Ignacio López Manríquez - Maqueta 01 y Lámina
PARTIDO ARQUITECTONICO.
A.- RELACIÓN ACCESOS PROPUESTA – BORDE – ATRAVESAR
La forma de acceder en la propuesta es desde un carácter de borde, tanto hacia la propuesta como en relación a elementos contextuales circundantes a ella. Dentro de los propósitos trabajados se encuentra la cualidad de accesos que le traen la multidireccionalidad al lugar – como cualidad presente en el lugar a través del sendero de Joel y su vinculo con el programa - , es decir, su contexto programático queda vinculado con la propuesta: La Ermita – El Sendero de Joel y la Plaza de la familia, los cuales son recorridos al momento de acceder a la propuesta, diferenciándose algunos para acceder y otros como salida, dando la posibilidad de recorrer el lugar en tanto se circunda la propuesta. Esta dualidad de accesos de llegada y salida al momento del rito le trae a la propuesta un atravesar que permite cierta rotación en el lugar, en tanto trae el atravesar mediante un recorrer continuo del exterior en torno a la obra.
B.- CONDICIÓN LUMÍNICA: LUZ DE BORDE ENTRECORTADA
1. FACHADA
La conformación de este volumen lateral, dado por su connotación de envolvente, está construido por el pilar como elemento estructurante, desde el partido arquitectónico vano – pilar – vano , como unidad básica, desde el cual va formando filos lumínicos que dan paso a una luz de borde entrecortada. Como partido en la construcción de la fachada se contempla el pilar como el elemento de mayor espesor, el cual contiene la envolvente, a modo de paño contenido, sacando a la fachada de su condición de plano y así conformando una textura lumínica en torno a paramentos verticales.
2. CUBIERTA
Como proposición formal se estable como una estructura de 2 planos desfasados , desde el cual le dan paso a una abertura en este descalce que atraviesa el largo , dándole paso a una luz que adquiere la cualidad de rasante dirigida hacia el vacio interior. LO RASANTE EN DESFASE COMO VINCULADOR DE BORDES La espacialidad del vacío interior queda inmersa desde el espesor de los elementos que traen consigo cierta condición luminosa, la cual se establece como una luz de borde entrecortada, sostenida entre pilares.
C. LO INVARIABLE DE LA PROPUESTA
La dimensión vertical es la que le otorga el carácter a la propuesta en tanto se vuelve conformadora de una estructura elevada en torno a pilares, desde donde desarrolla en suelo como un espesor que se despliega en doble altura. Dentro de esta dimensión vertical se consolida el pilar como el elemento que mediante su espesor contiene la fachada, en la medida que dispone las aberturas tanto lumínicas como de recorrido.