Karla Fernández-El acceso especular en el espacio público
Título | Ensayo |
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Asignatura | Taller del Programa y Forma de la Edificación |
Del Curso | Taller del Programa y Forma de la Edificación 1º Semestre 2020 |
Carreras | Arquitectura |
Nº | 1 |
Alumno(s) | Karla Fernández |
El acceso especular en el espacio público: Una rama urbana sostenida en umbrales de retiro.
Introducción:
Peter Brook define en su libro El Espacio Vacío: “Un hombre camina por un espacio vacío mientras otro le observa, y esto es todo lo que se necesita para realizar un acto teatral”. Pero en las ciudades de los llenos, los espacios para la intervención teatral son reducidos.
En la antigua Grecia, en contraposición de lo que sucede en la actualidad, existía otra disposición: el teatro estaba vinculado a lugares sagrados ubicados lejos de las ciudades, y las personas, en un acto extraordinario, recorrían grandes distancias para acudir a los actos teatrales.
En las últimas décadas el público que asiste al teatro ha decrecido en todo el mundo, esto Brook lo nombra como teatro mortal. A causa de esto hoy es el teatro quien tiene que irrumpir en la cotidianidad de los transeúntes, saliendo de sus márgenes formales.
Sin embargo también los espacios públicos, definidos como lugares de construcción de ciudadanía y encuentro social, han sido desplazados, siendo parcialmente reemplazados por espacios de circulación; relegando de la vida social las actividades pare el ocio en el espacio público. En esta línea, espacios públicos de calidad construirían el acceso a lo extraordinario y posibilidad de hacerlo aparecer en toda su extensión, cosa que haría de la ciudad, una ciudad teatro.
Desarrollo
El acto de acceder a lo especular en el espacio público está construido por diferentes momentos, donde cada cual abre el paso al siguiente. Estos engloban el estar en el lugar, el golpe de vista que genera el aproximarse para contemplar, y la llegada al límite de escena. Estos momentos son el andar, la tensión, el retiro y el enmarque respectivamente.
El Andar
Así como una procesión cristiana que construye hitos en su recorrido, es el andar por una ciudad teatro. Estos hitos calzan con una lectura previa del espacio y dan lugar a accesos y detenciones superpuestas: en este espesor se construye el retiro a lo extraordinario.
Francesco Careri habla del andar como acto fundacional: al atravesar se modifican las significaciones del espacio y a partir de él se construyen las relaciones más importantes del hombre con el territorio.
- En las esquinas es en donde la mirada se bifurca y el horizonte se extiende, y aparece la ciudad con su movimiento en hospitalidad: es la amplitud la que permite hacer aparecer lo diverso y es el andar el que permite el encuentro con ello.
En este constante hacer ciudad podemos distinguir según Careri, al espacio nómada (vacíos) del sedentario (llenos), los cuales deberían vivir juntos en un equilibrio de intercambios recíprocos, pero hoy la ciudad nómada (espacio público) vive dentro de la ciudad sedentaria y aparece mayormente en torno a ella.
Elaboración propia: Luz esquinada reflectante; la puerta diáfana deja al balcón -lo más expuesto de la vivienda- en el interior de la habitación, otorgándole una extensión del horizonte sostenida en la esquina. En esta afluencia de dimensiones se enriquece el espacio, lo permeable permite lo íntimo y expuesto a la vez.
Elaboración propia: Esquina permeable contenida entre verticales iluminadas, se genera una especie de galería que expone. Ocurre un fugar la mirada en lo esquinado, donde el dibujo atrapa al espectador en fragmentos que arman una completitud: En el tamaño del cotidiano se es consciente del propio cuerpo.
Tensión
Dos malabaristas que se entregan las mazas de un lado a otro, construyen un enmarque propicio para ser observado. Con el movimiento y sus miradas, hay acción. El siguiente paso es alguien que observe la relación entre ellos.
En lo doméstico, se da esta cualidad de teatro también, aparece en una reunión en torno a algo que la tensa, como puede ser la conversación en la mesa que otorga el vacío que vincula al espectador.
