Ignacio Urbina Zúñiga-Guión 6
| Título | Ignacio Urbina Zúñiga-Guión 6 |
|---|---|
| Asignatura | Taller del Programa y Forma de la Edificación 2º Semestre 2021 |
| Del Curso | Taller del Programa y Forma de la Edificación 2º Semestre 2021 |
| Carreras | Arquitectura |
| Nº | 6 |
| Alumno(s) | Ignacio Urbina |
| Archivo:TCT E6 IGNACIO URBINA.pdf |
Ignacio Urbina Guión 6
Lo circundante de lo escénico posibilitador de la reunión.
Encontrarse resguardado por lo circundante del cuerpo y la mirada.
Abstract
En anteriores análisis hemos expuesto cómo la ciudad configura espacios escénicos. revelando sus cualidades heredadas, como los fondos de escena (griegos), la profundidad (renacimiento) y la relación espectador y espacio escénico (vanguardias). Estas son cualidades que podemos encontrar en la actualidad. Hoy estudiaremos la ciudad entendiendola como un lugar de encuentro, tomando presente las cualidades teatrales del espacio, y profundizaremos en cómo la ciudad tiene una condición del otro, transformándonos en un usuario del espacio observado.
La observación repara en el encuentro, en cómo las personas se reúnen en el espacio público, estas suelen apoyarse en el resguardo, un vacío construido desde lo corporal hasta lo visual. los grupos de personas que permanecen en el espacio, solían estar de forma circundante entre ellos, generando un abrigo por sus propios cuerpos, o solían estar oteando la imagen que se tiene delante. De cierta forma, el paisaje con su imagen y sonido, crea un resguardo que permite permanecer en reunión, dejando en evidencia la cualidad circundante que tienen los fondos de escena y los espacios escénicos.
Como remate del análisis, nos transmutaremos en la otra persona, para entender su perspectiva y cómo recibe la cualidad espacial que se le entrega, y así entender la ciudad del otro.
Relato. La bailarina del café.
Mi nombre no será dicho ya que no es necesario para estos propósitos, puedo decir que soy mesera en el café “La Colombina”, pero no me limito a hacer los típicos trabajos, como atender, tomar la orden y dar la cuenta, creo más bien, que soy casi parte de una obra de teatro.
Acá en el paseo Yugoslavo pasan muchas cosas, es un lugar con mucha vida pública. Digamos que la presencia del café compite muchas veces con la atención que producen los diferentes sucesos, hasta la imagen de la ciudad nos resta atención. Pero hemos sabido aprovechar eso, nuestro local rescata esa belleza y lo utiliza como fondo de escena.
Es agradable poder reunirse con esta vista, nuestros clientes pasan largos ratos conversando mientras otean la extensión del mar y la ciudad, inclusive yo prefiero esperar mi puesta en escena mirando la ciudad y repasando sus partes como si estuviese mirando un mapa.
Como ya les he contado no soy solo una mesera, sino que me considero una actriz que invita a acercarse al café. Siempre que alguien se acerca, tanto a pie o en auto, me aproximo para darle la bienvenida. Muchas veces van de paso, y muchas de estas ocasiones, mi actuación, mi saludo efusivo, los invita a entrar.
Con la pandemia, la fachada ya no es límite para el café. Todo se ha extendido al espacio público, y con ello también yo. Ahora siento que la terraza es mi escenario, donde mi estadía es vista por todo aquel que transita, es como si mi camino entre las mesas, la cocina y la recepción fuera un baile visto por todos, un baile que espero sea bello e invite al pasante a reparar en nuestro modesto café. Por todo esto siento que la terraza es mi escenario y tengo el deber de seguir bailando.
