedad de momentos, o podríamos decir ritos, que conforman el acto de la "vida común": nuestro propio teatro, relleno de sus propios personajes, del cual se desprenden las diferentes escenas, conforme a los espacios y dualidades lumínicas que lo componen. Es por esto que lo observado se traslada a las artes escénicas para exponer una comparación entre la atmósfera íntima que "se da" en el hogar y la atmósfera que "se configura" en las artes escénicas.
Desarrollo
Espacialidad que alberga lo íntimo
En el hogar vivimos constantemente en una relación de intimidad con lo propio, con aquellos espacios en los que tenemos ritos únicos y especiales, interpretados por nosotros mismos, por ende nos sentimos cómodos y podemos desenvolvernos libremente en el lugar que uno mismo fue adecuando según el espacio disponible y los gustos personales. Estos espacios se van configurando de nuestra intimidad, es por ello que son relacionables con lo cercano, tanto física como anímicamente. Físicamente el cuerpo puede transitar libremente, ocupar los espacio y objetos a su alcance sin restricción, acercarlos y llevarlos sin pudor, ya que se encuentra en su intimidad, estos gestos pueden revelar la intimidad con el espacio. Este primer croquis permite observar de mejor forma lo anteriormente dicho, ya que en las escenas más cotidianas se observa lo íntimo con los objetos, dado por la cercanía y libre actuar en ellos. (Ver anexo 1)
Anímicamente, en un espacio íntimo nos podemos acercar a nosotros mismos, como bien señala Ana Sofia Pereira (2013) en su tesis doctoral:
“Los espacios íntimos son los habitados sin máscara o protocolo. Son los lugares del desnudarse. Son los lugares de lo profundo, de lo recóndito, de lo intrínseco” (Pág.299).
En el segundo croquis se observa la postura de la persona mientras lee un libro: La cabeza baja y la mano en tensión sostienen el gesto esencial: la mirada, en ella se mantiene profundamente la intimidad entre lo que se lee y lo que se siente. (Ver anexo 2)
Al asistir a una obra, nos disponemos a lo desconocido, salimos de nuestra comodidad habitual para contemplar otro espacio a distancia y la presentación gestual del otro. En las artes escénicas podemos nombrar a este espacio según el espacio físico en el cual se desarrolla el teatro: Arena, Italiano o Isabelino [1]. Las diferentes tipologías de escenarios generan una relación particular entre el espectador y lo espectado, en tanto que esta distancia tiene estrecha relación con la intimidad que se dará entre el público y la obra, involucrando la disposición y la distancia entre el observador y el espacio escénico.
También podemos dar cuenta del desenvolvimiento que tendrán los actores al momento de utilizar el espacio del teatro, lo cual desencadena en gestos únicos para ese espacio y por ende en la interacción e intimidad que se transmitirá al público.
En un escenario tipo arena, por ejemplo, los espectadores envuelven un centro, por lo que no hay un atrás, lo que genera una mayor intimidad entre el público y la escena, ya que al contemplar al resto de espectadores se es partícipe de esta de otra manera (también las diferentes posiciones en la circunferencia generan un percibir diferente para cada espectador) en tanto que se logrará una mayor intimidad dentro de la obra y con el desenvolvimiento gestual de los actores. Entre el espectador y el actor se dará entonces una intimidad particular, ya que cada gestualidad será recibida según el posicionamiento en la circunferencia. (Ver anexo 3)
En el escenario italiano, en cambio, existe una división clara entre el público y el escenario, por lo que hay una distancia mayor entre el frente y la parte trasera, así, el actor se orienta en un mismo sentido, desplazándose por el frente principal y se puede generar así una intimidad mayor o menor dada por la distancia, como también entre el mismo público, ya que se comparte la dirección hacia un solo frente, al enfocarse la mirada en una única dirección, se pierde el otro. (Ver anexo 4)
El escenario isabelino, por su parte, muestra características íntimas de los dos anteriores, ya que el público sigue una continuidad que envuelve un escenario central, pero a su vez se dirige hacia un frente, lo que genera un mayor dinamismo entre la obra y el público. Según lo que se quiera transmitir, se opta por el uso del espacio central, para así generar una intimidad diferente según la posición del actor y el público, que se relaciona con los distintos frentes. (Ver anexo 5)
La dualidad lumínica y la gestualidad de lo íntimo

En el interior, se percibe la habitación por medio de las sombras en los recovecos y la luz, las cuales dan profundidad (ver croquis 3, anexo 6) y dinamismo en el interior (ver croquis 4, anexo 7 ) respectivamente, así, configuran una atmósfera gestual, esto se puede observar con detenimiento en el croquis 5 (Ver anexo 8), los cuerpos bajo una luz tenue se mantienen en cercanía, y se acurrucan para el descanso. A modo de comparación entre la luz observada en lo íntimo y la luz en las artes escénicas, podemos notar una similitud en la manera en que la dualidad lumínica (luz-sombra) conforma la atmósfera del gesto.
En nuestro hogar, en lo íntimo de lo cotidiano, al momento de mover nuestros cuerpos, las diferentes posiciones provocarán que el modo de percibir las sombras cambie, así, se forma una nueva perspectiva que combina la posición física con la dualidad lumínica. Está dualidad lumínica se mantiene estática, como es posible observar en el sexto croquis(Ver anexo 9). Es aquí donde podemos encontrar algunas diferencias, ya que el espectador del teatro se mantiene quieto, mientras que las luces y sombras cambiantes van conformando la atmósfera a partir de un guión, previamente establecido, en el cual paralelo al momento escénico, se desarrollará el diseño de la iluminación, que acompaña y resalta las gestualidades e intenciones del actor, con el objetivo de transmitir la intimidad anteriormente comentada, para que así la obra pueda conectarse íntimamente con el espectador.
