Katya Torres Tarea 3 - Módulo investigación T1 2019

De Casiopea



TítuloLa población rural juvenil y su educación
AsignaturaMódulo Investigación T1 2019
Del CursoMódulo Investigación T1 2019
CarrerasArquitectura
3
Alumno(s)Katya Torres

El potencial juvenil en el desarrollo rural

Archivo:109.JPG
Fuente: Elaboración Propia.

Katya Torres Lara, Arquitectura, profesor guía Rodrigo Saavedra.

Abstract

La juventud hoy en día se muestra como un actor social clave para cualquier estrategia de desarrollo, más aún si hablamos de desarrollo rural. Sin embargo, aun se toma poco en cuenta a este grupo etario, sin ver las potencialidades que estos poseen en una sociedad globalizada, y más aun en programas para combatir la pobreza rural. Mencionando como el principal déficit es en un curriculum educacional que se aleja de la realidad rural. este trabajo presenta algunas nociones de las problemáticas que más aquejan al mundo rural, y como el trabajo agrícola puede contribuir a la solución de dichas problemáticas. Por otra parte, profundiza en el tema de las maneras y formas en que el papel de los jóvenes puede contribuir a la superación de las carencias en el mundo rural, desde un área educacional. Donde se plantea como la educación debería abordar su curriculum, en áreas donde la realidad cultural es distinta a la de las ciudades. Así la pregunta que se realiza es, cuál sería el camino para la superación de las carencias del mundo rural y quienes son los actores que debieran involucrarse y donde se debe poner el énfasis en programas y proyectos futuros.


Palabras claves: Rural – Educación – Patrimonio cultural – Identidad local

Desarrollo

Introducción

La presente discusión bibliográfica tiene como objetivo introducirnos al tema de la vida rural, pero por sobre todo al valor que tiene la población juvenil y por ende su educación para el desarrollo de una comunidad y su cultura local. la escasez y/o éxodo de población rural tiene importantes consecuencias para esos territorios y revela falta de expectativas, de servicios, de recursos para el bienestar y condiciones de vida para la población. Más aún si hablamos de educación, donde el sistema educativo chileno, aun ha sido incapaz de comprender las realidades rurales, en un mundo rural globalizado, así como su complejidad y cambios. Con la imposibilidad de responder a dichas necesidades de una forma eficiente, contribuyendo a cerrar las posibilidades de un desarrollo social pertinente a nivel de cada población rural y la convivencia armónica con su patrimonio cultural. El currículum educacional no es el adecuado a la vida rural.

Desarrollo

Según la asociación de municipalidades de Chile (AMUCH) en un estudio realizado durante el año 2015, para aquellas comunas de carácter urbano y de mayor desarrollo el índice promedio de pobreza es de 13,37%. En tanto, para las comunas rurales y con menor desarrollo el índice promedio de pobreza es de 17,32%. Una diferencia importante entre ambos grupos de comunas. Mientras que la densidad de población en las comunas rurales y con menos desarrollo es del 2%, es decir, muy por debajo del 98% de densidad poblacional de las comunas urbanas del país. Así la escasez de población rural tiene importantes consecuencias para esos territorios y deja entre ver una serie de deficiencias, entre ellas la educación.

“Al reducirse, con el trabajo agrícola, la presión para migrar se mantiene una mayor cantidad de habitantes en áreas rurales. Así se valorizan las inversiones ya realizadas por el estado en el medio rural y se implementan nuevos programas en áreas claves para la superación de la pobreza, tales como la educación”. (Soto-mayor. (2005) En el punto anterior podemos ver la relevancia del mundo agrícola en el desarrollo de una comunidad rural, como este puede influir en detener la migración campo-cuidad en busca de mejores oportunidades, brindando una oportunidad de desarrollo real a dichas zonas.

Pero el cuestionamiento que surge es como se incorpora el trabajo agrícola de una forma real y sustancial de modo que pueda generar desarrollo en su población, planteándose como una alternativa atractiva y viable.

Juventud rural y su educación.

“Visualizar a la juventud rural como una solución y un aporte al desarrollo local, regional y nacional, a través de sus iniciativas individuales y colectivas, puede ser el catalizador de interesantes procesos, beneficiándose la sociedad en su búsqueda de un desarrollo más equitativo y sustentable.” (Duhart. (2004)) En este punto los autores plantean la relevancia de adoptar un enfoque etario en el desarrollo de proyecto para estas zonas, de manera de estructurarlos de modo integral y centrado en las necesidades reales de las personas. “debemos ocuparnos de la juventud rural, para ver sus potenciales, en especial frente la invisibilidad que sufren a los ojos de la sociedad en general.” (Duhart. (2004))

De este modo se hace relevante el ocuparse de la juventud rural, puesto que se considera una forma de reducir la brecha de la equidad, ya que según nos plantea Daniel Duhart, la generación juvenil actual posee una familiaridad con la cultura y valores de la modernidad mucho mayor que la generación de sus padres, y a la vez mantiene un arraigo con la cultura local, siendo un potencial actor social híbrido, clave para el futuro desarrollo de las zonas rurales, especialmente frente la relación y coexistencia entre lo rural y lo urbano.

