José Tomás Marticorena EAD 3212-01 Tarea 2

De Casiopea



TítuloEAD3212-01. Poética General. José Tomás Marticorena. Tarea 2
AsignaturaPoética General
Del CursoPoética General 2021 S1
CarrerasArquitectura
2
Alumno(s)Jose Tomas Marticorena

El Nombre como herramienta, donación y fundación de la Obra Americana

Introducción

Al adentrarnos en la faena creativa nos encontramos con una serie de procesos y acciones que obviamos debido a la estrecha relación que guardan con el arte de la arquitectura y el diseño dentro de los que encontramos el dibujo de croquis, esquemático, planimétrico, manufacturación de maquetas, etc. Y esto se ve aquí y en el resto del mundo. Pero en nuestra Escuela de Arquitectura y Diseño se compone también de Poetas cuya disciplina toma relevancia no menor en el período de formación. Quizás la poesía misma no influye en nuestras entregas o trabajos como para considerarla algo importante dentro de lo que debemos saber y hacer al proyectar, pero comparte algo con nosotros y su forma de abordarlo no tiene porqué dejarnos indiferentes; Cuando el lenguaje formal no fue suficiente para definir y dar a entender con palabras el concepto de átomo, la poesía si y lo cierto es que cada vez que observamos nos encontramos con virtudes e ideas nuevas que buscamos clarificar, definir, traer a presencia, hacer aparecer. La dimensión lingüística toma así protagonismo notable; La palabra y para ser más precisos, el nombre de estas virtudes son el resultado de un proceso de diálogo que tenemos con el espacio mediante dibujo y texto y porque lo hace aparecer, es también en gran medida, fundación de la obra, herramienta común entre arquitectos, diseñadores y poetas y aquello que revela la identidad local y continental de América buscada por la Escuela.

Proyecto de Titulación

Emplazamiento del proyecto

Durante el Taller de Título II, dirigido por el profesor Patricio Cáraves Silva, se desarrolla el proyecto de propuesta de una nueva sede para la Escuela de Bellas Artes de Viña del Mar. De lo que fue en la década de los 30 y 40, poco queda; debido al terremoto del año 2010 debió cambiar de locación desde el Palacio Vergara a una casona ubicada en calle Álvarez que ante el creciente ingreso de nuevos estudiantes cada año, se ve acomplejada al ser cada vez menos capaz de proveer de equipamiento y metros cuadrados necesarios para las actividades, sin mencionar que comparte espacio también con el conservatorio de música.

Dicho esto, la contraparte SECPLA, solicita dentro del programa, cuatro aulas divisibles de 140 metros cuadrados, áreas de administración, funcionarios y servicios, más la ubicación en que tendrá lugar la obra: El Parque Potrerillos de Viña del Mar.

El ciclo de observación se lleva a cabo en dicho emplazamiento y las virtudes espaciales con las que nos encontramos son:

La continuidad horizontal del parque que me trae la totalidad de su presencia y así genera una sensación de cercanía con el entorno, los empinados cerros que rodean el plano y elevan la continuidad horizontal, deteniéndola ante el ojo y así acentuando la sensación de cercanía y el canal que marca en su curva un centro en que convergen dos atmósferas dentro de esta continuidad, una amplia y luminosa y otra retraída y sombría.

Croquis y plano del Parque Potrerillos
Croquis del acceso al Parque Potrerillos

Se hace luego de esto la Maqueta Radical de la Extensión que refleja lo observado en terreno y se le nombra “Centro Extendido Contenido”. ¿Cómo pondremos en valor este centro? Junto con esquemas, anotaciones y mapas conceptuales llegamos a la idea de generar dos galerías, una a nivel de suelo en sentido longitudinal al canal (de norte a sur) y otra a nivel superior en sentido transversal (oeste a este). Tal forma tiene por finalidad poner en valor en el vínculo visual entre un flujo y otro y en el nexo entre estas galerías las obras de arte, las faenas y los ocupantes ante el emplazamiento y viceversa. A esta Forma se le nombra “Galerías Centrales Superpuestas” y al Acto “Recorrer contemplativo circundante”. Esquema galería centrales.jpg

El Ser Americano del proyecto

¿Qué es el Ser Americano? Podemos decir que se trata de una búsqueda de la identidad continental, una que está aún por descubrirse y no responde a estereotipos o caricaturas culturales que se nos atribuyen como lo precolombino o lo hispano.

“Es una experiencia de vida lo que se está viviendo aquí, quitémonos todos los -ismos del mundo y todas las religiones que quieran. Estamos descubriendo quienes somos”[1], dijo el Profesor Arquitecto Miguel Eyquem respecto a la fundación de Amereida y esta búsqueda.

