Francisca Kemp - "Frutillar - Ciudad de estructuras detenidas en el tiempo" - Taller Ciudad Legible 2020 Ciclo 2
Título | Francisca Kemp - "Frutillar - Ciudad de estructuras detenidas en el tiempo" - Taller Ciudad Legible 2020 Ciclo 2 |
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Tipo de Proyecto | Proyecto de Taller |
Palabras Clave | mapainfografico |
Período | 2020-2020 |
Asignatura | Taller Ciudad Legible |
Del Curso | Taller Ciudad Legible 2020 |
Carreras | Diseño, Diseño Gráfico"Diseño Gráfico" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property., Diseño Industrial"Diseño Industrial" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property. |
Alumno(s) | Francisca Kemp |
Profesor | Michèle Wilkomirsky, Catalina Pérez |
Frutillar, Los Lagos
"Ciudad de estructuras detenidas en el tiempo"
Frutillar, una hermosa y pequeña ciudad rodeada de naturaleza en el sur de Chile. Inmersa en el arte más puro.
Por muchos, conocida por su costanera; el gran lago que entrega un horizonte de blancos volcanes, creando una mágica e hipnotizante visión a cada persona que recorre sus caminos. Una visión que logra un efecto especial, casi secreto; con ojos turísticos y soñadores, Frutillar se vuelve a observar desde cero. Al lado contrario, cruzando la calle, se aprecia su arquitectura Colonial Alemana en casas y restaurantes, aquello que nos guía al enorme teatro sobre el lago que permite una máxima expresión creativa si hablamos de música, danza y teatro. Todo este conjunto genera un comportamiento en las personas, en especial en las tranquilas tardes de caminata de un andar ligero y lento cuando el cambiante clima nos acompaña. El ambiente nos envuelve con tranquilidad y paz bajo un sol cálido. El silencio solo se opaca por el mínimo oleaje del lago y el canto de las bandurrias. Cuando la lluvia nos gana, la tranquila caminata sigue, cada gota de lluvia se disfruta, el fuerte viento que desordena, nos hace reír y el recorrido puede terminar en un caliente café y un trozo de kuchen mientras se observan las furiosas gotas de lluvia impactar contra el lago.
A menos de un kilómetro de su entrada, desde la carretera, comienzan las residencias y mi barrio. Casas que en su mayoría tiene una fachada antigua, muy característica. Llamando incluso más la atención que los nevados volcanes que se aprecian en el fondo. Los techos son en punta y su cubierta es de tejuelas. Diferentes colores son los que entregan vida a cada calle. Algunas fachadas se han mantenido con el tiempo y otras se han deteriorado. Algunas casas siguen cumpliendo su cometido, y otras han sido transformadas en lugares comerciales. Esta característica de las casas antiguas se mantiene pese a las remodelaciones. Raro es encontrar en el centro de Frutillar un comercio que no luzca como un hogar. La única forma de diferenciar los negocios con una casa, es la curiosa fachada que comienzan a adoptar con los carteles y luces de colores. Las nuevas estructuras en donde han demolido las antiguas residencias siguen manteniendo sus techos en punta y su exterior de tejuela. Todo se ha adaptado para atesorar una historia y su memoria. Un esfuerzo inconsciente de mantener aquel pequeño y tranquilo pueblo de hace cien años.