Juan Fco. Rojas Tarea 4 - Módulo investigación T3 2017

De Casiopea



TítuloJuan Fco. Rojas Tarea 4 - Módulo investigación T3 2017
AsignaturaMódulo Investigación T3 2017
Del CursoMódulo Investigación T3 2017
CarrerasArquitectura
Alumno(s)Juan Francisco Rojas

Antecedentes ideológicos y circunstanciales en el Barroco que llevaron a la materialización del tejido urbano de Valparaíso

Nombre: Juan Francisco Rojas

Carrera: Arquitectura

Profesor guía: David Luza

Abstract

El presente trabajo busca mostrar las ideologías y circunstancias que llevaron a la materialización de la ciudad americana, a lo largo del Barroco (siglos XVII y XVIII) entendiendo que en su esencia la ciudad americana contenía una idea planificada ya exportada de Europa y su transformación dada por las circunstancias de los distintos territorios en la bastedad del continente americano, todo esto traído al caso de la ciudad de Valparaíso y su construcción urbana.

Palabras Clave: Tejido urbano, Vida urbana, Valparaíso, Barroco.

Desarrollo

Antecedentes

Varios fueron los antecedentes que llevaron al nacimiento del Barroco. Tanta importancia tuvieron los cambios religiosos, políticos, sociales y económicos como los hallazgos científicos que influyeron en la visión de mundo. Por el lado religioso las nuevas ideas de oposición a la doctrina y disciplina de la iglesia católica se tradujeron en la Reforma y posteriormente la Contrarreforma que sería la respuesta oficial de la iglesia, que a través de las artes buscaría volver a cautivar a los fieles. Por el lado político el poder hegemónico de Euro pasó de la España imperial a la Francia absolutista que con Luis XIV se consolidó como el estado más poderoso del continente. La monumentalidad como referencia constructiva en el trazado urbano El urbanismo barroco es consecuencia de las necesidades de ordenar el desarrollo de las ciudades y de expresar, a través de la arquitectura monumental (edificios, plazas, fuentes, jardines, etc.) el poder del Estado o de la Iglesia. (Argan, 1987)

La construcción de las ciudades se hizo a partir de grandes ejes viales, a través de estos se dibujaba o trazaba el plan urbano. En este trazado los nudos o intersecciones de los ejes cobraron vital importancia, pues en ellos se daba el encuentro y esto los conformaba como puntos de referencia que marcaban un hito dentro de la ciudad. A partir de esto se piensa también de cómo los hitos van ordenando la ciudad en lugares ligados a puntos de referencias, esto se puede ver hoy en día en cómo los lugares son identificados con una plaza o edificio que se encuentre cerca del sector o en el sector mismo, ya sean poblaciones con sus edificios de departamentos, centros cívicos con la plaza, etc. Un ejemplo bien claro es la plaza Aníbal Pinto en Valparaíso que se emplaza en la intersección de dos calles.

De esta importancia del encuentro que se da en los hitos urbanos es que se hace necesaria una construcción que dé cuenta del lugar, dando como resultado “la monumentalidad”. Un ejemplo es el caso de la rotonda, encuentro de los recorridos, que en su centro tendrá un obelisco (punto de referencia) o también la cúpula, alta y sobresaliente que delatara la posición de las catedrales convirtiéndolas en puntos de ubicación urbana.

Un ejemplo de esta visión urbana es Roma, donde los papas se convierten en los grandes mecenas del momento. La transformación urbana de Roma es encargada por el Papa Sixto a Doménico Fontana, el plan consistía en buscar la conexión entre los grandes edificios religiosos de la ciudad por medio de grandes ejes rectilíneos, esto para ratificar a Roma como ciudad santa, dando como resultado un diálogo orgánico (interrelación e intercomunicación de los edificios entre sí). Analizando esto se puede deducir cómo es que el trazado urbano va construyendo, a partir de un principio o idea primera, la forma en que la ciudad se va a modelar, y la vocación que esta irá a tener, como lo fue con un fin religioso en este caso. Esto llevó a una evolución de la ciudad ideal renacentista a la ciudad capital barroca (dinámica y abierta) que busca constituirse como un punto de referencia para el territorio. Nótese el símil que se da entre la ciudad y su territorio y los edificios con la ciudad en cuanto a que se quieren consolidar como puntos de referencia en su entorno, se conforman bajo el mismo principio pero a diferente escala.

Además de la construcción del tejido urbano se debe tener en cuenta la nueva visión que se tenía del espacio público en el Barroco, podemos aprecia como la plaza barroca cede su función tradicional cívica y pública para convertirse en un medio de exaltación de la ideología religiosa o política, transformando así la manera de entender el edificio y su lugar inmediato (entiéndase este como su alrededor y su entorno más próximo).