Con esto sobre la mesa podemos indagar sobre la relación que se guarda con la Escuela de Bellas Artes diciendo que la siguiente edificación es como el continente americano;

Se encuadra dentro de parámetro y estilos ya existentes que no necesariamente responden a la identidad de lo que ampara, la faena del arte; su sede se emplaza dentro de un plano urbano tipo damero español y sus estilos arquitectónicos parecen un reciclaje de otras épocas y lugares. Por esto, tal y como se busca la identidad continental, se busca la identidad de la Escuela, y así, por ubicarse dentro de América, se descubre una parte de ella, por más pequeña que sea. Sin embargo, no seríamos los primeros:

“Debemos reconstruir las viviendas saqueadas por la guerra, pero esto es insignificante; ¿acaso desde hace muchísimo tiempo el país no debería construirse, reconstruirse, reconstituirse como se reconstituyen las células en un tejido o las familias en los hogares, por el nacimiento de nuevas generaciones realizando así el juego eterno de la vida”[2] escribe el arquitecto Le Corbusier en su libro “Mensaje a los Estudiantes de Arquitectura”, y lo cierto es que, si bien nos encontramos en contextos históricos y sociales distintos, tanto el autor como nuestra Escuela buscan descubrir la identidad cultural propia para construir obras que reflejen tal hallazgo. Francia durante la segunda mitad del siglo XIX y los albores del XX había experimentado el impacto de la revolución industrial y su implicancia en la arquitectura, que la volvió monótona y desvinculada de la belleza y el sentido común.

La verdadera diferencia entonces, radica en la forma de hacerlo

¿Cómo buscamos la identidad americana?

Al momento de proyectar, lo primero que se hace es salir a observar, tal y como dice Alberto Cruz:

“Podemos salir a la ciudad a verla, podemos recorrer sus calles, podemos penetrar a su interior, podemos mirar lo que ocurre en ellos para ver lo que es vivir, para acercarnos a lo más profundo de la vida que es la intimidad. Y esta es la tarea primera de la escuela y los alumnos desde el primer momento que llegan a ella, (…) y como tarea primera salen a la ciudad a recorrerla para ver manifestaciones de vida. Para ver los actos en el espacio, los actos espaciales de la vida, de la intimidad, que van a mostrar el rostro espacial. Que van a mostrar, que van a pedir espacio: construimos para albergar esa intimidad, tal como nuestra intimidad actual aquí nos ha pedido una forma.”Alberto Cruz (1959).

[3]

Nos encontramos con la identidad del habitar a través del dibujo y del texto ¿Qué dice el texto? Y aquí es donde se encuentra la relación real: El Nombre.

Con la observación abrimos diálogo con el espacio, en nuestro caso, llamamos primero “fuga visual” como dice el croquis, luego nos abocamos a la búsqueda de su forma radical, también en el ámbito lingüístico; “Centro extendido contenido” para luego preguntarnos ¿Cómo cuidamos este centro? Y responder nuevamente con nombres: “Galerías Centrales Superpuestas” habitadas en por un “Recorrer Contemplativo Circundante”. Él espacio nos pregunta y nosotros respondemos.

Entendemos por nombre una noción o idea que atribuimos a seres, cosas o fenómenos para identificarlos, individualizarlos y reconocerlos frente a los demás. Esto lo que hace es fijar y hacer aparecer a ese ser, cosa o fenómeno.

Platón sobre los nombres en su diálogo “Crátilo” se pregunta:

"¿te parece que los seres son de tal naturaleza, que la esencia de cada uno de ellos sea relativa a cada uno de nosotros, según la proposición de Protágoras, que afirma que el hombre es la medida de todas las cosas; de manera que tales como me parecen los objetos, tales son para mí; y que tales como te parecen a ti, tales son para ti? O más bien, ¿crees que las cosas tienen una esencia estable y permanente?” [4]

Para un arquitecto, esto es de suma importancia; Lo que para uno es subir, para otro no puede ser bajar, así como lo que es horizontal para uno no puede para otro ser vertical. Generaría un quiebre tal que habitar sería imposible. Necesitamos que se habite y funcione en comunión con la naturaleza estable y permanente de las cosas y el nexo principal entre la naturaleza y el habitar es el nombre correcto, pues una vez que se nombra, se proyecta y se levanta la forma la obra en función de este eje director y sin esto, la obra se funda sobre una ambigüedad o una contradicción que anula el habitar como dice Platón a continuación:

“Sócrates: Veamos; responde a lo siguiente: ¿Admites que haya algo a que tú llames verdadero, o a que llames falsos?

Hermógenes: Sí.

Sócrates: Por consiguiente, ¿existe un discurso verdadero y un discurso falso? Hermógenes: Sin duda.

Sócrates: ¿El discurso, que dice las cosas como son, es verdadero; y el que las dice como no son, es falso?

Hermógenes: Sí.

Sócrates: ¿Luego es posible decir, mediante el discurso, lo que es y lo que no es?

