Ignacio Tampe Tarea 4 - Módulo investigación T1 2019

De Casiopea



TítuloTarea 4
AsignaturaMódulo Investigación T1 2019
Del CursoMódulo Investigación T1 2019
CarrerasArquitectura
4
Alumno(s)Ignacio Tampe

Discusión Bibliográfica

Recorrer la ciudad a pie como una manera de abrir los espacios marginalizados.

Fotografía de antigua maestranza de trenes Barón, Valparaíso. De autoría propia


Nombre: Ignacio Tampe

Carrera: Arquitectura

Profesor: David Jolly

Abstract

El deseo de vivir en lugares amplios y alejados de las ciudades ha provocado la creación de ciudades satélite que se han asentado a los alrededores de la ciudad. Y con el tiempo su desarrollo las ha establecido como nuevos centros. Y, entre estos polos se ha creado una vasta extensión que ha dado cabida a una periferia interna de la ciudad. En estos lugares, el desarrollo de la ciudad se encuentra en ciernes, por lo que aún existen múltiples lugares abandonados que la ciudad como una entidad no se hace cargo. Estos sitios se han marginalizado y han sido privados de la posibilidad de estar abiertos a la ciudad. Un ejemplo de esta situación es el patrimonio industrial, que ha sido abandonado por la expulsión de las industrias de la ciudad. Y, ha quedado una labor de valorización de estos lugares, debido a su importancia social y cultural.

Según esta premisa, la marginalización de lugares abandonados con un potencial social y cultural oculto a simple vista, advierte de la falta de una visión acerca de qué resulta ser importante para construir un tejido urbano que dé cuenta de la identidad e historia de la ciudad. Por esta razón, aparece la práctica de caminar por estos lugares marginalizados como un método de hacer aparecer la riqueza oculta que tiene la ciudad. A través de las experiencias de recorrer estos espacios abandonados desde adentro se manifiesta una posibilidad de poder hacer una correcta lectura de su contexto. De esta manera, se busca la posibilidad de poder lograr resultados reales sobre el entorno a través de la experiencia. Es por esto que la pregunta que se hace esta investigación es ¿Qué conceptos o visiones relacionados con los modos de recorrer la ciudad, podrían ayudar a resolver la marginalización de los espacios patrimoniales y los retazos urbanos? ¿Y sobre estos conceptos, cómo pueden ser utilizados en la práctica?[1]


Palabras Clave: Espacios marginales, Patrimonio Industrial, retazo urbano, transurbancia, deriva.

Desarrollo

Introducción

En las ciudades actuales, la búsqueda por un lugar donde vivir alejado del centro de la ciudad ha provocado un aumento en la sub-urbanización en los alrededores de las ciudades. De tal manera que los suburbios se han constituido como ciudades satélite. Por lo tanto se han generado nuevos centros tanto en el interior de la ciudad como en su exterior. Y, por consiguiente, una extensión de espacio intermedio entre estos centros. Esto conlleva a un aumento en la construcción de vialidad capaz de dar cabida al flujo que provoca el acceso y la salida de la ciudad desde y hacia los suburbios. Y, alrededor de estas avenidas de alta velocidad, han quedado lugares contaminados por el sonido, las emanaciones de los vehículos, etc. Resultando en retazos urbanos dejados de lado por el entorno en que se ubican (Existen otros ejemplos de retazos urbanos en las ciudades como Valparaíso, provocados por su compleja topografía, entre otros). Estos lugares con el tiempo y el abandono han sido marginalizados. De manera que se han alejado más aún del carácter público de la ciudad, y de la posibilidad de poder estar abiertos para las comunidades como espacios de desarrollo cultural y encuentro.

En las ciudades industrializadas, el desarrollo social e higiénico ha provocado la salida de las industrias de las ciudades, de manera que se evite la contaminación provocadas por ellas en la ciudad. Y, han quedado abandonados recintos con construcciones industriales antiguas. Que con la falta de mantención han comenzado a deteriorarse y marginalizarse, provocando un peligro para la ciudad y los habitantes de ella. Sin embargo, la demolición no presenta una solución ya que son edificios con un gran valor histórico y social, constituyendo una parte de la cultura de los habitantes de la ciudad. Por lo que aparece el concepto de patrimonio industrial, que busca preservar y revalorizar estos espacios abandonados.