El espacio público, el pueblo y la vida urbana

La aparición de la gran escala urbana surgió en la Europa del siglo XVII y fue posible tan sólo como el resultado de los inmensos y centralizados poderes autocráticos: Luis XIV y Luis XV en Versalles, Pedro el Grande en San Petersburgo y los papas en Roma. (Morris, 1995).

La construcción del espacio público era concebida desde el edificio mismo, como extensión de su interior, prolongando así sus espacios más allá de los muros que lo delimitaban. Un ejemplo claro de esta intención es la Plaza de San Pedro y su columnata “La columnata de la Plaza de San Pedro no sólo está pensada como pórtico de la basílica del Vaticano, sino como expansión de la iglesia en la ciudad” (Pevsner, 1957) y es que de esta forma se buscaba llevar la Misa hacia el pueblo prolongando la nave central y dando cabida no tan sólo a los fieles sino que a toda la población. Ésta idea puede aproximarnos a entender cómo el atrio se constituye como un elemento tan potente dentro de la arquitectura religiosa.

Con la llegada del barroco a América, a través de España, se puede apreciar en mayor magnitud la importancia de la plaza como espacio público del pueblo y la vida urbana, esto es porque las plazas americanas tuvieron dimensiones muy superiores a la de las plazas españolas, por ejemplo la Plaza Mayor de Valladolid, construida en 1562 media 85 x 125 metros en contraste con la Plaza de Lima de 147 x 147 metros, todo esto debido a la extensión que en América se presentaba, en contraposición con la extensión acotada de Europa donde los españoles por su experiencia urbana concebían espacios en ámbitos cerrados y más abarcables. Además de esto la importancia de la Plaza de Arma como centro del trazado perpendicular español. Nacida antes que la ciudad, la plaza se diseñó previamente como elemento generador de la traza, al contrario de lo que sucedía en Europa donde las plazas fueron operaciones urbanísticas a posteriori sobre un denso tejido urbano ya existente.(Hardoy, 1983)

La dualidad en la ideología y ornamento del Barroco

La evolución estética de las nuevas formas del barroco nace de la natural contraposición al Renacimiento y su estética lineal y equilibrada, en la cual se buscaba que los edificios fueran comprensibles de un solo vistazo basándose en la geometría, dándole importancia vital a lo sobrio y clásico. Por el contrario el Barroco concentra su fuerza expresiva en la monumentalidad, la complicación y el dinamismo de las construcciones que buscan aproximarse al espectador.

En esta realidad es que podemos apreciar desde un primer momento una “Ley de péndulo” donde el Barroco nace como respuesta del Renacimiento, pasando de un periodo clásico a uno romántico. Así mismo como un péndulo el Barroco se mueven entre dos realidades que puede verse presente en cosas como el juego plástico: con el claroscuro, la curva y la contracurva, el espacio cóncavo y el convexo, lleno y vacío, etc. También puede encontrarse en la demanda constructora que tendrá, por un lado la Iglesia (obras religiosas) como para la nobleza (obras civiles).

En América esta dualidad también está presente en la transformación que sufren las obras que traídas desde Europa se encuentran con la vastedad del territorio americano y por supuesto la influencia indígena. Por un lado se trata de conservar el modelo traído de Europa pero por otro lado es transformado añadiéndole la identidad americana, un juego entre lo extranjero y lo autóctono, que hace que la obra no se desentiende con el lugar. La obra ya no es un “objeto autónomo”, se integra a la ciudad y el espacio a través de esta dualidad de lo ideal en contraposición a lo real.

A toda esta transformación hay que sumarle la importancia de la empresa española de conquista y la evangelización, que comenzando la urbanización de los territorios parte con la colocación de la Plaza de Armas (nombre dado debido a la prevención de utilizarla como principal punto de reunión en caso de un ataque), para luego colocar el Cabildo y la Catedral, órgano principal de la evangelización. Aquel construcción facilitó el adoctrinamiento de los “indios” e hizo de la actividad misional una forma de lo cotidiano, lo cotidiano vinculado a la plaza y a la vida urbana. Dualidad conquistadora y evangelizadora. Principios barrocos aterrizados a la realidad en la construcción de Valparaíso Con la llegada de los españoles a Valparaíso vieron de este lugar una geografía ideal para la instalación de un puerto, gracias su rada que acogería la construcción.

Primero fue el fuerte y luego la plaza de armas, luego de esto se comenzó la construcción del trazado urbano perpendicular, pero dada la compleja geografía del lugar se tuvo que transformar la idea mientras se iba construyendo, adoptando los accidentes geográficos como ejes viales, como por ejemplo la Avda. Brasil siguiendo la costa y la Avda. Argentina como desagüe de aguas lluvias.

En esta dualidad, de lo ideal y lo real, se fue construyendo Valparaíso, dando encuentros accidentados que no siguen una lógica formal proyectada en el papel, sino que es consecuencia de la topografía del lugar, de esta manera el trazado perpendicular se fue transformando a través de los cerros dando una cualidades novedosa al encuentro que son únicas de Valparaíso.

