Ideales de libertad: el jazz y la arquitectura

Título	Ensayo 3-2ºS 2021
Asignatura	Presentación de las Vanguardias a la Contemporaneidad
Del Curso	Presentación de las Vanguardias a la Contemporaneidad 2021 - Andrés Garcés
Carreras	Arquitectura
Nº	5
Alumno(s)	Catalina Paz Álvarez Schilling

Abstract

El jazz y la arquitectura moderna poseen un principal punto en común: la eliminación de la tradición y la transmutación de los órdenes preestablecidos. Existen ciertos paralelismos que se dan en la extensión de ambas formas artísticas que le permitieron a cada artista demostrar sus capacidades creativas para explotar y buscar un nuevo lenguaje de expresión correspondiente a la oposición a las viejas costumbres. El jazz explicita en sus bases que la improvisación es un despojo de las reglas y ataduras de la música tradicional en el planteamiento de sus partituras; no obstante, la realidad de la improvisación –tanto en el jazz como en la arquitectura– es que está regida por tonos, acordes y tiempos. Es a partir de esta aseveración que se pretende realizar un símil entre la armonía y los ideales de libertad de los dos estilos artísticos, haciendo un recorrido por la historia del jazz desde sus orígenes hasta la segunda mitad del siglo XX.

Introducción

El jazz como género y movimiento alcanza su momento de apogeo a finales de los años 50 y comienzos de los 60; sin embargo, surge como corriente a partir del siglo XVII como la música del pueblo de desarraigado –formado por miles de africanos conducidos contra su voluntad y esclavizados en territorio americano. Las raíces de este estilo musical se encuentran en el ritmo y el sistema tonal de los cantos del territorio y la adopción y adaptación de salmos o cánticos anglosajones se incorporaban a los cantos de trabajo que dieron origen a las primeras obras de música góspel.

La arquitectura, asimismo, entra en un proceso de renovación en los años 60 que le permite al arquitecto desarrollar el máximo de su creatividad e imaginación para así darle cabida al disfrute del habitante en el lugar. Es así como la arquitectura posmoderna rechaza la frialdad del racionalismo y la reiteración del tipo de edificaciones para apostar por una variación en el modo de proyectar, logrando así crear edificios más acordes a la imagen del mundo contemporáneo.

Worksong: “Deja sonar tu martillo” y trabajadores en plantaciones de algodón

Worksong: “Deja sonar tu martillo” y trabajadores en plantaciones de algodón

Desarrollo

Al final de la guerra de secesión algunos cantantes procedentes de la población negra rural del sur de Estados Unidos crearon el blues, un género musical que narraba la vida misma y sucesos cotidianos a través de la palabra poética armonizada simplificada para el entendimiento de la población general a la que se dirigían. Cow Cow Davenport fue el músico pionero en convertirse en especialista del género y fue uno de los precursores del boogie-woogie, un estilo de blues basado en el piano cuyo principal objetivo era convertir el blues en un género bailable.

En esta misma época, Nueva Orleans, el segundo puerto de Estados Unidos, más concretamente en el barrio de Storyville, tendrá lugar el nacimiento del dixieland. Por todas partes, particularmente en los barrios de diversión y prostitución se pueden oír orquestas agrupadas en brass bands que incluían música en todas las manifestaciones de la vida cotidiana: bodas, reuniones, fiestas, entierros, etc. Así pues, no resultaba extraño asistir a verdaderas competiciones que enfrentaban en las calles a distintas formaciones rivales. Estas bandas, próximas al orfeón, estaban dirigidas por un instrumento de viento al cual se asocian, en general, el clarinete, la trompeta, el trombón, la tuba (que desempeña el papel de contrabajo), el banjo y el bombo (con platillos).

Guerra de Secesión estadounidense
Cow Cow Davenport
Barrio Storyville
Brass Band

El cierre del barrio de Storyville, por iniciativa de la marina americana, desplazó rápidamente el centro de interés hacia los alrededores del lago Michigan donde, entre 1918 y 1928, en plena época de prohibición y de Al Capone, se desarrolla el style chicago. Se trata a la vez de una generación de instrumentistas blancos que adaptan el estilo de Lousiana y de músicos negros que huyen del sur. Este es el caso del cornetista Joe «King» Oliver, que se dio a conocer en Storyville, en 1910 enfrentándose victoriosamente a Freddie Keppard antes de fundar su propia banda: el Original Creole Jazz Band –relacionados a este grupo se encontraban nombres que se hicieron famosos como Louis Armstrong o Sidney Bechet. King Oliver grabaría una gran cantidad de discos que marcaron toda la historia del Jazz.

Estos estilos vanguardista nacientes comienzan a propagarse y manifestarse en otros lugares aparte de Chicago y Missisipi. En Nueva York, particularmente en Harlem, las grandes orquestas de baile prosperan. Olvidando la penuria económica, cada vez son más la gente que frecuentan los lugares de moda como el Savoy o el Cotton Club. Así pues, en los años 30 llega de la era del swing y de las grandes orquestas, creciendo la importancia de una nueva categoría de músicos: los arreglistas. A partir de esta época, los músicos descendientes afroamericanos aprenden a escribir partituras. El pianista Fletcher Anderson fue uno de los primeros en crear una concepción de arreglo que todavía hoy tomamos como punto de referencia. Duke Ellington, por su lado, utiliza su orquesta para interpretar una gran variedad de estilos musicales e inventa algunos géneros como el mood y el estilo jungle. Paralelamente a esta abundancia musical, al final de los años 30 nace un nuevo género destinado al baile que une el blues con el góspel: el R&B, una forma musical determinante en los años 60 que daría paso al jazz moderno.