Patrimonio Industrial y el ecomuseo

El patrimonio industrial es un nuevo bien cultural el cual debe ser interpretado más allá de la primera idea de estudiar o intervenir los objetos fuera del contexto en el que están inscritos. De manera que los datos geográficos o descriptivos del patrimonio no entregan una exposición real y contextualizada correctamente (Álvarez Areces, 1992). El emplazamiento de los lugares industriales abandonados aparece como uno de los principales valores que tiene el patrimonio industrial, ya que es a través de ellos que existe una cercanía con la historia y el uso que los objetos tuvieron. Esto significa que hay un modo histórico de habitar estos espacios, ya que los objetos dentro de él llevan al habitante a un entendimiento del tiempo en que fueron usados. Sobre esto, Foucault (1967) afirma: “las heterotopías están, las más de las veces, asociadas a cortes del tiempo; es decir que operan sobre lo que podríamos llamar, por pura simetría, heterocronías. La heterotopía empieza a funcionar plenamente cuando los hombres se encuentran en una especie de ruptura absoluta con su tiempo tradicional (…)” (p.5). Esto significa que aquellos lugares abandonados pueden ser llamados heterotopías. Y por lo tanto gracias al contexto, se puede decir que se genera el vínculo de tiempo con el patrimonio industrial.

Según lo anterior, aparece la necesidad de abrir estos lugares abandonados al público. Para poder exponer y revalorizar en su contexto un nuevo tipo de patrimonio. Y una posible manera de lograrlo es a través del concepto de ecomuseo. Sobre esto Bergdahl (1998) afirma: “Un ecomuseo consta de una serie de espacios y de construcciones, conservados en un lugar originario, explicados desde una perspectiva cultural y descritos externamente en un visión conjunta de la evolución de la región y/o del territorio local. Un ecomuseo es un instrumento para el desarrollo regional, en que el trabajo es ejercido en colaboración entre la población local y las instituciones públicas.”(p.149). Aquella colaboración con la población local comienza a dilucidar el carácter social y público que generan estos lugares marginalizados. Es gracias a las comunidades locales que es posible dar cuenta y encontrarle el valor a estos sitios. Además, las personas que viven en los alrededores de estos lugares dan cuenta de su cualidad de poder ser atajos, de manera que existe un recorrido constituido. Esta cualidad puede resultar útil porque Bergdahl (1998) afirma que en los ecomuseos, la idea es utilizar el paisaje como una sala de museo, por lo tanto todos los objetos o construcciones patrimoniales quedan en su sitio original. Y los visitantes son los que se trasladan por los diversos espacios.

Psicogeografía: La deriva y la transurbancia.

Entre la ciudad y sus centros periurbanos, existe una vasta extensión por ocupar, y dentro de este territorio se van generando lugares vacíos, que no logran dar cabida a los quehaceres de la ciudad. Sin embargo, esta problemática al ocurrir en los lugares en que la ciudad no se ha desarrollado, están sujetos a un contexto que se encuentra en un constante cambio. Y, para reconocer e interpretar este desarrollo en ciernes, se puede intentar entrar en relación con la deriva y la transurbancia para así estudiar estos lugares. Ya que, la correcta lectura del contexto podría dar lugar a la apertura de estos espacios a la ciudad.

El concepto de deriva se trata del paso por distintos lugares de manera ininterrumpida. Y da cuenta del entendimiento del entorno ligado a una manera de entender a través de la psicogeografía, con un comportamiento lúdico-constructivo. Esta práctica se trata de renunciar a las motivaciones cotidianas de desplazarse y adentrarse en una deambulación que se deja llevar por las pretensiones del entorno y con lo que él llama a encontrarse (Debord, 1958). De esta manera es posible entender la riqueza que se encuentra en el contexto y que no se logra dilucidar si no se está dispuesto a buscarla. Lo que la deriva logra es hacer aparecer un resultado real de entendimiento de las cualidades y necesidades de un lugar y su contexto a través de la experiencia. Y, respecto a la riqueza de estos resultados, lo azaroso que sea la deambulación podría desfavorecer. Respecto a esto Debord (1958) dice: “la parte aleatoria es menos determinante de lo que se cree: desde el punto de vista de la deriva, existe en las ciudades un relieve psicogeográfico, con corrientes constantes, puntos fijos y remolinos que hacen difícil el acceso o la salida de ciertas zonas.”(p.19)[2]. Sin embargo, para la transurbancia este “relieve psicogeográfico” esconde una riqueza oculta a primera vista. Sobre esto, Careri (2002) afirma: “Para poder reconocer una geografía en el interior del presunto caos de las periferias, se puede intentar entrar en relación con el caos utilizando la forma estética del recorrido errático. De ese modo podremos descubrir un complejo sistema de espacios públicos que pueden atravesarse sin solución de continuidad.”(p.153). Así es como la transurbancia establece una interrelación entre los lugares abandonados por la ciudad, (incluyendo el patrimonio industrial), estableciendo un conjunto de relaciones entre ellos que los permite recorrer. Formando un hilo conductor dentro de la ciudad a través de los lugares abandonados.