El tejido urbano se conforma así en un complejo entramado, que se presenta más regular en el plan, pero se deforma en los cerros. Las intersecciones se vuelven puntos clave en la continuidad de Valparaíso (las puntas de diamantes se constituyen como lugares donde se bifurcan y se encuentran simultáneamente los recorridos). El plan se conforma como una explanada lineal y continua, aparece la extensión a través de la prolongación de las calles (ejes rectilíneos), mientras que en los cerros la extensión se encierran en laberínticos pasajes para dar por sorpresa con un mirador que vuelve a abrir la mirada hacia el horizonte donde muestra la ciudad y construye un diálogo de interrelaciones más complejo que el presentado en las ciudades Europeas pues añade la dimensión vertical de los cerros de Valparaíso, la vida urbana se construye en estos espacios públicos que se miran entre sí y rescatan de alguna manera el entramado regular ausente en los cerros.

Conclusión

Podemos concluir que Valparaíso, al igual que las demás ciudades americanas, fue construida con ideas traídas desde Europa y que in situ se vieron transformadas por las realidades del nuevo continente, además de esto sumarle que la características del Barroco no son tan evidentes, como se puede observar en otras ciudades que tienen construcciones barrocas como Lima, Quito, Cuzco, etc. sino que su influencia queda remitida de manera implícita a su trazado urbano y concepción formal, además de sus espacios públicos interrelacionados y la dualidad ideológica que está presente en la complementación de plan con cerro, ciudad y mar, etc. llegando a entender la realidad detrás del proceso colonizador y la desordenada construcción de la ciudad puerto

Bibliografía

1. ARGAN, Gulio Carlo Renacimiento y barroco. Barcelona: Ediciones AKAL, 1987. Pág. 35.

2. Morris, A. E. J. E. J., Peters, P., Peters, P., Lynch, K., Lynch, K., Gutíerrez, R., ... & Villanueva, A. (1984). Historia de la forma urbana: desde sus orígenes hasta la Revolución Industrial (No. 711.4 (091)). Andalucía..

3. PEVSNER, Nikolaus. Esquema de la arquitectura Europea. Buenos Aires: Ediciones Infinito, 1957, Pág. 34.

4. HARDOY, Jorge E. “La forma de las ciudades coloniales”. En DE SOLANO, Francisco (coord.): Estudios sobre la ciudad iberoamericana. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1983. Pág. 325.

Fichas de lectura

Ficha Bibliográfica 2

Título: Historia de la forma urbana: Desde sus orígenes hasta la Revolución Industrial.

Autor: A. E. J. Morris

Tipo: Libro

Año: 1984

Notas sobre el contenido-interés:

Citas:

"Durante el periodo renacentista de la historia urbana los principios de diseño espacial y aquellos que afectan a la arquitectura que lo enmarca estuvieron más estrechamente relacionados que en cualquier otra época (…) en tanto que las reglas de la proporción aplicadas en general a las plantas, a los cuerpos tridimensionales y al diseño detallado de los alzados de los edificios se hacían extensivas a la organización del espacio urbano".

"La informalidad característica del espacio medieval (gótico), incluso cuando se desarrolla a partir de una planta regular, da por resultado el efecto pintoresco de los volúmenes asimétricos propios de la arquitectura gótica, las siluetas interrumpidas y los detalles frecuentemente intrincados".

"La arquitectura del Renacimiento, por el contrario, rechaza la informalidad asimétrica y hace suyo un clásico sentido de equilibrio y regularidad: el énfasis se sitúa en la horizontal en lugar de en la vertical".

"En contraste con el arte del Renacimiento, que tiende a la permanencia y a la inmovilidad en todas las cosas, el barroco manifiesta desde sus inicios un preciso sentimiento de dirección".

"El arte del Renacimiento es el arte de la calma y de la belleza sus creaciones son perfectas: no revelan que nada haya sido forzado o inhibido ni inquietud ni agitación, no estamos sin duda equivocados si vemos en esta calma y en esta satisfacción celestiales la más alta expresión del espíritu artístico de esta época… el Barroco se propone operar de otro modo. Recurre al poder de la emoción para conmover y subyugar con la fuerza de su impacto; tiende a dar una impresión instantánea mientras que el impacto que produce una obra del Renacimiento es más lento y suave, pero también más duradero: es un mundo que no se querría abandonar nunca".

Ficha Bibliográfica 3

Título: Esquema de la arquitectura Europea.

Autor: Nikolaus Pevsner.

Tipo: Libro

Año: 1957

Notas sobre el contenido-interés:

Citas:

"Las perspectivas “infinitas” y la gran escala del Barroco se lograron y fueron posibles tan sólo como resultado de los inmensos y centralizados poderes autocráticos que iban a recaer en los dirigentes de ciertos estados europeos"

"Además de llevar a cabo cambios en su función, el Renacimiento introdujo también el concepto de la calle concebida como un todo arquitectónico".