A propósito de lo anterior, es relevante lo planteando en párrafos previos, donde hablamos del trabajo agrícola como una alternativa para frenar el éxodo rural y permitir el desarrollo de dichas zonas, puesto que si lo conjugamos con la posibilidad que nos brinda la juventud rural se hace relevante quizá en un plano educativo. “La Educación Rural que no ha sido capaz de responder ante las nuevas necesidades y problemas de los sectores campesinos en un mundo rural globalizado, contribuyendo a cerrar las posibilidades de un camino que conduzca a un desarrollo social pertinente a nivel de cada población rural, y que sea armónico con los contextos culturales y medioambientales locales, para mejorar sustantivamente la calidad de vida de estos sectores sociales”. (Winter y Hernández. (2005)) El sistema educativo chileno, aun ha sido incapaz de comprender las realidades rurales, así como su complejidad y cambios, imposibilitándolo de responder a dichas necesidades de una forma eficiente. Y manteniéndose sin entender las capacidades y necesidades reales de dicha población.

“Los currículums escolares han desconocido los saberes locales, sus patrimonios culturales y sus estilos de aprendizaje” (Magendzo. (1986)). Siendo de este modo las zonas rurales donde se hace más alta la deserción escolar de un porcentaje importante de jóvenes, problemática muchas veces asociada a el ciclo de vida campesino, o a problemas económicos, pero también muchas veces debido a que el currículum educacional no es el adecuado a la vida rural, como bien lo plantea Sonia Zapata (2000), en su artículo Al encuentro del joven rural, donde nos dice que la educación en Chile, básicamente se orienta a la continuación de estudios y no a adquirir herramientas para el trabajo.

Frente a esta realidad es que se habla de programas educacionales, hacia un posible planteamiento arquitectónico que, desde su identidad local y de sus patrimonios, beneficie no sólo al hábitat natural frente a la urbanización, sino también al patrimonio que se preserva y da contexto a su identidad.

Para Cecilia Guzman en su memoria de Título, Liceo técnico profesional agrícola y de capacitación, ella plantea: “La educación Técnico-Agrícola, comprende todas aquellas labores propias del campo haciendo que esta educación se imparta también para capacitar a quien lo solicite, poniendo la condición en la arquitectura de no sólo responder a la dinámica estudiantil, sino, también a un sin número de actividades culturales, educativas y recreativas abiertas al resto de la comunidad. La idea de Liceo Agrícola no busca fomentar una consolidación del barrio o centro, sino que se transforme en una actividad neta de campo, donde además el estudiante habite, se eduque y practique”. Así se cree que los proyectos educacionales en estas zonas, deben apuntar a permitir el desarrollo de las capacidades de la comunidad juvenil, en concordancia con las potencialidades y también necesidades de la comuna, construir espacios que permita el desarrollo de sus jóvenes, pero a su vez también el desarrollo de la identidad de su territorio. Como un reconocimiento a la condición mayoritariamente rural de la población y su cultura local. Siendo también un puente de integración entre el espacio rural y urbano. Se postula que la arquitectura educación rural debe crear espacios comprometidos con las comunidades, vinculado no solo al entorno, sino también a las necesidades de carácter social que estas puedan presentar, que estos espacios sean el canal que vinculen a los jóvenes, con el territorio y la cultura que los rodea, logrando así diferentes formas de alcanzar nuevos conocimientos y herramientas que les puedan brindar nuevas posibilidades de desarrollo personal y a su vez contribuir al desarrollo local. “La intervención arquitectónica dialoga entre la historia y su continuidad (nueva arquitectura), entre la naturaleza y la ciudad, y por sobre todo entre la comunidad que lo rodea y la actividad de lo que todavía quiere ser campo”. (Guzmán. (2005))


Bibliografía

1- Duhart, Daniel. (2004). “Juventud Rural en Chile: ¿Problema o Solución? Última década”, 12(20), 121-146. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-22362004000100007

2- Guzmán S., C. (2005). “Liceo Técnico profesional agrícola y de capacitación, ex fundo el Guanaco – Peñaflor”. Universidad de Chile, Facultad de Vivienda y Urbanismo.

3- Magendzo, Abraham, (1986). “Currículo y Cultura en América Latina”. PIIE, Santiago de Chile.