Conclusión

Antes de comenzar, es necesario recordar que el propósito de esta investigación es poner en valor el Patrimonio Industrial y los retazos urbanos. Y a través de esto, preguntarse si los modos de recorrer la ciudad a pie tienen la capacidad de resolver la marginalización de estos espacios.

El recorrer la ciudad a pie lleva consigo un tiempo que permite al caminante poder interiorizarse con los hechos cotidianos y la historia del lugar. De manera que ocurre una lectura de lo que fue, lo que es y lo que puede ser un espacio. Esto es un resultado de los descubrimientos que se producen por caminar expectante al entorno, un estado de la consciencia que ha sido descrito, desarrollado y nombrado como deriva, transurbancia, entre otros. Ambos conceptos aluden a recorrer la ciudad sin una ruta preexistente, dejándose llevar por lo que el entorno comienza a develar a medida que uno avanza. Por esta razón, aparece la constante pregunta sobre hacia dónde ir, lo que lleva a un estado de consciencia presente en el lugar. Por un lado, al analizar la deriva, surge como necesidad interpretar correctamente el entorno para comenzar a construir un recorrido a través éste. Ya que la elección azarosa del recorrido lo vuelve menos eficiente, al encontrarse con caminos sin salida o circuitos cerrados. Mientras que la transurbancia supone que el caminante siempre está inmerso en el caos producido por el abandono, y que lo errático que se hace el recorrido comienza a develar un sistema más complejo de relaciones, que considera caminos discontinuos y la inexistencia de una ruta. Pero que, atravesar estos espacios comienza a construir una red de potenciales espacios públicos que pueden conectar la ciudad a pesar de la existencia de dificultades para hacerlo.

Dicho esto, al enfrentarse al ejercicio de la recuperación del Patrimonio Industrial y los retazos urbanos, aludir a los distintos modos de recorrer estos lugares resulta ventajoso ya que a través de ellos es posible hacer una lectura correcta y contingente del entorno. Y además, los descubrimientos que están sujetos a recorrer lugares desconocidos, pueden resultar en una fuente importante de posibles cualidades que el lugar puede desarrollar.

Notas al pie

  1. La presente discusión bibliográfica es parte del proyecto de título que se encuentra en la antigua maestranza de trenes en Barón, Valparaíso. El cual busca construir un centro social que permita la reunión de distintas comunidades de la ciudad. Además, un lugar que ponga en valor el Patrimonio Industrial presente en su emplazamiento, valorizando y exponiendo su historia a la ciudad.
  2. El texto original se encuentra en francés

Bibliografía

1. Álvarez-Areces, M. (2008). Patrimonio industrial. Un futuro para el pasado desde la visión europea. Apuntes, 21, pp.6-25.

2. Careri, F. (2002). Transurbancia. En Walkscapes, el andar como práctica estética(pp.147-157). Barcelona: Editorial Gustavo Gili.

3. Debord, G. (1958). Théorie de la dérive (Teoría de la deriva). Internationale Situationniste, 2, pp.19-23.

4. Ewa Bergdahl. (1998). Ecomuseo de Bergslagen. Revista de Museología, 14, pp.148-154.

5. Foucault, M. (1967). De los espacios otros “Des espaces autres”. Conferencia dicada en el Cercle des études architecturals. 14 de Marzo 1967. Publicada en Architecture, Mouvement, Continuité, n 5, Octubre 1984.