Para que lo extraordinario aparezca es importante que tanto actores como público entren en esta atmósfera. En la Puerta Abierta, Brook compara al actor con un pescador. El contacto con el público, en un acto callejero, es la esencia del espectáculo.
"Las normas de la censura británica prohíben a los actores adaptar e improvisar durante la representación. En ese caso concreto, el hecho de fijar el espectáculo fue el comienzo de su deslizarse hacia lo mortal, ya que la vivacidad de los actores se desvaneció al disminuir la inmediata relación con su público y con su tema.” -El espacio vacío.
Retiro
Existiendo el andar que permite apropiarse de la ciudad y la tensión que rompe con la cotidianidad, se produce el retiro a lo extraordinario. Este se rebela en el movimiento, en un sonido, en un despliegue o en un gesto sugerido; de la misma manera en que la odisea del ir al teatro griego hablaba de una disposición de estar ante él, aquí la disposición es un factor clave.
El acto de retirarse de las circulaciones para quedar ante, en un borde o centro según corresponda, da cabida a la dualidad yuxtapuesta de lo cotidiano y lo extraordinario en el espacio público. El retiro es el umbral entre estos dos ritmos. Así ocurre en el museo para la fundación Ibere Camargo, Brasil, donde para acceder desde un espacio de contemplación a otro se requiere un retiro del cuerpo y la mente.
“El acto de habitar el espacio pasa por estas dos instancias complementarias y necesarias para que el estar ante la obra sea pleno de sentido, tensión y distensión.” -La ciudad teatro. La doble función en la arquitectura.
Elaboración propia: Ancho en el que se yuxtapone el habitar cotidiano con la celebración. Los bordes perfilados por las fachadas hacen de apoyo para los espectadores, quienes sostienen la mirada en una permanencia distanciada; este distanciamiento a su vez, acoge el paso rápido del transeúnte ajeno al acto.
Elaboración propia: Ir bordeante de un piso a otro, contiguo al amplio vacío central del museo. Este otroga el distanciamiento necesario para quedar ante la totalidad de la obra, haciendo aparecer la multiescena en los diferentes encuadres de las salas de exposición y de quienes están reunidos en torno a ellas en lo contemplativo.
Distancia y enmarque
Este retiro tiene que tener un tamaño, ni muy poco para no obstruir la circulación de la calle, ni demasiado para que el acto deje de resultar llamativo; tal cual como es la relación espectador/espectáculo en el teatro formal:
“La distancia entre escenario y los asientos de los espectadores más alejados en un teatro suele estar como máximo entre 30 y 35 metros.En los teatros se comunican fundamentalmente sentimientos, y aunque los actores son capaces de ampliar las impresiones visuales, hay límites estrictos con respecto a lo lejos que puede sentarse el público si ha de sacar algo claro de la presentación.” -La Humanización del espacio público.
La distancia además es necesaria para la construcción del enmarque de la obra, el que deja dentro del teatro de la totalidad pero que al mismo tiempo es el límite incorpóreo de la obra con el espectador, que puede ser fugado en el movimiento y tamaño que requieren los actores.
“Casi todos los contactos implican un uso muy consciente de las distancias. La distancia entre los participantes se reduce si aumentan la intensidad y el interés mutuos. Por el contrario, la distancia se incrementa si el interés y la intensidad decaen.” -La Humanización del espacio público.
Espacio público
En el espacio público debe residir la hospitalidad para hacer aparecer la diversidad de actividades que articulan la ciudad. En palabras de Germán Bannen, un espacio íntimo es una invitación a ser habitado. Por lo que un vacío contenido, da lugar a esta flexibilidad urbana.
“Las aceras de las ciudades -parte de las calles destinada a los peatones- tienen muchos otros usos además de soportar el caminar de los peatones. Estos usos están en estrecha relación con la circulación, pero no se identifican con ésta, y en rigor son por lo menos tan importantes como la circulación para el buen funcionamiento de las ciudades. (…) Las calles y sus aceras son los principales lugares públicos de una ciudad, sus órganos más vitales.” -Muerte y vida a las grandes ciudades.