Si bien la iluminación teatral depende de una variedad de factores tales como la intensidad, el movimiento, el color y la dirección, nos enfocaremos solo en este último, ya que influye directamente con la llegada de la luz al escenario (por ello al actor) y la formación de sombras que dan y quitan profundidad al gesto teatral, generando algunas características expresivas propias de la llegada lumínica al cuerpo. Se hace necesario, por tanto, analizar los principales tipos de iluminación teatral. [2](Ver anexo 10)
La luz frontal, por ejemplo, suele iluminar la escena en general, por lo que le resta profundidad, así, elimina algunos gestos faciales, ya que suaviza las texturas. Si se desea resaltar algunos gestos se pueden utilizar los siguiente tipos de iluminación (o también por separado, para mayores efectos dramáticos):
Primero tenemos la "luz lateral", la cual provoca que los relieves cobren importancia, ya que define las siluetas y su gestualidad en el lado que ilumina, mientras que en su contraparte sombreada se suavizan, dando, en cambio, mayor profundidad.
La luz cenital, por otra parte, cae en vertical sobre el cuerpo, lo que provoca un efecto mayormente dramático, resaltando las sombras profundas en los huecos, entregando la impresión de que se desvanecen algunos sectores del cuerpo, exagerando así las expresiones más cruciales.
Lo mismo sucede con la luz de tipo nadiral, si bien la cenital llega de arriba hacia abajo, en la nadiral es de abajo hacia arriba, por lo que estaría profundizando las gestualidades contrarias. Está entrega al actor una sensación sobrenatural, ya que no suele ser vista en lo cotidiano.
Finalmente, la contraluz, nuestro último ejemplo, provoca que se pierda completamente el detalle gestual, dando paso a la aparición de la silueta, y así el cuerpo en completitud toma protagonismo, presentándose como una gestualidad en su totalidad.
Conclusión
La atmósfera escénica, al igual que la atmósfera observada en el hogar, componen la intimidad por medio de un espacio físico, el cual canaliza una llegada anímica al cuerpo. El hogar tiene que ver con poder transitar libremente y sin pudor, para sentirnos así cobijados por una luz especial, o una dualidad lumínica del espacio, permitiendo así que la intimidad florezca en nosotros por medio de gestos y una especial conexión interior. Al llevar esta configuración de la intimidad a las artes escénicas, notamos que el espacio en el que se posiciona el espectador con respecto al escenario tiene estrecha relación con la intimidad que se dará, por la cercanía y distancia con el escenario y también entre el mismo público, ya que se puede ser partícipe de la escenografía de la obra o el espectador estar dirigido en una sola dirección. Así, vemos que el tipo de escenario está ligado al desenvolvimiento que tendrá el actor por medio de la gestualidad, la cual se complementa por la iluminación teatral, resaltándola, suavizando y dando profundidad o quitándola, según el momento escénico y la intensidad dramática necesaria. Podríamos decir entonces que la intimidad hogareña es parte importante del desarrollo gestual que tendrá el actor o los actores en una obra, ya que así el espectador será capaz de involucrarse en ella y percibirla con todos sus sentidos, logrando así una correcta identificación dada por la atmósfera de una íntima conexión.
Referencias
Echeandía. F (12 de septiembre de 2017). La atmósfera y el espacio en el teatro. Agenda cix. https://agendacix.org/francisco-echeandiacutea-la-atmoacutesfera-y-el-espacio-en-el-teatro.html
Pereira. A. (2013). La intimidad de la casa: el espacio individual en la arquitectura doméstica en el siglo XX. [Tesis de doctorado, E.T.S. Arquitectura (UPM)]. http://oa.upm.es/16773/
Garcés, A. (2019). La Ciudad Teatro. El lugar de la escena y otros lugares. Valparaíso: Ediciones e[ad].
Rinaldi. M. (2016). Diseño de iluminación teatral. Editorial Autores de Argentina
Sola. Araceli. (2017-2018). Construir con la luz: La escenografía teatral de Robert Wilson. [Trabajo final de grado, Universidad Politécnica de Valencia/ Escuela Técnica Superior de Arquitectura]. https://riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/106623/Memoria%20SOLA%20LORENTE%20ARACELI.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Sánchez. M (11 de marzo de 2013). Iluminación teatral conceptos básicos. ABC Danzar. https://abcdanzar.blogspot.com/2013/03/iluminacion-teatral-conceptos-basicos.html
Rodrigues. E. Tipologías de teatro [Archivo PDF]https://www.fau.usp.br/cursos/graduacao/arq_urbanismo/disciplinas/aup0154/00_aup0154_bases/Apostila_de_Teatro.pdf
Notas al pie
- ↑ Información reinterpretada, obtenida por Edu Rodrigues https://www.fau.usp.br/cursos/graduacao/arq_urbanismo/disciplinas/aup0154/00_aup0154_bases/Apostila_de_Teatro.pdf
- ↑ Conceptos básicos y reinterpretados para el ensayo, obtenidos por Mariana Sánchez. Iluminación teatral. Conceptos básicos. https://abcdanzar.blogspot.com/2013/03/iluminacion-teatral-conceptos-basicos.html