I.- INTRODUCCION

De Casiopea

LA SEÑA QUE SE LEVANTA, EL CONFIN DE UN TODO.


El partido arquitectónico de las obras levantadas en las travesías en las cuales he participado, se avocan en generar la seña.

Esta seña se erige entre los que visitamos y los que habitan el lugar, aquellos moradores a los que se les presenta la obra. A la vez, hace aparecer el lugar en el mundo, es esta construcción entre todos, un doble presente suspendido en el tiempo.

Lo suspendido nos dice sobre lo que es inherente a la obra, lo sublime de hacer aparecer en lo desconocido, un regalo que se reconoce entre todos y genera un límite visible, que da termino al origen y presenta lo nuevo al nombrar la obra.

El Confín que se reconoce es con la distancia vertical, aquella altitud de lo leve, esta levedad es equidistante a la distancia por la que se va a través, una equivalencia entre la construcción del cuerpo en lo suspendido del ir y la levedad de la obra en los suspendido del tiempo.

El origen nos regala la dimensión del ir, del hallar la vastedad que nos regala, el ir a través en una horizontal. Luego se enfrenta a lo final, a lo eminente que se construye con todos.