4- Soto-mayor, Octavio,(2005). El Mercurio, Revista El Campo. Edición 150.


5- Thomas Winter, C., & Hernández Aracena, R. (2005). “El rol del profesor en la educación rural chilena”. Revista Digital Erural, Educación, Cultura Y Desarrollo Rural., Año 3 N° 5 junio 2005.

6- Zapata D., Sonia. (2019). “Al encuentro del joven rural”. Agencia de cooperación del IICA en Chile. http://repiica.iica.int/docs/bv/agrin/b/e50/XL2000600190.pdf

Notas al pie

Por último, es relevante mencionar que la presente investigación se plantea a partir del proyecto de titulación, el cual consiste en proyectar una escuela agrícola en la zona rural de Monte Patria, región de Coquimbo. proyecto que propone un programa educacional, hacia un posible planteamiento arquitectónico que, desde la identidad de lo tangible e intangible de sus patrimonios, beneficie no sólo al hábitat rural, sino también al patrimonio que se preserva y da contexto a su identidad.

Anexo: fichas de lectura

Autor Cecilia Guzmán S.
Año de publicación 2005
Titulo Liceo Técnico profesional agrícola y de capacitación, ex fundo el Guanaco – Peñaflor
Lugar de Publicación Santiago, Chile
Editorial Universidad de Chile, Facultad de Vivienda y Urbanismo.
Tipo Memoria de título
Resumen La presente memoria de titulo plantea el tema del avance de la ciudad sobre nuestros campos agrícolas, planteando una búsqueda arquitectónica hacia una relación entre ciudad y ruralidad. Y frente a esa realidad plante una propuesta de proyecto arquitectónico, de la mano de un programa educacional. Citas

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La educación Técnico-Agrícola, comprende todas aquellas labores propias del campo haciendo que esta educación se imparta también para capacitar a quien lo solicite, poniendo la condición en la arquitectura de no sólo responder a la dinámica estudiantil, sino, también a un sin número de actividades culturales, educativas y recreativas abiertas al resto de la comunidad. La idea de Liceo Agrícola no busca fomentar una consolidación del barrio o centro, sino que se transforme en una actividad neta de campo, donde además el estudiante habite, se eduque y practique”. Así se cree que los proyectos educacionales en estas zonas, deben apuntar a permitir el desarrollo de las capacidades de la comunidad juvenil, en concordancia con las potencialidades y también necesidades de la comuna, construir espacios que permita el desarrollo de sus jóvenes, pero a su vez también el desarrollo de la identidad de su territorio. Como un reconocimiento a la condición mayoritariamente rural de la población y su cultura local. Siendo también un puente de integración entre el espacio rural y urbano. Se postula que la arquitectura educación rural debe crear espacios comprometidos con las comunidades, vinculado no solo al entorno, sino también a las necesidades de carácter social que estas puedan presentar, que estos espacios sean el canal que vinculen a los jóvenes, con el territorio y la cultura que los rodea, logrando así diferentes formas de alcanzar nuevos conocimientos y herramientas que les puedan brindar nuevas posibilidades de desarrollo personal y a su vez contribuir al desarrollo local. “La intervención arquitectónica dialoga entre la historia y su continuidad (nueva arquitectura), entre la naturaleza y la ciudad, y por sobre todo entre la comunidad que lo rodea y la actividad de lo que todavía quiere ser campo. ((Guzmán, 2005)

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La intervención arquitectónica dialoga entre la historia y su continuidad (nueva arquitectura), entre la naturaleza y la ciudad, y por sobre todo entre la comunidad que lo rodea y la actividad de lo que todavía quiere ser campo. ((Guzmán, 2005)


Autor Sonia Zapata D.
Año de publicación 2019
Titulo Al encuentro del joven rural
Lugar de Publicación Chile
Institución Agencia de cooperación del IICA en Chile.
Tipo Estudio
Resumen

Investigación exploratoria y descriptiva sobre el joven rural. Mediante información recopilada de jóvenes campesinos de sexo masculino, pertenecientes a localidades rurales de las Regiones VII y VIII. El análisis de los antecedentes logrados entrega combinación de análisis cuantitativo y cualitativo que se presenta en cuadros, gráficos y matrices descriptivas, de manera de entregar información con algún grado de estandarización.

Citas

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(...) La educación en Chile, básicamente se orienta a la continuación de estudios y no a adquirir herramientas para el trabajo.

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Todo lo anterior lleva a un debilitamiento o quiebre de los lazos que unen al individuo con la sociedad y le hacen pertenecer al sistema social e identificarse con él, por lo que se produce una ruptura de los vínculos sociales y comunitarios con la sociedad y, entonces, estamos hablando de una exclusión social del joven rural.