Calidad del espacio público
Había dicho, que la procesión se conformaba por accesos y detenciones. En estas últimas, la multitud se extiende por el espacio, aprovechando una escalinata para alzarse o una estrechez para estar en intimidad. Esta detención tensa la relación de la procesión con el entorno y deja a los transeúntes dentro del acto, obstruyendo las circulaciones de la ciudad.
“Las actividades exteriores realizadas en los espacios públicos se pueden dividir en tres categorías, cada una de las cuales plantea exigencias distintas al entorno físico: actividades necesarias, actividades opcionales y actividades sociales.
Las actividades sociales son todas las que dependen de la presencia de otras personas en los espacios públicos y en casi todos los casos derivan de actividades ligadas a otras categorías (…) el encuentro, el cruce, se produce de manera espontánea como consecuencia directa de que la gente deambula y está en los mismos espacios. Las actividades sociales se refuerzan indirectamente cuando se les proporciona mejores condiciones en los espacios públicos." -La Humanización del espacio público.
En la ciudad actual el andar se encuentra con el teatro solo en zonas céntricas de ella, donde hay veredas amplias, comercio y grandes plazas concurridas; pues teatro irrumpe la cotidianidad de las personas si estas usan este espacio público, y se usa en mayor o menor medida dependiendo la calidad de este.
“La calle principal de Copenhague se hizo peatonal en 1962, muchos críticos predijeron que la calle quedaría desierta. Actualmente, esta importante calle peatonal y otras cuantas más añadidas posteriormente al sistema están rebosantes de gente que pasea, se sienta, observa lo que pasa, toca música y charla. La vida ciudadana en Copenhague antes era tan limitada porque antes no existía la posibilidad física que existiese.” -La humanización de los espacios públicos.
Conclusión
Para que la gente ande y se apropie del espacio tiene que existir un espacio público holgado, que genere relaciones espaciales de las actividades necesarias con el lugar y que se extienda por toda la ciudad. Esto permitiría una mayor vida social y el encuentro con el teatro, dejándolo más próximo al espectador. Entonces, el acceso a lo extraordinario en el espacio público, nombrado como rama urbana sostenida en umbrales de retiro, da lugar a la ciudad teatro y deja puerta abierta a ser habitada.
Referencias:
(Brook, Peter. (1969). EL Espacio Vacío. El lugar de la escena y otros lugares. Pag 01. Barcelona, España: Ediciones Península.
(Careri, Francesco. (2009). Walkscapes: El andar como práctica estética. Barcelona, España: Editorial Gustavo GiIi, Sl
(Brook, Peter. (1969). EL Espacio Vacío. El lugar de la escena y otros lugares. Pag 16. Barcelona, España: Ediciones Península.
(Garcés, Andrés. (2019). La ciudad teatro. La doble función en la arquitectura. Pag 207. Valparaíso, Chile: Ediciones e [ad)
(Gehl, Jan. (2006). La humanización del espacio urbano. Barcelona, España: Editorial Reverté (Gehl, Jan. (2006). La humanización del espacio urbano. Barcelona, España: Editorial Reverté
Bibliografía:
East, A. E. (s. f.). UNIVERSIDADDECHILE FACULTADDEARTES ESCUELADEPOSTGRADO. Recuperado 18 de abril de 2020, de http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/143279/Eros_y_tanatos_energias_en_oposicion_para_desarrollar_un_uso.pdf?sequence=1&isAllowed=y
La calle moderna en 30 autores contemporáneos y un pionero by Angel Martín Ramos - Books on Google Play. (2014, diciembre 31). Recuperado 18 de abril de 2020, de https://play.google.com/store/books/details/Angel_Mart%C3%ADn_Ramos_La_calle_moderna_en_30_autores?id=rRq4CgAAQBAJ