Joe «King» Oliver
Freddie Keppard
Original Creole Jazz Band
Louis Armstrong
Harlem, Nueva York 1930
Cotton Club
Fletcher Anderson y su orquesta
Duke Ellington y su orquesta

En los años 40, Kenny Clarke y Thelonius Monk que sentarán las bases del bebop: un nuevo estilo en el cual los modos usuales mayor y menor desaparecen dando paso a una nueva gama de acordes. Muy pronto se unirían, para aportar a la evolución de la melodía y armonía del nuevo estilo, el trompetista Dizzy Gilliespie y el saxofonista Charlie Parker. Muchas grabaciones dan muestra de la audacia y el ingenio de estos nuevos representantes del nuevo jazz. Como respuesta a los “excesos” asociados al bebop aparece –primero en Nueva York entre 1948 y 1953 y luego en la Costa Oeste de 1953 a 1958– el cool jazz, estilo que se manifiesta a través de largas improvisaciones tan libres como naturales y espontáneas. No obstante, en reacción contra la influencia que los músicos blancos parecían ejercer sobre su música un grupo de músicos afroamericanos de Harlem, inspirándose en los elementos melódicos del bebop, crearán una forma hard bop llamada jazz soul o funky jazz que se caracteriza por su dureza y agresividad.

Desde entonces, al principio de los años 70, toda clasificación relativa a la producción de jazz ya no corresponde exactamente a la evolución de un género que, bajo la batuta del saxofonista Ornette Coleman, liberará cada instrumentista de la presión del juego tradicional para hacer de cada instrumentista un solista en potencia. De esta manera, se dará paso a un nuevo estilo: el free jazz. El saxofonista John Coltrane dará al jazz un impulso decisivo que situará el género en un plano a veces difícil de delimitar. Después de esta década, se hace difícil de clasificar la naturaleza de ciertas producciones a causa de la música electrónica, cuyo precursor fue Miles Davis, determinando un nuevo género musical llamado jazz fusion.

Thelonius Monk
Dizzy Gilliespie
John Coltrane
Miles Davis

La improvisación dentro del jazz es un espacio libre en el cual el músico demuestra toda su capacidad creativa y toda su técnica. Están sentadas sobre bases armónicas que siguen el resto de los músicos que lo acompaña –la tonalidad debe ser congruente con la armonía. Por lo demás, existe un esquema formal establecido para improvisar una cantidad determinada de tiempo; para ello, los músicos se ponen de acuerdo previa la presentación para que la composición siga un orden lógico.

A partir de ello, se puede determinar que, en el caso de la arquitectura, la improvisación es clara. Cada arquitecto tiene su sello personal y cada corriente artística –incluso las vanguardistas– poseen una armonía. Los caminos de la creación en la arquitectura han recorrido y hecho tantos giros como el género del jazz; sin embargo, en ambos tipos de arte se generaron nuevas tradiciones a partir de las escenas de transformación del esquema tradicional. Lo que a comienzos de siglos constituyó una revolución en el ámbito arquitectónico como lo fueron las fachadas de vidrio y las plantas libres, ya en la segunda mitad del siglo XX parecía haberse transformado en un método de la nueva tradición arquitectónica. La búsqueda de las nuevas posibilidades de proyectar y el alejamiento de los cánones se transformaron en voces críticas de la arquitectura moderna.

Así como en el jazz, la arquitectura modernista parecía poseer conceptos clave que, si bien procedían de las tradiciones, eran modificados para el beneficio del elemento a destacar. Ejemplo de lo anterior serían las fachadas de vidrio utilizadas en la arquitectura de Louis Kahn, en la cual destacaba el uso de la luz como punto central de sus proyectos –tal como se hacía en las iglesias románicas.

Le Corbusier junto a la maqueta de la Ville Savoye
Ville Savoye, Le Corbusier [1929]
Mies van der Rohe
Casa Farnsworth, Mies van der Rohe [1945-1950]
Louis Kahn
Casa Esherick, Louis Kahn [1961]

Conclusión

Los diferentes estilos de jazz, así como la diversidad de estilos arquitectónicos, estuvieron fuertemente influenciados por los elementos armónicos y melódicos de la música europea; sin embargo; se fue dejando de lado la tradición y estuvo marcado por un estilo rupturista. Tanto la arquitectura, la música y la pintura han estado relacionadas desde tiempos remotos y sus procesos compositivos están estrechamente vinculados unos con otros. En todas estas artes, el sonido y el color se ha visto reflejados en la realización de diversas obras, utilizando la abstracción, los sentidos y las relaciones como parte de sus elementos compositivos para representar los sentimientos y emociones más puros del interior de los artistas.

El universo expresivo de los artistas se expandió exponencialmente. A medida que pasaban los años las nuevas corrientes artísticas se mostraban cada vez más despojadas de las reglas y las paletas expresivas se abrieron hacia lo desconocido. Si bien la ruptura de los esquemas preestablecidos fue lo que reinó en el ámbito del desenvolvimiento artístico, también se dio a finales del siglo XX que la arquitectura fusionó –tal cual lo hizo el jazz con sus nuevas corrientes musicales– el esquema de lo contemporáneo con la nueva posibilidad de abrirse a la aproximación con el pasado.

Referencias

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