Hermógenes: Ciertamente.

Hermógenes: Sin duda.

Sócrates: ¿El discurso, que dice las cosas como son, es verdadero; y el que las dice como no son, es falso?

Hermógenes: Sí.

Sócrates: ¿Luego es posible decir, mediante el discurso, lo que es y lo que no es?

Hermógenes: Ciertamente.”

[5]

Si a través del discurso y los nombres es posible decir lo que las cosas son y no son, de la misma manera se identifica el espacio americano y la misma identidad continental, y por esto es de suma importancia que al igual que una obra, no sea de identidad variable o arbitraria sino una verdadera. Hay que descubrir e identificar quienes somos, no inventarnos quienes somos, hay que descubrir e identificar cómo se habita América no inventar como se habita.

Por esto, los arquitectos y diseñadores de la Escuela (EAD) no solo se abocan al diseño y la construcción sino a la búsqueda de la identidad y entonces la palabra toma lugar dentro de sus instrumentos:

“Sócrates: Veamos. ¿No decimos que el que quiere cortar tiene necesidad de lo que es necesario para cortar?

Hermógenes: Sí.

Sócrates: Y el que quiere tejer, ¿tiene necesidad de lo que es preciso para tejer; y el que quiere horadar, ¿de lo que es preciso para horadar?

Hermógenes: Sin duda.

Sócrates: Y el que quiere nombrar, ¿tiene necesidad de lo que es preciso para nombrar?

Hermógenes: Es cierto.

Sócrates: ¿Qué es lo que sirve para horadar?

Hermógenes: Un barreno.

Sócrates: ¿Y para tejer?

Hermógenes: Una lanzadera.

Sócrates: ¿Y para nombrar?

Hermógenes: Un nombre.

Sócrates: Perfectamente. Luego el nombre es también un instrumento. Hermógenes: Sin duda.”

[6]

Ahora, en la arquitectura encontramos muchísimos instrumentos como aparatos materiales de dibujo y construcción, programas computacionales y el mismo lenguaje manifestado en nombres, pero el nombre si bien guía el proceso creativo, ¿Acaso no se queda también en la obra una vez terminada? Efectivamente y, es más, a lo largo de nuestros años de estudio realizamos muchísimos proyectos que no tendrán lugar en el mundo real, se quedan en los dibujos y las maquetas, pero estas son abstracciones, lo que realmente queda existiendo son sus nombres, porque son manifiesto de una parte de esa identidad continental descubierta, se busca llegar a ella, hacerla aparecer y fijar su fundación. Es una ofrenda, una donación y homenaje al lugar, al espacio, a una pequeña parte del continente al hacerlo aparecer y tomar presencia y relevancia real ante América y el Mundo; Lo que hace con aquello que no se concreta (proyectos de alumnos en la mayoría de los casos) como con aquello que sí, es traerlo a cualquier lugar. América aparece en el mundo, se muestra desde sus nombres, estén estos materializados en obras o no.

El nombre es herramienta de arquitectos, diseñadores y poetas y en nuestra Escuela en particular funciona también como un vértice entre estas artes que, siguiendo con la analogía, serían rectas proyectadas en dirección a sus especializaciones.


Conclusión

Aun cuando el proyecto de Escuela de Bellas Artes y muchas de las obras de la Universidad buscan una parte de la identidad continental enfocándose en un espacio local, este no se manifiesta hasta que aparece el nombre. Los dibujos y maquetas, por un lado y la construcción y habitar por otro se fundan en una identidad traída a presencia luego del diálogo; el espacio se manifiesta, nosotros indagamos y nos preguntamos con croquis sobre aquello que nos tiene que decir, su virtud y cuando le damos un nombre, aparece y da paso a la materialización y su revelación ante el mundo. América se manifiesta en esas pequeñas (o grandes) localidades y el nombre es la verdadera donación que le podemos hacer, porque al darle nombre le damos voz, una posibilidad de expresión.

  1. Fabián Dejtiar (2021). Miguel Eyquem, miembro fundador de la Ciudad Abierta de Ritoque, fallece a los 98 años. Plataforma arquitectura.https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/957868/miguel-eyquem-fundador-de-la-ciudad-abierta-de-ritoque-fallece-a-los-98-anos?ad_source=search&ad_medium=search_result_all
  2. Le Corbusier (1957). Mensaje a los Estudiantes de Arquitectura. Les Editions de Minuit, París.
  3. Improvisación del Señor Alberto Cruz. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.https://wiki.ead.pucv.cl/Improvisaci%C3%B3n_del_Se%C3%B1or_Alberto_Cruz
  4. Platón (2020). Crátilo. Greenbooks editore.
  5. Platón (2020). Crátilo. Greenbooks editore.
  6. Platón (2020). Crátilo. Greenbooks editore.