Estudio de los archivos - Marcelo Delgado
Título | Estudio de los archivos - Marcelo Delgado |
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Asignatura | Estudios Independientes: Asignatura Electiva |
Del Curso | Estudios Esenciales del Archivo Histórico José Vial Armstrong 2021 |
Carreras | Arquitectura, Diseño, Magíster |
Alumno(s) | Marcelo Delgado |
Todo es luz, color y opacidad.
Al Comienzo
Toda Luz
Un mar
de fieras de cultivo
y el conocimiento en tu vuelo
hacia el marino río
de lágrimas esta basura
de las palabras este camino
de la parvada este pensamiento
al viento -siempre demasiado-
¡oh ambigua y sombrío ángel!
sin letras tu grito
mudo tu viento
estrepitoso
como mirada de musa
de la música sin preocupación
y tormentosa ante el vuelo
Así otoñal
tu beso
guarecido de la lluvia
como fragmento de mar
interior es toda luz
que hipnotiza
en las noches tu barco
pero
entonces
¿quién merodea en las costas quebrando?
sin rayos
con mis manos para caminar
todo el río o algo
Así el ojal
de América toda luz
que rompe
el horizonte de la semilla
sí toda luz
ahora estrellada
y nocturna
de la ciudad
Sobre el río Vodudahue en mi primera Travesía el año 2015, se dio forma a este poema, en donde cada uno de los participantes de esta travesía aportó con una palabra, un fragmento para la primera creación colectiva de este viaje, construcción efímera, pero que nos acompañaría durante los dieciséis días que permanecimos en lo que está ese momento eran los desconocidos fiordos del sur de Chile.
Como estudiantes no somos poetas, pero sí oyentes de ella, de su invitación a la búsqueda constante de un desconocido, una acción original que nazca desde la observación. Dentro de nuestra formación la observación no es solo un ejercicio disciplinar, sino también es una forma de acceder al oficio no solo de un modo metodológico, ya que precisa además de nuestro particular vínculo con la extensión.
La escultura nos enfrenta a ese modo particular de encontrarnos con la extensión: podemos rodearla, acercarnos, distanciarnos, incluso tocarla; el dibujo y la contemplación de estas nuevas piezas que se hacen visibles, nuevas piezas construidas de vacío, piezas efímeras que no podemos tocar o delimitar pero sí dibujar reiteradamente porque todo es luz, color y opacidad.
Cuando todo es Luz
Al investigar los cuadernos de José Balcells me detuve en la bitácora de la Travesía Caldera en 1986, en donde luego de instalar el campamento José agrega entre sus apuntes: "se dará forma al sitio y la obra, tanto en el hecho como en la cabeza de los alumnos". Desde un punto de vista formativo los alumnos se aproximan a visualizar y estudiar la relación entre cuerpo, territorio y obra estando inmersos en ese particular modo de Travesía en donde todo es objeto de estudio incorporando la visión de vida, trabajo y estudio que propone la escuela. En este cuaderno se presentan solo dibujos en lápiz grafito y tinta negra, para de esta manera registrar simplemente la luz y como ésta baña esta travesía, el taller se pregunta por la luz y cómo es posible atraparla entre las aristas, habitando el vacío resultante entre la luz.
Tras esta observación, quizás de alguna corrección de taller, cabe pensar que el vacío de la luz es solo sombra, la cual está presente entre cada arista y plano; y que requiere de un tiempo de contemplación para percatarnos de su presencia. Habrá que dejar que la sombra llegue, pero ¿como la atrapamos?
Aparece la Sombra
Durante siglos la escultura ha tenido un vínculo con la representación de la figura humana, la abstracción como un lenguaje gráfico que permite proyectar rasgos espaciales, como por ejemplo el cuerpo y su luminosidad. Las esculturas de Jorge Oteiza crean un juego luminoso entre sus planos, aristas y vacío; atrapando no solo su sombra, sino también al tiempo con la aparición natural del ocre producido por el óxido.
El vacío no aparece, ya que siempre está presente, solo hay que estar abierto a recibirlo para poder atraparlo. José menciona en sus bitácoras que debemos danzar con la Venus del vacío. Si nos detenemos en estas páginas se deja entrever un ejercicio que José realizaba en sus cuadernos, jugaba con lo opaco y translúcido de sus hojas. La luz, el color y lo opaco que construyen el vacío que se contiene en esta pieza deja entrever rasgos a los que podemos reconocer como un rostro, de esta manera sus aristas rectas son traducidas a los rasgos esenciales de un perfil y posteriormente la creación de una nueva pieza hecha de vacío que atrapa los mismos rasgos del perfil visto anteriormente.
Otro ejemplo presente dentro de uno de sus cuadernos es la transformación de la figura humana inscrita dentro de un cuadrado, haciendo visible la proporción y extensión del cuerpo, el gesto se hace visible desde sus aristas y el cuerpo aparece en el vacío, en este caso en lo opaco de este cuadrado. La grilla permite ordenar y visualizar los ejes y trazos esenciales de la proyección, esto corresponde a un lenguaje gráfico a través del cuerpo, plano y luz.
Existe una serie de pasos o procedimiento que obedecen a un algoritmo proyectual, en este caso es su propia geometría la cual construye su fragmentación, similar a la de un telar con la urdimbre y la trama. Jose describe una Teoría del Fragmento, la cual elabora en 4 pasos:
- Concepto de lo Entero
- Fragmentación mínima
- Fragmentación máxima
- Fragmentación Entero
Comenzamos trazando un entero, en este caso un cuadrado de arista "x", posteriormente trazamos líneas longitudinales y transversales equivalentes entre ellas, luego estas nuevas piezas se subdividen a voluntad pero siguen un orden geométrico de la arista, la diagonal y su meridiana, con el propósito de crear dos nuevas piezas finales que nacieron de un entero.
Y la extensión americana
Retomando con el primer punto, las travesías vinculan a tres aristas: Vida, Trabajo y Estudio, en donde estudiantes y profesores recorren el continente americano con un vision poetica. Oficio y Poesía, ambos extremos que consideran una extensión en donde ocurre la vida, el vacío que siempre estuvo y que con el tiempo se hace visible es el que hay que descubrir.

José propone que la Isla de Pascua es la puerta a nuestra extensión, el pacífico aparece como un horizonte desconocido en su inmensidad, no es entonces la luz, sino el vacío el que nos aproxima a esa extensión, el mar como vacío de la tierra. Si pensamos al planeta tierra como un entero y sus fragmentos llenos corresponden a lo delimitado como tierra, estamos también en presencia del vacío, el océano que siempre ha estado y aún no termina de ser descubierto, habrá que pensar al mar como el vacío a descubrir y la tierra como los recovecos que reciben este juego luminoso entre la luz, la sombra y lo opaco.