Exposición Internacional Barcelona 1929
Título | "Exposición Internacional Barcelona 1929" |
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Carreras | Diseño Industrial"Diseño Industrial" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property. |
Alumno(s) | Catalina Correa |
La Exposición de Barcelona de 1929 fue el motor de la modernización de Barcelona, ya que abrió el camino hacia la conceptualización de la ciudad metropolitana, así como de la ciudad espectáculo con ofertas para atraer a los visitantes.
Después del éxito de la Exposición de Barcelona de 1888, que comportó una remodelación urbanística, un beneficio económico y un beneficio científico para la ciudad, el arquitecto Josep Puig y Cadafalch pensó, en 1905, en la realización de otra exposición. La idea era que esta diera a conocer los adelantos tecnológicos y a la vez proyectar internacionalmente la industria catalana.
La Exposición Internacional de Barcelona tuvo lugar del 20 de mayo de 1929 al 15 de enero de 1930 en Barcelona. Celebrada en la montaña de Montjuic, se desarrolló en una superficie de 118 hectáreas, y tuvo un coste de 130 millones de pesetas. Se encargó a los arquitectos Puig i Cadafalch y Guillem Busquets el plan urbanístico del recinto, que, después de diversas propuestas, sería la montaña de Montjuïc.
Conferencias, conciertos y exposiciones se celebraban en palacios y pabellones, con la muestra ‘El Arte en España’ al frente, que ocupaba buena parte de las salas del Palacio Nacional. Los organizadores de la exposición también dieron un impulso a los actos deportivos, con pistas de tenis, piscina y sobre todo el estadio, que alojaba competiciones de atletismo o partidos de fútbol. La otra novedad, inesperada en ese contexto, fue la presencia del movimiento moderno que llegaba con el pabellón de Alemania, todo un clásico entre los mitos de la arquitectura del siglo XX y una lección compositiva que ha comportado su reconstrucción.
LAS CONSTRUCCIONES
El recinto de la Exposición se construyó siguiendo el proyecto que había presentado Puig y Cadafalch, diferenciando dos tipos de edificio: los palacios, dedicados a las secciones oficiales del acontecimiento y los pabellones, que representaban países, instituciones o sociedades. Todo su conjunto partía desde Plaza España y se extendía hasta llegar al pie de la montaña.
Además, la Avenida de la Reina Maria Cristina se decoró con grifos de agua y 116 obeliscos de vidrio iluminados por luz eléctrica, obra del ingeniero Marià Rubió y Bellver.
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Pueblo Español.
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Plaza España.
Los Palacios
Los Pabellones Internacionales
En la zona donde ahora se estiende el Anillo Olímpico, se construyeron, en 1929, la mayoría de los pabellones de los países que participaron a la Exposición. Todos fueron derrocados una vez ésta había acabado.
Francia
Georges Wybo. Se trataba de un edificio de estilo clasicista con elementos de arte Déco; un edificio en forma cúbica con una escultura de una mujer en su parte frontal
Noruega
Ole Lind Schistad. Recordaba las casas típicas de montaña, hechas todas de madera.
Mies van der Rohe organizó su pabellón en tres zonas: un patio de recepción, un núcleo edificado y un patio trasero. Los elementos verticales y horizontales que definen estas zonas se disponen con libertad, pero regidos por un riguroso orden geométrico, trabajados con precisión y maestría.
La famosa Silla Barcelona, diseñada exclusivamente para el pabellón, fue una colaboración de Mies Van der Rohe y la diseñadora Lilly Reich, que basaron el diseño de la silla en la sella curulis, usada por los magistrados romanos, aunque obviamente se introdujeron variables ergonómicas, largamente experimentadas en los diseños de la escuela Bauhaus (de la cual Mies van der Rohe llegó a ser director). De líneas elegantes y ligeras, estas sillas de cuero blanco descansan sobre una estructura de acero inoxidable, por primera vez usada en el desarrollo de mobiliario interior.