JR: Amereida XI

De Casiopea

Andar por andar, obrar por obrar

“Pero lo que los ojos ven sólo será claro cuando la mano lo reproduzca y ponga de manifiesto. Así como la mano piensa sin palabras al moverse, mientras realiza la disección de un organismo del mismo modo obra cuando dibuja y hace visibles los diseños de la fantasía, la cual crea lo que no podía encontrarse de antemano en la naturaleza. Tal modo de pensamiento, que no consiste en conceptos sino en las significaciones de líneas, formas y figuras es el conocer visual activo.”

-Karl Jaspers, El modo de conocer , Sacado de su Libro “Leonardo como Filósofo”

Se da la opción de creer lo que decimos, la intimidad que permite construir el mundo

Re-encantarlo, re-apasionarlo. Re-encantar la vida, hacerla humana y posible, una verdadera fiesta sin opción de sombra. La construcción de América.


Se nos entrega un llamado al movimiento

No aquel que es simple desplazar, no de ese inocuo y desapercibido por la eternidad, sino del movimiento del yo consiente y del alma humana única que todos llevamos, tal vez del espíritu. El llamado es al movimiento en conjunto con el oficio, la herramienta que elegimos o quizás se nos es entregada para dejar la huella. Pero ¿cuál es la huella, cuando el camino no es el camino? Muchas preguntas me asaltan, preguntas que no tienen respuesta pero se confortan con la creación de más de ellas.

En el oficio nos disponemos a traducir el habitar en el espacio (para arquitectura y diseño), luego el espacio tiene distintos modos de estudio que no necesariamente vienen de la arquitectura, y en un primer instante se podría pensar que estudiar esos distintos ámbitos de la arquitectura es des-contextualizar nuestra misión, es parte del Re-encantar, re-conocer y cuestionarse todo.

Es sumamente interesante que el nuevo cuestionamiento de las verdades que conocemos se dé de forma aislada entre las disciplinas. La ciencia durante años ha ido especializándose (como en realidad lo han hecho todos los ámbitos), pero llegando a un punto de contener secretos mínimos que bajo una cautela gubernamental- o quizás sólo de los grandes poderes económicos del mundo- que hace que se nos mantiene lejana, desconocida e inentendible.

¿Por qué aquello que llega a nosotros, en forma de terapias, fármacos e indicaciones, se mantiene bajo un velo de enigma, siendo que toca y transforma la intimidad del cuerpo propio? ¿No deberían ser estos temas, que nos tocan a todos, mucho más conocidos que esas estrategias de marketing o fuerzas básicas para hacernos comprar o utilizar productos?

Productos de consumo, los eternos regentes de nuestra vida cotidiana, son quienes transforman nuestra vida en líneas rectas con puntos de entrelace con otras vidas hermanas, nos vuelven básicos, simplificados, y la ecuación de una vida “normal” pasa a ser una rutina que, en vez de durar 24 horas, pasa a durar los 90 años que seguramente se espera, todos vivamos.

¿Cómo hacerle frente a este problema?, pero primero que eso: ¿Es realmente un problema? Para mí lo es. El problema de coartar la libertad individual con vidas pre-determinadas, el problema de tener el problema de causar problemas desde las grandes manos manipuladoras mundiales. Y por un simple hecho: se nos lleva, como seres humanos, en vivir en el plano físico cuando el hombre realmente es mucho más que eso, sin potenciar los poderes anímicos y espirituales propios de cada uno. Lo entretenido, y quizás excitante, es que individualmente muchos nos damos cuenta del sometimiento en el que estamos, entonces nuestra condición humana-en potencia, sin ser realizada realmente- pasa a ser un secreto colectivo, a veces vestido de religión, otras veces dentro de disciplinas artísticas o hasta en deportes. Y lo común entre ellas: El cuerpo físico es el intermediario entre el yo espiritual.

Cada tacto, cada ritmo, cada sonido, nos toca una hebra delgada del corazón. Y lo mejor: este tacto viene en grupos, porque el compartir esas emociones, que realmente llegan al alma, enriquece y saca sonrisas, motiva. Vidas contenidas en círculos.

“Mientras la recta es una completa negación del plano, la curva contiene en sí un germen del plano. Si bien ambas fuerzas desplazan al punto bajo condiciones diferentes, la curva creciente vuelve tarde o temprano a su punto de partida. El fin y el principio confunden y desaparecen instantáneamente sin dejar huellas. Surge así el plano más inestable y estable al mismo tiempo: el círculo”

- Punto y línea sobre el plano, Kandinsky 

Nosotros observamos a través del dibujo, y aquí hay una relación especial entre la mano, el lápiz y la superficie trazada. Algo que no se alcanza con los nuevos avances tecnológicos, avances que hacen de intermediario virtual entre el creador y la creación y que muchas veces insitan a autocorrecciones de programas predeterminados. Así, la relación pura del dibujar presencial admite el nivel de error más valioso, la originalidad volcada al presente, la solución de problemas latentes gracias al trazo improvisado.